Cuando cursaba la carrera de Psicología, siempre me llamó la atención la parte biológica que explicaba cómo los circuitos neuronales se terminaban traduciendo en una conducta u otra. Existe un caso clínico de daño cerebral sobrevenido muy conocido en la literatura neuropsicológica, el llamado Caso de Phineas Cage. Éste fue un obrero estadounidense de ferrocarriles que, debido a un accidente, sufrió daños severos en el cerebro, concretamente en la parte del lóbulo frontal. Cage sufrió cambios notorios en su personalidad y temperamento, lo que se consideró una prueba de que los lóbulos frontales son los encargados de los procesos relacionados con las emociones, la personalidad y las funciones ejecutivas en general.
Ante esta clase de estudios tan relevantes, uno se queda con ganas de formarse en neuropsicología y profundizar más sobre cómo ciertas modificaciones en los circuitos neuronales puede desembocar en cambios en la personalidad de una persona. De esto se hace cargo la neuropsicología.
Si buscamos una definición general de neuropsicología, ésta podría ser la siguiente: “Es una rama de la Neurociencia que estudia las relaciones entre el cerebro y la conducta tanto en sujetos sanos como en los que han sufrido un tipo de daño cerebral. Su objetivo de estudio es el conocimiento de las bases neuronales de los procesos mentales complejos”.
Cuando hablamos de los procesos mentales superiores, nos referimos al lenguaje, atención, memoria, percepción, praxias, funciones ejecutivas y emoción, dominios que nos hace ser quienes somos y cómo nos enfrentamos al mundo. La neuropsicología clínica tiene como objetivo identificar los déficits cognitivos y sus efectos en la vida diaria de los pacientes que tienen daño cerebral.
¿Cuál es la labor del neuropsicólogo en una residencia de daño cerebral?
La intervención neuropsicológica en un centro de daño cerebral se centra en un perfil de usuario específico: traumatismos craneoencefálicos, accidentes cerebrovasculares isquémicos o hemorrágicos, tumores cerebrales, anoxia e hipoxia y encefalitis de diversa etiología, entre otros. Además, estos usuarios padecen alteraciones en el funcionamiento cognitivo: lenguaje, memoria, praxias, atención, cognición social u orientación visoespacial, así como en la capacidad para regular la conducta, emociones, y los aspectos funcionales en la vida diaria.
Voy a describir cada uno de estos ámbitos, para entender mejor la intervención del neuropsicólogo.
Intervención de las alteraciones emocionales y de conducta
Los problemas más frecuentes que presentan las personas con daño cerebral se pueden clasificar por el criterio de excesivo (ocurre con demasiada frecuencia), deficitario (no se da con la frecuencia deseada) o inadecuado (no ocurre en el contexto apropiado).
— Excesivo: verborrea, desinhibición, agresividad, impulsividad, acumulación de objetos, hipersexualidad, perseveración, conductas antisociales.
— Deficitario: autocontrol, habilidades sociales, motivación, autonomía personal, autonomía social, dependencia, iniciativa.
— Inadecuado: comunicación y conducta social inapropiada.
La conducta agresiva de tipo verbal o física se da con una alta prevalencia en el daño cerebral. El neuropsicólogo tiene un papel relevante en discernir la agresividad de carácter orgánica de la funcional, ya que el modelo de intervención terapéutico es diferente. Uno está encaminado a un tratamiento más psicofarmacológico y/o manipulación de variables del entorno (enfoque más ecológico) y el otro está más centrado en la intervención cognitivo-conductual.
Hay que tener en cuenta que, con frecuencia, en la etiología de la conducta agresiva secundaria en personas con daño cerebral coexisten factores orgánicos y funcionales, resultando difícil delimitar la distinción entre ambos tipos.
Este tipo de alteraciones conductuales generan un gran malestar psicoemocional entre el personal de atención directa. Es por ello que el neuropsicólogo debe proporcionar apoyo continuo, reuniones formativas para esclarecer dudas y un espacio de escucha donde se validen las emociones del usuario.
Autonomía y cognición
Promover la autonomía de los usuarios en las actividades de la vida diaria, tanto básicas como instrumentales, es una labor importante para el neuropsicólogo. La valoración de los procesos cognitivos (funciones ejecutivas, lenguaje, memoria…) son claves para entender la pérdida de la funcionalidad y nos ayudará a conocer cómo debemos intervenir.
La intervención neuropsicológica en este campo implica una serie de estrategias y herramientas terapéuticas que tienen como objetivo favorecer tanto la recuperación de estas funciones como la adaptación funcional del individuo en su entorno.
Las estrategias básicas de esta intervención implican la restauración de la función deficitaria o perdida, la compensación con otras funciones cognitivas preservadas y/o la sustitución o el empleo de ayudas o mecanismos externos para el desarrollo eficaz de las tareas.
Las intervenciones están dirigidas a que el usuario sea lo más independiente funcionalmente hablando para disminuir la sobrecarga de los cuidadores y familiares, con el fin de mejorar la calidad de vida del usuario y su entorno familiar.
La atención a los familiares de personas con daño cerebral
M. Lezak en 1988 escribió un artículo titulado El daño cerebral es un asunto de familia. Efectivamente, el impacto emocional que el daño cerebral supone para los miembros de la familia puede desequilibrar la estructura familiar.
Por esta razón, los enfoques actuales de intervención neuropsicológica prestan cada vez mayor atención a las necesidades de atención, educación, orientación y ayuda a las familias. El daño cerebral no solo afecta al propio usuario, sino también a la propia familia, que también sufre un cambio radical en su vida.
Autora: MAYTE PAREDES MATA.
