José Antonio Rodríguez (Sevilla, 1973) -conocido por sus compañeros como ‘Sabiduría’- formó parte el 21 de marzo del primer equipo de profesionales de SAMU que acudió a Madrid para colaborar en el traslado de mayores infectados por el Covid-19, misión en la que ha participado durante 25 días.
—Tras 25 días de duro trabajo en Madrid, ya está en casa. ¿Cómo ha sido la vuelta?
—He estado unos días en aislamiento de manera preventiva, ya que he trabajado casi un mes con pacientes infectados con coronavirus. Me han hecho las pruebas y los resultados han dado negativo. Pocas horas después de conocer el resultado, me fui a Escuela SAMU, donde trabajo desde hace más de un año en el área de logística.
—¿Por qué decidió presentarse voluntario para participar en la misión de apoyo a Madrid en plena crisis sanitaria?
—Mis compañeros dicen que me apunto a un bombardeo. Lo cierto es que hago mucho voluntariado y me gusta ayudar a los demás. Antes de entrar a estudiar en SAMU, ya colaboraba con Protección Civil. Yo soy así y mi familia ya está acostumbrada.
—¿Cuál fue su impresión al llegar a Madrid?
—Fue una sensación muy extraña. No reconocía la ciudad. Yo conozco Madrid en otras circunstancias, llena de gente y con atascos. Madrid estaba vacía. No había nadie en la calle. Los madrileños ya llevaban 10 días confinados cuando llegamos. Sabías que estabas en Madrid pero no la sentías.
—¿Cuántos profesionales eran en el primer contingente?
—Éramos tres personas, dos Técnicos de Emergencias Sanitarias y una enfermera. Fuimos un poco a modo de avanzadilla, como apoyo asistencial. No sabíamos muy bien qué nos íbamos a encontrar, pero lo cierto es que antes de que llegáramos ya nos estaban esperando.
—¿A qué se refiere exactamente?
—Después de ocho horas de viaje, directamente, sin ni siquiera pasar por el hotel para dejar nuestras cosas, tuvimos que trasladar a tres pacientes contagiados desde las residencias de mayores en las que vivían hasta un hospital. En uno de los traslados tardamos una hora en llegar, y eso que no había tráfico. No conocíamos el terreno, utilizábamos el GPS.
—¿Cómo ha vivido estas situaciones a nivel personal?
—Ha sido una experiencia brutal, con muchos sentimientos encontrados. Tú tienes unas costumbres, una formación. En tu ser está atender a todo el mundo. Pero cuando llegas a un hospital y te echan para atrás a un paciente enfermo, te rompen tus esquemas. Cada vez que salías con la ambulancia era una aventura. Nunca podríamos habernos imaginado lo que ha ocurrido.
—¿Cuántos traslados realizaban al día?
—Depende. Había días en los que podíamos hacer tres o cuatro traslados y otros, siete. Lo malo era que no conocíamos el terreno, que nos movíamos por toda la Comunidad de Madrid y había trayectos muy largos.
—¿Cómo ha sido la relación con el resto de profesionales de Madrid? ¿Cómo les recibían?
—Muy bien. El SUMMA 112 nos ha apoyado mucho. También hemos tenido el respaldo de los bomberos y de la UME (Unidad Militar de Emergencias), con los que hemos colaborado en varias ocasiones. Nos conocían como los sevillanos, estábamos en todos lados. Nosotros teníamos la base en el mismo hotel donde nos quedábamos a dormir. Todos los que estábamos en el hotel éramos sanitarios que habían decidido dormir lejos de sus familias mientras durara la crisis por precaución. La Policía también venía a vernos, nos preguntaba si necesitábamos algo y nos ayudaba con la revisión de los vehículos.
—¿Cuál ha sido el momento más duro de esta misión?
—El día que clausuraron una residencia con 40 abuelos, 20 de ellos sin posibilidad de movilidad, y tuvimos que repartirlos entre hospitales y residencias de la zona. Ese fue un día de mucha tensión. Aunque, sin duda, los primeros días fueron los peores, cuando trasladabas a un abuelo a un hospital y al día siguiente preguntabas por él y había fallecido. Eso te desanimaba.
—¿Cómo conseguían animarse tras estas situaciones?
—El apoyo de los compañeros y de los vecinos ha sido fundamental. En estas situaciones es muy importante el apoyo de la persona que tienes al lado y yo he tenido suerte. A mi lado he tenido compañeros maravillosos.
—¿Sigue activa la misión?
—Sí, hay nueve compañeros que siguen en Madrid.
—Por curiosidad, ¿por qué sus compañeros le llaman ‘Sabiduría’?
—¿Se ha fijado en mi año de nacimiento? Yo entré en la Escuela para estudiar el curso de FP de TES hace unos tres años. Todos mis compañeros tenían veintipocos años. Yo era el padre de todos y empezaron a llamarme Sabiduría y con ese apodo me he quedado.
—¿Por qué decidió estudiar en Escuela SAMU?
