Khadija hornea su futuro en SAMU Esperanza

Desde el día de la llegada de Khadija al piso tutelado SAMU Esperanza, allá por diciembre de 2021, pudimos ver en ella un ejemplo de lucha y superación, pues, a pesar de todo el bagaje que llevaba consigo superando obstáculos y todo tipo de adversidades en su proceso migratorio, por fin había conseguido una estabilidad en el que hoy es su hogar.

Apenas lleva dos años en España y durante ese corto periodo de tiempo ha vivido en varias ciudades, pasando por numerosos obstáculos y superando todo tipo de dificultades en situación de calle. Una vez asentada en Madrid fue alojada en el centro de primera acogida de Hortaleza hasta que se le adjudicó plaza en nuestro piso. Desde su ingreso, su mayor objetivo ha sido poder formarse para tener un futuro mejor y llegar a integrarse en nuestro país.

La adaptación de Khadija siempre ha sido positiva, y la labor del equipo educativo no ha sido otra que acompañarle en esta andadura. Nos enfrentamos a un reto, pues apenas en ocho meses ella alcanzará la mayoría de edad.

La menor compagina varios recursos durante la semana. Todas las mañanas se despierta a las siete. Lo primero que vemos en ella es una sonrisa y unas ganas de afrontar el día con entusiasmo y motivación. A primera hora acude a su recurso de cocina, donde cursa un ciclo formativo en la Unidad de formación e inserción laboral (UFIL). Con gran esfuerzo y dedicación, al acabar su jornada allí y, dependiendo del día de la semana, participa en un programa de alfabetización en castellano de la organización Somos Acogida, donde se destaca su gran evolución y mejoría con el idioma. Con el fin de acelerar su proceso de inserción sociolaboral y de tener un contacto directo con el empleo previo a su mayoría de edad, Khadija acude de manera voluntaria al programa formativo trimestral de hostelería en la Fundación Tomillo. Allí ya ha participado con gran orgullo y esmero en un servicio real para los profesionales de los pisos, que pudimos acompañar a los menores con el mismo sentimiento.

SAMU Esperanza ha tenido la oportunidad de ser testigo de la gran evolución de Khadija. Durante el evento mencionado, tanto la menor como sus compañeros demostraron el trabajo aprendido durante estos meses de formación. Dicho servicio también le ha valido para enfrentarse a una situación real de cara a su futura inserción en el mercado laboral. No solo hemos observado los conocimientos, la profesionalidad e implicación de la joven, sino también la gran dedicación y motivación que tiene por superarse cada día.

Khadija es un ejemplo de trabajo diario y optimismo. Es un referente para el resto de los compañeros de SAMU Esperanza, desde donde apostamos por la inserción laboral de nuestros chicos para que crean en sus capacidades y para que sean conscientes de que, con esfuerzo y sacrificio, pueden conseguir aquello que se propongan sirviendo a la vez de ejemplo para que otros puedan seguir sus pasos hacia un futuro mejor.

Equipo Piso tutelado SAMU ESPERANZA (Madrid)

ISL SAMU Lucena: Youssef encontró su lugar

Desde los inicios del ISL Lucena, anteriormente UATE Lucena, han sido muchos los menores que han compartido su vida con nosotros. Los hemos visto crecer, madurar, soñar y decaer. Todos, con un objetivo común: alcanzar la inserción laboral y poder ayudar a sus familias que permanecen en el país de origen. La lucha para alcanzar este objetivo es una lucha compartida, en la que es muy importante que los chicos se esfuercen diariamente y sean constantes para alcanzar sus metas puesto que la mera ayuda de las educadoras y los educadores no es suficiente. Hoy nos gustaría exponer el caso concreto de Youssef como un ejemplo de constancia para conseguir ese ansiado deseo de lograr una inserción plena.

Youssef es un chico de 17 años que proviene de la ciudad marroquí de Kenitra. Llegó al recurso con tan solo 15. En sus primeros meses fue un chico al que le costaba adaptarse a la dinámica del recurso así como a las normas de funcionamiento. Acarreaba problemas de convivencia y faltas de respeto, y tenía una desmotivación total por el estudio.

Debido a su corta edad, fue matriculado en la Educación Secundaria Obligatoria en modalidad PMAR. A pesar de la poca motivación por el estudio y su bajo rendimiento, se continuó insistiendo en que Youssef continuase estudiando, ya que al poder permanecer tanto tiempo en el recurso debía generar resultados.
Pasados seis meses, en febrero de 2020, el centro cambió su ubicación, lo que provocó también un traslado de expediente. Youssef tuvo que volver a adaptarse a un nuevo instituto, nuevos compañeros y nuevo profesorado. El cambio fue positivo para el menor. Se adaptó correctamente y poco a poco su motivación hacia las clases fue aumentando.

De cara al siguiente curso, el consejo orientador valoró que el menor podría matricularse e iniciar una Formación Profesional de Agrojardinería y Composiciones Florales con el fin de que obtuviese un título específico. Youssef cada vez estaba más motivado. Sus profesores destacaban su implicación en el curso y eso se trasladó a la mejora de sus calificaciones, obteniendo sobresalientes.