Psicóloga de la Residencia Santa Ana (Sevilla)
La delegada territorial de Igualdad, Políticas Sociales y Conciliación visita Escuela SAMU y la EOF
/en Escuela SAMUEscuela SAMU y la Escuela de Oficios (EOF) recibieron el 6 de julio la visita de la delegada territorial en Sevilla de Igualdad, Políticas Sociales y Conciliación de la Junta de Andalucía, Ana González Pinto. La delegada recorrió las instalaciones de ambos centros formativos y mantuvo reuniones con varios representantes de SAMU, entre ellos, Juan González de Escalada, director del área de Emergencias de SAMU, además de director de Escuela SAMU; Concepción Pérez, directora de la Escuela de Oficios de SAMU; y María José Tinoco, directora del área de Discapacidad de SAMU.
González Pinto pudo conocer de primera mano los programas formativos de ambos centros educativos, además de la labor social que SAMU realiza en los numerosos centros de menores que la entidad gestiona en Andalucía por encargo de la propia Junta desde 2007.
“SAMU mantiene una estrecha relación con la Consejería de Igualdad, Políticas Sociales y Conciliación dado los numerosos recursos puestos en marcha por SAMU en los últimos años, especialmente en el área de discapacidad, atención a menores extranjeros no acompañados, emergencias y formación dirigida a colectivos en riesgo social”, explica José Luis Benavente, director del área de Relaciones Institucionales Zona Sur de SAMU. “El objetivo de la visita era darle visibilidad y mostrar todas las acciones y actividades que realiza SAMU en el campo de la igualdad y los derechos sociales, así como que Ana González Pinto y la consejería que representa pudieran conocer de primera mano la labor que SAMU desarrolla en los campos de discapacidad, formación, servicios sociales y atención a menores con el claro propósito de afianzar las relaciones y el buen entendimiento ya existente entre la organización y la propia Junta de Andalucía”.
Además de los ya mencionados, Ana González Pinto estuvo acompañada durante la visita por Carmen Santa María, portavoz de Ciudadanos en la Diputación de Sevilla y otros representantes de este mismo partido en el Ayuntamiento de Gelves, municipio donde se ubica tanto Escuela SAMU como la EOF.
Escuela SAMU abrió sus instalaciones en Gelves en 2012, un centro pionero en España y el más avanzado de Europa, aunque SAMU imparte formación en emergencias desde 1990 con la primera edición del Máster en Emergencias Médicas. Escuela SAMU está especializada en programas formativos (tanto de Formación Profesional como de posgrados) relacionados con las emergencias y la atención sociosanitaria, en general, y en los últimos años se ha abierto camino en el campo de la integración social.
La Escuela de Oficios SAMU, por su parte, nació en enero de 2020. Este proyecto surgió para atender las necesidades sociolaborales con las que se encuentran los jóvenes en riesgo de exclusión social o en situación de desempleo, con el objetivo de darles las herramientas necesarias para convertirse en adultos autónomos y responsables, así como favorecer su inclusión en el mercado laboral.
Con la EOF, SAMU pretende recuperar la filosofía y objetivos de las antiguas Escuelas de Artes y Oficios de España, promovidas en el siglo XIX, y responder a la preocupación como entidad por dotar a estos menores, y en general a los jóvenes andaluces desempleados, de herramientas para favorecer su autonomía y ayudarles a incorporarse con éxito al mercado laboral con un enfoque práctico. Los programas de la Escuela de Oficios favorecen la mejora de sus competencias y habilidades sociales, y les guían hacia el mercado laboral a través de contrataciones de empresas colaboradoras.
Escuela SAMU: La ‘generación Covid’ se gradúa
/en Escuela SAMUUna nueva hornada de “samuitas” ya está preparada para salir al mundo exterior y demostrar lo aprendido en los últimos dos años. Es la promoción Covid, pues la gran mayoría de ellos pisaron por primera vez las instalaciones de Escuela SAMU en septiembre de 2019, cuando aún los geles hidroalcohólicos y las mascarillas no formaban parte de nuestra vida cotidiana y ni siquiera en China habían oído hablar de un virus llamado SARS-CoV-2, o lo que es lo mismo, el Covid-19. Han sido dos años muy difíciles, pero también, como destacó el director general de SAMU, Carlos González de Escalada, durante el acto de graduación, “dos años extraordinarios, donde las oportunidades de formación, aprendizaje, crecimiento personal y gestión de los miedos, las angustias y la incertidumbre nos han hecho crecer a todos”, tanto a alumnos como a profesores, y a la institución en general.
Los alumnos de la promoción 2019-2021 de los ciclos de Formación Profesional del Grado Medio en Técnico de Emergencias Sanitarias (TES), Grado Medio en Técnico en Cuidados Auxiliares de Enfermería (TCAE) y Grado Superior en Técnico de Inserción Sociolaboral lucieron sus mejores galas durante el acto de graduación celebrado el 30 de junio a las doce de la mañana en el salón de actos de la Fundación San Pablo CEU, como viene siendo habitual en los últimos años. También asistieron los alumnos del Máster de Enfermería en Urgencias, Emergencias, Catástrofes y Acción Humanitaria (UECAH), cuyo esfuerzo y trabajo la Escuela también quiso reconocer a pesar de que aún deben entregar sus trabajos fin de máster antes de conseguir su título acreditativo.
Los familiares y amigos fueron los grandes ausentes en esta ceremonia debido a las normas anticovid, aunque estos pudieron seguir el acto por streaming a través de internet. Y es que, las plataformas digitales e internet en general han marcado en gran medida a esta promoción, especialmente durante los primeros meses de la pandemia, cuando el confinamiento domiciliario era obligatorio. “Hemos superado con creces los retos que nos ha impuesto el coronavirus, con clases online. Gracias a los profesores, que siempre estaban ahí para seguir ofreciéndonos una formación de calidad al mismo tiempo que lidiaban en primera línea con el Covid, haciendo turnos dobles o noches de guardia, sin faltar a ninguna clase o tutoría, siempre con su mejor cara”, recordaba durante su intervención Teresa Rivera, alumna del ciclo de TES.
