Alba Garrido Gata

Alba Garrido Gata: “Las personas somos más vulnerables de los que creemos”

Alba Garrido Gata (Sevilla, 1993) es la coordinadora del nuevo proyecto de Fundación SAMU dirigido a personas sin hogar en Sevilla, Córdoba y Cádiz.

—¿Cómo acaba una graduada en Educación Primaria trabajando en un proyecto dirigido a personas sin hogar?
—Me gusta aprender. Soy una persona muy curiosa. Yo creía que quería ser maestra, pero, poco a poco, me fui metiendo en proyectos vinculados a la educación social y me enamoré. De hecho, comencé a trabajar en Fundación SAMU en junio de 2017 con la perspectiva de trabajar sólo los meses de verano. Entré con funciones de monitora en la Residencia San Sebastián y ahora llevo la coordinación del programa para personas sin hogar en Andalucía y realizo labores de coordinación y seguimiento de otros proyectos y servicios del área de Dependencia e Inclusión Social de Fundación SAMU.

—¿Echa de menos su trabajo en la Residencia San Sebastián y a los chicos de la compañía de teatro Idilio Escénico, proyecto que promovió en 2018?
—Echo mucho de menos el contacto con los residentes de San Sebastián, aunque mantengo con algunos el contacto en la distancia. Del trabajo en la Residencia San Sebastián echo de menos esa libertad para proponer ‘locuras’, como la compañía de teatro. Siempre tuve la suerte de que la dirección del centro viera acertadas mis ideas, los usuarios y usuarias sintieran como suyas mis propuestas y mis compañeros y compañeras no me pusieran con las maletas en la calle (se ríe). De la compañía Idilio Escénico lo echo todo de menos. Cuando trabajas en vinculación directa con las emociones es muy difícil separarse de ello. Con el Covid-19, la actividad de la compañía decayó, pero existe un plan de vuelta a los escenarios que esperamos firmemente sea una realidad este 2023.

—Actualmente sus funciones se centra en el nuevo proyecto puesto en marcha por Fundación SAMU dirigido a personas sin hogar. ¿En qué consiste exactamente este programa?
—Se trata de un servicio de inserción social y laboral a través de pisos de baja supervisión destinados a personas sin hogar que tengan capacidad para acceder a un puesto de trabajo que le permita vivir de manera independiente. Las acciones principales son el desarrollo de habilidades de autonomía en la gestión del hogar (planificación de gastos, menús…), el asesoramiento y acompañamiento en el itinerario formativo-laboral y el apoyo social para la inclusión en la vida comunitaria. Desde Fundación SAMU realizamos un trabajo de seguimiento, orientación y acompañamiento.

—¿Cuál es el objetivo principal de este recurso?
—Acompañar a las personas en su itinerario de inserción sociolaboral mediante el apoyo en la formación, la realización de prácticas formativas y acuerdos de colaboración con empresas. El objetivo principal es que estas personas se enganchen al mercado laboral y que puedan ahorrar mientras permanecen en el servicio con el fin de que en un periodo de 8 a 12 meses puedan establecerse de manera independiente en una vivienda ajena al servicio.

—Lo que cuenta me recuerda a los Programas de Mayoría de Fundación SAMU, destinados a jóvenes migrantes que cumplen la mayoría de edad
—Sí, podemos decir que este proyecto toma como referencia los programas de mayoría. Es decir, el perfil de los usuarios es diferente, pero los objetivos y la metodología son similares.

—¿Cuál es el perfil de los usuarios?
—La gran mayoría son personas extranjeras. Hay un popurrí de nacionalidades, aunque muchos de ellos proceden de Marruecos y de la zona subsahariana. La edad también es muy variada. Los más jóvenes tienen 19 y 20 años, y los mayores, entre 50 y 55 años.

—¿De cuántos pisos disponéis y dónde se encuentran?
—SAMU presentó este proyecto de licitación pública en varias provincias andaluzas y, finalmente, logró su adjudicación en Sevilla, Córdoba y Cádiz. El proyecto cuenta con 36 pisos, 12 por provincia, y en cada uno de ellos viven 3 personas. Los pisos que actualmente tenemos en Sevilla se sitúan en Sevilla capital y la zona del Aljarafe. En la provincia de Cádiz están en la zona del Campo de Gibraltar, San Fernando, Jerez y Sanlúcar de Barrameda. Y en Córdoba, están concentrados entre Córdoba capital y el municipio de Lucena.

