El 29 de octubre, la Comunidad Valenciana fue azotada por una Depresión Aislada en Niveles Altos (DANA) que dejó una estela de destrucción y dolor sin precedentes en la historia reciente de nuestro país, y cuyos efectos seguirán vigentes durante un tiempo por determinar. Las lluvias torrenciales y los desbordamientos de ríos afectaron gravemente a municipios como Catarroja, Picanya, Paiporta y Utiel. Las infraestructuras colapsaron y las viviendas quedaron sumergidas bajo el agua. Hasta el 26 de noviembre, las autoridades habían confirmado 221 víctimas mortales en la provincia de Valencia.
«Aquello era una película de miedo. En la zona cero, la gente gritaba y todo estaba lleno de barro. Había destrucción mirases por donde mirases. Me impactó mucho aquel paisaje tan desolador», explica Manuel Orozco, uno de los voluntarios del primer equipo que Fundación SAMU desplazó hasta la Comunidad Valenciana para ayudar a los afectados por la peor DANA del siglo. «Antes de llegar había visto muchas noticias e imágenes en las redes sociales, pero aquello había que verlo para creerlo».
La psicóloga María Casado, otra de las voluntarias de Fundación SAMU, coincide con su compañero en que «la realidad superaba con creces todas las noticias» que les llegaba a través de las redes sociales o los medios de comunicación. «El paisaje era desolador. Parecía que estábamos en guerra y que se había detenido el tiempo», reconoce Casado, que participó en el segundo contingente que activó la organización. «A pesar de que yo llegué en el segundo equipo, diez días después de la DANA, parecía que la gran riada había ocurrido el día anterior».
La magnitud de la tragedia ha movilizado a miles de voluntarios que, desde el primer momento, se han volcado en las labores de rescate, limpieza y apoyo a los damnificados. La respuesta solidaria ha sido masiva, con ciudadanos de toda España desplazándose a las zonas afectadas para brindar su ayuda, entre ellos profesionales de Fundación SAMU.
La misión
Un equipo de once voluntarios especializados en emergencias sanitarias y protección civil de SAMU partió el 31 de octubre de Gelves (Sevilla) con dirección al municipio de Utiel para ayudar a las comunidades afectadas.
SAMU activó un gabinete de crisis el martes 29 de octubre por la noche, cuando empezaron a llegar las alertas del desastre desatado esa misma tarde por las fuertes lluvias. En la mañana del miércoles día 30, la organización empezó a coordinar los preparativos para una posible misión de emergencia y a movilizar a sus profesionales y a los alumnos de Escuela SAMU. Y por la noche, la dirección de SAMU tomó la decisión de enviar un dispositivo a Utiel para atender el llamamiento de auxilio realizado por su Ayuntamiento. Utiel, con 11.000 habitantes, fue uno de los municipios más afectados por las riadas e inundaciones. Las lluvias asociadas a la DANA provocaron el desbordamiento del río Magro. Las imágenes de puentes destruidos, carreteras levantadas, barrios devastados y rescates al límite han dado la vuelta al mundo.
Este primer equipo que se desplazó al levante español estaba formado por once personas, bajo el mando de Sergio Vitrián, experto en protección civil. Viajaban profesionales con diversos perfiles: enfermería, técnico en emergencias sanitarias, bomberos y especialistas en emergencias sanitarias y protección civil. El convoy contaba con dos vehículos todoterreno, un puesto de mando 4×4 y una UVI Móvil, además de material de intervención logística.
El gabinete de crisis de SAMU estaba en contacto con las autoridades tanto de Andalucía como de Valencia, así como con otras organizaciones de emergencias, en una situación en el que todos los recursos se vieron desbordados para determinar las zonas prioritarias de actuación y para identificar los espacios y las tareas en los que se requería asistencia.
Cuando el equipo de SAMU llegó a la zona se encontró con numerosos recursos y efectivos, pero faltaba coordinación. Por esta razón, en un primer momento, SAMU llevó a cabo funciones de coordinación de emergencias y, posteriormente, se desarrollaron labores de asistencia sanitaria casa por casa y de logística y rescate. «Era necesario coordinar todos los recursos. Había muchas manos, pero faltaba coordinación. Yo fui el responsable de organizar los diferentes profesionales que acudían de manera voluntaria, como enfermeros, bomberos, electricistas, fontaneros o cerrajeros. Estos últimos eran muy importantes, pues había numerosas casas cerradas y sus propietarios no tenían forma de entrar en ellas», comenta Manuel Orozco, responsable de logística del primer contingente de SAMU y alumno de ciclo de FP de Técnico de Emergencias Sanitarias de Escuela SAMU.
«En la vida trabajamos y nos esforzamos para tener una casa y un coche, y aquellas personas lo habían perdido todo en cuestión de minutos. Vieron desaparecer su casa y su coche delante de sus ojos sin poder hacer nada, porque, si intentaban evitarlo, podían perder su vida», continúa Orozco.
Este profesional recuerda ya en Sevilla cómo los vecinos de Utiel trataba a los voluntarios de SAMU como héroes sólo por el hecho de ayudarles. «Es algo que no se puede explicar. Nosotros hacíamos nuestro trabajo, pero para los vecinos de Utiel era mucho más. Les llamaba la atención que un grupo de personas vinieran desde Sevilla, siete horas en coche, a ayudarles», apunta Orozco, que también participó este verano en el dispositivo de emergencias de Ceuta que SAMU activó ante la llegada masiva de personas migrantes.
Tras una semana en Utiel, Fundación SAMU envió un segundo equipo de 14 voluntarios formado por cuatro psicólogos, dos enfermeros, ocho técnicos de emergencias sanitarias y expertos en protección civil al municipio de Catarroja como respuesta a la demanda de apoyo formulada por las autoridades locales y regionales que estaban al frente de la gestión de la emergencia.
Este equipo multidisciplinar dio el relevo al primer contingente enviado por SAMU al municipio de Utiel, que regresó a la base el 2 de noviembre.
El nuevo dispositivo tenía como objetivos proporcionar primeros auxilios a la población; proporcionar equipo de protección individual (EPIs) y atender a aquellas personas afectadas por la propagación de enfermedades transmisibles; colaborar en la gestión, almacenamiento y transporte de los centros de recepción de alimentos en el municipio de Catarroja; y proporcionar apoyo psicológico fijo y móvil ante la posible alta demanda por parte de la población afectada por la DANA. La misión se prolongó durante 10 días.
«En cuanto llegamos nos pusimos al servicio de las autoridades locales para dar apoyo psicológico. Por un lado, realizábamos el seguimiento de casos que ya estaban identificados por los servicios sociales, y, por otro, detectábamos casos nuevos», explica la psicóloga María Casado.
«Los afectados por la DANA necesitaban hablar, alguien que les escuchara. Cuando hay una catástrofe de estas características, si no hay pérdidas humanas en nuestro entorno más cercano, sólo pérdidas materiales, decimos que estamos bien, pero no es verdad», continúa Casado. «Nos hemos encontrado con personas muy resilientes, especialmente las personas mayores, muchas de las cuales vivían en plantas bajas y se habían refugiado en las casas de sus vecinos o llevaban hasta diez días sin poder salir de sus viviendas. Muchas personas mayores, que ya habían vivido una riada anterior en los años 50, nos dijeron que la de 2024 había sido mucho peor».
Manuel Orozco, por su parte, reconoce que no han sido consciente de lo que han visto y vivido en Valencia hasta que no han regresado a Sevilla. «Allí estás en una burbuja. Allí estás, literalmente, metido en el fango y sin parar de trabajar de ocho a ocho y, sin embargo, cuando terminas parece que sólo ha pasado una hora. Ya en Sevilla, nos dimos cuenta de que somos unos privilegiados. Hemos tenido mucha suerte porque ésta ha sido la mayor catástrofe que ha sufrido España».
Orozco también destaca la importancia del trabajo en equipo y del compañerismo. Reconoce que no conocía a ninguno de sus compañeros hasta que salieron hacia Utiel, pero que rápidamente conectaron. «En una misión humanitaria, los compañeros son tu familia, lo más importante». Los compañeros son la piedra en la que apoyarse y recargar fuerzas para seguir ayudando a los demás.