El Covid-19 ha obligado a la Escuela en su conjunto a renovarse y a adaptarse a las nuevas necesidades y exigencias en un tiempo récord, sin perder la calidad de su formación. Los simulacros y ejercicios se han adaptado a las circunstancias o han sido sustituidos por otras actividades, pero muchos de estos alumnos también han podido participar de acciones y dispositivos excepcionales durante estos dos años, como la medicalización de hasta seis recursos Covid en diferentes puntos del país, la atención de 400 menores extranjeros no acompañados hace seis meses en Canarias o, más recientemente, durante la crisis migratoria de Ceuta, donde, hasta el momento, SAMU ha atendido a casi mil niños, además de misiones humanitarias internacionales en Honduras, El Salvador o Costa Rica (las dos últimas relacionadas con el Covid-19).
Agustín García Rodero, secretario general académico de la Fundación San Pablo CEU, fue el encargado de inaugurar el acto. Éste estuvo acompañado en la mesa presidencial por Carlos González de Escalada, director general de SAMU; Juan González de Escalada, director del área de Emergencias de SAMU y director de Escuela SAMU; Andrés Rodríguez Holst, coordinador del Máster UECAH e instructor de la Escuela; y Lucía Gómez Herrero, jefa del departamento de Servicios Socioculturales y a la Comunidad de Escuela SAMU.
“Han sido dos años de grandes momentos y experiencias inolvidables. SAMU nos ha enseñado disciplina, pero también a conocer nuestros límites y, sobre todo, nos ha enseñado que los únicos límites que tenemos en nuestra vida son los que nosotros nos ponemos y que para cumplir nuestros sueños hay que ser valientes”, destacaba Teresa Rivera, alumna de TES, que tuvo palabras para cada uno de los instructores, en especial para Andrés Rodríguez, al que definió como “la persona que siempre ha confiado en sus alumnos y que no ha dudado en montarles en el techo de un autobús”, además de una “enciclopedia andante”.
María Elena Benítez, alumna de TCAE, también tuvo palabras de agradecimiento para cada uno de los instructores, como Miguel Ángel Andrade, del que destacó ser “pura técnica”. “Si algo he aprendido es que, en cualquier oficio, si aprendes la técnica, eres profesional”, continuó Benítez. Ésta también agradeció a sus profesores “haber valorado lo difícil que es ser madre, trabajar y estudiar al mismo tiempo”. “Si no creemos en nosotros mismos, nadie lo hará. Si podemos soñarlo, podemos hacerlo”, concluyó la estudiante.
El profesor y enfermero Andrés Rodríguez Holst también quiso agradecer durante su intervención el papel fundamental de todas aquellas personas que, sin dar la cara diariamente, han hecho posible que en estos dos insólitos años marcado por la pandemia todo funcionase en la Escuela: personal de mantenimiento, logística, limpieza, dirección, secretaría….
Antes de finalizar el acto, el director de la Escuela, Juan González de Escalada, dio un último consejo a sus alumnos: “Respirar hondo durante el verano porque, dada la situación actual de la pandemia, es posible que pronto os pongáis de nuevo el chalequillo amarillo para situaros una vez más en primera línea”.
SAMS: Una aplicación de gestión total para la entidad
/en Logística, PersonalDentro del proceso de digitalización de la empresa, SAMU ha desarrollado un Sistema de Gestión Integral propio que ha bautizado como SAMS. Ésta funciona como aplicación web dinámica y permite a la entidad gestionar todas sus unidades de trabajo.
En los últimos 10 años, SAMU ha diversificado sus líneas de negocio, produciéndose un crecimiento que ha obligado a la entidad a innovar en sus gestiones y en el registro de éstas para conseguir la excelencia por la que siempre ha apostado la organización. La digitalización de las gestiones de SAMU no sólo permite un registro sistematizado y exhaustivo de todas las intervenciones de la organización, sino, además, la gestión preventiva y la posibilidad de generar conocimiento a través de procesos de investigación a partir de los datos registrados.
SAMS es una aplicación web que posibilita a SAMU la gestión integral de diversos tipos de unidades de negocio, así como el ofrecimiento de dicha aplicación en régimen de SAAS, (software como servicio). Según explica Almudena Chávez, directora del área de Innovación y del proyecto SAMS, en 2016, los centros del área de Discapacidad de SAMU comenzaron a trabajar con un software que cumplía sus necesidades básicas y que les permitía dar el salto de lo analógico a lo digital, pero que hoy resulta insuficiente. “Este software se aplicó en otras áreas como salud mental, pero jamás pudo aplicarse en los centros de menores, ya que no cubría sus necesidades. Por esta razón era tan importante desarrollar un traje a medida”.
Entre las principales características de SAMS destaca la compatibilidad con todos los sistemas y dispositivos, la participación de la propia entidad en el proceso de desarrollo, la accesibilidad y la facilidad de uso, el cumplimiento de los estándares de lenguajes de programación y el soporte de la aplicación en un sistema de gestión de backoffice que permita su actualización por parte de los usuarios de manera autónoma y remota.
“El sistema se divide en dos grandes bloques. El primero, al que podríamos comparar con una intranet, es de acceso general y su objetivo es compartir contenido entre todos los miembros de SAMU como, por ejemplo, memorias anuales, protocolos, el código ético. También incluye un tablón de noticias y un apartado de avisos para informaciones importantes”, señala Almudena Chávez. El segundo bloque hace referencia a la gestión de los centros propiamente dicho. “Una de las peculiaridades de este sistema es que está dividido por módulos de categorías profesionales, de tal manera que cuando un profesional entra en la ficha de un usuario sólo accede a información útil para su trabajo”, aclara la directora del proyecto.