Youssef ha logrado crear una potente red de apoyo más allá del recurso, creando vínculos positivos con sus compañeros y compañeras de clase, así como con sus familias. Ahora suele tener permisos en el fin de semana para disfrutar junto a ellos. Dada la implicación del menor por su futuro, se le propuso la posibilidad de compaginar sus estudios con unas prácticas formativas no laborales en una empresa lucentina de chapa y pintura. Pasados los tres meses de prácticas, Youssef no consiguió un contrato laboral, lo que para él supuso una decepción, ya que esperaba poder conseguirlo.

A pesar de esto, Youssef continuó con sus estudios y, poco tiempo después, se le propuso para realizar otras prácticas aprovechando el verano. El menor aceptó y se incorporó a Cima Cableados (ahora llamada Arancalo). Tras el tiempo de prácticas, el empresario decidió contratar temporalmente a Youssef. Para que pudiese compaginar el curso escolar con el trabajo, el centro educativo colaboró y flexibilizó los horarios. Del mismo modo, la empresa también se ha mostrado flexible y ha adaptado a los horarios del joven, ya que Youssef permanece fijo en un turno de tarde mientras el resto de sus compañeros realizan turnos rotativos. Recientemente, debido a la constancia e implicación que ha mostrado desde su llegada a la empresa, Youssef ha firmado un contrato indefinido lo que ha supuesto todo un éxito para él.

Youssef vive con una rutina muy marcada. Se levanta, recoge su habitación, desayuna y acude a sus clases en el instituto. Actualmente se encuentra realizando la parte práctica de la formación en horario de 8:00 a 14:00 horas. Sale de clase, regresa al recurso, almuerza y a las 15:00 horas comienza su jornada laboral, hasta las 22:00 horas, cuando vuelve al centro, cena, revisa las tareas pendientes y duerme. Así ha superado todas las materias de la formación con calificaciones extraordinarias, y tan sólo le queda pendiente la finalización de la parte práctica para poder obtener la titulación.

Otro éxito importante para Youssef reside en el ámbito administrativo, ya que ha conseguido renovar su tarjeta de residencia por tres años. Además, se ha comenzado a tramitar la nacionalidad española del menor. Él tiene un claro proyecto de vida, tras su mayoría de edad pretende permanecer en la misma localidad, ya que es donde se ubica su lugar de trabajo y donde ha logrado establecer sus amistades, y en general, su vida.

ISL SAMU Lucena

 

ISL SAMU Dúrcal: Los beneficios de trabajar con la actividad artística

Durante los años escolares se nos intenta formar en lo útil, en lo práctico, en lo que se puede medir… Pero, ¿dónde quedan el placer por descubrir, y el placer por conocer y sentir? ¿Acaso eso carece de utilidad? La autora Marián López plantea cómo el arte puede utilizarse para construir nuevas formas de relacionarse, nuevas formas de entendimiento, poniendo en valor el proceso y no solo el objetivo final. La pregunta que debemos hacernos para buscar una justificación en el uso del arte como herramienta transformadora es: ¿Qué beneficios podemos obtener al trabajar la actividad artística con los jóvenes?

A nivel individual podemos trabajar diferentes aspectos. Por un lado, generar cambios a nivel individual, relacional y social. Ser honestos con nosotros mismos y con nuestra realidad permitirá identificar aquellos aspectos de la vida que pretendemos modificar.

Por otro lado, podemos trabajar el autoconocimiento y la autoestima, haciendo un recorrido por nuestra historia y los sentimientos que nuestras vivencias nos han producido. Identificando las capacidades, habilidades, defectos y aquello que nos caracteriza podemos crear una imagen simbólica de lo que somos y el lugar que ocupamos en la sociedad. Esa imagen simbólica nos servirá como diagnóstico para, a posteriori, producir cambios en nosotros mismos y enfrentar los conflictos de nuestra situación de la manera más resolutiva posible.

La actividad artística también nos puede ayudar a gestionar las emociones: la violencia, la desmotivación, la depresión, frustración, tristeza, pérdida de identidad… Identificar y entender el origen de las emociones nos permitirá trabajar en base a aquellas que nos generan sentimientos positivos y de realización personal, y controlar aquellas que nos producen malestar.

En cuanto a las relaciones interpersonales, en contextos de riesgo se generan actitudes competitivas y de desconfianza. Mediante las dinámicas artísticas participativas y de cooperación esperamos poder trabajar esas habilidades que sirvan para crear vínculos de apoyo, de corresponsabilidad y de confianza. Para ello será necesario hacer hincapié en una comunicación basada en el respeto, la aceptación y el entendimiento de ideas diferentes a las nuestras desarrollando aptitudes como la empatía, la asertividad o la escucha activa.