Diez ventajas de la transformación digital para los trabajadores de SAMU
/en PersonalLa transformación digital de SAMU, bajo la bandera del proyecto SAMU Orión, no solo implica incorporar tecnología a la gestión de la organización, sino, sobre todo, implica mejorar el trabajo y la vida de las personas con las que la entidad trabaja y de aquellas que hacen posible su existencia: los trabajadores. Así, los avances que se han implantado y los que están en desarrollo proporcionan herramientas que simplifican procesos, cambian rutinas, optimizan resultados y elevan la calidad del entorno laboral. En este artículo, repasamos diez beneficios concretos que SAMU Orión aporta a los profesionales en su desempeño cotidiano.
UNO. Simplificación del trabajo administrativo
Las tareas administrativas, que pueden resultar tediosas y repetitivas, tienden a ser más rápidas y fáciles gracias a la incorporación de tecnología en el procesamiento de los datos. Procesos como la gestión de horarios, el registro de información sobre usuarios o la extracción de datos se han digitalizado, lo que ha reducido la carga burocrática y ha liberado tiempo para que los equipos se centren en sus habilidades y en lo que realmente aporta valor a la organización y a sus usuarios.
DOS. Acceso a la información
Gracias a la transformación digital, los trabajadores pueden acceder a datos claves al instante, ya sea sobre usuarios, centros o procesos internos. Esto no solo agiliza la toma de decisiones, sino que también mejora la coordinación y la capacidad de respuesta ante situaciones críticas.
TRES. Mejora en la planificación
Las herramientas avanzadas de planificación permiten una distribución más equilibrada de las cargas de trabajo. Los equipos pueden anticiparse a picos de actividad, gestionar mejor sus horarios y evitar la sobrecarga, lo que contribuye a un entorno laboral más justo y eficiente.
CUATRO. Transparencia y solvencia en los procesos de selección
La nueva aplicación de reclutamiento asegura que los procesos de selección sean claros y trazables. Los candidatos son evaluados de manera más objetiva, mientras que los trabajadores actuales tienen confianza en que los nuevos ingresos están alineados con las necesidades de cada equipo.
CINCO. Control del absentismo
El absentismo es ahora más fácil de identificar y gestionar gracias a sistemas que monitorizan las ausencias en tiempo real. Esta información permite adoptar medidas rápidas y justas garantizando un entorno más equitativo para todos.
SEIS. Mayor reconocimiento del desempeño
Con métricas más precisas, la transformación digital permite evaluar y destacar el impacto positivo del trabajo individual. Este reconocimiento no solo motiva a los empleados, sino que también fortalece el compromiso y la satisfacción laboral.
SIETE. Reducción de errores y duplicidades
La digitalización de procesos elimina redundancias y minimiza errores humanos. Por ejemplo, la nueva ficha extendida de usuarios asegura que la información esté siempre actualizada y centralizada, lo que facilita un trabajo más ágil y preciso.
OCHO. Formación y desarrollo continuo
La transformación digital trae consigo nuevas oportunidades de aprendizaje. Incluye capacitaciones para que los trabajadores adquieran habilidades tecnológicas y profesionales para fomentar su desarrollo personal y su adaptabilidad a un mundo en constante cambio.
NUEVE. Mayor conexión con los usuarios
Las herramientas digitales implementadas no solo mejoran la gestión interna, sino que también potencian la interacción con los usuarios. Los equipos ahora cuentan con recursos para ofrecer una atención más personalizada y efectiva. Así, se fortalece la relación entre los profesionales y las personas a las que sirven.
DIEZ. Entorno de innovación
La transformación digital ha convertido el entorno laboral en un espacio más dinámico y moderno. Los trabajadores tienen acceso a sistemas avanzados que elevan la calidad de su trabajo diario. Esto posiciona a SAMU como una organización a la vanguardia.
Rocío Álvarez: «Es crucial fortalecer los lazos entre los centros de día y la comunidad»
/en Acción social, Fundación SAMULa Unidad de Estancia Diurna San Lucas abrió sus puertas en 2008. La trabajadora social Rocío Álvarez (Sevilla, 1979) fue su primera directora. Catorce años después y tras una etapa al frente del área de Sostenibilidad, vuelve a dirigir este centro especializado en la atención de personas con discapacidad intelectual.
—¿Cuándo comenzó a trabajar en SAMU?
—Comencé a trabajar en SAMU en 2007 como educadora en el primer centro de acogida inmediata que abrió en Motril dirigido a menores que llegaban a la costa en pateras. Fue una experiencia muy dura e intensa. Yo venía del otro lado, hacía voluntariado en una ONG de Educación y Cooperación para el Desarrollo en Marruecos.
—Justo un año después, SAMU abrió la Unidad de Estancia Diurna (UED) San Lucas, centro que hoy dirige. ¿Cuál es su historia con este recurso?
—San Lucas es mi campo base. Fui su primera directora, cargo que ocupé durante tres años. Luego me fui de España y estuve trabajando en Chile en el área de salud mental y personas sin hogar como trabajadora social. Cuando regresé a SAMU volví a San Lucas como trabajadora social, labor que, más tarde, compaginé con la dirección del área de Sostenibilidad de SAMU junto con la inestimable ayuda de mi querida compañera Beatriz Estrada Vida. Y en mayo asumí de nuevo la dirección del centro.
—Lleva muchos años vinculada a la organización. ¿Cómo describiría su evolución?
—He participado en gabinetes de crisis de varias misiones de ayuda humanitaria, lo que me ha permitido conocer más y mejor la entidad, a la que considero mi casa. He llevado la coordinación del dispositivo de emergencias para la acogida de personas sin hogar en el polideportivo sevillano de Rochelamber durante la pandemia y la dirección del dispositivo de emergencias para la acogida de personas temporeras, la mayoría extranjeras, en Lleida. Durante este tiempo, he visto a SAMU crecer con pasos de gigante y ampliar los proyectos de acción social, multiplicándose las personas beneficiarias del buen hacer de los profesionales con los que cuenta SAMU. Recuerdo que antes conocías a todos los compañeros. SAMU era una pequeña familia. Y ahora hay muchas caras nuevas y otras no tan nuevas pero que ya no conoces, pero siempre con la misma profesionalidad y cercanía que caracteriza a esta casa. Es la misma familia pero mas grande.
—¿Cómo vive esta segunda etapa como directora de la UED San Lucas?
—Es una gran responsabilidad y conlleva un grado de implicación muy alto. La vivo con entusiasmo y alegría, y también con mucha exigencia. San Lucas es un recurso especializado en la atención de personas con discapacidad intelectual y graves trastornos de conducta, además de personas con daño cerebral sobrevenido. Aquí es fundamental que esté todo coordinado, sin grietas. De ahí la importancia del trabajo en equipo, todos remando hacia una misma dirección. Por otro lado, me hace especialmente ilusión en esta segunda etapa como directora volver a contar con parte del equipo con el que abrí el centro en 2008. Yo les llamo la resistencia.
—¿Cuáles son sus retos como directora de San Lucas?
—Actualmente, uno de mis objetivos principales es poder cubrir todas las plazas que tenemos a través de una fuerte campaña de difusión del recurso. Sabemos que hay muchas familias que necesitan un recurso como el nuestro. Otro de mis objetivos siempre será cuidar a mi equipo, que cuente con los medios y tiempos necesarios para llevar a cabo la inmensa labor que realiza.
—¿Por qué decidió centrar su carrera profesional en el campo de la dependencia?
—Creo que por la misma razón por la que estudié Trabajo Social. Considero que es una manera de generar un impacto positivo en las vidas de las personas que más lo necesitan. Sé lo complicado que es convivir con personas que presentan una discapacidad intelectual y trastornos de conducta en un domicilio. Por regla general, los progenitores o los cuidadores principales se hacen mayores y, a la vez, la persona dependiente adquiere cada vez más fuerza. En la mayoría de las ocasiones, los cuidadores no pueden, no saben o no cuentan con las herramientas necesarias para abordar una situación difícil en casa. La mayoría de las familias se sienten abrumadas y también desesperadas. Nuestro centro de día tiene un equipo de profesionales que trabaja con la persona usuaria y también con las familias. Trabajar en este ámbito es una oportunidad para promover la inclusión, la autonomía, la igualdad de oportunidades y el respeto por la dignidad de cada persona. Y esto es lo que me motiva. A través de mi trabajo puedo contribuir a que esto pueda ser una realidad, que deje de ser un eslogan, que estas personas tengan una mayor calidad de vida y que puedan alcanzar su máximo potencial.