Tras dos años de trabajo, el objetivo es que SAMS empiece a implantarse en los varios centros de SAMU el 1 de julio. Para ello, durante junio, se llevarán a cabo webinars dirigidas tanto a los directores de los centros como a los trabajadores para que se familiaricen con la aplicación.
Consejos que ya sabes para no echar por tierra tu salud este verano
/en Salud y emergenciasEn verano es fácil modificar los hábitos saludables que intentamos mantener durante el invierno, especialmente los alimentarios, y esto sucede casi sin darse uno cuenta. Nuestra rutina diaria sufre cambios, los días se alargan y los momentos de ocio aumentan. El buen tiempo incita a pasar más tiempo en la calle y a hidratarnos no precisamente con agua, sino con bebidas refrescantes, muchas veces azucaradas, bebidas alcohólicas, zumos y helados. Además, muchas veces esas bebidas suelen ir acompañadas por algo para picotear y terminamos cenando o comiendo fuera de casa, rompiendo así nuestras rutinas alimentarias.
El verano es la época de las vacaciones, pero también de los excesos. Para intentar, en la medida de lo posible, llevar una alimentación saludable y una vida sana también en la época estival, aquí tienes algunos consejos y recomendaciones que seguro conoces, pero que siempre es positivo recordar.
Uno. Alimentación e hidratación
Es importante no saltarse las comidas principales e intentar mantener un horario de comidas, esto evitará picoteos innecesarios. Aumentar el consumo de frutas y verduras, que servirán como tentempié, plato principal o de postre, además de ser cómodas para llevar a la playa o a la piscina. Procura comer ligero y evitar comilonas, o al menos limitarlas. Las bebidas alcohólicas, la comida rápida y los snacks industriales no son aliados. Y los helados, por muy artesanos que sean, tampoco.
Dos. Ejercicio físico
Realiza ejercicio físico de manera regular como puede ser andar, nadar, montar bicicleta o jugar a las palas, pero evita hacerlo durante las horas de máximo calor, así evitarás deshidratarte con mayor facilidad. Aprovecha para disfrutar del aire libre, además así absorberás más vitamina D, importante para la salud ósea. La actividad física es beneficiosa para la salud y mejora la calidad de vida. Ayuda a prevenir enfermedades, mejora el estado de ánimo, disminuye el estrés, aumenta la autoestima y fomenta las relaciones sociales.
Tres. Descanso
Duerme lo necesario, como mínimo, 7 horas. Así conseguirás que las hormonas que regulan el apetito estén equilibradas. Además, hay alimentos que por su composición favorecen el descanso, debido a su contenido en triptófano (pavo, pollo, leche, queso, pescado, huevos, verduras de hoja verde o fresas).
Cuatro. Ropa transpirable y calzado adecuado
En verano, el cuerpo pone en marcha los mecanismos de regulación térmica o termorregulación para adaptarse a las altas temperaturas. Para ayudarle, es conveniente usar prendas transpirables. Las más recomendadas son las elaboradas con fibras naturales como el algodón o el lino. También es importante que la ropa sea cómoda y ligera. En cuanto al cuidado de los pies y el calzado, los podólogos recomiendan tomar precauciones especiales en esta época del año, ya que son los meses en que los pies están más expuestos a desarrollar infecciones, verrugas o hongos. Es importante usar chanclas en la piscina, en la playa y en las duchas de los gimnasios para evitar el contagio de hongos, además de secarse bien los pies. En paralelo, se aconseja usar sandalias que no sean totalmente planas, ya que esto puede producir dolores de espalda y de rodilla.
Cinco. Protección solar
Para cuidar la piel, es imprescindible utilizar crema de protección solar todos los días, sobre todo los meses de verano, cuando los rayos del sol son más peligrosos, y no sólo cuando se vaya a la playa o a la piscina. Los dermatólogos recomiendan usar un factor de protección alto (mínimo FPS 30) para proteger la piel de las agresiones solares. Las consecuencias de una mala exposición al sol son el envejecimiento prematuro de la piel, arrugas, aparición de manchas y un aumento en el riesgo de desarrollar cáncer de piel.
Ceuta 2021: Una operación de SAMU sin precedentes
/en Fundación SAMU, Salud y emergenciasLos grandes problemas requieren soluciones a la altura. La crisis provocada en Ceuta del 17 al 19 de mayo, tras la llegada de unos 8.500 migrantes, entre ellos alrededor de 1.500 menores, ha dado un lugar a un despliegue sin precedentes por parte de Fundación SAMU. Se trata de “la mayor operación llevada a cabo hasta ahora por SAMU”, según Carlos González de Escalada, director general de SAMU.
Un esfuerzo descomunal y a contrarreloj para atender las necesidades urgentes de más de 800 niños y niñas que permanecen en Ceuta y necesitan un techo, cama, ropa, comida y un entorno adecuado a su edad. Este esfuerzo llega apenas seis meses después de que SAMU desplegara en las Islas Canarias un dispositivo extraordinario para atender a los menores no acompañados que llegaron de forma masiva.
Javier Olier dirige el dispositivo de Ceuta, y destaca la adaptabilidad que ha demostrado SAMU en esta crisis, en la que las expectativas se han visto reiteradamente superadas por la realidad. “Desembarcamos seis personas a las ocho y media de la tarde del 19 de mayo para ayudar a Cruz Roja a repartir bocadillos, y nada más bajar del barco nos hicimos cargo de un centro para 250 menores, de los cuales veinte eran positivos en Covid”, relata.