—¿Cómo está resultando la búsqueda de pisos de alquiler?
—Muy difícil. El precio del alquiler está disparado, de ahí que en puntos como Cádiz capital nos resulte casi imposible establecer este programa. Pero no sólo nos encontramos con un obstáculo económico. No siempre los propietarios quieren alquilarnos sus pisos debido al perfil de nuestros usuarios.

—¿Cómo han transcurrido estos primeros meses?
—El proyecto se puso en marcha en febrero. La primeras semanas, como en cualquier servicio nuevo, fueron un poco caóticas y de reajuste del servicio, con la incorporación de nuevos compañeros y compañeras en la organización, la llegada de las personas usuarias… Ahora ya todo tiene otro color, el proyecto va cogiendo forma y, en apenas dos meses, ya hay usuarios que han encontrado un empleo o han iniciado sus prácticas formativas. Es decir, ya estamos viendo el fruto del trabajo de nuestro magnifico equipo.

—¿Qué supone para usted, profesional y personalmente, trabajar en este nuevo proyecto?
—El crecimiento profesional es indudable. He dado un gran salto en las funciones de gestión de servicios y de responsabilidad al tener que coordinar el trabajo de un equipo en diferentes puntos de Andalucía. Además, ahora trabajo con un colectivo totalmente nuevo para mí. Estoy muy orgullosa y contenta de que Fundación SAMU haya confiado en mí para este nuevo cometido. Por otro lado, personalmente, este proyecto me ofrece la satisfacción de enfrentarme a un nuevo reto, me permite descubrir otras realidades, historias de vida con muchas dificultades que te hacen apreciar la suerte de no haberte encontrado en una situación de vulnerabilidad. Cuando conoces de cerca las historias de estas personas te das cuenta de que todos somos más vulnerables de lo que creemos.

Curso de Talento directivo de SAMU

Berrocal (Huelva) acoge el curso de Talento Directivo

SAMU ha elegido el municipio de Berrocal (Huelva) para la celebración en abril de su curso de Talento Directivo, la formación anual de los profesionales encargados de sus distintas áreas de trabajo.

Una veintena de profesionales de diferentes especialidades se han reunido en el municipio de la sierra onubense. Tanto las sesiones formativas como el alojamiento de los asistentes han tenido lugar en un versátil edificio municipal llamado Casa de Pingo.

La celebración de esta reunión ha sido posible gracias a la colaboración del Ayuntamiento de Berrocal, tras los contactos mantenidos entre la dirección de la entidad y la alcaldesa, Francisca Márquez, que ha puesto a disposición de SAMU la máxima hospitalidad y todos los recursos del municipio.

“Berrocal es un entorno espectacular para celebrar eventos de este tipo. Tenemos paisajes preciosos, senderos para recorrer con una comodidad extraordinaria y una gran gastronomía. Venir aquí posibilita salir de la ciudad y de los entornos urbanos, y apostar por una ruralidad con contenido y con vivencias completamente distintas”, ha señalado la alcaldesa, que recibió al presidente de honor y fundador de SAMU, Carlos Álvarez Leiva, como representante de la entidad.

SAMU ha expresado su enorme satisfacción por el lugar y el recibimiento ofrecido por su ayuntamiento, con el que aspira a establecer nuevos acuerdos de colaboración.

Centro Ocupacional Torrepavas de San José de la Rinconada.

Manualidades y naturaleza en el centro ocupacional Torrepavas de San José de la Rinconada

Fundación SAMU, a través de su área de Dependencia e Inclusión Social, gestiona el equipo contratado en el Centro Ocupacional Torrepavas de San José de la Rinconada, en la provincia de Sevilla, para trabajar con los usuarios. Se trata de un recurso cuya gestión y organización corresponde al Patronato Municipal de Discapacidad de San José de la Rinconada. Desde su llegada en enero, los profesionales de SAMU trabajan con los usuarios del centro en el desarrollo de unos talleres basados principalmente en la temática de la sostenibilidad, con el fin de garantizar el cuidado del medio ambiente y el bienestar social de los usuarios del centro.

