Una delegación del Hogar San José de Bolivia recorrió España y Marruecos en un viaje de intercambio de experiencias organizado por Fundación SAMU

De Warnes a Sevilla: un viaje para crecer

Durante casi tres semanas, entre el 22 de abril y el 11 de mayo, una delegación del Hogar San José de Bolivia recorrió España y Marruecos en un viaje de intercambio de experiencias organizado por Fundación SAMU. La agenda fue intensa: visitas a centros de atención a personas con discapacidad, reuniones con entidades especializadas, encuentros institucionales, sesiones de formación y espacios para el intercambio de experiencias.

Esta visita, enmarcada en el proyecto Empoderando Cuidadoras financiado por la Comunidad de Madrid, tuvo como objetivo principal fortalecer las capacidades del equipo del Hogar San José y abrir nuevos caminos de colaboración internacional en el cuidado de personas con discapacidad. Durante su estancia, las integrantes de la delegación también compartieron los logros y retos de su trabajo en Bolivia, donde el Hogar San José atiende a más de 50 personas con distintas discapacidades, niños y adultos, casi todas sin apoyo familiar.

«Una de las cosas más importantes de este viaje ha sido ver cómo funcionan los centros en España, qué modelos aplican, qué protocolos siguen, y reflexionar sobre cómo podemos adaptar esas buenas prácticas a nuestra realidad, con nuestros recursos», explicó Yanine Montero, directora de Hogar San José, durante su paso por Sevilla. Además de conocer dispositivos gestionados por Fundación SAMU, visitaron iniciativas impulsadas por entidades como Down España, Down Toledo, CERMI, la Fundación A La Par y el gobierno de la Comunidad de Madrid, entre otras.

La delegación boliviana estuvo integrada por Yanine Montero, directora del Hogar San José; Diana Cotacio, terapeuta ocupacional del Hogar San José y encargada de los proyectos de la Fundación Alirio Henao; y Jenedith Montenegro, consultora externa para la incidencia en políticas públicas.

Un modelo abierto a la comunidad

El Hogar San José nació en 2006 en el municipio de Warnes con un objetivo claro: ofrecer un entorno de protección, atención integral y afecto a niños, niñas, jóvenes y adultos con discapacidad que carecen de apoyo familiar. Actualmente acoge a 33 personas en su modalidad residencial y presta atención diurna a otras 20 personas con familia. Su modelo combina el cuidado individualizado, la atención terapéutica y médica, y un fuerte sentido de pertenencia, replicando la estructura de una gran familia.

En el hogar conviven personas de entre 1 año y medio y 58 años, con perfiles diversos: parálisis cerebral, autismo, discapacidad intelectual, síndrome de Down o síndrome de Proteus, entre otros, según explica Diana Cotacio. A diferencia de muchos centros europeos, no están organizados por edades o diagnósticos. Esto obliga a trabajar con una planificación individualizada para cada residente. «Las terapias se programan por horarios específicos, y solo algunas actividades, como las recreativas o deportivas, se hacen en grupo», señalan desde el equipo.

Ese enfoque diverso ha generado también una riqueza relacional entre los usuarios. Niños con síndrome de Down ayudan a compañeros con autismo a desarrollar habilidades sociales, y jóvenes con movilidad reducida cuentan con el apoyo espontáneo de sus compañeros. Las cuidadoras son llamadas «mamás» por los residentes, y el equipo profesional se integra en una estructura afectiva que refuerza el sentido de hogar.

El proyecto financiado por la Comunidad de Madrid, Empoderando cuidadoras, ha permitido al Hogar San José dar un paso más: abrirse a la comunidad. Esta iniciativa no sólo beneficia a las personas atendidas en el centro, sino que ofrece formación a madres, cuidadoras familiares y profesionales del municipio de Warnes. Tras un diagnóstico participativo, se diseñaron talleres y acciones formativas adaptadas a las necesidades reales de las cuidadoras, muchas de las cuales asumen solas la atención de uno o más hijos con discapacidad.

Uno de los componentes más innovadores del proyecto ha sido un programa de apoyo emocional destinado a acompañar psicológicamente a estas mujeres, brindarles espacios de escucha sin culpa y promover su autocuidado. «Hay madres que tienen que dejar su vida laboral para cuidar, y viven con una carga emocional enorme. Este acompañamiento ha sido muy valioso para ellas», destaca Jenedith Montenegro.

El proyecto también contempla acciones de sensibilización, formación a profesionales de la salud y la educación, e incidencia en las políticas públicas locales, con el objetivo de mejorar la articulación institucional y garantizar rutas de atención claras y accesibles.

El valor de la cooperación internacional

Durante su estancia en España, las representantes del Hogar San José visitaron centros en Madrid, Toledo, Villafranca de los Caballeros, Sevilla y Las Cabezas de San Juan. Tuvieron encuentros con representantes del CERMI, Down España, la Comunidad de Madrid, el Ayuntamiento de La Rinconada y entidades colaboradoras como Afadi. Además, compartieron experiencias con Escuela SAMU y el equipo directivo de Fundación SAMU en un desayuno presidido por José Antonio Trujillo, director general de SAMU.

La última fase del viaje llevó a la delegación a Marruecos, donde visitaron la asociación Hanan en Tetuán.

El objetivo de esta etapa fue compartir aprendizajes con profesionales que trabajan en contextos similares al boliviano, con recursos limitados y una fuerte presencia de mujeres cuidadoras. Esta parte del viaje fue especialmente valiosa para el componente de formación emocional del proyecto Empoderando cuidadoras, al permitir conocer cómo se han abordado cuestiones de género y autocuidado en un entorno cultural diferente pero con retos comunes.

El Hogar San José cumple 19 años en 2025. Su historia está marcada por la solidaridad: desde la donación del terreno en el que está edificado hasta la construcción del centro con materiales cedidos por empresas locales y el trabajo incansable de su personal. Hoy es un espacio de referencia en Warnes, no solo por la atención que presta, sino por su capacidad para innovar y abrirse al entorno.

Gracias al impulso de la cooperación internacional, y con el acompañamiento de Fundación SAMU, el Hogar San José ha iniciado un proceso de transformación que va más allá del cuidado: trabaja por un cambio social que reconozca los derechos, necesidades y aportes de las personas con discapacidad y de quienes les cuidan. Este viaje ha sido un paso más en ese camino compartido.