Piniers I fue el primero de los recursos de emergencia que gestiona Fundación SAMU en Ceuta. El 21 de mayo, SAMU abrió Santa Amalia, con capacidad para otros 250 menores, y el 24 hizo lo propio con dos nuevos recursos en el polígono de El Tarajal: uno con capacidad para 300 menores y otro para ingresos en aislamiento preventivo por posible contagio de coronavirus. Por último, abrieron un tercer recurso en El Tarajal, destinado exclusivamente a alojar positivos: “Hemos llegado a tener 250 menores en la nave verde de El Tarajal, 160 en aislamiento y 80 positivos”.
Posteriormente, SAMU ha abierto Piniers II, donde ha colocado diez iglús, contenedores ablatorios, una oficina, un almacén y una carpa de 600 metros. “Todo eso lo hemos hecho en cinco días”, comenta Olier con satisfacción. Mientras explica su trabajo, atiende media docena de llamadas, da instrucciones a operarios, gestiona la llegada de nuevos contenedores y módulos, señala dónde deben colocarse. Este trabajo no ha terminado. Al contrario. A finales de junio SAMU sigue atendiendo a alrededor de 800 niños y niñas llegados sin nada a Ceuta. En la calle sigue habiendo varios centenares, y SAMU registra nuevos ingresos cada día.
Prioridad: salir de las naves
Lo más urgente ahora es dar a esos niños un propósito, algo que hacer y un espacio adecuado para ello. Una nave industrial es un techo de emergencia, no un recurso sostenible a medio plazo. “Tienen talleres de manualidades y educativos, se practica algún deporte dentro de la nave, pero no es al aire libre”, explica Olier. Este tipo de espacios facilita la aparición de conflictos entre los menores.
Por eso, la hoja de ruta tiene como prioridad sacar los niños de las naves a módulos prefabricados instalados en espacios abiertos y posteriormente, a casas style framing. “Nuestro esfuerzo se dirige a sacarlos a espacios donde tengan la posibilidad de ejercitarse y recrearse en exteriores”, señala Juan González de Escalada, director del área de Emergencias de SAMU. SAMU está inmersa en una obra de 14 habitaciones con capacidad para 120 niños, en un espacio de cuatro mil metros. Actualmente, un equipo de diez personas trabaja en la fabricación de módulos propios para reforzar la capacidad de dar alojamiento y aseo a los menores atendidos.
Un despliegue logístico de veinte toneladas.
Desde Sevilla, González de Escalada está al frente de un gabinete de crisis para identificar las necesidades del operativo y cuidar de que a Ceuta llegue todo lo necesario para atender a los menores. SAMU ha diseñado un sistema para sistematizar la realización de un par de envíos semanales a Ceuta, que presenta una dificultad añadida: no forma parte del territorio aduanero de la Unión Europeo.
Hasta el cierre de esta edición de Revista SAMU, se habían enviado a la ciudad autónoma más de veinte toneladas de material sanitario, ropa, módulos… “El esfuerzo logístico que se hace en Sevilla es crucial para que este proyecto salga adelante. Es de una dimensión difícil de abarcar”, admite Olier.
SAMU ha puesto toda su capacidad para atender una necesidad excepcional: atender a cerca de un millar de niños y niñas solos en una ciudad española. “Haz el bien y no mires a quién”; “el genio es un 1% de talento y 99% de trabajo duro”; “al final todo irá bien, si no está bien es que no es el final”. Son frases que se leen, en español, francés, inglés y árabe, en los módulos que estos días cobijan a cientos de niños y niñas solos en Ceuta.
Hay que tener en cuenta que el servicio de Fundación SAMU tiene un carácter integral, que persigue no sólo la atención asistencial de los menores extranjeros no acompañados, sino también su desarrollo social, psicológico y laboral en un entorno de máxima profesionalización y capacidades.
Educadores, operarios, técnicos y personal administrativo de Fundación SAMU trabajan con un objetivo común, aun en situaciones de emergencias como la que atraviesa Ceuta: garantizar un presente digno a estos menores, para que puedan aspirar a un futuro mejor.
Un espacio seguro para víctimas de violencia machista de la mano de SAMU en la Comunidad de Madrid
/en Acción social, Fundación SAMUSAMU incorpora un nuevo programa a los servicios que presta en la Comunidad de Madrid. Se trata de un servicio de alojamiento y manutención para víctimas de violencia de género y sus hijos, con el que se presta una ayuda indispensable a mujeres y niños en situación de emergencia por haber sufrido una situación de violencia de género en su domicilio. SAMU gestiona la asignación de una plaza en un hotel, como último recurso para alejar a las víctimas del agresor.
El recurso que ofrece SAMU en varios alojamientos hoteleros es, en realidad, la última solución, pero constituye un recurso indispensable en situaciones de máxima urgencia. “Son casos muy recientes de violencia de género, que han tenido que salir prácticamente corriendo. A veces llegan con estrés postraumático”, señala Nadia García, responsable del programa.
En ocasiones, la Comunidad de Madrid dispone de inmediato de pisos de emergencia para mujeres y niños víctimas de violencia de género, pero en ocasiones estos recursos habitacionales están ocupados, o los que hay disponibles no permiten cumplir con el necesario alejamiento del agresor. En esos casos, SAMU ofrece a las víctimas una habitación en un hotel. “Son alojamientos reservados y discretos”, apuntan desde la entidad.
Los hoteles, que han sido seleccionados por su sensibilidad social, están ubicados en todas la zonas de la ciudad y aplican unos protocolos muy específicos. “Las personas que intervienen, desde el comedor hasta la recepción, intentan tratarlos como unos huéspedes más, si acaso un poco especiales”, señala Nadia García. Se trata de mantener la discreción, siendo conscientes de que esos huéspedes están atravesando una situación de gran estrés emocional. García pone un ejemplo: “Hace poco se alojó una mujer con su hija, y no querían ni bajar al comedor. Pero haciendo un gran esfuerzo, consiguieron que bajara y les atendieron de manera privada”.