Uno de los programas llevados a cabo es el de bricomanualidades. En él se emplea a fondo la madera, usando para ello palets que los usuarios separan, cortan, lijan, pintan y dan forma, ya sea a modo de perchero, de cuadros o de otros objetos útiles.

El segundo taller es el de artesanía. En él, los participantes aprenden la importancia del reciclaje para el medio ambiente. Así, se trabaja con botes de cristal reciclados a los que se les da una segunda vida útil. También se reciclan cajas de cartón, que acaban convirtiéndose en cuencos o bandejas, entre otros objetos.

El taller número tres es el de jardinería. En él, los usuarios del centro aprenden a cómo plantar diferentes semillas, cuidarlas para que crezcan y cómo se debe recolectar sus frutos. En esta actividad también se trabaja el reciclaje con el uso de troncos, palos u hojas.

Por último, el cuarto taller es el de modelaje. Aquí se elaboran masas a base de productos de la vida cotidiana como harina, sal o agua. Luego, se utilizan recursos también comunes y que se encuentran en la naturaleza, como hojas o palos para crear figuras y objetos.

Taller de jardinería

“Gracias al taller de jardinería, el monitor Fabián y sus usuarios nos han deleitado con un regalo muy especial. Nos han hecho un llavero con forma de corazón elaborado con hojas de laurel, de naranjo y de pacífico”, destacan desde el centro ocupacional. “Para ello, los chicos y chicas, primero, recopilaron las hojas, dieron forma a las cajas de cartón y las transformaron en corazones y, posteriormente, cubrieron uno de los corazones en su totalidad. Para finalizar, alrededor del llavero le pusieron cuerda de yute”.

“Cuatro compañeros se encargaron de recoger las hojas; otros dos compañeros hicieron los corazones en un cartón, uno la silueta y el otro lo recortó. Nosotras dos pegamos las hojas y las cuerdas; otros dos compañeros pusieron el barniz y L.M.R, el papel transparente y las argollas”, cuenta F.C.J., una de las participantes de este taller junto a L.M.R.

En total, se realizaron unos 100 llaveros. “Nos ha parecido una idea divertida, original, entretenida, compartida con los compañeros y gratificante”, continúa la usuaria del centro. F.C.J. cuenta que ya han comenzado otros proyectos como es la decoración de cuadros y macetas, la elaboración de tejas y a conocer el crecimiento de las diferentes plantas que han sembrado en el propio huerto existente en el centro.

El Centro Ocupacional Torrepavas cuenta también con un huerto propio de cuyo mantenimiento se encargan los usuarios del recurso a través del taller de jardinería.

Presentación del programa VRIME de la Universidad Loyola

Una herramienta digital para atender mejor a los menores

Un grupo de científicos han identificado los perfiles de riesgos más habituales en menores y jóvenes migrantes residentes en Andalucía y han creado una herramienta digital capaz de facilitar a los profesionales una atención individualizada y especializada a los niños y niñas migrantes: VRIME (Instrumento de Valoración del Riesgo en Menores y Jóvenes Migrantes Residentes en Andalucía).

El 14 de abril se celebró en el Campus de Sevilla de la Universidad Loyola un evento de difusión de los resultados del proyecto VRIME. Con la financiación de la Consejería de Universidad, Investigación e Innovación de la Junta de Andalucía, los científicos organizaron este evento para informar a las entidades interesadas de Andalucía sobre los últimos resultados de los trabajos realizados. Participaron más de 50 personas de centros de acogida y de atención al menor incluidos los socios colaboradores del proyecto, Fundación SAMU y la Fundación EMET-Arcoiris.

VRIME es una experiencia pionera en la sistematización del proceso de detección de riesgos en menores migrantes no acompañados a través de una aplicación digital. El uso de esta herramienta por parte de los actores implicados es capaz de detectar tanto las necesidades de intervención como los riesgos de los menores acogidos en los centros residenciales en función de una serie de parámetros conductuales y de situación que presentan estos menores habitualmente. Además, se pueden detectar y atender necesidades específicas en los menores, facilitando a los profesionales la formulación de objetivos y propuestas de intervención social en los recursos que proporcionen una atención individualizada y especializada a los niños y niñas migrantes.