—¿Cuántas personas han pasado por San Lucas desde su apertura en 2008?
—En total hemos atendido a 144 personas. Actualmente, contamos con 43 plazas, de las cuales 33 están ocupadas.
—¿Cómo promueve el centro la autonomía y la inclusión social de los usuarios?
—Participamos en los talleres del distrito como cualquier otro vecino. Realizamos excursiones y salidas a muchos lugares de interés para ellos y propuestos por ellos. En estas actividades, los profesionales procuramos no llevar el uniforme porque, de alguna manera, con él estamos señalando a las personas que necesitan apoyo. Ya nos ha pasado que en una cafetería el camarero ha invisibilizado a las personas usuarias preguntando directamente al monitor qué querían tomar ellos. Igualmente, participamos en los eventos organizados por otras entidades dedicadas a la atención de la discapacidad. Y asistimos a los grandes eventos de la ciudad, como la Feria, la Navidad o la Semana Santa como cualquier otro ciudadano. Uno de nuestros principios es no hacer aquello que ellos pueden realizar por sí mismos. De hecho, muchos de nuestros usuarios utilizan de manera independiente el transporte público. Esto supone el manejo de dinero, orientación, conocer los medios de transporte, su recorrido. Trabajamos para que otros usuarios puedan hacerlo también.
—¿Cuáles son los principales desafíos a la hora de ofrecer una atención de calidad?
—Uno de los principales desafíos es adaptar las intervenciones con los usuarios. Cada uno tiene un perfil único y esto implica adaptar constantemente los apoyos, los espacios y talleres de una manera personalizada. La formación continua del personal es otro de los desafíos al que nos enfrentamos, ya que aunque el equipo de trabajo está muy cualificado y cuenta con una larga trayectoria en la unidad, una atención de calidad requiere constantemente una actualización de los enfoques terapéuticos y de la metodología. De igual forma, los trastornos de conducta exigen manejar situaciones complejas, de estrés y, en la mayoría de las ocasiones, estas situaciones son imprevisibles. Esto requiere unos protocolos bien establecidos y la capacidad de adaptarnos rápidamente en cada caso sin comprometer la seguridad ni la dignidad de las personas usuarias. Por último, la sensibilización social sigue siendo un aspecto critico de nuestro trabajo, así como facilitar la participación activa de las personas en su entorno comunitario.
—¿Cómo cree que la sociedad podría mejorar la integración y el apoyo a las personas con discapacidad?
—Es crucial fortalecer los lazos entre los centros de día y la comunidad. Esto genera más oportunidades para que las personas con discapacidad participen en actividades educativas, culturales y recreativas en igualdad de condiciones. Es fundamental promover la sensibilización y la educación para derribar los estigmas y prejuicios que aún existen. Esto implica campañas de concienciación que muestren las capacidades y el valor de estas personas. Además, los centros de día deben apoyar a las familias que cuentan con un miembro con una discapacidad, las cuales no se encuentran preparadas psicológica ni económicamente. Tenemos la responsabilidad de proveer un paraguas protector que les permita a muchos sobrevivir en la comunidad. Se necesitan políticas publicas sociales sólidas que garanticen recursos adecuados a centros de días y otros servicios de apoyo. Y, por último, recae en cada uno de nosotros poder contribuir adoptando una actitud mas empática, abierta y libre de prejuicios. La inclusión no es solo responsabilidad de las instituciones, es un esfuerzo colectivo que beneficia a toda la sociedad.
ResurgeMujer transforma la vida de mujeres migrantes
/en Acción social, Fundación SAMUFundación SAMU ha puesto en marcha la iniciativa ResurgeMujer, un programa de inserción sociolaboral subvencionado por el Instituto Andaluz de la Mujer cuyo eje central es el empoderamiento de mujeres migrantes en situación de vulnerabilidad. Este programa contribuye de manera conjunta a la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) número 5 (lograr la igualdad de género y empoderar a las mujeres), 8 (promover el crecimiento económico sostenido e inclusivo), 10 (asegurar un empleo productivo y decente, mediante acciones integrales centradas en la persona) y 17 (el trabajo en red a través de alianzas y colaboraciones).
«El nombre Resurge refleja la resiliencia, el empoderamiento y la capacidad de superación de las mujeres participantes», apuntan desde el área de Intervención Socioeducativa y de la Mujer de SAMU.
El programa cuenta con un equipo interdisciplinar compuesto por una coordinadora (socióloga), una técnica de inclusión (educadora y trabajadora social), una psicóloga sanitaria y un auxiliar administrativo, además de personas voluntarias que enriquecen las actividades: una profesora de español, una educadora infantil que ofrece asesoramiento en temas relacionados con la crianza positiva, la promoción de hábitos saludables para la infancia, una abogada que ofrece asesoramiento legal en extranjería, y una enfermera que aborda temas de salud sexual y reproductiva y ofrece información sobre el sistema sanitario andaluz.
Un espacio seguro y transformador
ResurgeMujer es un espacio seguro, de confianza y libre de prejuicios, donde las mujeres pueden compartir sus vivencias, sentirse apoyadas y trabajar en sus procesos personales y profesionales. Destaca por su metodología interseccional con perspectiva de género, donde el diseño personalizado de las intervenciones se consideran las múltiples identidades de cada persona (género, orientación sexual, estatus migrante), y cómo interactúan para generar experiencias únicas. Este enfoque facilita la comprensión de sus realidades y necesidades, impulsando acciones que aseguren el acceso a oportunidades y recursos.
Se distingue también por su compromiso con la inclusión, acogiendo a mujeres independientemente de su situación legal administrativa: solicitantes de protección internacional, mujeres con protección internacional concedida, mujeres en situación irregular, apátridas o aquellas con residencia regularizada. Actualmente, el programa cuenta con participantes de diversas nacionalidades, como Ucrania, El Salvador, Marruecos, Costa de Marfil y Colombia, lo que refleja la diversidad y riqueza cultural de las participantes.
Los ejes de trabajo de este programa combinan la atención directa a las mujeres participantes con acciones dirigidas a lograr cambios estructurales, partiendo del principio de que, sin bienestar personal y empoderamiento, no puede haber una inserción laboral sostenible y real. Por esta razón, se prioriza el abordaje de aspectos sociales y emocionales antes de trabajar directamente en la empleabilidad. Este enfoque integral reconoce que el bienestar psicológico, la construcción de redes de apoyo y la recuperación de la confianza son esenciales para que las mujeres puedan acceder y mantener un empleo en el tiempo.
Los servicios que se ofrecen son: acompañamiento individualizado (con derivaciones a otras entidades y organismos cuando se requiere), terapia psicológica y talleres grupales que fortalecen el bienestar emocional y fomentan el empoderamiento. Un ejemplo de ello es el Café-Cháchara, un taller que nace para favorecer la creación de redes y fomentar espacios de aprendizaje del idioma. Se trata de unos encuentros semanales en español dirigidos a mujeres no hispanohablantes y se imparten en torno a un café o té. Además, se imparten formaciones orientadas al empleo, que constituyen otro pilar fundamental.
Paralelamente, el programa ResurgeMujer trabaja intensamente en la sensibilización empresarial, un área clave que busca involucrar a las empresas como agentes de cambio y espacios de inclusión. Aquí las empresas no solo son vistas como lugares de empleo, sino como aliadas estratégicas en el proceso de integración. Se llevan a cabo acciones para concienciarlas sobre la importancia de contratar mujeres en sectores tradicionalmente masculinizados, promoviendo un cambio en sus culturas organizacionales y fomentando la igualdad de género. «Uno de nuestros trabajos prioritarios es lograr que las empresas en las que realicen prácticas formativas consideren las necesidades de las mujeres participantes, teniendo muy presente el momento vital del que parten. Este enfoque permite que el proceso de inserción esté acompañado de confianza y seguridad, tanto para la empresa como para las mujeres, asegurando un acompañamiento real durante el periodo de inserción, lo que facilita que adquieran las habilidades y la confianza necesarias para mantener un empleo a largo plazo», apuntan.