Con todo, el objetivo es que pasen el menor tiempo posible en el hotel. La estancia suele rondar los siete o diez días. “En cuanto pueden salir salen, porque se trata de normalizar lo más posible la vida de estas mujeres”. El objetivo es que en el menor tiempo posible dispongan de una vivienda en la que poder continuar con su vida alejadas de una situación de violencia machista.
Esta es una nueva muestra del interés de la empresa por consolidar su expansión en la Comunidad de Madrid. A finales de 2019, se inauguró en la capital una nueva sede institucional, con Alberto San Juan al frente, y desde la que se están coordinando diversos proyectos.
San Juan detalla que la delegación acaba de poner en funcionamiento dos nuevos proyectos. El primero de ellos comprende la gestión del servicio de psicología en los centros juveniles del Ayuntamiento de Madrid. “Este servicio consiste en dar apoyo psicológico a personas entre 14 y 30 años de los centros juveniles”, explica San Juan. También acaba de echar andar un proyecto para el apoyo auxiliar y la mediación intercultural en residencias públicas de protección de menores de la Comunidad de Madrid.
Este último recurso está en la línea de varios proyectos de atención a menores extranjeros que funcionan desde hace meses en la Comunidad. SAMU gestiona tres viviendas compartidas en los municipios de Colmenar Viejo, Rivas y Madrid, con capacidad para 40 chicos de entre 12 y 17 años. Además, en 2021 se han puesto en marcha nuevos recursos. Es el caso de un servicio de acogida residencial de chicas menores de edad procedentes del sistema de protección de Melilla y otro servicio de acogida residencial de menores extranjeros con dificultades de adaptación, con 26 plazas para chicos y chicas de 12 a 17 años.
Otra área de trabajo está centrada en la satisfacción de las necesidades de personas sordas o con discapacidad auditiva. SAMU está ayudando a estas personas de la Comunidad de Madrid a relacionarse con la administración, ofreciendo gratuitamente un servicio de acompañamiento para hacer cualquier gestión. Además, en Móstoles presta un servicio municipal para que cualquier acto público cuente siempre con un intérprete de lengua de signos.
Este curso también ha prestado servicios de interpretación en lengua de signos a alumnos de la Universidad Rey Juan Carlos. El proyecto “asesores sordos” ha permitido trabajar el aprendizaje de la lengua de signos a edades tempranas. Por último, SAMU presta servicios de auxiliares infantiles en Mejorada del Campo, algo esencial en el curso lectivo que ahora acaba, marcado por la pandemia y las medidas de prevención de los contagios.
Alianza entre la Escuela de Oficios de SAMU y el Ayuntamiento de Coria del Río
/en Acción social, Fundación SAMUEl Ayuntamiento de Coria del Río y la Fundación SAMU han suscrito un convenio de colaboración que permitirá a los alumnos de su Escuela de Oficios (EOF) que cursan estudios relacionados con jardinería recibir formación práctica por parte del Consistorio coriano. Esta formación se impartirá en los centros de trabajo del Ayuntamiento de Coria del Río, y los alumnos estarán en todo momento tutorizados por personal de Fundación SAMU, quienes evaluarán sus progresos.
El convenio ha sido suscrito por el alcalde de Coria del Río, Modesto González, y por la gerente de administración de Fundación SAMU, Emilia García, y tendrá una vigencia de cuatro años.
La Escuela de Oficios SAMU surgió en 2019 para atender las necesidades con las que se encuentran los jóvenes que residen en los centros de Fundación SAMU, menores no acompañados. Una vez cumplidos los 18 años, estos jóvenes deben aprender a desenvolverse por sí mismos laboralmente, algo muy complicado debido a su falta de recursos y habilidades profesionales.
En el marco de la estrategia de gestión de los centros de menores por parte de Fundación SAMU, que busca proporcionar a estos jóvenes las herramientas necesarias para que puedan llegar a ser adultos responsables y autónomos, la Escuela de Oficios dota a sus alumnos de habilidades y herramientas profesionales, en colaboración estrecha con empresas que los acogen en régimen de prácticas.
La Escuela de Oficios se centra en sectores donde existe una alta demanda laboral, tales como la construcción, la agricultura, la hostelería, los servicios sociales u otros muchos, y siempre con un enfoque muy práctico dinámico y participativo, orientado a la inserción.
Aunque inicialmente esta escuela se centró en los menores no acompañados asistidos por Fundación SAMU, este centro de formación ha abierto también su oferta a otros jóvenes que no pertenecen a los programas de la entidad pero que pertenecen a colectivos en riesgo de exclusión social, formando durante su primer año a un total de 595 personas.
Con este proyecto, SAMU pretende recuperar la filosofía y objetivos de las antiguas Escuelas de Artes y Oficios de España, promovidas en el siglo XIX, y responder a la preocupación como entidad por dotar a estos menores, y en general a los jóvenes andaluces desempleados, de herramientas para favorecer su autonomía y ayudarlos a incorporarse con éxito al mercado laboral para que, en definitiva, puedan llegar a ser personas adultas y responsables; incrementar las competencias y habilidades sociales de los destinatarios del programa; y apoyar la contratación a través de empresas colaboradoras.
Un acercamiento a la neuropsicología
/en Fundación SAMUCuando cursaba la carrera de Psicología, siempre me llamó la atención la parte biológica que explicaba cómo los circuitos neuronales se terminaban traduciendo en una conducta u otra. Existe un caso clínico de daño cerebral sobrevenido muy conocido en la literatura neuropsicológica, el llamado Caso de Phineas Cage. Éste fue un obrero estadounidense de ferrocarriles que, debido a un accidente, sufrió daños severos en el cerebro, concretamente en la parte del lóbulo frontal. Cage sufrió cambios notorios en su personalidad y temperamento, lo que se consideró una prueba de que los lóbulos frontales son los encargados de los procesos relacionados con las emociones, la personalidad y las funciones ejecutivas en general.