Definir perfiles estadísticos de riesgo

Para ello, se ha realizado un estudio con metodología mixta, en una primera etapa el grupo de investigación ha identificado indicadores de los diferentes riesgos, a través de una revisión de la literatura y de la experiencia práctica de las entidades colaboradoras del proyecto SAMU y Emet Arcoíris. Seguidamente, se utilizaron esos factores de riesgo y de protección para crear un cuestionario para definir perfiles estadísticos dentro de la herramienta digital VRIME.

En una segunda etapa, el grupo de investigación ha utilizado una metodología cualitativa para detectar indicadores de protección o resiliencia, recopilando las historias de éxito y de hospitalidad que influyen positivamente en la inclusión social de los menores. Actualmente, se está elaborando una publicación en la que se han recopilado experiencias de las buenas prácticas combinándolas con una base teórica científica, para apoyar la intervención de los centros de acogida y organizaciones sociales implicadas en la inserción social de este colectivo.

La creciente afluencia de menores extranjeros no acompañados en España está adquiriendo un ritmo cada vez mayor. En la práctica totalidad de los casos, estos menores han sufrido experiencias traumáticas, abusos y malos tratos que, con frecuencia, aumentan su vulnerabilidad y pueden dificultar su integración social. Andalucía, en este escenario, tiene un rol peculiar siendo una de las principales puertas de la frontera sur de Europa, muy próxima a los lugares de origen (Noroeste de África), y zona de “tránsito” de estos menores en su viaje migratorio. Ante esta realidad, la detección previa de perfiles de riesgo de mala adaptación en el ámbito escolar o social, de problemas de salud mental, de victimización o de problemas legales, puede garantizar la optimización del uso de recursos en los procesos de acogida e inserción por parte de las instituciones correspondientes y facilitar la protección de los derechos humanos de estos menores.

Nuevo centro de mayores en Isla Mayor

Un nuevo recurso para las personas mayores de Isla Mayor

Fundación SAMU y el Ayuntamiento de Isla Mayor (Sevilla) han unido fuerzas para la puesta en marcha de una Unidad de Estancia Diurna (UED) dirigida a personas mayores en el municipio isleño. Esto va a ser posible gracias a una concesión administrativa por parte del Consistorio de un bien de dominio público. Esta residencia de mayores, que abrirá próximamente sus puertas, está ubicada en una parcela de titularidad municipal situada en la calle Paseo del Lucio Real. Es una edificación de nueva planta que ocupa una superficie construida total de 333 metros cuadrados. Esta UED tiene una capacidad de 30 plazas.

Con el propósito de dar a conocer este nuevo centro, Fundación SAMU organizó el 31 de marzo una jornada de puertas abiertas dirigida tanto a los vecinos de Isla Mayor como a las distintas organizaciones asociativas de la localidad.

“Ese edificio ha tardado años en construirse y la ciudadanía necesitaba conocer que ya este proyecto es una realidad que no tardará en comenzar a funcionar. El Ayuntamiento de Isla Mayor quería dar respuesta a esa necesidad y que los ciudadanos supieran, a través de las buenas calidades y aspecto del centro, el respeto que los mayores de Isla Mayor merecen en la atención de sus necesidades”, comenta María José Tinoco, directora del área de Dependencia e Inclusión Social de SAMU.

Además de vecinos de la localidad, a esta jornada de puertas abiertas acudió también Asunción Llamas Rengel , del área de Cohesión Territorial de la Diputación de Sevilla; Juan Molero Gracias, alcalde de Isla Mayor; y la delegada de Igualdad, Bienestar Social, Sanidad y Mujer de Isla Mayor, Verónica Vega Gómez, entre otros miembros de la corporación municipal.

Por otro lado, por parte de SAMU, acudieron al evento el director general adjunto, José Antonio Trujillo Martínez; y el subdirector del área de Dependencia e Inclusión Social, Rafael Rueda Amador.

El edificio se desarrolla en una sola planta y se accede a él por la fachada que discurre frente al Paseo Lucio Real, a través de una cancela metálica por la que se entra al patio exterior del edificio que sirve de zona de descanso y ocio de uso exclusivo para los usuarios. Desde el patio se accede al interior del edificio a través del vestíbulo donde se ubican la recepción y administración del centro. A través de un distribuidor principal se conectan las estancias de sala de estar, comedor, aseos y zonas de atención especializada (terapia ocupacional y rehabilitación). En la zona noroeste, para facilitar el acceso de mercancías y personal, se ubica una entrada de servicio, la cual comunica la cocina, el almacén, cuarto de limpieza y aseos, de uso exclusivo del personal del centro. Todas las instalaciones se encuentran totalmente terminadas y en uso.