Por último, cuando trabajamos colectivamente creamos una identidad grupal que nos representa en sociedad. Esto permite al colectivo encontrar un hueco dentro de una realidad social de la que no se siente partícipe. Los jóvenes pueden presentarse como personas capaces. Al mismo tiempo, este trabajo visibiliza la situación de exclusión con el objetivo de que la comunidad tome consciencia y ejerza presión a las instituciones para la implantación de políticas inclusivas y de justicia social.

MARINA TORAL FAJARDO. Auxiliar Técnico Educativo. ISL SAMU Dúrcal

Recep Campo de Gibraltar: El balonmano como herramienta de integración

En el centro de acogida inmediata Recep Campo de Gibraltar, a través del deporte, reforzamos positivamente a los chicos y favorecemos las relaciones interpersonales y la comunicación entre ellos. La asistencia a encuentros deportivos consigue romper con su rutina diaria.

El año pasado, el Club Balonmano Ciudad de Algeciras invitó, en varias ocasiones, a nuestros chicos de Recep a asistir a algunos partidos de la liga. Los menores pudieron presenciar varios partidos del equipo masculino y femenino, que juegan en la Primera División Nacional, que corresponde a la categoría Bronce del Balonmano Español.

Fruto de la buena relación entre la directiva de este Club y alguno los compañeros del recurso, que militan en ese Club como jugadores y entrenadores desde hace mucho tiempo, este año los menores de Recep han podido disfrutar de todas las jornadas de la liga, asistiendo gratuitamente a los partidos tanto de la categoría masculina como femenina.

Estamos muy agradecidos, porque de manera altruista y sin ningún tipo de compromiso por parte de la directiva de este Club, nuestros menores han tenido la posibilidad de ver equipos de primera categoría, procedentes de distintas regiones de Andalucía, Madrid, Extremadura, Castilla La Mancha …

Los chicos no solo han disfrutado viendo los partidos, sino que han tenido la oportunidad de animar y ver a sus educadores fuera del centro y en su tiempo libre. Además, con esta actividad conseguimos inculcar valores relacionados con el deporte y los hábitos de vida saludable.

Tenemos que destacar que, gracias a nuestra relación con este Club y su buena voluntad, también nos permitieron asistir a un partido de fútbol entre el Algeciras y el Albacete en el Estadio Nuevo Mirador.

Desde Fundación SAMU, queremos dar nuestro más sincero agradecimiento a este Club y a todas las personas que lo componen por su esfuerzo e implicación con los menores, ya que sabemos que subsiste gracias a la colaboración de algunas entidades y al trabajo de todos ellos.

Equipo Recep Campo de Gibraltar

Concepción Pérez: “En SAMU dan oportunidades. Estés donde estés, eres visible”

Concepción Pérez Carrera (Sevilla, 1976), directora del área de Intervención Socioeducativa y de la Mujer, es un claro ejemplo del talento SAMU y de proyección meteórica. Llegó subrogada como coordinadora del servicio educativo de la Junta de Andalucía y, cinco años después, dirige tres proyectos que abarcan en torno al 40% de la plantilla de SAMU.

—Como curiosidad le diré que está usted involucrada en tantos proyectos de SAMU que no hay edición de Revista SAMU en la que no aparezca alguno de sus negociados.
—Es cierto, en la revista siempre sale algo mío. Soy directora del área de Intervención Socieducativa y de la Mujer de SAMU, una de las áreas más grande de la organización, además de directora de la Escuela de Oficios (EOF) desde enero de 2021. Entre mis proyectos está también el liderazgo de iniciativas que aporten nuevos servicios en SAMU desde la diversificación de servicios auxiliares de alto valor añadido en nuestra organización. A mi cargo hay, entre estos tres proyectos, unos 1.100 trabajadores, en torno al 40% de la plantilla de SAMU. Llevo toda la vida gestionando grandes equipos, me resulta fácil y muy motivador. Nunca me aburro.

—Vayamos al principio de la historia. ¿Cuándo y cómo comenzó a trabajar en SAMU?
—En marzo hice cinco años en SAMU. Llegué de la mano del servicio de necesidades educativas especiales de la Junta de Andalucía del que yo era coordinadora y que SAMU ganó por licitación pública. Llegué subrogada, como todo el equipo. Llevaba alrededor de 14 años coordinando este servicio en la provincia de Sevilla y estaba acostumbrada a pasar de empresa en empresa. Pero SAMU fue diferente. Parecía que llevaba años trabajando aquí, me sentía como en casa. Todo fluía.

—¿Cómo dio el salto a otros proyectos de la casa?
—Por mi espíritu inquieto, siempre me he involucrado en todo, en lo mío y en lo que no es lo mío. Sentía que mi servicio se me quedaba corto. Después de tantos años, lo controlaba muy bien. Recuerdo que a Valme López siempre le decía: ‘Si sale algo más, cuenta conmigo. Quiero involucrarme más, quiero formar parte de SAMU en todo’. Todos aquellos que fueron primero mis jefes, como Valme López, Alejandro Lerín o Enrique Yrazusta, vieron en mí ese compromiso y apostaron por mí. Por este motivo, además de seguir coordinando mi servicio, me propusieron crear el departamento de selección de personal de SAMU. De hecho, yo misma seleccioné a Lola Lazo, que hoy lidera este departamento.