Ante esta clase de estudios tan relevantes, uno se queda con ganas de formarse en neuropsicología y profundizar más sobre cómo ciertas modificaciones en los circuitos neuronales puede desembocar en cambios en la personalidad de una persona. De esto se hace cargo la neuropsicología.
Si buscamos una definición general de neuropsicología, ésta podría ser la siguiente: “Es una rama de la Neurociencia que estudia las relaciones entre el cerebro y la conducta tanto en sujetos sanos como en los que han sufrido un tipo de daño cerebral. Su objetivo de estudio es el conocimiento de las bases neuronales de los procesos mentales complejos”.
Cuando hablamos de los procesos mentales superiores, nos referimos al lenguaje, atención, memoria, percepción, praxias, funciones ejecutivas y emoción, dominios que nos hace ser quienes somos y cómo nos enfrentamos al mundo. La neuropsicología clínica tiene como objetivo identificar los déficits cognitivos y sus efectos en la vida diaria de los pacientes que tienen daño cerebral.
¿Cuál es la labor del neuropsicólogo en una residencia de daño cerebral?
La intervención neuropsicológica en un centro de daño cerebral se centra en un perfil de usuario específico: traumatismos craneoencefálicos, accidentes cerebrovasculares isquémicos o hemorrágicos, tumores cerebrales, anoxia e hipoxia y encefalitis de diversa etiología, entre otros. Además, estos usuarios padecen alteraciones en el funcionamiento cognitivo: lenguaje, memoria, praxias, atención, cognición social u orientación visoespacial, así como en la capacidad para regular la conducta, emociones, y los aspectos funcionales en la vida diaria.
Voy a describir cada uno de estos ámbitos, para entender mejor la intervención del neuropsicólogo.
Intervención de las alteraciones emocionales y de conducta
Los problemas más frecuentes que presentan las personas con daño cerebral se pueden clasificar por el criterio de excesivo (ocurre con demasiada frecuencia), deficitario (no se da con la frecuencia deseada) o inadecuado (no ocurre en el contexto apropiado).
— Excesivo: verborrea, desinhibición, agresividad, impulsividad, acumulación de objetos, hipersexualidad, perseveración, conductas antisociales.
— Deficitario: autocontrol, habilidades sociales, motivación, autonomía personal, autonomía social, dependencia, iniciativa.
— Inadecuado: comunicación y conducta social inapropiada.
La conducta agresiva de tipo verbal o física se da con una alta prevalencia en el daño cerebral. El neuropsicólogo tiene un papel relevante en discernir la agresividad de carácter orgánica de la funcional, ya que el modelo de intervención terapéutico es diferente. Uno está encaminado a un tratamiento más psicofarmacológico y/o manipulación de variables del entorno (enfoque más ecológico) y el otro está más centrado en la intervención cognitivo-conductual.
Hay que tener en cuenta que, con frecuencia, en la etiología de la conducta agresiva secundaria en personas con daño cerebral coexisten factores orgánicos y funcionales, resultando difícil delimitar la distinción entre ambos tipos.
Este tipo de alteraciones conductuales generan un gran malestar psicoemocional entre el personal de atención directa. Es por ello que el neuropsicólogo debe proporcionar apoyo continuo, reuniones formativas para esclarecer dudas y un espacio de escucha donde se validen las emociones del usuario.
Autonomía y cognición
Promover la autonomía de los usuarios en las actividades de la vida diaria, tanto básicas como instrumentales, es una labor importante para el neuropsicólogo. La valoración de los procesos cognitivos (funciones ejecutivas, lenguaje, memoria…) son claves para entender la pérdida de la funcionalidad y nos ayudará a conocer cómo debemos intervenir.
La intervención neuropsicológica en este campo implica una serie de estrategias y herramientas terapéuticas que tienen como objetivo favorecer tanto la recuperación de estas funciones como la adaptación funcional del individuo en su entorno.
Las estrategias básicas de esta intervención implican la restauración de la función deficitaria o perdida, la compensación con otras funciones cognitivas preservadas y/o la sustitución o el empleo de ayudas o mecanismos externos para el desarrollo eficaz de las tareas.
Las intervenciones están dirigidas a que el usuario sea lo más independiente funcionalmente hablando para disminuir la sobrecarga de los cuidadores y familiares, con el fin de mejorar la calidad de vida del usuario y su entorno familiar.
La atención a los familiares de personas con daño cerebral
M. Lezak en 1988 escribió un artículo titulado El daño cerebral es un asunto de familia. Efectivamente, el impacto emocional que el daño cerebral supone para los miembros de la familia puede desequilibrar la estructura familiar.
Por esta razón, los enfoques actuales de intervención neuropsicológica prestan cada vez mayor atención a las necesidades de atención, educación, orientación y ayuda a las familias. El daño cerebral no solo afecta al propio usuario, sino también a la propia familia, que también sufre un cambio radical en su vida.
Autora: MAYTE PAREDES MATA.
Psicóloga de la Residencia Santa Ana (Sevilla)
ISL Las Cabezas: El alegre, responsable y mecánico Zakaria El Haimer
/en Acción social, Fundación SAMUCualquier persona, al llegar a la edad adulta, sueña con la posibilidad de encontrar un buen trabajo y poder realizarse profesional y personalmente, pero no todas las personas tienen el privilegio de conseguirlo. Lograr este sueño depende, en gran parte, del lugar en el que te encuentres, de las personas que te rodean, de la formación que recibas, y, por supuesto, de coincidir o no con el momento apropiado.