Otro aspecto destacado del programa es la valorización del pequeño comercio, otorgando un papel relevante al comercio de proximidad. Generar alianzas con pequeños negocios no solo apoya la economía local, sino que también permite un acompañamiento más personalizado y cercano en el proceso de inclusión laboral. Cuando las empresas se involucran, el impacto se refleja directamente en las mujeres.
Por último, cabe mencionar el espacio de ludoteca, diseñado para facilitar la participación de las mujeres con hijos e hijas. Este espacio, equipado con juegos y cuentos, permite que los menores se entretengan y disfruten mientras sus madres asisten a sesiones o talleres en el mismo espacio, promoviendo la conciliación y reduciendo el absentismo.
Cada mujer participante aporta una historia única de lucha, resiliencia y superación. Los talleres grupales, diseñados para compartir vivencias y reflexionar sobre los desafíos de la migración, han permitido a las participantes reconocerse en las experiencias de otras, transformando el sentimiento de aislamiento en un poderoso sentido de comunidad. Muchas mujeres llegan con expectativas altas sobre su nueva vida en España, que pronto se ven frustradas por las barreras sociales, legales y laborales. Sin embargo, el programa las acompaña en su proceso de reconstrucción, ayudándolas a reencontrar su confianza y a redefinir sus metas.
Una de estas historias es la de una mujer superviviente de mutilación genital femenina y trata de personas. Ésta llegó a España con una historia de sufrimiento marcada por la separación de sus hijos y la pérdida de su pareja. Sus vivencias han afectado profundamente su capacidad de comunicación y aprendizaje, pero su determinación para superar estos desafíos es extraordinaria. Gracias al programa, ha logrado establecer redes de apoyo que la están ayudando a recuperar la confianza. Actualmente, participa en unas prácticas formativas en una empresa que, al ser sensible a su situación, le ofrece un entorno adaptado a sus necesidades, permitiendo que la acompañemos los primeros días o en momentos puntuales, pues también cuenta con la barrera del idioma. Este caso refleja cómo el programa no solo facilita el acceso al mercado laboral, sino que también acompaña de forma integral a las mujeres durante todo el proceso.
«Estas historias reflejan el impacto transformador de ResurgeMujer. A través de talleres grupales y espacios de apoyo mutuo, las mujeres comparten sus trayectorias, enfrentan barreras comunes y encuentran en las experiencias de otras la fortaleza para avanzar. Sin embargo, el programa aún enfrenta el reto de consolidarse en el barrio, trabajando en colaboración con otras entidades», destacan.
ResurgeMujer continúa creciendo, fortaleciendo alianzas y consolidándose como un espacio donde las mujeres migrantes puedan encontrar apoyo, reconstruir sus vidas y alcanzar nuevas oportunidades.
SAMU fomenta el diálogo entre empresarios y jóvenes migrantes
/en Acción social, Cooperación InternacionalFundación SAMU, a través del área de Cooperación Internacional, Acción Humanitaria y Educación para la Ciudadanía Global, y en colaboración con el Ayuntamiento de Sevilla, celebró el 18 de noviembre un encuentro empresarial para la inclusión laboral de jóvenes inmigrantes. El evento, que se enmarca dentro del proyecto Ciudadanía Global: Conociendo Nuestra Vecindad-Polígono Norte, tuvo lugar en la sede de la Fundación MAS en Sevilla y reunió a empresarios, jóvenes migrantes y representantes de la comunidad local para dialogar sobre cómo el sector empresarial puede ser un motor de inclusión social y laboral.
El encuentro se centró en explorar cómo las empresas pueden contribuir a la Agenda 2030, especialmente en los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) relacionados con la inclusión laboral, la reducción de desigualdades y el trabajo decente. Durante la jornada, se presentó un diagnóstico del Polígono Norte, un barrio sevillano con alta concentración de población inmigrante, que expuso las barreras a las que se enfrentan los jóvenes migrantes para acceder a empleos dignos y formaciones adecuadas.
El diagnóstico, basado en encuestas y grupos focales, destacó que el 78% de las personas migrantes de este barrio sevillano se enfrentan a serias dificultades para encontrar trabajo. Sin una documentación legal adecuada, muchos se ven empujados hacia actividades precarias o ilegales, lo que no solo afecta su bienestar, sino que también pone en riesgo la cohesión social del barrio.
La inclusión laboral no solo beneficia a los jóvenes migrantes, sino también a las empresas. Según datos presentados durante el encuentro, las organizaciones que apuestan por incorporar a personas migrantes en condiciones dignas tienen un 80% más de retención laboral en comparación con el promedio. Además, la diversidad en el entorno laboral fomenta la innovación, mejora la reputación corporativa y abre puertas a incentivos gubernamentales.
Uno de los momentos más significativos de la jornada fue el diálogo directo entre empresarios y jóvenes migrantes. Los testimonios de estos jóvenes ofrecieron una perspectiva única sobre los retos que enfrentan y las aspiraciones que los impulsan. La interacción no solo rompió barreras, sino que también permitió a las empresas comprender mejor cómo pueden apoyar a este colectivo.
El Polígono Norte, conocido por su diversidad cultural y social, fue el punto central de este encuentro. En este barrio, el 45% de los residentes son inmigrantes, lo que subraya la necesidad de fortalecer las oportunidades formativas y laborales para promover la integración. Desde Fundación SAMU, se destacó que la inclusión laboral de los migrantes no solo desmonta prejuicios, sino que también construye puentes hacia una comunidad más cohesionada.
El evento, que contó con el apoyo del Ayuntamiento de Sevilla, culminó con un llamamiento a la acción. Fundación SAMU instó a las empresas a asumir un papel más activo en la construcción de una sociedad inclusiva, no solo como una responsabilidad social, sino como una oportunidad de crecimiento mutuo. Además, se planteó la necesidad de reforzar la colaboración entre instituciones, empresas y entidades sociales para garantizar que las iniciativas tengan un impacto real y sostenible. “La inclusión laboral no es una opción; es una necesidad para construir un futuro más justo y próspero para todos”, afirmó uno de los organizadores en el cierre del evento.
Este encuentro no solo marcó un hito en el compromiso de Fundación SAMU con la inclusión laboral, sino que también demostró cómo la colaboración entre el tejido empresarial y social puede transformar comunidades enteras.25
SAMU en Valencia: historias de barro, resiliencia y esperanza
/en Fundación SAMU, Salud y emergenciasEl 29 de octubre, la Comunidad Valenciana fue azotada por una Depresión Aislada en Niveles Altos (DANA) que dejó una estela de destrucción y dolor sin precedentes en la historia reciente de nuestro país, y cuyos efectos seguirán vigentes durante un tiempo por determinar. Las lluvias torrenciales y los desbordamientos de ríos afectaron gravemente a municipios como Catarroja, Picanya, Paiporta y Utiel. Las infraestructuras colapsaron y las viviendas quedaron sumergidas bajo el agua. Hasta el 26 de noviembre, las autoridades habían confirmado 221 víctimas mortales en la provincia de Valencia.
«Aquello era una película de miedo. En la zona cero, la gente gritaba y todo estaba lleno de barro. Había destrucción mirases por donde mirases. Me impactó mucho aquel paisaje tan desolador», explica Manuel Orozco, uno de los voluntarios del primer equipo que Fundación SAMU desplazó hasta la Comunidad Valenciana para ayudar a los afectados por la peor DANA del siglo. «Antes de llegar había visto muchas noticias e imágenes en las redes sociales, pero aquello había que verlo para creerlo».
La psicóloga María Casado, otra de las voluntarias de Fundación SAMU, coincide con su compañero en que «la realidad superaba con creces todas las noticias» que les llegaba a través de las redes sociales o los medios de comunicación. «El paisaje era desolador. Parecía que estábamos en guerra y que se había detenido el tiempo», reconoce Casado, que participó en el segundo contingente que activó la organización. «A pesar de que yo llegué en el segundo equipo, diez días después de la DANA, parecía que la gran riada había ocurrido el día anterior».