—¿Cómo afectó la pandemia a su trabajo en SAMU?
—Durante la pandemia se cerraron los centros educativos, por lo que mi área de servicios educativos apenas tenía actividad. Yo tenía claro que no me iba a quedar en casa, así que me pusieron al frente del taller de confección de mascarillas y, luego, con la selección de voluntarios para los dispositivos Covid de SAMU.

—Su ascenso en SAMU ha sido meteórico.
—Empecé como coordinadora del servicio educativo de Sevilla y Alejandro Lerín, mi jefe entonces, me ascendió a supervisora de toda Andalucía. Después, Enrique Yrazusta me nombró jefa del área de Servicios Educativos y, cuando ésta se transformó en el área de Intervención Socioeducativa y de la Mujer, directora de la misma. Además, de forma paralela, hace más de un año asumí la dirección de la Escuela de Oficios con el reto de darle un impulso.

—Algunos de sus compañeros la consideran la mejor representante del programa Talento SAMU.
—Mis compañeros son maravillosos y es un honor que hayan pensado en mi para ser la ‘embajadora’ de este magnifico proyecto. Desde aquí, quiero animar a todos los compañeros a que se inscriban, ya que en SAMU dan oportunidades, eres visible. Estés donde estés, te ven, y eso ha sido clave para mi ascenso, independientemente de mi compromiso con la entidad. En ocasiones, por muy involucrado que tú estés, no hay feedback. Éste no es el caso.

—¿Cree que ha tocado techo en SAMU?
—Estoy muy feliz de ser la directora del área de Intervención Socioeducativa y de la Mujer, pero tocar techo, no, nunca. Me queda mucho por aprender y por trabajar.

—¿Cuáles son sus retos profesionales?
—Ahora mismo, para mí lo más importante es impulsar el área de la Mujer y poder prestar servicios en violencia de género, acogimiento residencial… Me siento muy identificada con este proyecto porque creo que las mujeres tenemos aún mucho que decir y que hacer. Siento que estoy en el sitio adecuado para aportar mi granito de arena y llevar a cabo esa transformación que necesita SAMU en este ámbito. Mi reto es seguir creciendo, consolidar el área que dirijo y que sea una de las más grandes y potentes de SAMU.

—¿Qué dificultades ha encontrado durante su progreso profesional?
—Todo crecimiento conlleva un esfuerza y un sobreesfuerzo y, a veces, es difícil conciliar la vida laboral y personal, pero yo eso no lo considero una dificultad. SAMU es adictivo. No puedo estar ni un solo día desconectada. Sé que es necesario desconectar, pero confieso que yo no lo aplico y soy feliz. Siempre me he sentido escuchada y apoyada.

—¿En algún momento ha sentido que no la trataban, profesionalmente, igual que a sus compañeros masculinos?
—Aquí no hay ninguna distinción entre hombres y mujeres. La igualdad en SAMU es una realidad. De hecho, casi el 55% de los cargos directivos de la entidad están ocupados en estos momentos por féminas. Tengo que decir que nunca en mi vida laboral he sentido ese techo de cristal para mi progreso profesional, aunque, desde que formo parte del equipo de SAMU, me he sentido más respaldada que en otras empresas.

—También es directora de la Escuela de Oficios de SAMU, ¿qué nuevos retos asume esta escuela?
—La Escuela de Oficios está en estos momentos en pleno proceso de transformación. Esta escuela nació para dar respuesta a las necesidades formativas específicas de los menores acogidos en los centros de Fundación SAMU mientras lograban regular su situación en España, con un enfoque total a su empleabilidad. Sin embargo, cada vez, gracias al esfuerzo y trabajo de los profesionales de estos recursos, estos menores se escolarizan antes y acceden a una formación reglada y profesional, por lo que la Escuela de Oficios pierde un poco su esencia. En estos momentos, centramos nuestro trabajo en los recursos de menores de urgencia y temporales que abre Fundación SAMU, como los habilitados en Ceuta y Canarias. Digamos que la Escuela de Oficios ahora se traslada ahora allí donde más se necesita su labor para impartir cursos de muy distinta naturaleza: mantenimiento de edificios, jardinería, sostenibilidad y medio ambiente, o pinche y cocina, como ejemplos. Nos estamos adaptando a las necesidades de estos menores allí donde estén.

—Antes ha mencionado que también dirige Nuevos Medios Logísticos. ¿En qué consiste esta iniciativa exactamente?
—SAMU trata de dar respuestas a necesidades que la entidad precisa y respecto a las que se siente preparada para autogestionarlas. Son iniciativas de apoyo a los recursos de Fundación SAMU de alto valor añadido desde fuera de la organización y que somos capaces de asumir con mayores índices de calidad y servicio que lo que ofrece el propio mercado. Se trata de proyectos con enorme recorrido dentro y fuera de SAMU que queremos ofrecer en ámbitos de salud y en servicios sociales más allá de nuestra actividad troncal desde una organización con 40 años de experiencia en estos sectores.