—Me dedicaba a la osteopatía y la acupuntura. También estuve en Protección Civil y surgió la oportunidad de estudiar el curso de TES, que me interesaba mucho. Estuve viendo diferentes centros y cuando conocí las instalaciones de Escuela SAMU en Gelves lo tuve claro: dónde iba a estudiar mejor que aquí.
—¿Recomendaría a sus conocidos estudiar en Escuela SAMU?
—Mucho. De hecho, mi hijo de 16 años está estudiando allí ahora el curso de FP de Técnico de Emergencias Sanitaria, lo mismo que hice yo.
—¿Cree que la formación recibida ha sido la adecuada?
—Muchas veces, en los simulacros y acampadas, nos preguntábamos para qué nos iba a servir una formación de esas características a nosotros. Y aquí estamos, en plena crisis sanitaria de alcance mundial. El jefe [Dr. Carlos Álvarez] tenía razón. Siempre ha tenido visión de futuro. SAMU lleva años preparando a sus alumnos para una crisis así.
Los drones en SAMU: un compañero en las alturas
/en Logística, Salud y emergenciasFundación SAMU, responsable de la gestión del dispositivo de atención a las personas sin hogar instalado en el Centro Deportivo Rochelambert, uno de los recursos habilitados por el Ayuntamiento de Sevilla para la atención de colectivos desfavorecidos durante la etapa de confinamiento por el Covid-19, ha llevado a cabo una desinfección interna y externa del centro a través de una innovadora tecnología basada en el uso de drones, gracias a la colaboración de la empresa onubense Agridronsur.
Con el empleo de drones, mediante la pulverización en altura, se favorece una limpieza más completa de la atmósfera y se minimiza la posible presencia de partículas víricas en el aire.
La empresa Agridronsur, de reciente creación, emplea este sistema para la fumigación de precisión de terrenos agrícolas, y su experimentación en el ámbito biosanitario resulta muy novedosa. En este tipo de proyectos se emplean drones de alta capacidad, entre los que se encuentra el de mayor tamaño de España y uno de los tres más grandes de Europa, según explica Adán Carmelo Torres Caballero, director de operaciones de Agridronsur.
“Es la última tecnología en agricultura de precisión y destaca por su autonomía, por su seguridad, por su capacidad de carga, por su sistema de bombas, con cuatro brazos y ocho boquillas, y su extraordinaria capacidad de localización y movimiento, gracias a un posicionamiento vía satélites GPS y también RPK que le permiten mantenerse suspendido en el aire como si estuviese colgado”, detalla Torres Caballero.
El centro de Rochelambert no es el único recurso en el que SAMU ha utilizado drones para realizar labores de desinfección. Recientemente se han llevado a cabo tareas de limpieza en las instalaciones de Escuela SAMU, en Gelves (Sevilla).
“La desinfección de objetos o instalaciones a través de drones es muy útil porque permite hacer tareas de descontaminación en altura y llegar a puntos donde una persona no llegaría fácilmente, como por ejemplo el techo de las ambulancias”, explica Juan González de Escalada, director del área de emergencias. “Además, es una desinfección mucho más eficaz que la que realiza una persona. El movimiento de las hélices hace que se cree una nube envolvente de hipoclorito sódico, el producto que utilizamos para las desinfecciones. Esta nube envuelve aquello que queremos desinfectar llevando el producto a todos lados y no a un único punto, como ocurriría con un chorro directo”, continúa González de Escalada.
El objetivo de SAMU es continuar investigando sobre las posibilidades del uso de drones en labores de prevención y también de emergencias, en los más diversos contextos. “Un dron de esta clase podría auxiliar a una persona que se está ahogando en una playa”, apunta el director de operaciones de Agridronsur.
“En Escuela SAMU estamos convencidos del uso potencial de los drones ante situaciones de urgencias y emergencias. Estos drones o vehículos aéreos no tripulados pueden llegar a proporcionar información crucial, de forma remota, a través de cámaras y otros sensores para detectar gases, temperaturas corporales o de otra índole, y agentes radiactivos, biológicos y químicos (NBQ), incluso antes de que comience la actuación de los intervinientes en un incidente”, apuntan desde el centro.
SAMU utiliza habitualmente drones durante los ejercicios de entrenamiento y simulacros. Escuela SAMU, de hecho, ofrece un curso de formación de Piloto Avanzado de Drones dirigido, especialmente a Técnicos de Emergencias Sanitarias, Bomberos, Personal de Protección Civil y Personal Militar del campo de las Emergencias.
Este curso es un diseño adaptado a la formación de profesionales del campo de las Emergencias, con o sin experiencia sanitaria, con conocimientos y capacidad de apoyar a los equipos intervinientes en Emergencias para la visualización remota de espacios afectados, transporte de material ligero y otras acciones de apoyo aéreo.
Residencia de Tiempo Libre de La Línea: viaje de ida y vuelta
/en Fundación SAMUDESPUÉS de cerca de 50 días de trabajo al límite, SAMU ha puesto punto y final al dispositivo que la entidad abrió en La Línea de la Concepción (Cádiz) para atender a los 28 pacientes trasladados desde una residencia de mayores de Alcalá del Valle (Cádiz), debido a la detección de un brote de Covid-19 en dicho centro. Es el segundo dispositivo de SAMU que concluye con gran éxito tras el cierre del Hotel Alcora, también destinado a la asistencia de personas mayores.