La magnitud de la tragedia ha movilizado a miles de voluntarios que, desde el primer momento, se han volcado en las labores de rescate, limpieza y apoyo a los damnificados. La respuesta solidaria ha sido masiva, con ciudadanos de toda España desplazándose a las zonas afectadas para brindar su ayuda, entre ellos profesionales de Fundación SAMU.
La misión
Un equipo de once voluntarios especializados en emergencias sanitarias y protección civil de SAMU partió el 31 de octubre de Gelves (Sevilla) con dirección al municipio de Utiel para ayudar a las comunidades afectadas.
SAMU activó un gabinete de crisis el martes 29 de octubre por la noche, cuando empezaron a llegar las alertas del desastre desatado esa misma tarde por las fuertes lluvias. En la mañana del miércoles día 30, la organización empezó a coordinar los preparativos para una posible misión de emergencia y a movilizar a sus profesionales y a los alumnos de Escuela SAMU. Y por la noche, la dirección de SAMU tomó la decisión de enviar un dispositivo a Utiel para atender el llamamiento de auxilio realizado por su Ayuntamiento. Utiel, con 11.000 habitantes, fue uno de los municipios más afectados por las riadas e inundaciones. Las lluvias asociadas a la DANA provocaron el desbordamiento del río Magro. Las imágenes de puentes destruidos, carreteras levantadas, barrios devastados y rescates al límite han dado la vuelta al mundo.
Este primer equipo que se desplazó al levante español estaba formado por once personas, bajo el mando de Sergio Vitrián, experto en protección civil. Viajaban profesionales con diversos perfiles: enfermería, técnico en emergencias sanitarias, bomberos y especialistas en emergencias sanitarias y protección civil. El convoy contaba con dos vehículos todoterreno, un puesto de mando 4×4 y una UVI Móvil, además de material de intervención logística.
El gabinete de crisis de SAMU estaba en contacto con las autoridades tanto de Andalucía como de Valencia, así como con otras organizaciones de emergencias, en una situación en el que todos los recursos se vieron desbordados para determinar las zonas prioritarias de actuación y para identificar los espacios y las tareas en los que se requería asistencia.
Cuando el equipo de SAMU llegó a la zona se encontró con numerosos recursos y efectivos, pero faltaba coordinación. Por esta razón, en un primer momento, SAMU llevó a cabo funciones de coordinación de emergencias y, posteriormente, se desarrollaron labores de asistencia sanitaria casa por casa y de logística y rescate. «Era necesario coordinar todos los recursos. Había muchas manos, pero faltaba coordinación. Yo fui el responsable de organizar los diferentes profesionales que acudían de manera voluntaria, como enfermeros, bomberos, electricistas, fontaneros o cerrajeros. Estos últimos eran muy importantes, pues había numerosas casas cerradas y sus propietarios no tenían forma de entrar en ellas», comenta Manuel Orozco, responsable de logística del primer contingente de SAMU y alumno de ciclo de FP de Técnico de Emergencias Sanitarias de Escuela SAMU.
«En la vida trabajamos y nos esforzamos para tener una casa y un coche, y aquellas personas lo habían perdido todo en cuestión de minutos. Vieron desaparecer su casa y su coche delante de sus ojos sin poder hacer nada, porque, si intentaban evitarlo, podían perder su vida», continúa Orozco.
Este profesional recuerda ya en Sevilla cómo los vecinos de Utiel trataba a los voluntarios de SAMU como héroes sólo por el hecho de ayudarles. «Es algo que no se puede explicar. Nosotros hacíamos nuestro trabajo, pero para los vecinos de Utiel era mucho más. Les llamaba la atención que un grupo de personas vinieran desde Sevilla, siete horas en coche, a ayudarles», apunta Orozco, que también participó este verano en el dispositivo de emergencias de Ceuta que SAMU activó ante la llegada masiva de personas migrantes.
Tras una semana en Utiel, Fundación SAMU envió un segundo equipo de 14 voluntarios formado por cuatro psicólogos, dos enfermeros, ocho técnicos de emergencias sanitarias y expertos en protección civil al municipio de Catarroja como respuesta a la demanda de apoyo formulada por las autoridades locales y regionales que estaban al frente de la gestión de la emergencia.
Este equipo multidisciplinar dio el relevo al primer contingente enviado por SAMU al municipio de Utiel, que regresó a la base el 2 de noviembre.
El nuevo dispositivo tenía como objetivos proporcionar primeros auxilios a la población; proporcionar equipo de protección individual (EPIs) y atender a aquellas personas afectadas por la propagación de enfermedades transmisibles; colaborar en la gestión, almacenamiento y transporte de los centros de recepción de alimentos en el municipio de Catarroja; y proporcionar apoyo psicológico fijo y móvil ante la posible alta demanda por parte de la población afectada por la DANA. La misión se prolongó durante 10 días.
«En cuanto llegamos nos pusimos al servicio de las autoridades locales para dar apoyo psicológico. Por un lado, realizábamos el seguimiento de casos que ya estaban identificados por los servicios sociales, y, por otro, detectábamos casos nuevos», explica la psicóloga María Casado.
«Los afectados por la DANA necesitaban hablar, alguien que les escuchara. Cuando hay una catástrofe de estas características, si no hay pérdidas humanas en nuestro entorno más cercano, sólo pérdidas materiales, decimos que estamos bien, pero no es verdad», continúa Casado. «Nos hemos encontrado con personas muy resilientes, especialmente las personas mayores, muchas de las cuales vivían en plantas bajas y se habían refugiado en las casas de sus vecinos o llevaban hasta diez días sin poder salir de sus viviendas. Muchas personas mayores, que ya habían vivido una riada anterior en los años 50, nos dijeron que la de 2024 había sido mucho peor».
Manuel Orozco, por su parte, reconoce que no han sido consciente de lo que han visto y vivido en Valencia hasta que no han regresado a Sevilla. «Allí estás en una burbuja. Allí estás, literalmente, metido en el fango y sin parar de trabajar de ocho a ocho y, sin embargo, cuando terminas parece que sólo ha pasado una hora. Ya en Sevilla, nos dimos cuenta de que somos unos privilegiados. Hemos tenido mucha suerte porque ésta ha sido la mayor catástrofe que ha sufrido España».
Orozco también destaca la importancia del trabajo en equipo y del compañerismo. Reconoce que no conocía a ninguno de sus compañeros hasta que salieron hacia Utiel, pero que rápidamente conectaron. «En una misión humanitaria, los compañeros son tu familia, lo más importante». Los compañeros son la piedra en la que apoyarse y recargar fuerzas para seguir ayudando a los demás.
La gestión del caos
/en Salud y emergenciasPor Carlos Álvarez Leiva, presidente fundador de SAMU
20La gestión de una crisis requiere anticipación y un enfoque integral basado en el conocido como triángulo mágico: capacidad organizativa, asistencial y logística. La clave para absorber el caos radica en un despliegue coordinado de recursos, una prestación de socorro eficaz y una estructura de mando sólida. Una logística adaptada y una cadena de mando clara son esenciales para restablecer el orden y responder de manera efectiva a las necesidades urgentes de la crisis.
El caos es una alteración súbita, temporal y explosiva de la armonía de los sistemas que afecta gravemente a la vida, las estructuras y el medio ambiente. Tiene una duración limitada que depende de la resiliencia del sistema afectado. El caos es opuesto al orden, al control y al equilibrio, y genera pánico, angustia, inseguridad, degradación y, en situaciones extremas, muerte y desolación.
Gestionar el caos implica reconducir la situación mediante una serie de esfuerzos organizativos concretos, medibles y realizables, con una secuencia precisa y probada que incluye: búsqueda, salvamento, rescate, socorro médico, seguridad, abrigo y atención psicosocial.