—¿Cómo logra liderar y gestionar tantos proyectos diferentes?
—Por mi equipo, sin duda. Sin mi equipazo sería imposible sacar adelante tanta iniciativas. Tengo gente muy buena a mi alrededor.

Un impulso a la convivencia escolar en Vallecas (Madrid)

La presencia de SAMU en Madrid adquiere cada vez más peso gracias a los diferentes proyectos sociales puestos en marcha en la capital española. El último de ellos viene de la mano del área de Intervención Socioeducativa y de la Mujer, que desde noviembre trabaja en un programa de convivencia escolar en el distrito madrileño de Vallecas. El objetivo de esta nueva iniciativa es la creación de un espacio de reflexión para la convivencia que impulse el desarrollo de competencias escolares y personales de los alumnos de Primaria y Secundaria del distrito, con el fin de fomentar la corresponsabilidad de la convivencia en su centro escolar y ofrecerles herramientas para la resolución de conflictos y que les permitan mejorar su relación con sus iguales, con el personal del centro educativo y con su entorno.

Desde su puesta en marcha hace ya seis meses, el equipo de profesionales, compuesto por dos educadores y dos psicólogos, ha realizado talleres de resolución de conflictos, prevención del acoso, cyberbullyng, habilidades sociales y habilidades comunicativas, inteligencia emocional, autoestima y autoconcepto a más de 70 escolares (53 chicos y 19 chicas). Además, se han desarrollado píldoras informativas dirigidas a las familias para ayudarles en la gestión de conflictos.

Según explica Concepción Pérez, directora del área de Intervención Socioeducativa y de la Mujer, este espacio de reflexión se ha creado con carácter formativo y preventivo y cuenta con tres fases. La primera de ellas es la de intervención. “Se crea un espacio fuera del instituto para dar respuesta a los alumnos sancionados con la medida de suspensión del derecho de asistencia al centro escolar. Aquí se trabajan tanto las competencias escolares como las personales para su adecuada reincorporación a la comunidad educativa”, explica Pérez.

La segunda fase es la de seguimiento de la intervención llevada a cabo tanto a nivel grupal como de forma individual. Mientras que la tercera fase está dedicada a la formación de las familias. “Se crean espacios para proporcionar a las familias apoyo, dotándolas de las herramientas necesarias para mejorar la educación de sus hijos. Con ello se pretenden mejorar las habilidades sociales y la gestión de los conflictos del alumnado para favorecer la convivencia en los centros escolares”, continúa Concepción Pérez. De manera paralela, también se realizan intervenciones con las familias y el centro, a nivel de mediación, tras el conflicto. “Todo desde un enfoque integrado de género en el programa”.

Entre los objetivos de este servicio de convivencia escolar destacan ofrecer un lugar para la reflexión el encuentro y el cambio; evitar que el periodo de expulsión suponga una pérdida de formación, de ritmo académico o de interés por los estudios (responsabilizando al alumnado en que la expulsión también conlleva la continuación de los estudios); y dar una respuesta a aquellas familias que en los periodos de expulsión no pueden conciliar su vida laboral y familiar. Además, se busca generar un espacio donde las familias y educadores puedan encontrar posibles respuestas ante los conflictos con los alumnos, promoviendo así la colaboración de las familias en el proceso educativo de sus hijos; mejorar las competencias personales y escolares del alumnado expulsado; facilitar la reincorporación al grupo de clase de referencia y a la comunidad escolar; trabajar con las familias para dotarles de herramientas para la convivencia; elaborar un plan de actuación con las familias encaminado a la reducción y/o desaparición del absentismo; implicar a las familias en los estudios del alumnado y en la importancia de mantener un buen clima en casa y en la escuela; establecer un vínculo de comunicación positiva entre las familias y el centro; conocer los principales factores que afectan el clima escolar en la escuela; y fomentar la participación del profesorado y el uso de sus ideas, entre otros objetivos.

Cuando cuidar es una oportunidad para enseñar

Según la Organización Mundial de la Salud, más de mil millones de personas en el mundo, equivalente al 15% de la población, tienen algún tipo de discapacidad. ¿Tienen estas personas el mismo acceso a la salud y los cuidados que el resto de la población?

Hablar de discapacidad es referirse a un concepto heterogéneo, pero que converge en el hecho de encontrar en el día a día barreras, ya sean arquitectónicas, comunicativas…, que dificultan el acceso a unos cuidados plenos.

El objetivo de este artículo es mostrar una visión, aunque general, centrada en aquellos cuidados necesarios en las personas con discapacidad, en concreto en aquellos centros o servicios donde se presta su atención; recursos y cualidades que podrían ser útiles en las competencias de las enfermeras.