Este recurso, localizado en la Residencia de Tiempo Libre de La Línea de la Concepción, fue habilitado el 25 de marzo íntegramente por SAMU, quien también se encargó del traslado de las personas mayores desde la residencia de origen hasta el centro de La Línea.
La operación, desarrollada por encargo de la Junta de Andalucía, se puso en marcha tras detectarse un brote de coronavirus en una residencia de Alcalá del Valle. Se vieron afectados decenas de ancianos y profesionales justo en los momentos más difíciles de la crisis sanitaria por la que atraviesa el país.
En un primer momento, SAMU envió a un equipo de seis profesionales a la residencia donde se detectó el brote (un médico, un enfermero, dos técnicos de emergencias sanitarias y dos técnicos en cuidados auxiliares de enfermería). Una vez realizada la evaluación de la situación, y después de manejar distintas opciones en coordinación con la Junta de Andalucía, se decidió trasladar a los ancianos a un hospital de campaña que SAMU levantó en la Residencia El Burgo, en La Línea de la Concepción. Además, se procedió a la desinfección de la residencia de mayores.
El traslado de los pacientes requirió un autobús, seis ambulancias colectivas y dos ambulancias de Soporte Vital Avanzado. Durante el trayecto, de dos horas de duración, los sanitarios estuvieron escoltados por la Policía Nacional. Al mismo tiempo, otro equipo de cinco profesionales levantaba el hospital de campaña en La Línea.
Un día después del traslado, numerosos agentes de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado hicieron sonar sus sirenas para homenajear a los ancianos en la puerta de acceso del recinto. Sirenas y aplausos que tuvieron una respuesta por parte de los trabajadores de SAMU que también se sumaron a este gesto de solidaridad y agradecimiento con sus aplausos desde el interior del recinto. Además, vecinos del municipio linense desplegaron una pancarta en la que se podía leer: “También sois nuestros abuelos”.
Desde la puesta en funcionamiento de este recurso, 24 profesionales de SAMU atendieron a 28 pacientes. Durante todo el periodo, las medidas de seguridad fueron extremas y los pacientes mantuvieron un buen estado de salud. Todos ellos han regresado a su residencia de origen y el dispositivo se ha dado por finalizado con la satisfacción de haber realizado un gran trabajo.
“Esto es una acción humanitaria pura y dura en la ciudad. Como dice el jefe, don Carlos Álvarez Leiva, es una crisis de libro”, manifiesta Andrés Rodríguez, responsable de la dirección del hospital de campaña levantado en La Línea. “Estoy muy sorprendido. He estado en muchas misiones humanitaria en países como Siria o Libia, pero nunca pensé ni imaginé que iba a vivir una situación como ésta en Europa”.
Entre los pacientes que han superado el Covid-19 en este dispositivo, y que venían contagiados de su residencia de origen, se encuentra la rondeña Ana del Valle, de 107 años. Esta señora es una superviviente nata, puesto que a lo largo de su vida ha superado dos grandes pandemias: la gripe española de 1918 cuando apenas tenía siete años y la del coronavirus.
“Ana dio negativo en Covid-19 por primera vez el 4 de abril, en su tercer test”, cuenta el enfermero Andrés Rodríguez, responsable de la dirección de este recurso. “Es una señora muy agradable y entrañable. Le gusta mucho ser agasajada, que estemos atentos a ella y que le demos regalitos. Si te sientas a su lado, te cuenta su vida”.
La habilitación de este dispositivo en La Línea de la Concepción ha generado una gran corriente de solidaridad entre buena parte de los vecinos del municipio, que han manifestado de forma reiterada su apoyo a la labor desarrollada por SAMU y su interés permanente por el estado de salud de los pacientes.
SAMU se une a la campaña ‘Volver a ser lo que fuimos’
/en Fundación SAMUSAMU se ha unido a la campaña ‘Volver a ser lo que fuimos’, impulsada por la Fundación Andalucía Tecnológica (Funddatec) y la Orquesta Sinfónica Metropolitana de Sevilla con el objetivo de captar fondos con los que adquirir test de forma masiva para la detección del Covid-19, especialmente en el sector sanitario y de residencias de ancianos.
Esta campaña se lanzó en el programa de Canal Sur Tierra de Talento y está recibiendo el apoyo y la aportación económica de numerosos artistas y entidades.
El equipo de SAMU, además de formar parte de este grupo de entidades colaboradoras, se encarga de prestar el asesoramiento técnico sanitario a Funddatec para la compra masiva de estas pruebas, que serán entregadas a la Consejería de Salud y Familias de la Junta de Andalucía, informada y conforme con este proyecto de carácter solidario.
La aportación económica a la campaña está siendo recogida en una cuenta bancaria abierta a tal efecto en CaixaBank (ES24-2100-5741-4402-0020-6641), cuyo titular es la Fundación Andalucía Tecnológica. Las aportaciones serán consideradas como donaciones a efectos fiscales para los que decidan colaborar, de cara a su posterior desgravación fiscal.