El tempo caótico
En toda catástrofe, ya sea pequeña o de gran escala, se presenta un tempo caótico súbito en el cual la capacidad de reacción se ve anulada temporalmente. Este estado de shock es pasajero y su duración es inversamente proporcional al grado de planificación previa. Se caracteriza por disfunciones graves en la autoridad, confusión, inseguridad, incertidumbre, órdenes contradictorias y una desproporción dramática entre las necesidades y los recursos disponibles.
La persistencia del tempo caótico está influenciada por diversos factores, entre los que destacan: el nivel de cultura en gestión de crisis, el grado de daño en las infraestructuras de comunicación y la politización de la gestión de recursos.
La respuesta y sus fases
La anticipación es el principio logístico fundamental. Analizar la situación mientras se espera la recopilación de todos los datos solo conducirá a prolongar el caos y aumentar el sufrimiento de las víctimas. La respuesta a las catástrofes nunca es completamente suficiente ni perfectamente coordinada, debido a la diversidad de tiempos y capacidades de respuesta, que varían según el tipo de catástrofe, su extensión y la vulnerabilidad de la zona afectada.
Inmediatamente después de la primera intervención de proximidad ocurre el tsunami humanitario: la llegada espontánea y desorganizada de ayudas no solicitadas que, aunque bien intencionadas, aumentan la desorganización y retrasan la rehabilitación.
Conforme los medios de comunicación reducen la cobertura de la noticia, los apoyos foráneos tienden a desaparecer, incrementando la soledad de los afectados. En este punto, comienzan a aparecer los esfuerzos gubernamentales, generalmente de forma más organizada, pero a menudo tardíos.
Principios para la gestión del caos
Para gestionar el caos de manera efectiva en situaciones de crisis es fundamental anticiparse y realizar una evaluación detallada. El principio de respuesta previa a la demanda es el único criterio de éxito para asegurar una gestión eficiente. La acción debe dejar a un lado la influencia política y dar prioridad a un enfoque técnico, asegurando que las decisiones y acciones estén basadas en criterios profesionales y operativos.
La gestión debe enfocarse en establecer un mando único que aglutine y coordine todas las capacidades disponibles. Este liderazgo es esencial para fijar metas claras, sencillas y alcanzables, diferenciando lo fundamental de lo importante para priorizar los esfuerzos de manera efectiva. La intervención debe seguir una secuencia estratificada de operaciones que incluya búsqueda, rescate, salvamento, seguridad, socorro y refugio, permitiendo una respuesta organizada y escalonada.
Es vital fortalecer la autonomía de los intervinientes bajo una dirección única para garantizar que las acciones en terreno sean ágiles y eficaces. Las decisiones deben tomarse rápidamente y sin temor a equivocarse, ya que la prontitud es clave para reducir el impacto del caos. Además, establecer un canal de comunicación eficaz entre los intervinientes lo más pronto posible permite coordinar las operaciones de manera eficiente y evita malentendidos.
La organización de espacios para la recepción ordenada de la ayuda es fundamental, facilitando el flujo de recursos y reduciendo la confusión. Por último, la capacidad de adaptarse a los cambios y ajustar las estrategias conforme se desarrolla la emergencia es indispensable. La formación de equipos y su distribución por sectores optimiza la gestión y garantiza que cada área de la crisis esté debidamente atendida. La concentración, clasificación y evacuación de los heridos son procesos claves que deben ser ejecutados con rapidez y precisión.
Factor humano
El profesional que desempeñe la gestión del caos debe poseer una sólida formación en gestión de crisis, además de características y habilidades que le permitan responder de manera efectiva en situaciones de alta presión y complejidad. La resiliencia es fundamental, ya que asegura la capacidad de recuperarse rápidamente de las adversidades y mantiene la estabilidad emocional y operativa. Asimismo, es vital contar con una mentalidad flexible que permita adaptarse a circunstancias cambiantes y ajustar las estrategias conforme evolucionan.
La capacidad de establecer metas inmediatas es otro componente esencial. En un entorno de crisis, priorizar objetivos claros y alcanzables es clave para avanzar de manera efectiva. La claridad de pensamiento es indispensable para tomar decisiones rápidas y acertadas, mientras que una estructura mental jerarquizada facilita el procesamiento de información y la identificación de prioridades.
La eficiencia en el uso de los recursos disponibles es crucial, ya que las limitaciones en suministros y tiempo son comunes en estas circunstancias. Finalmente, la habilidad para liderar en momentos críticos no solo motiva y organiza al equipo, sino que también proporciona dirección y confianza, elementos esenciales para gestionar el caos con éxito.
Una guía de herramientas para ayudar a personas migrantes
/en Acción social, Cooperación Internacional, Fundación SAMUSevilla acogió entre los días 7 y 11 de noviembre la tercera etapa del proyecto Languages of Welcome, dentro del programa europeo Erasmus+, una iniciativa de intercambio de buenas prácticas entre países de la frontera sur y el Mediterráneo norte. Este evento trasnacional contó con diversas actividades, entre las cuales destacó la presentación de la Guía Internacional de Buenas Prácticas LOW, que incluye varias metodologías innovadoras para la intervención con personas migrantes en frontera norte y sur. La presentación se realizó en Escuela SAMU el 8 de noviembre.
Fundación SAMU, a través de su área de Infancia y Familia, participa desde el año pasado en el programa Erasmus+ K2 Languages of Welcome, que se desarrolla en el marco de las iniciativas de la Comisión Europea para el intercambio de buenas prácticas entre distintos países miembros y países vecinos. Es un curso formativo sobre migración e inclusión a partir de buenas prácticas y para el cual se cuenta con la colaboración de Fundacione Emmanuel, con sede en Lecce (Italia). Esta iniciativa tiene financiación de la Unión Europea a través de su programa de movilidad Erasmus Plus (+).
Las actividades de Erasmus+ se basan en intercambios formativos de prácticas ejemplares en el marco de la Unión Europea. Este tipo de actividades ponen en contacto a entidades no gubernamentales y los jóvenes vinculados a estas entidades de distintos países, bien porque son usuarios de los servicios que ofrecen o bien porque forman parte de su personal laboral. En el caso concreto de la iniciativa K2 no se trata solo de población joven, sino que, por el contrario, está dirigido a activos con más experiencia de las distintas entidades.
El objetivo principal de este tipo de iniciativas es establecer redes de comunicación y colaboración en iniciativas globales que potencien la implantación internacional de la entidad, la mejora de las competencias sociolaborales de sus equipos y, por supuesto, los estándares de calidad de las organizaciones participantes.
Italia es el socio principal del programa a través de la Fundación Enmmanuel y España el segundo socio a través de Fundación SAMU. En este proyecto internacional también participan otras entidades de Portugal, Grecia, Albania y Túnez, como Glocal Music (Portugal), ROES Coperativa (Grecia), BVV (Portugal), Network for Children Right (Grecia) o Fractals Educación Artística (España).
Este proyecto se divide en tres partes que se desarrollarán a lo largo de dos años, 2023-2025 con actividades de diferente índole, como la que tuvo lugar este mes de noviembre en Sevilla.
En este caso concreto, los participantes visitaron diferentes dispositivos de Fundación SAMU, así como las instalaciones de Escuela SAMU, en Gelves, de la mano de su director, Thomas Coyoutopoulo, y los centros de menores DISL Nervión y el RB El Olivar, especializado en la atención de niños con discapacidad. También se llevó a cabo una evaluación del programa por parte de todos los operadores en el Hogar Virgen de los Reyes y una visita a los principales enclaves de la ciudad de Sevilla. «Para Fundación SAMU era muy importante ser un buen anfitrión y que los asistentes del resto de países se sintieran como en casa», explica Laura G. Rebolo, coordina el proyecto Erasmus+ K2 Languages of Welcome.
En este evento trasnacional participó un equipo de 14 personas procedentes de los diferentes operadores de los socios europeos y españoles: Italia, Portugal y Grecia, además de Fundación SAMU como principal socio español y la entidad valenciana Fractals Educación Artística. No obstante, a la presentación de la Guía Internacional de Buenas Prácticas LOW, que se realizó en Escuela SAMU, acudieron cerca de 40 personas, entre las que se encontraba tanto miembros de Fundación SAMU como de otras entidades que trabajan con población migrante en Andalucía, como Hijas de la Caridad, Fundación Don Bosco, Acercando Realidades o DOC2001.