En el Código Deontológico de la Enfermería Española, en su artículo 4, detalla que “La enfermera/o reconoce que la libertad y la igualdad en dignidad y derecho son valores compartidos por todos los seres humanos, que se hallan garantizados por la Constitución Española y la Declaración Universal de Derechos Humanos. Por ello, la enfermera está obligada a tratar con el mismo respeto a todos, sin distinción de raza, sexo, edad, religión, nacionalidad, opinión política, condición social o estado de salud”.

La Enfermería actúa en diversos ámbitos, no solo en el asistencial. La investigación, docencia y la gestión deben abrir nuevas vías para el desarrollo de roles que actúen con las personas con discapacidad y así lograr una mayor excelencia y humanización de los cuidados. El trato distinto entre personas da lugar a desigualdades en salud, así como a fomentar el rechazo entre la población hacia las personas con discapacidad. Las enfermeras deben luchar por humanizar el cuidado hacia todos los colectivos.

Enfermería en los centros de discapacidad intelectual

En aquellos centros o servicios, ya sean públicos o privados, sanitarios, sociales y/o educativos, a los que acceden las personas con discapacidad que necesitan algún tipo de cuidado debe existir la figura de una enfermera cualificada, dentro de un equipo multidisciplinar que sitúe a la persona como eje de sus actuaciones. Dichas actuaciones deben ir encaminadas a lograr la mayor autonomía posible de las personas y no solo su dependencia de cuidados. Cuidar no debe entenderse como un acto de suplir, sino como una oportunidad para enseñar.

La responsabilidad de la preparación y administración de la medicación, seguimiento individualizado de patologías agudas y crónicas, actuación ante urgencias y emergencias, actuación ante crisis de agitación y promoción de la salud y hábitos saludables son algunas de las competencias que pueden tener las enfermeras en centros sanitarios y sociosanitarios en el cuidado de cualquier persona.

Sin embargo, resulta interesante destacar aquellos objetivos dirigidos a conseguir la mayor autonomía de las personas con discapacidad en particular y crear perfiles de ‘activos para la salud’ dentro de los profesionales de Enfermería, definiéndose estos activos como “cualquier factor o recurso que potencie la capacidad de los individuos, de las comunidades y de las poblaciones para mantener la salud y el bienestar”, según Morgan A. Davis M.& Ziglio, E.

Es el personal de Enfermería, los profesionales sanitarios, los que deben promover la creación de estos roles y hacerlos extensible solo a otros compañeros, sino a otras profesiones y a los propios usuarios de los recursos existentes.

Decálogo: Cuidados para la autonomía

Es necesario plantear una serie de habilidades, objetivos y/o recursos de las enfermeras que puedan facilitar el autocuidado de las personas con discapacidad:

  1. Respeto en la interacción con las personas con discapacidad y lucha por la dignidad en los cuidados, humanizando todas las actuaciones.
  2. Desarrollar intervenciones dentro de equipos multidisciplinares y así conseguir objetivos comunes con la suma del trabajo individualizado de las distintas profesiones.
  3. Formación al resto de profesionales. Creación de activos en salud dentro de las competencias de cada profesional para potenciar las habilidades y aprendizajes de las personas con discapacidad.
  4. Empoderamiento de las personas con discapacidad para así lograr la independencia individual máxima.
  5. Supervisión de las actuaciones llevadas a cabo, brindando el apoyo necesario para la corrección o adquisición de habilidades necesarias para el autocuidado.
  6. Actuación en la agitación o alteración de la salud. Brindando aquellas actuaciones necesarias para resolver el desequilibrio de la salud, ya sea actuando frente a accidentes, alteraciones de conducta o urgencias médicas.
  7. Vigilancia del estado de salud. Prevención y promoción de hábitos saludables.
  8. Coordinación con las familias o tutores y referentes en materia de salud (Atención Primaria, especialistas…) para lograr la asistencia y seguimiento necesario en aquellas patologías o necesidades tanto agudas como crónicas.
  9. Búsqueda de nuevos recursos y dotación de medios. Facilitar el acceso a los recursos materiales necesarios para la realización de aquellas habilidades básicas e instrumentales de la vida diaria.
  10. Manejo individualizado y holístico. No centrándonos en la discapacidad, sino en las necesidades sociosanitarias de las personas atendidas.

Conclusión

Invertir en educación, empleo y liderazgo y apostar por un perfil de enfermeras que destaquen por la inclusión en sus cuidados fomentará la equidad de cuidados y el empoderamiento en salud de las personas con discapacidad.

Las enfermeras, desde los centros sociosanitarios y sanitarios que ofrecen sus cuidados a las personas con discapacidad, deben mostrar dichas habilidades para favorecer la autonomía del colectivo, sabiendo que tienen un papel decisivo en sus vidas. Las personas con discapacidad deben ser los protagonistas de sus vidas y de su salud.