En Tierra de Talento, la Orquesta Sinfónica Metropolitana de Sevilla ha interpretado una versión del Himno de Andalucía cantada por los artistas que protagonizan semanalmente este programa televisivo (Manu Sánchez, José Mercé, Carlos Álvarez, India Martínez, María Villalón y Jesús Reina, entre otros). Desde sus respectivos confinamientos han conseguido elaborar un vídeo con ese propósito solidario.
Según Pedro Vázquez, director de la Orquesta Sinfónica Metropolitana de Sevilla e impulsor de esta iniciativa, “el objetivo de la campaña no es sólo evitar futuras muertes y contagios gracias a la compra masiva de los test, sino colaborar también en revertir esta situación de aciago cultural, demostrando a todos que la cultura es un instrumento efectivo de salud y para la sociedad”.
Fuentes de SAMU han explicado que la organización, además de prestar asesoramiento sanitario para la adquisición de los test, está a disposición de la Junta de Andalucía para la posterior realización de las pruebas en aquellos colectivos que determine la Administración.
Unidad de Acogida Temporal de Emergencia (UATE) de Ceuta: misión cumplida
/en Acción social, Escuela SAMUEl 23 de abril fue el último día de actividad de la Unidad de Acogida Temporal de Emergencia (UATE) de la Ciudad de Ceuta, un recurso de atención a menores extranjeros no acompañados que Fundación SAMU, en concierto con el Gobierno de Ceuta, ha gestionado desde junio de 2019. El cierre de este centro, que atendía a unos 80 menores, ha supuesto la finalización de la relación laboral entre Fundación SAMU y sus 35 trabajadores, ya que los menores han sido reubicados en un nuevo espacio provisional que será gestionado por otra entidad y donde se pretende reubicar a todos los menores acogidos en Ceuta.
Fundación SAMU presentó a la Dirección General del Área de Menores del Gobierno de Ceuta un proyecto técnico para hacerse cargo de la gestión de todos los menores en un único espacio. Dicho proyecto proponía incluso una ubicación y una propuesta de instalaciones, con el enfoque integral de SAMU, que implica no sólo alojamiento y manutención, sino también servicios sociosanitarios, psicológicos, educativos o de inserción laboral, entre otros. El proyecto presentado por la Fundación SAMU estimaba que, para ofrecer un servicio de calidad, el centro debía dotarse con, al menos, 100 profesionales. Finalmente, el Gobierno de Ceuta desestimó la propuesta atendiendo a razones presupuestarias.
Fundación SAMU ha mostrado su agradecimiento a la positiva valoración que la consejera de Presidencia y Gobernación, Mabel Deu, ha realizado sobre los servicios de la entidad.
Además, la dirección de SAMU ha subrayado la “excelente labor” desarrollada por los 35 profesionales que han atendido este recurso, y que fueron contratados específicamente para este desempeño. Dicho centro tenía la consideración de recurso de emergencia y, por tanto, era de carácter temporal.
En todo caso, desde la Fundación SAMU se ha hecho un ofrecimiento al Gobierno de Ceuta, con “una actitud de mano tendida y colaboración”. “El balance de la Fundación SAMU en su relación con el Gobierno de la Ciudad Autónoma es impecable, y está en nuestra voluntad volver a colaborar en el futuro”.
Fundación SAMU es la entidad que más centros de protección de menores gestiona en España. Así, durante 2019, la Fundación atendió a más de 4000 menores no acompañados en 38 centros, con una plantilla movilizada superior a los 500 profesionales.
Los menores de Huesca cogen aguja e hilo
/en Acción social, Covid-19, Fundación SAMULos menores extranjeros no acompañados de Aragón se han puesto las pilas durante el confinamiento y se han embarcado en la tarea de confeccionar mascarillas caseras y escribir mensajes de ánimo para las personas mayores y realizar pasatiempos que hagan más llevadero el aislamiento.
Uno de los centros de protección de menores aragoneses implicados en este proyecto ha sido el recurso de SAMU Huesca, (Centro Residencia Fueros), de donde partió la idea gracias a la de la directora y la subdirectora de esta unidad. Tras conocer el proyecto, Fundación SAMU proporcionó a los chicos de este dispotivo tres máquinas de coser procedentes de la Escuela de Oficios de SAMU, en Gelves (Sevilla), además de vídeos formativos y tutoriales donde se explicaba el procedimiento de elaboración.
En un primer momento, los chicos de SAMU Huesca fabricaron mascarillas autoabastecimiento y, a continuación, comenzaron a coser más mascarillas para abastecer a aquellos centros de Aragón que lo necesitaran, a través de la Dirección Provincial del Instituto Aragonés de Servicios Sociales en Huesca.
“Cuando tuvimos 140 mascarillas, nos pusimos en contacto con el Instituto Aragonés de Servicios Sociales (IASS) para donárselas y que las repartiera por diferentes residencias”, explica Mara Andreu, directora del centro.
Estos jóvenes han tenido que aprender a coser ex profeso. “Al principio, el proceso de aprendizaje fue lento, no dejan de ser adolescentes. Pero poco a poco fueron cogiéndole el truco. Además, teníamos el apoyo de la subdirectora del centro, Tania Romojaro, que sabe coser, y de dos chicos que habían trabajado en confección”, relata Mara Andreu.