El Ayuntamiento de Isla Mayor ha aportado el mobiliario y el equipamiento valorado en 35.180,37 euros. Éste está adaptado a los requisitos materiales y funcionales que la normativa exige para la dotación de Unidades de Estancia Diurna. La concesión del edificio por parte del Ayuntamiento para el uso y gestión de SAMU como UED para personas mayores tiene una vigencia de 10 años, prolongable a 75 años más pasado el primer periodo.

Fundación SAMU tiene todo a punto para la puesta en marcha de este nuevo proyecto. La dirección de la organización quiere que el centro abra sus puertas en pocos meses, en cuanto la dirección territorial de Inclusión Social, Juventud, Familias e Igualdad de Sevilla de la Junta de Andalucía autorice su funcionamiento.

La experiencia de San Isidoro

Este es el único centro dirigido a personas mayores con el que cuenta actualmente Fundación SAMU, pero no es el primero. La organización ya puso en marcha en 2005 la residencia de mayores San Isidoro en Sevilla capital. Hasta el momento, la labor de la organización se centraba en los servicios y la formación en el ámbito de las emergencias. Con esta residencia de mayores, ya extinta, SAMU daba su primer paso en el campo de la acción social. Tres años después de esta experiencia, en 2008, SAMU tendió su mano a las personas con discapacidad y abrió dos nuevos recursos: la Unidad de Estancia Diurna San Lucas y la Residencia Santa Ana, ambas en Sevilla capital.

SAMU, a través de su Fundación, continuó creciendo y en 2010 abrió sus puertas la Residencia San Sebastián, en Cantillana (Sevilla), con capacidad para 60 personas con discapacidad intelectual y graves trastornos de conducta. “Este recurso se distingue de los demás porque es temporal. El objetivo es estabilizar a la persona, proveerla de las herramientas personales necesarias para que pueda convivir en un contexto normalizado (domicilio, otra residencia, unidad de día…). Hasta que esta situación no se da, no disponen del alta terapéutica. Cuando llega ese momento es cuando se ve el sentido del trabajo de los profesionales. Esto supone una gran satisfacción para el equipo”, apunta Tinoco.

“SAMU es una entidad valiente, que le gusta afrontar retos y atender aquellas situaciones que requieren de una madera especial en los profesionales que se dedican a ello. Es una organización que ve la necesidad de las personas y la ocasión de atenderlas. Es una entidad que sirve a las personas”, explica María José Tinoco.

“Desde el inicio de la atención sociosanitaria en SAMU, los equipos profesionales han sabido crecer, unas veces equivocándose, y muchas otras aumentando sus conocimientos a través de la formación. Los equipos del área de Dependencia e Inclusión Social son maduros, asentados, con buenos procedimientos, motivados y conocedores de la importancia de su quehacer diario. Han desarrollado competencias adaptadas a las necesidades de los colectivos que atienden y han perfeccionado sus métodos y protocolos. Han sabido mejorar la profesionalización de su atención”, continúa la directora del área de Dependencia e Inclusión Social de SAMU.

Once proyectos activos en 2023

El año 2022 ha supuesto un antes y un después para el área de Dependencia e Inclusión Social de SAMU al ampliar sus horizontes con hasta seis nuevos recursos y servicios ubicados en diferentes puntos de España. Hasta hace un año, esta área perteneciente a Fundación SAMU, y liderada por María José Tinoco, se enfocaba principalmente a la atención de personas dependientes con discapacidad intelectual. En los últimos meses, este departamento ha asumido nuevos retos y su influencia se extiende a otros colectivos vulnerables y en riesgo de exclusión social, como por ejemplo, las personas mayores, inmigrantes adultos y personas en situación de exclusión social, entre otros colectivos.

El pasado año ha sido relevante para esta área no solo por su redefinición y ampliación de alcance, sino también por su trabajo para homogeneizar los procedimientos internos de los centros. Asimismo, se ha llevado a cabo un plan de formación para todo el personal vinculado al área.