Zakaria El Haimer llegó a España como muchos otros chicos inmigrantes: en patera y en busca de un futuro mejor, una mejor calidad de vida y un trabajo digno que le diera la oportunidad de desarrollarse profesionalmente. Si es cierto que “quien la sigue, la consigue”, Zakaria va por el buen camino para conseguir este sueño.
Zakaria es un chico alegre, educado, responsable, optimista y comprometido que pertenece a una familia humilde y trabajadora. Su padre se dedica a la recogida de basura en Marruecos. Él es el mediano de cinco hermanos. La situación económica de su familia sólo le permitió estudiar hasta los 16 años. Además, desde que cumplió edad para trabajar, tuvo que compaginar su educación con diferentes empleos, como el de pescador o dependiente en una tienda de comestibles, para poder ayudar a su familia.
Con el claro propósito de buscar un futuro mejor, Zakaria decidió emigrar y emprender su viaje hacia España a los 17 años. El joven tenía la creencia de que “todo sería maravilloso”, pero esta falsa ilusión se desvaneció nada más empezar su aventura y tras experimentar un viaje en patera bastante duro. Su llegada al centro ISL Las Cabezas ha sido muy positiva. Su persistencia, su alegría y compromiso con el centro y sus compañeros han dado como resultado que Zakaria pueda cumplir su sueño más preciado: un contrato de trabajo como mecánico en la ciudad de Dos Hermanas.
Antes de este contrato laboral, el joven realizó prácticas formativas en un taller de mecánica del municipio de Las Cabezas. Estas prácticas le dieron la oportunidad de aprender un oficio y de adquirir experiencia en un sector profesional que le entusiasma y en el que se siente cómodo.
Gracias al contrato de trabajo que ha firmado, Zakaria está más cerca de alcanzar el sueño que le motivó a marcharse de su país. Ahora empieza un nuevo viaje. Desde el ISL Las Cabezas estamos convencidos de que todo sueño se puede cumplir con perseverancia, actitud y trabajo y Zakaria es un ejemplo de ello.
Un círculo solidario entre SAMU y el Banco de Alimentos de Sevilla
/en Acción socialDurante siglos, las personas han ejercido la solidaridad y el altruismo por medio de pequeños gestos con otras personas de su entorno, aunque no fue hasta mitad del siglo XIX cuando surgió el concepto de la ayuda humanitaria con la creación de la Cruz Roja. Poco a poco, fueron surgiendo otras instituciones y organizaciones que defendían los derechos básicos de aquellos a los que no se les respetaba.
El altruismo siempre ha formado parte del ser humano. Somos altruistas porque atisbamos una mejora desde el individuo hacia el grupo, la familia, la tribu, es decir, hacia quienes comparten nuestros mismos genes. Es la llamada selección por parentesco. El biólogo Richard Dawkins lo resume diciendo: “Los individuos son altruistas y los genes egoístas. Por eso, intenta enseñar compasión y altruismo, porque nacemos siendo egoístas”.
Al hilo de una de las líneas estratégicas del Plan de Sostenibilidad de SAMU propuesto para el periodo 2021-2022, se encuentra la consolidación de los enlaces alcanzados con entidades y organizaciones con el objetivo de mejorar el impacto en nuestras acciones empresariales y sociales en los próximos años.
Así, el pasado 26 de mayo, un grupo de menores tutelados por Fundación SAMU, acompañados por educadores, participaron en la Operación Kilo Primavera 2021, una actividad impulsada por el Banco de Alimentos de Sevilla.
Esta iniciativa, que se prolongará hasta el 11 de julio, se desarrolla cada año por esta época para poder garantizar la distribución de comida durante el resto del año, en esta ocasión, con el añadido de las mayores necesidades generadas por la crisis desencadenada por la pandemia sanitaria. “El 2020 fue un año muy duro para el Banco. En todo el año tuvimos que atender a más de 64.000 personas y aumentar el número de kilos distribuidos, que llegó a superar los siete millones. Podemos decir que ha sido un año en el que muchas familias han encontrado en el Banco de Alimentos las coberturas de su alimentación básica y, por supuesto, todo esto fue posible gracias a la ayuda de cada uno de vosotros”, manifestó al inicio de esta campaña el presidente de la Fundación Banco de Alimentos de Sevilla, Agustín Vidal. El objetivo de esta campaña es recaudar alrededor de 600.000 kilos de alimentos para paliar los efectos de la crisis sanitaria del Covid-19 en las familias sevillana, lo que suponen 100.000 kilos más que en la edición anterior.
Los menores se desplazaron hasta el almacén del Banco de Alimentos de Sevilla, situado en las instalaciones de Mercasevilla, donde tras recibir una visita guiada y una charla sobre el trabajo que los voluntarios desempeñan en estas instalaciones, colaboraron con el equipo de voluntarios apoyándole en la clasificación, empaquetado y etiquetado de un lote de alimentos pendientes de repartir.
Los jóvenes participaron en esta acción de manera voluntaria y altruista. Esto les llenó, al mismo tiempo, de un sentimiento de utilidad y orgullo, ya que en esta ocasión eran ellos quienes ayudaban a otras familias en situación de necesidad. Estas acciones voluntarias pretenden tan sólo ser una más dentro del área de Sostenibilidad que poco a poco irá incrementando sus líneas estratégicas abarcando más sectores, trabajadores, familias y usuarios.
Banco de Alimentos de Sevilla repartió durante el 2020 hasta 7.034.089 kilos de alimentos entre sus beneficiarios de toda la provincia a través de las más de 290 entidades colaboradoras de reparto y consumo.
Autora: BEATRIZ ESTRADA. Directora del
departamento de Sostenibilidad de SAMU