“La respuesta de los chavales a esta actividad ha sido muy favorable. Lo hacen a gusto, con ganas, aunque al principio nos costó que entendiesen el sentido del confinamiento, sobre todo porque tienen una edad complicada en la que se hace difícil no salir a la calle, no relacionarse con amigos, o no ver a tu novio o novia. Pero el modelo cívico que están dando los ciudadanos oscenses quedándose en casa, sólo saliendo para lo básico, llevando mascarillas y respetando las distancias, les ha servido a estos jóvenes para comprender que esto no es un arbitrariedad,”, señala el subdirector provincial de Protección a la Infancia de Huesca, Javier Ferrer, en Europa Press.
En lo que respecta a la fabricación de mascarillas, los menores siguen todas las recomendaciones higiénico-sanitarias indicadas: llevan guantes, se cubren la nariz y la boca, se lavan frecuentemente las manos y desinfectan el lugar de trabajo. “Ahora nuestro reto es hacer mascarillas de dos tamaños, para que puedan usarlas los niños. Cuando tengamos 150 mascarillas, las donaremos a diferentes asociaciones”, relata la directora del centro.
“Estamos encantados con esta iniciativa porque es algo que sirve a los propios chicos para ocupar su tiempo y les hace sentirse útiles”. Según Javier Ferrer, también es útil para los adultos que están trabajando con ellos y ayudan a formar “ciudadanos cívicos” que forman parte, con su diversidad, de la sociedad del siglo XXI.
Ana del Valle, una superviviente nata
/en Acción social, Covid-19A sus 107 años, la rondeña Ana del Valle puede presumir de haberle ganado la batalla a dos pandemias: la gripe española de 1918 y el coronavirus Covid-19, del que se recuperó hace unos días en la Residencia Tiempo Libre de La Línea de la Concepción (Cádiz), donde fue trasladada desde la residencia de mayores de Alcalá del Valle.
Su historia ha saltado a los medios de comunicación gracias a su nuera Paqui Sánchez, que le ha relatado los hechos a la periodista María José García, de la televisión local de Ronda (Málaga) Charry TV.
“Ella era una mujer de campo y nos contaba que en su casa estaba todo el mundo malo”, explica su nuera en referencia a su primera gran crisis, hace más de cien años. “No tenían leche ni alimentos, así que ella, con sólo siete años, salió de su casa para buscar leche en el cortijo más cercano. Entonces, se cayó debajo de una encina y, horas después, su madre la encontró con una fiebre altísima”.
Paqui cuenta que ella siempre ha estado “al pie del cañón” y pendiente de su suegra Ana, y que en el verano de 2012 eligió para ella la residencia de mayores de Alcalá del Valle, donde la familia acudía a visitarla con frecuencia. Lo que no podía imaginar la familia era que viviría tan de cerca la crisis del coronavirus. Cuando trascendió que un buen número de profesionales y usuarios de la residencia habían contraído el virus fue un verdadero shock para toda la familia.
Tras la clausura de la residencia de Alcalá del Valle, todos sus usuarios, infectados, fueron trasladados a la Residencia del Tiempo Libre de La Línea de la Concepción, instalaciones que fueron medicalizadas por el equipo de SAMU, que pasó a gestionar su funcionamiento.
“Ana dio negativo en Covid-19 por primera vez el 4 de abril”, cuenta el enfermero Andrés Rodríguez, responsable de este recurso. “Es una señora muy agradable y entrañable. Le gusta mucho ser agasajada, que estemos atentos a ella y que le demos regalitos. Si te sientas a su lado, te cuenta su vida”.
La nuera de Ana del Valle ha agradecido a través de los diferentes medios de comunicación el trato que su suegra está recibiendo en La Línea por parte del equipo de SAMU. “Me llaman todos los días, incluso nos hacen videollamadas, y nos mandan vídeos y fotos”, relata Paqui Sánchez en Charry TV.
La rondeña señala que después de que su suegra Ana diera negativo, por primera vez, en su tercer test, y de que pasara por una unidad de críticos, con sedación y tranquilizantes, el avance en su salud física es increíble. “Según me contaron, un día pidió en la residencia que le dieran el andador y, con la ayuda de una enfermera, consiguió levantarse y caminar un poco por el pasillo”, recuerda.
Paqui Sánchez destaca la calidad humana que han demostrado todos los profesionales que trabajan por el bienestar de su suegra en la residencia medicalizada del Campo de Gibraltar y que mantiene a su familia informada en todo momento: “Los profesionales muestran una gran dulzura y cariño con nosotros y con ellos. Es gente maravillosa. Estamos muy agradecidos”.
Talleres de EPI en Escuela SAMU: La importancia de la autoprotección
/en Covid-19, Escuela SAMUMás de 450 personas se han formado hasta la fecha en el curso de normas de seguridad y autoprotección para primeros intervinientes en zonas de riesgo biológico del virus SARS-CoV-2 puesto en marcha por Escuela SAMU en sus instalaciones de Gelves.