Ésta área cerró el año 2022 con 10 recursos de dependencia, cuatro de ellos abiertos el pasado año; y 4 centros y servicios de inclusión social, de los cuales dos son de nueva creación. Gracias a todos estos dispositivos, el área de Dependencia e Inclusión Social de SAMU atendió en 2022 a más de 3.700 personas individuales y familias.

SAMU ha continuado creciendo en 2023. En febrero, la organización puso en marcha un servicio de inserción socio laboral en pisos de baja supervisión dirigido a personas sin hogar. Este nuevo proyecto se desarrolla en las provincias de Sevilla, Cádiz y Córdoba.

Miembros del Club Deportivo Aidifte Boccia, en El Sauzal.

Estrategia, concentración y mucha puntería en El Sauzal

Todos los sábados desde hace cinco años, una decena de residentes del Centro de Atención de Personas en Situación de Dependencia derivada de Discapacidad Física (CAMF) El Sauzal, situado en Santa Cruz de Tenerife, acuden a un espacio municipal llamado La Pirámide donde entrenan durante dos horas al boccia, un deporte adaptado por categorías para personas con discapacidad que consiste en lanzar unas bolas lo más cerca posible de la pelota blanca que sirve de objetivo, a la vez que intentan alejar las de sus rivales, en un ejercicio continuo de tensión y precisión. Es similar a la petanca.  La afición a este deporte en este centro de Fundación SAMU es tan grande que han creado el Club Deportivo Aidifte Boccia, referente de este deporte paralímpico en Santa Cruz de Tenerife.

“Hace 17 años, nuestro compañero Juan Jesús Escobar, junto con dos personas más, fundó Aidifte (Asociación para la Integración de Discapacitados de Tenerife). Esta asociación se creó para mejorar nuestros recursos dentro del centro, como por ejemplo con la adquisición de un proyector o un ordenador”, explica Ana Violeta Silva Pestana, vicepresidenta de la Aidifte y del Club Deportivo Aidifte Boccia.

Más recientemente, hace cinco años, los miembros de la propia asociación fueron conscientes de la importancia del deporte como elemento integrados de las personas con discapacidad en la sociedad, y se decidió crear un club deportivo especializado en la boccia, que se convirtió en el primer club dedicado a este deporte adaptado de Canarias. Desde finales de 2022, es un club federado.

En la isla de Gran Canaria se ha creado recientemente otro club de Boccia, lo que ha generado una gran ilusión en El Sauzal. Ya han iniciado algunas conversaciones con el equipo vecino para poder realizar competiciones amistosas. “En cuanto los compañeros de Gran Canarias tengan un poco más de rodaje, se acabaron las competiciones amistosas”, comenta entre risas Ana Violeta Silva desde Santa Cruz de Tenerife a través de una videollamada en la que le acompañan Felisa Aránzazu López de León, presidenta del Club Deportivo Aidifte Boccia; Juan Jesús Escobar, socio fundador y tesorero de Aidifte y secretario del club; y María Delfina Llano Pérez, jugadora del club deportivo.

Los jugadores de El Sauzal se reúnen todos los sábados para entrenar y para profundizar más en este deporte a través de charlas y talleres. Además, los miembros del club deportivo también realizan visitas a colegios e institutos donde ofrecen charlas a los escolares sobre el boccia y les invita a colaborar con ellos como voluntarios.

“Gracias al boccia puedo practicar un deporte. Tengo una movilidad muy reducida y, a pesar de eso puedo decir que practico un deporte. No puedo moverme ni lanzar una bola con el brazo, pero el boccia es un deporte adaptado y gracias a una canaleta puedo practicarlo. Es un juego de mucha concentración, estrategia y puntería”, destaca Ana Violeta Silva, que se desplaza en silla de ruedas. “Es un deporte muy metódico”, añade Juan Jesús Escobar, (“Suso para los amigos”), uno de los jugadores con mayor puntería, según aseguran sus propios compañeros.

En la conversación también participa Felisa Aránzazu López de León, presidenta del Club Deportivo Aidifte Boccia. En su caso, ella no es jugadora, sino que actúa como árbitro durante las competiciones y como apoyo para sus compañeros. “Yo no puedo agacharme para coger las pelotas, pero si puedo colocarle la canaleta a un compañero para que lance su bola. Gracias a este deporte y a mi implicación en el club, me siento útil y satisfecha”.