JOSÉ ANTONIO JIMÉNEZ. Enfermero de la UED San Lucas

Cuatro historias de inclusión desde Arcos

Esta es la historia de cuatro superhéroes que han tenido que superar obstáculos y comportarse como adultos siendo tan solo unos niños. Sus vidas cambiaron radicalmente cuando decidieron emigrar a otro país en busca de nuevas oportunidades. Como cualquier otro niño español su mochila está llena de sueños por cumplir. Estos cuatro chicos son un ejemplo de superación y hoy están luchando por alcanzar estos sueños. Todos ellos son residentes en el Centro de Inserción Sociolaboral sito en Arcos de la Frontera (Cádiz).

Un niño que soñaba con ser policía

Abdellah y Yahya son dos hermanos de 17 y 15 años nacidos en Castillejos, ciudad marroquí situada en la región de Tánger-Tetuán-Alhucemas muy cerca de la ciudad autonómica española de Ceuta, al este de Tánger y al norte de Tetuán. Abdelah siempre soñó con ser policía, pero las dificultades en su país de origen y la imposibilidad de poder lograrlo por diferentes motivos le empujaron con tan sólo 16 años, acompañado de su hermano, a cambiar el rumbo de sus vidas.

El hecho de que Abdellah y Yahya ya tenían conocimientos de nuestra lengua por la interacción entre la población marroquí y ceutí les ha ayudado a integrarse en nuestra sociedad.

Abdellah en la actualidad está realizando prácticas formativas en una panadería artesana de Arcos de la Frontera, Horno Artes, donde está perfectamente integrado en el equipo de trabajo. La plantilla de la panadería está formada por otros dos chicos que anteriormente han residido en nuestro centro. Yahya, el menor de los hermanos, está matriculado en el IES Los Cabezuelos donde perfecciona el idioma, con ello fomentamos la integración de nuestros menores en el país.

Un niño que soñaba con ser soldador

Burama es un chico de 16 años, nacido en Gambia, país pequeño de África Occidental, rodeado por Senegal, con una angosta costa en el Atlántico. Su sueño de pequeño era ser soldador, profesión que había ejercido con tan solo once años. La extrema pobreza en su país le obligó a emigrar a España para así alcanzar su anhelo y ayudar económicamente a su familia. Tardó trece días desde Gambia a Senegal. Allí subió a una patera y desembarcó en Lanzarote, donde permaneció durante cuatro meses para, posteriormente, comenzar un recorrido por distintas ciudades de España como Madrid, Alicante, Cádiz y Algeciras. Desde el 17 de junio de 2021 permanece en nuestro recurso. Desde su ingreso muestra una gran capacidad de adaptación y responsabilidad. En la actualidad está trabajando con un contrato de formación en la empresa Arcimotor SL. Su implicación en el trabajo y sus ganas de aprender han llevado al propietario de la empresa a darle esta oportunidad laboral, de la cual el menor está muy orgulloso e ilusionado.

Un niño que soñaba con ser futbolista

Yuspha es un menor de dieciséis años procedente de Gambia cuyo sueño de niño era ser futbolista. A los 13 años sufrió un duro golpe. Su madre falleció de manera prematura en el año 2019. Yuspha se quedó huérfano, su padre había fallecido años antes. La ausencia de sus padres le llevó a vivir en la calle unos meses junto a sus hermanos. Ésta desesperada situación le hizo arriesgar su vida y emigrar a España con el objetivo de mejorar la calidad de vida de sus hermanos. Actualmente, está realizando prácticas en el Complejo Rural El Tesorillo y forma parte de un equipo de fútbol en Arcos de la Frontera.

Desde el Centro ISL Arcos estamos orgullosos de formar parte de esta gran aventura y trabajar con un equipo multidisciplinar para mejorar la calidad de vida y fomentar así una perfecta integración de todos los menores que transitan por nuestro recurso.

ISL ARCOS

DISL SAMU Huelva: Diez jóvenes musulmanes en un Viernes Santo

El 2022 está siendo el año de la esperanza. Y es que, tras dos años de grandes esfuerzos y sacrificios como sociedad y gracias a todo el tejido médico de nuestro país (desde celadores hasta cirujanos), por fin vemos un poco de luz al final del túnel. Con la llegada de la primavera, por fin han vuelto dos celebraciones que en principio pueden parecer excluyentes, pero que para nada lo son: Semana Santa y Ramadán. ¿Y qué mejor manera de disfrutar de la diversidad que viviéndola en nuestra propia piel?

Como antropóloga, siempre he sostenido que la Semana Santa es una fiesta popular para el disfrute de todas las personas que estén dispuestas a acercarse un poco a ese mundillo, lejos de ser algo exclusivamente católico. Obviamente, es una fecha marcada para todas las personas que procesan la fe cristiana. Pero pienso que todo el mundo puede disfrutar de una buena marcha, del olor a incienso y romero, del ambiente lleno de emoción, de las calles que se engalanan para la ocasión, y de las piezas de verdadero arte que cargan las espaldas de un puñado de personas guiadas por una voz y un mismo sentimiento.