En una nueva acción para luchar contra la propagación del coronavirus Covid-19 en España, SAMU a través de su Fundación, hizo el domingo 22 de marzo un llamamiento público para reclutar voluntarios de diferentes categorías profesionales. En sólo dos días, más de 600 personas respondieron a la convocatoria, que se ha convertido en un enorme éxito.
Los voluntarios seleccionados se han formado junto con personal de SAMU en estos cursos cuyo contenido va desde el esencial lavado de manos hasta cómo ponerse y, lo que es más importante, cómo quitarse sin contaminarse un equipo de protección individual. Aquellos voluntarios con un perfil sanitario reciben una formación más específica a modo de recordatorio de sus conocimientos.
Una vez formadas, todas estas personas pasan a formar parte de una bolsa a la que recurre SAMU cuando es necesario incorporar personal para las distintas misiones de la organización, como traslado de pacientes, funciones logísticas o apoyo psicológico, entre otras acciones.
En total, se han celebrado 75 cursos en 32 días en los que se han formado a 453 personas de diferentes categorías profesionales. La mayoría de ellas (32%) son técnicos en cuidados auxiliares de enfermería (TCAE), seguido de enfermeros (11%), pero también hay técnicos de emergencias sanitaria, estudiantes de Medicina y Enfermería, terapeutas, educadores, monitores, conductores, personal de limpieza, costureras, personal de mantenimiento y logística, personal de lavandería y trabajadores sociales, entre otros.
Tanto el número de cursos que se celebraban al día como sus participantes ha ido disminuyendo conforme pasaban los días y los alumnos respondían más a perfiles concretos en función de las necesidades del momento. “Los últimos días hemos formado a tres curas, ya que muchos de los pacientes del Hotel Alcora y de la Residencia del Tiempo Libre de La Línea, todos ellos ancianos, son religiosos y reclamaban la presencia de un sacerdote”, explica Carlos D. Luján Martínez, miembro de Escuela SAMU. “Se ha formado incluso a una peluquera para que pudiera entrar en el Hotel Alcora y acicalar a los pacientes que recibían el alta médica”.
Otro dato interesante es el número de personas que se han ofrecido como voluntarios durante esta crisis sanitaria a través de la web de SAMU. Desde el 26 de marzo hasta el 23 de abril, SAMU ha recibido a través de su web 1.080 solicitudes de voluntarios de toda España. De este total, 854 provienen de Andalucía y 607 de la provincia de Sevilla. Una vez más, la mayoría de ellos son TCAE, seguidos de estudiantes de Enfermería y Medicina, trabajadores sociales y conductores.
SAMU y TESMA suspenden el Crisis Task Force 2020 por el Covid-19
/en Covid-19, Escuela SAMU, Salud y emergenciasLa dirección del ejercicio Crisis Task Force 2020 (CTF), formada por máximos responsables de Escuela SAMU y Técnicos de Emergencias Sanitarias en Mallorca (TESMA), se ha visto obligada a aplazar sine díe su celebración como consecuencia de la crisis del coronavirus.
La primera fecha programada para este evento era los días 21, 22 y 23 de abril. Aunque se valoró posponer el simulacro al 9, 10 y 11 de junio, las circunstancias obligan a los organizadores a otear, como pronto, el último trimestre del año para llevar a cabo esta edición.
Crisis Task Force, uno de los ejercicios de simulación de urgencias y emergencias sanitarias más importantes del país, traslada este año por primera vez su sede de Andalucía a las Islas Baleares. De la mano de TESMA, la organización ha puesto en marcha un despliegue logístico, profesional e institucional del máximo nivel. Las entidades han valorado CTF como una oportunidad única para trabajar una metodología real de entrenamiento y de calibración de sus capacidades de respuesta ante cualquier situación de emergencia. Pero por ahora, habrá que esperar para hacerlo realidad.
“La situación nos desborda en un auténtico ejercicio interinstitucional y global. Estamos en una crisis inusitada, por lo infrecuente de su presentación, que es lo que ha desbordado todas las previsiones. Crisis Task Force hay que hacerlo porque hay que estar preparado para lo inesperado. Ése es el único objetivo que tienen nuestros ejercicios y por eso hoy os animo a mantener el entusiasmo para que en nuestra próxima edición podamos identificar qué hemos aprendido en esta situación tan inédita y agresiva. Tenemos que estar de nuevo en todo lo que signifique prepararse para lo inesperado”, ha subrayado el Dr. Carlos Álvarez Leiva, presidente de Fundación SAMU.
La edición 2020 de Crisis Task Force cuenta con el apoyo de, entre otros, la dirección general de Emergencias 112, SAMU 061 de Palma GSAIB, Salvamento Marítimo, el Instituto Balear de la Naturaleza, la Universidad de las Islas Baleares, Cruz Roja, Protección Civil, Bomberos del Consell de Mallorca y el Ayuntamiento de Andratx.