La jornada de presentación estuvo dividida en tres partes. La primera parte estuvo centrada en la presentación de las diferentes entidades trasnacionales que participan en el proyecto.
Un paquete de buenas prácticas
Luego, fue el turno de la presentación de la Guía Internacional de Buenas Prácticas y el paquete de herramientas que se ha elaborado a lo largo de todo el proceso. Esta presentación corrió a cargo de Luana Duma, la coordinadora del programa desde Italia, con el apoyo de Raquele Bianchi, de Fundacione Enmanuele.
«Este proyecto se enmarca dentro de la prioridad horizontal del programa Inclusión y Diversidad y con él se pretende contribuir a la promoción de una Europa inclusiva. El proyecto quiere contribuir a la formación de valores comunes, compromiso cívico y participación, ya que incluye metodologías creativas y participativas que permiten la implicación de las comunidades locales de los países socios en los procesos de inclusión de las personas migrantes, la construcción de valores compartidos y prácticas de acogida innovadoras que permitan la promoción de la ciudadanía activa y los procesos de convivencia pacífica», explica Laura García Rebolo.
«Aunque fue una iniciativa un poco complicada para muchos asistentes ya que la presentación de la guía se realizaba en inglés, el sentir general fue de admiración hacia el proceso y ganas de poder acceder al material definitivo. Recibimos muchas felicitaciones de otras entidades. Estas nos dijeron que les parecía un proyecto muy interesante. Desde las áreas de Acción Social e Infancia y Familia de Fundación SAMU, dentro de las cuales se enmarca este proyecto, hemos recibido una valoración muy positiva y el impulso para continuar con iniciativas de esta índole», continua Rebolo.
Uno de los objetivos de estos eventos trasnacionales es la creación y el fortalecimiento de redes entre diferentes organizaciones y países que puedan colaborar en la construcción de una Europa más fuerte y mejor.
Escuela SAMU: aprender a sobrevivir para salvar vidas
/en Escuela SAMUEscuela SAMU ha arrancado noviembre con una experiencia única de inmersión en técnicas de supervivencia: la primera acampada de supervivencia de este curso académico, un evento que se ha convertido en un pilar fundamental para el desarrollo integral de los alumnos.
La actividad se celebró entre el 5 y el 8 de noviembre en un entorno rural, donde los estudiantes del Máster de Enfermería en Urgencias, Emergencias, Catástrofes y Acción Humanitaria (UECAH) y los alumnos de los ciclos de Formación Profesional de Técnico en Emergencias Sanitarias (TES), Técnico en Emergencias y Protección Civil (TEPC), Técnico Superior de Coordinación en Emergencias y Protección Civil (TSCEPC) y Técnico en Cuidados Auxiliares de Enfermería (TCAE) fueron sometidos a un riguroso programa diseñado para probar y perfeccionar sus habilidades en condiciones adversas.
La acampada responde a la necesidad de preparar a los futuros profesionales para situaciones reales de emergencia y catástrofe en las que escasean tanto los recursos como la certeza sobre lo que puede ocurrir. Los participantes se ven obligados a improvisar, gestionar recursos mínimos y actuar con rapidez y precisión en un entorno natural. Esta experiencia formativa va mucho más allá de la teoría, permitiéndoles poner en práctica no solo conocimientos técnicos, sino también capacidades emocionales y de liderazgo en un ambiente controlado.
«La mayoría de las veces, como profesionales sanitarios, nuestros alumnos deben trabajar en condiciones en las que la rapidez y el dominio de sí mismos son claves», explica uno de los instructores de Escuela SAMU. «Esta acampada los empuja a descubrir sus límites, mientras les enseñamos a afrontarlos de forma organizada, empática y resiliente».
La actividad comenzó con un briefing en las instalaciones de Escuela SAMU, en Gelves (Sevilla), donde los estudiantes, organizados en tres equipos (Alfa, Bravo y Charlie), recibieron instrucciones y verificaron el material de supervivencia. El programa, dividido en jornadas de actividades y talleres, ha sido diseñado para cubrir todos los aspectos necesarios de una intervención en emergencias, desde la organización del campamento hasta la movilización de heridos y la gestión de contingencias.
El enfoque de cada jornada variaba, comenzando con tareas de zonificación del campamento y pasando por entrenamientos específicos en técnicas de rescate, defensa personal y atención en incidentes con múltiples víctimas. Cada equipo, liderado por instructores con experiencia en emergencias y catástrofes, tuvo la oportunidad de enfrentarse a distintos escenarios de entrenamiento y trabajar en turnos de vigilancia nocturna, una actividad diseñada para simular el compromiso y la disciplina que exige el trabajo en misiones de rescate prolongadas.
Uno de los aspectos más destacados de la acampada fueron los talleres. Cada uno de ellos estaban diseñados para cubrir diferentes habilidades críticas en entornos de supervivencia. Los participantes rotaron en los siguientes talleres: transmisiones para respuesta de emergencia; refugio de circunstancias, en el que los estudiantes aprendieron a construir refugios improvisados utilizando elementos naturales y herramientas básicas; perfeccionamiento en obtención de fuego; potabilización de agua; primeros auxilios en la naturaleza; valoración primaria en terreno hostil, que enseña a los estudiantes a identificar y tratar rápidamente amenazas a la vida en un ambiente hostil; contención verbal y manejo de pacientes agitados; defensa personal; rescate con vehículos; y sectorización en incidentes con múltiples víctimas, donde se abordaron conceptos de sectorización en emergencias, enseñando a los estudiantes a establecer zonas de seguridad y a coordinar la comunicación entre el equipo y el Centro de Coordinación de Urgencias.
La acampada no solo fue un reto para los conocimientos técnicos de los estudiantes, sino también una prueba de sus capacidades físicas y psicológicas. Para estos futuros profesionales, acostumbrados al entorno académico, esta actividad representó una ruptura con la rutina y una oportunidad de experimentar en condiciones reales lo que significa enfrentarse a una emergencia en la que la vida de las personas depende de su habilidad para tomar decisiones rápidas y efectivas.
«Cuando estás en un aula, puedes leer y escuchar historias sobre cómo responder en emergencias, pero nada es igual que estar en el terreno y tener que aplicar lo que has aprendido bajo presión,» comenta uno de los alumnos. «Esta experiencia me ha permitido descubrir mis fortalezas y también aquellas áreas en las que debo mejorar».
Además de los talleres técnicos, uno de los objetivos fundamentales de la acampada es reforzar la importancia del trabajo en equipo y la jerarquía en situaciones de emergencia. En los contextos caóticos en los que estos futuros profesionales podrían encontrarse, la habilidad para seguir órdenes, comunicarse eficazmente y trabajar en coordinación es clave. Por esta razón, la acampada incluyó diversas actividades que fomentaban estas cualidades, desde la vigilancia nocturna por turnos hasta la ejecución de simulacros en equipo. «La comunicación, el respeto a la jerarquía y el apoyo mutuo son esenciales en las emergencias. Estos estudiantes deben aprender a confiar en sus compañeros y a saber cuándo asumir el mando», apunta uno de los instructores.
El aprendizaje práctico de esta acampada de supervivencia deja una huella profunda en cada participante. En un entorno natural, los alumnos no solo aplicaron conocimientos técnicos, sino que también fueron expuestos a sus propios límites, enfrentándose a la dureza de la naturaleza y a la presión de ser responsables de su propio bienestar y el de sus compañeros.
La acampada también les brindó la oportunidad de trabajar con instructores altamente cualificados, quienes, con experiencia en emergencias sanitarias, compartieron con ellos lecciones de primera mano sobre los desafíos y recompensas de este trabajo.
Cada jornada finalizaba con un análisis de las actividades del día, en el que los instructores guiaban a los participantes en la reflexión sobre sus actuaciones, tanto de manera individual como en equipo, subrayando aciertos y proponiendo áreas de mejora.