También creo que el Ramadán es mucho más que ayunar. Desde el más absoluto respeto y desde que tengo oportunidad de vivirlo así, intento acompañar a los menores en el mes más puro según sus creencias. Y sin coincidir en el ámbito de las creencias religiosas, siento que crezco con ellos cada vez que me animan con entusiasmo a aprender y vivir más cosas con respecto a su celebración, aunque saben que no es la mía. Porque lo importante es eso, compartir. Nunca había estado tan segura de mi hipótesis como en la Semana Santa de este 2022 tan especial.

Es Viernes Santo en Huelva y diez adolescentes musulmanes llegados desde muy diversos países se disponen a descubrir las peculiaridades de esta festividad. Se enfundan sus mejores ropas y, llenos de curiosidad y entusiasmo, salen en busca de las Hermandades. Yo los acompaño, mientras les voy explicando un poco los códigos culturales que deben ir interiorizando para disfrutar de la experiencia.

Nada más llegar, los chicos se quedan perplejos al escuchar el rugir de los tambores y la melodía de las flautas y las cornetas. Las saetas de los devotos, la fuerza de los costaleros, los nazarenos con los pies descalzos y las lágrimas de los presentes robaron toda la atención de jóvenes, que no esperaban ver reflejada la fe y la tradición popular de manera tan expresiva. A la vuelta, todos sacan la misma conclusión: no somos tan diferentes. En sus países, la religión también es un factor social más que cala hasta los huesos y se entremezcla con lo popular: fiestas, eventos y demás celebraciones se nutren a partes iguales de elementos culturales y religiosos.

Tras una larga jornada, los menores llegan al centro y preparan con mimo y ansia el Iftar, la rotura del ayuno. Aún siguen comentando los aspectos más emocionantes y espectaculares del día. Yo les felicito por haber sabido captar la esencia, por haber hecho suya una celebración que les era ajena apenas horas antes y por haber sabido vivirla con respeto y entusiasmo.

Y, mientras ellos comen y disfrutan de sus alimentos no sin antes ofrecerlos también al equipo educativo presente, como hacen cada día, me percato de que ahí está la base, dejarse transformar por otros contextos: compartir, y participar desde el respeto y la admiración ¿Cuántas veces no habremos escuchado prejuicios extremos acerca del islam o el cristianismo? ¿Cuántas veces nos han hecho pensar que son dos mundos dispares, excluyentes e incluso confrontados? No es muy difícil desmontar esas ideas estereotípicas. Ni siquiera se necesitan argumentos muy elaborados. Basta con saber mirar bien. La diversidad está latente en cada rincón de este mundo: está en diez jóvenes musulmanes vestidos de traje un Viernes Santo.

MARTA MORA MORO / Educadora del DISL SAMU Huelva

Islam Aouili, una mujer que arrasa con las barreras

En abril despedimos a la joven Islam Aouli, un claro ejemplo de superación desde su llegada al recurso ISL Valencina el 15 de febrero de 2022, apenas llevaba un mes en España. Una niña llena de miedos por su historia de vida y repleta de motivaciones por conseguir su objetivo principal que era llegar a la Península, huyendo de un matrimonio concertado que la ataría a una vida completamente opuesta a sus perspectivas de futuro. Por esta razón, su deseo de progresar y desarrollarse personal y profesionalmente han sido la esencia que ha demostrado cada día esta menor.

En tan solo dos meses de estancia, la joven ha superado las barreras provocadas por el idioma, asistiendo a clases de cocina y de español para formarse profesionalmente. La incansable lucha de Islam se hacía patente en el hogar, siendo persistente en sus tareas y ocupando su tiempo libre en la mejora de la lengua hispánica.

La dulzura e ingenuidad de Islam ha conquistado a todo el equipo, pero, sobre todo, su fortaleza, a pesar de las distintas adversidades que ha tenido que atravesar a lo largo de su vida.

Islam sale de este recurso mucho más reconfortada y empoderada. Este corto periodo de tiempo ha sido una carrera de fondo para trabajar diferentes aspectos con ella tan importantes de cara a su mayoría de edad. Así, se le ha dotado de las herramientas necesarias para que la joven sepa afrontar su nueva etapa de una manera segura.

Islam se traslada a un recurso de mayoría con su documentación prácticamente reglada, a la espera de su concesión de residencia con permiso de trabajo temporal que le permitirá desarrollarse profesionalmente tal y como ella desea.

Con unas bases sólidas y su incansable esfuerzo día tras día, Islam se enfrenta a un nuevo reto, a un nuevo cambio del que tenemos claro que saldrá reforzada. Estamos seguros de que este es el último paso hasta su emancipación plena. No dudamos que lo conseguirá, ya que es de admirar la actitud y el avance que ha logrado en tan corto periodo de tiempo.

Cuando nos encontramos con chicas que presentan ese afán de superación, solo nos queda agradecerles su implicación y el darle valor a nuestro trabajo y hacerlo tan hermoso. Nuestra mayor recompensa es ver la sonrisa en sus rostros cuando ven cumplidas sus metas.

CELIA LÓPEZ GONZÁLEZ. Directora del ISL Valencina