Apoyo psicológico frente al Covid-19: La voz al otro lado del teléfono
/en Covid-19, SAMU WellnessUn gabinete formado por doce psicólogos de SAMU, principalmente de la clínica de salud mental SAMU Wellness, y de consultas privadas, todos ellos especializados en Psicología Clínica, ofrecen apoyo psicológico a pacientes y familiares del Hotel Alcora (Sevilla) y la Residencia de Tiempo Libre El Burgo de la Línea de la Concepción (Cádiz). Estos profesionales también asisten a trabajadores de SAMU que intervienen en el traslado de pacientes en Madrid o en alguno de los centros medicalizados mencionados anteriormente. Desde que se puso en marcha este servicio a finales de marzo, se han realizado más de 400 intervenciones psicológicas.
“El proyecto nació tras observar la magnitud creciente de los casos y las medidas de confinamiento tomadas para su prevención. Pensamos en las consecuencias psicológicas que podría sufrir la sociedad y cómo podríamos ayudar desde nuestra experiencia. Al mismo tiempo, se estaban gestando dos proyectos sanitarios dentro de SAMU: la apertura del Hotel Alcora como centro medicalizado de recepción de pacientes positivos derivados de residencias de ancianos, y el traslado de personas mayores de la residencia de Alcalá del Valle hasta la Residencia de Tiempo Libre El Burgo, en La Línea de la Concepción”, explica Roberto Alconada Padilla, psicólogo de SAMU Wellness y coordinador de este proyecto.
El trabajo de estos psicólogos se basa principalmente en gestionar la angustia de los familiares de los pacientes ingresados, ofrecerles información sobre su traslado y estado de salud, contener las respuestas emocionales a la situación de crisis que se presenta por tener a un familiar positivo en Covid-19 y ofrecerles herramientas para afrontar la situación cuando la persona se ve desbordada. Todo ello, de forma telemática.
“Otro trabajo ha sido el de gestionar la angustia de los propios usuarios ingresados. Muchos de ellos han presentado sintomatología ansioso-depresiva, crisis de angustia y desorientación”, continúa Roberto Alconada.
También se ofrece apoyo y tratamiento psicológico a los profesionales sanitarios, piezas claves en este proceso. “Estar lejos de la familia, o exponerse a situaciones de riesgo y de desgaste por los equipos de protección individual utilizados durante la jornada laboral pueden llevar a un desbordamiento de la situación que puede desencadenar en síntomas postraumáticos”, señala.
Las intervenciones se realizan de forma telefónica o por videollamada. Dependiendo del caso, se hacen sesiones diarias, semanales o quincenales.
“Lo más duro son las situaciones de duelo tras el fallecimiento de un familiar. Los familiares no pueden despedirse en condiciones de su ser querido. En el mejor de los casos podrán despedirse del difunto una vez acabe la crisis, fecha que nadie conoce. Por esta razón, en los centros gestionados por SAMU, la realización de videollamadas es algo primordial y de vital importancia”, destaca el psicólogo. “Estar lejos de un familiar contagiado resulta una situación vital estresante, más aún si la persona está en fase terminal. Para la familia es muy importante estar ‘presente’ aún en la distancia. Poder acompañar a su padre o madre en sus últimos días permite que la situación posterior de duelo sea más fácil de llevar”.
“También estamos tratando duelos de familias a las que no se les ha permitido despedirse de su ser querido en otros hospitales de España. Nos estamos encontrando familias muy desbordadas, situaciones que pueden desencadenar en duelos complejos por la mala gestión del fallecimiento. Nuestro gabinete de psicología acompaña a la familia antes, durante y después del fallecimiento”, continua Roberto Alconada.
El psicólogo de SAMU Wellness destaca que a la sociedad no se le ha preparado para esta pandemia y que cada persona tiene que utilizar sus propios recursos para hacer frente a esta situación. “Si contamos con herramientas útiles saldremos airosos de esta crisis, pero si las herramientas con las que contamos (o la situación en la que nos encontramos) no son las mejores, contar con un equipo de psicología que pueda ayudarnos a adquirir estrategias de afrontamiento más adaptativas es algo muy beneficioso. Saber que al otro lado del teléfono hay una persona que te escucha, entiende por lo que estás pasando y te ofrece técnicas para gestionar la situación hace que la situación de crisis se lleve de una forma más saludable y con el menor impacto emocional posible”.
José Antonio Rodríguez, ‘Sabiduría’, TES: “En SAMU llevamos años preparándonos para esto”
/en Covid-19, Escuela SAMU, Salud y emergenciasJosé Antonio Rodríguez (Sevilla, 1973) -conocido por sus compañeros como ‘Sabiduría’- formó parte el 21 de marzo del primer equipo de profesionales de SAMU que acudió a Madrid para colaborar en el traslado de mayores infectados por el Covid-19, misión en la que ha participado durante 25 días.
—Tras 25 días de duro trabajo en Madrid, ya está en casa. ¿Cómo ha sido la vuelta?
—He estado unos días en aislamiento de manera preventiva, ya que he trabajado casi un mes con pacientes infectados con coronavirus. Me han hecho las pruebas y los resultados han dado negativo. Pocas horas después de conocer el resultado, me fui a Escuela SAMU, donde trabajo desde hace más de un año en el área de logística.
—¿Por qué decidió presentarse voluntario para participar en la misión de apoyo a Madrid en plena crisis sanitaria?