Para los participantes de esta acampada, el regreso a Escuela SAMU no fue el fin, sino el comienzo de una reflexión profunda sobre lo aprendido y sobre cómo podrían aplicar estas habilidades en su carrera profesional. De hecho, al finalizar la experiencia, se les entregó una encuesta de satisfacción, donde compartieron sus impresiones y sugirieron mejoras para futuras ediciones. Escuela SAMU valora enormemente estas opiniones, ya que reflejan tanto los éxitos como las oportunidades de mejora de este tipo de actividades.
La acampada de supervivencia es solo el primer paso en un viaje de formación que estos estudiantes han elegido emprender. Al completar esta actividad, los alumnos no solo adquieren habilidades técnicas esenciales para su carrera, sino que también desarrollan la capacidad de adaptarse a lo inesperado y trabajar bajo presión, cualidades que los harán destacar en el campo de la medicina de emergencia y la ayuda humanitaria.
La transformación digital de SAMU avanza con el desarrollo de herramientas pioneras
/en Personal, SeguridadEn su compromiso con la transformación digital de la organización, SAMU, bajo la iniciativa SAMU Orión, sigue desarrollando iniciativas en dos líneas de trabajo: en primer lugar, la mejora de los procesos de gestión interna; y, en segundo lugar, la mejora de la eficiencia organizativa y la calidad de los servicios. En esta segunda línea, la entidad cuenta con el acompañamiento de la consultora OGA Data Driven Solutions. Juntas, ya han madurado dos proyectos innovadores y de alto impacto que generarán cambios organizativos importantes: el proyecto LLM (Large Language Models) y el proyecto de optimización de calendarios.
1. Proyecto LLM (Large Language Models)
El Proyecto LLM es una de las soluciones más avanzadas desde el punto de vista tecnológico desarrolladas hasta la fecha para SAMU. Esta herramienta de procesamiento de lenguaje natural (NLP) está diseñada para facilitar las consultas de información sobre la organización y optimizar el tiempo y la precisión en la revisión de documentos. Por situarla en un ámbito familiar para los usuarios, su utilidad es similar a la de ChatGPT, pero centrada en contenidos sobre SAMU.
Originalmente implementada en el departamento jurídico, esta tecnología ha sido recientemente extendida al área de desarrollo reflejando así su alto valor para distintas áreas organizativas.
El LLM permite a los usuarios realizar consultas en lenguaje natural sobre cualquier documento o grupo de documentos relevantes. A través de preguntas directas, el sistema proporciona información de manera precisa y rápida, integrando una amplia gama de documentos internos y externos relevantes para SAMU y sus colaboradores. De este modo, gracias a esta herramienta los departamentos pueden contrastar decisiones y optimizar sus actuaciones con base en datos detallados y accesibles.
Este sistema ofrece varios beneficios estratégicos a la organización. En primer lugar, permite a los usuarios profundizar en situaciones específicas de servicio mediante el análisis de documentos y experiencias previas. Así, el proyecto LLM posibilita que las decisiones sean más informadas y mejor fundamentadas.
Además, convierte el conocimiento acumulado en la organización en un recurso disponible y accesible aprovechando la experiencia de personas clave y eliminando la dependencia de los soportes lineales que, tradicionalmente, dificultan la explotación rápida de información.
Gracias a esta innovadora solución, SAMU agiliza y mejora significativamente el flujo de trabajo en los departamentos beneficiarios. El proyecto LLM va a ser una herramienta esencial para optimizar la eficacia operativa.
2. Proyecto Optimización de Calendarios
La gestión de horarios y cargas laborales en SAMU es compleja históricamente debido a las necesidades de organización de los recursos en diversas áreas y servicios.
El proyecto de Optimización de Calendarios, desarrollado junto al equipo de OGA, aborda estos desafíos al proporcionar una solución robusta y adaptable que integra la calendarización y la gestión de incidencias en una plataforma trazable y en tiempo real.
Este sistema automatiza y optimiza la planificación de turnos, y gestiona las incidencias de última hora para permitir una replanificación rápida y eficaz.
La herramienta estará disponible en los sistemas de gestión de SAMU consolidando la información en un entorno unificado, facilitando la gestión de tiempos y permitiendo que cada trabajador pueda visualizar y actualizar su disponibilidad y carga de trabajo de manera ágil y en tiempo real.
Esta solución proporciona múltiples beneficios que impactan de forma positiva en la organización. Permite a los responsables de cada centro o servicio acceder a la generación de cuadrantes y ajustes en tiempo real, y facilita una replanificación rápida de horarios y cargas de trabajo para adaptarse a las necesidades operativas.
El uso de parámetros matemáticos y la IA para la configuración de los cuadrantes más óptimos posibles para cada unidad de servicio, también garantiza que las consecuencias retributivas derivadas de cualquier cambio en los turnos se ajusten automáticamente, integrándose eficazmente con el sistema de gestión corporativa.
Este proceso es relevante, ya que maximiza la gestión de cuadrantes y retribuciones y asegura que la organización mantenga la flexibilidad y eficiencia necesarias para ofrecer sus servicios, incluso en situaciones no planificadas, adaptándose en tiempo real a los cambios en la demanda.
Estos proyectos, enmarcados en SAMU Orión, profundizan en la misión de SAMU de modernizar sus procesos internos y ofrecer servicios de alta calidad, fiables y adaptados a las necesidades del entorno cambiante.
SAMU firma con el Sevilla FC
/en Personal, Salud y emergenciasEl Sevilla FC ha firmado un convenio con SAMU para garantizar la asistencia médico-sanitaria durante los partidos de fútbol y eventos que se celebren en su estadio, el Ramón Sánchez-Pizjuán, situado en la capital sevillana. Este acuerdo, que también se extiende a las instalaciones del Estadio Jesús Navas y la Ciudad Deportiva José Ramón Cisneros Palacios, refuerza el compromiso del club con la seguridad y el bienestar de sus aficionados, jugadores y personal.
El objeto principal del convenio es la prestación de servicios de asistencia a enfermos críticos, urgencias y emergencias, así como el traslado a centros hospitalarios en caso de ser necesario. Esta colaboración será efectiva en todos los encuentros de los primeros equipos masculino y femenino, así como del primer filial y escalafones inferiores, y cubrirá también entrenamientos de equipos visitantes en competiciones nacionales e internacionales.
La duración inicial del contrato es de un año, con la posibilidad de prorrogarse tácitamente. Este enfoque flexible permite al Sevilla FC adaptarse a futuras necesidades y garantizar una cobertura constante de calidad.
La experiencia de SAMU, que cuenta con más de 40 años en el ámbito de las emergencias sanitarias, es un valor añadido para esta colaboración. Su capacidad para planificar y ejecutar operativos en eventos de gran magnitud se ha demostrado en sus intervenciones previas con el Sevilla FC, así como en otros grandes eventos deportivos, como la Maratón de Sevilla. SAMU se encargará de proporcionar un equipo de profesionales altamente cualificados, compuesto por médicos y técnicos especializados en emergencias, asegurando así una atención rápida y eficaz ante cualquier eventualidad sanitaria.
Este acuerdo sigue la estela de una colaboración similar que SAMU firmó en septiembre con el Real Betis Balompié. En ese caso, el dispositivo sanitario se desplegará en el estadio Benito Villamarín, atendiendo no solo a los jugadores y personal técnico, sino también a los miles de espectadores que asisten a los partidos. En ambos casos, los dispositivos estarán compuestos por un equipo multidisciplinario, incluyendo médicos, enfermeros y técnicos de emergencias, respaldados por ambulancias medicalizadas con Soporte Vital Avanzado.
La atención abarcará desde situaciones críticas hasta la asistencia a patologías más comunes, garantizando que todas las emergencias sean atendidas de manera oportuna. Además, SAMU se compromete a ofrecer formación en Soporte Vital Avanzado al personal médico del club, fortaleciendo así las capacidades de respuesta ante emergencias.
Con este nuevo acuerdo, el Sevilla FC y SAMU no solo aseguran un entorno seguro para sus eventos, sino que también reafirman su compromiso con el bienestar de la ciudadanía y el deporte andaluz. Este esfuerzo conjunto subraya la importancia de la preparación y la atención médica en el ámbito deportivo, un aspecto fundamental en el desarrollo de cualquier evento que congregue a grandes multitudes.