—Mis compañeros dicen que me apunto a un bombardeo. Lo cierto es que hago mucho voluntariado y me gusta ayudar a los demás. Antes de entrar a estudiar en SAMU, ya colaboraba con Protección Civil. Yo soy así y mi familia ya está acostumbrada.
—¿Cuál fue su impresión al llegar a Madrid?
—Fue una sensación muy extraña. No reconocía la ciudad. Yo conozco Madrid en otras circunstancias, llena de gente y con atascos. Madrid estaba vacía. No había nadie en la calle. Los madrileños ya llevaban 10 días confinados cuando llegamos. Sabías que estabas en Madrid pero no la sentías.
—¿Cuántos profesionales eran en el primer contingente?
—Éramos tres personas, dos Técnicos de Emergencias Sanitarias y una enfermera. Fuimos un poco a modo de avanzadilla, como apoyo asistencial. No sabíamos muy bien qué nos íbamos a encontrar, pero lo cierto es que antes de que llegáramos ya nos estaban esperando.
—¿A qué se refiere exactamente?
—Después de ocho horas de viaje, directamente, sin ni siquiera pasar por el hotel para dejar nuestras cosas, tuvimos que trasladar a tres pacientes contagiados desde las residencias de mayores en las que vivían hasta un hospital. En uno de los traslados tardamos una hora en llegar, y eso que no había tráfico. No conocíamos el terreno, utilizábamos el GPS.
—¿Cómo ha vivido estas situaciones a nivel personal?
—Ha sido una experiencia brutal, con muchos sentimientos encontrados. Tú tienes unas costumbres, una formación. En tu ser está atender a todo el mundo. Pero cuando llegas a un hospital y te echan para atrás a un paciente enfermo, te rompen tus esquemas. Cada vez que salías con la ambulancia era una aventura. Nunca podríamos habernos imaginado lo que ha ocurrido.
—¿Cuántos traslados realizaban al día?
—Depende. Había días en los que podíamos hacer tres o cuatro traslados y otros, siete. Lo malo era que no conocíamos el terreno, que nos movíamos por toda la Comunidad de Madrid y había trayectos muy largos.
—¿Cómo ha sido la relación con el resto de profesionales de Madrid? ¿Cómo les recibían?
—Muy bien. El SUMMA 112 nos ha apoyado mucho. También hemos tenido el respaldo de los bomberos y de la UME (Unidad Militar de Emergencias), con los que hemos colaborado en varias ocasiones. Nos conocían como los sevillanos, estábamos en todos lados. Nosotros teníamos la base en el mismo hotel donde nos quedábamos a dormir. Todos los que estábamos en el hotel éramos sanitarios que habían decidido dormir lejos de sus familias mientras durara la crisis por precaución. La Policía también venía a vernos, nos preguntaba si necesitábamos algo y nos ayudaba con la revisión de los vehículos.
—¿Cuál ha sido el momento más duro de esta misión?
—El día que clausuraron una residencia con 40 abuelos, 20 de ellos sin posibilidad de movilidad, y tuvimos que repartirlos entre hospitales y residencias de la zona. Ese fue un día de mucha tensión. Aunque, sin duda, los primeros días fueron los peores, cuando trasladabas a un abuelo a un hospital y al día siguiente preguntabas por él y había fallecido. Eso te desanimaba.
—¿Cómo conseguían animarse tras estas situaciones?
—El apoyo de los compañeros y de los vecinos ha sido fundamental. En estas situaciones es muy importante el apoyo de la persona que tienes al lado y yo he tenido suerte. A mi lado he tenido compañeros maravillosos.
—¿Sigue activa la misión?
—Sí, hay nueve compañeros que siguen en Madrid.
—Por curiosidad, ¿por qué sus compañeros le llaman ‘Sabiduría’?
—¿Se ha fijado en mi año de nacimiento? Yo entré en la Escuela para estudiar el curso de FP de TES hace unos tres años. Todos mis compañeros tenían veintipocos años. Yo era el padre de todos y empezaron a llamarme Sabiduría y con ese apodo me he quedado.
—¿Por qué decidió estudiar en Escuela SAMU?
—Me dedicaba a la osteopatía y la acupuntura. También estuve en Protección Civil y surgió la oportunidad de estudiar el curso de TES, que me interesaba mucho. Estuve viendo diferentes centros y cuando conocí las instalaciones de Escuela SAMU en Gelves lo tuve claro: dónde iba a estudiar mejor que aquí.
—¿Recomendaría a sus conocidos estudiar en Escuela SAMU?
—Mucho. De hecho, mi hijo de 16 años está estudiando allí ahora el curso de FP de Técnico de Emergencias Sanitaria, lo mismo que hice yo.
—¿Cree que la formación recibida ha sido la adecuada?
—Muchas veces, en los simulacros y acampadas, nos preguntábamos para qué nos iba a servir una formación de esas características a nosotros. Y aquí estamos, en plena crisis sanitaria de alcance mundial. El jefe [Dr. Carlos Álvarez] tenía razón. Siempre ha tenido visión de futuro. SAMU lleva años preparando a sus alumnos para una crisis así.