Una importante labor social

Una decena de residentes del CANF El Sauzal practican este deporte de manera fija. A ellos se suma otro grupo de usuarios temporales del centro. El propósito de este equipo es poder competir en breve “con los vecinos” de la isla de Gran Canarias. “Nos hace mucha ilusión que exista un referente del boccia en las islas Canarias”, apunta Ana Violeta Silva. Patricia Martínez Haro, directora del CADF El Sauzal, destaca también la “importante labor social” que se lleva a cabo a través de la asociación Aidifte.

“Nosotros no sólo necesitamos ayuda, sino que también podemos prestarla. Por ejemplo, en Navidad, colaboramos con una campaña solidaria de La Caixa y apadrinamos a un niño de 13 años y a una abuelita, que tuvieron su regalo el día de Reyes”, explica Felisa Aránzazu López de León.
“Es muy importante la labor que hacen para dar visibilidad al deporte adaptado. Las charlas en los colegios son muy constructivas y durante la Semana de la Discapacidad mostraron cómo se practica el boccia en la plaza del pueblo”, añade Patricia Martínez.

Estos jugadores cuentan con un grupo numeroso de voluntarios que los apoya durante los entrenamientos y las competiciones formado por vecinos del municipio, miembros de la asociación Tenerife Solidario y usuarios y trabajadores del centro gestionado por Fundación SAMU, además de una extrabajadora. Ana Violeta Silvia reconoce. “Todo el que llega y nos conoce no se quiere ir”.

El reto del equipo para 2023 es poder competir fuera de Santa Cruz de Tenerife. Y pronto, los jugadores de Aidifte tendrán sus propias camisetas de color azul, rojo y blanco.

Monkam Josué Mozar

Monkam Josué Mozar, premio al esfuerzo y superación

La Consejería de Desarrollo Educativo y Formación Profesional de la Junta de Andalucía concedió el 15 de marzo a 20 estudiantes los premios al esfuerzo y a la superación personal en Educación Secundaria Obligatoria para personas adultas. Estos galardones tienen como objetivo reconocer y valorar públicamente los méritos de este alumnado, tanto por la superación de la etapa con excelente rendimiento académico, como por la actitud sobresaliente en el interés y dedicación por el aprendizaje y la superación personal.

El joven Monkam Josué Mozard, que estuvo viviendo en el ISL El Castillejo hasta su mayoría de edad, fue uno de los premiados. Alumno del IES Nuestra Señora Del Rosario de Ubrique (Cádiz), Monkam ha sido galardonado como el mejor estudiante de la provincia de Cádiz. El joven cuenta con la segunda mejor nota de los 20 galardonados.

Desde su ingreso en el ISL El Castillejo en mayo de 2021, Monkam ha sido un joven constante y perseverante en el cumplimiento de sus objetivos. Ha participado en todas las actividades del centro, con una actitud muy positiva ante cualquier actividad y tratando siempre de conciliar las actividades laborales y su implicación en las mejoras de las condiciones del entorno.

Si por algo siempre se ha caracterizado Monkam ha sido por su constancia y perseverancia en todo lo que se proponía. Ha cumplido con encomiable interés con sus prácticas formativas, realizadas en un Bar-Restaurante de El Bosque y que, a su vez, compaginaba con sus estudios de español en el CEPER, así como el perfeccionamiento de la lengua inglesa, sin olvidarnos de la superación de los estudios de la Educación Secundaria para adultos (E.S.A) con excelente calificación”, explica Mariano Garrido, del equipo de ISL El Castillejo.

“Después de haber sufrido una travesía durísima y complicada, nunca me vine para atrás porque salí de mi país con muchas ganas de desarrollar el potencial que tengo”, comentaba recientemente el joven en una entrevista en la radio. “El esfuerzo y la superación personal no nace de la nada, tiene que haber un sentimiento de motivación y autoestima que siempre encontré en mis educadores y educadoras. Por ello, quiero agradecer a Fundación SAMU, a ISL El Castillejo, a su dirección y al equipo educativo por darme la oportunidad y el acompañamiento durante mi proceso de aprendizaje, inserción sociolaboral y la adquisición en valores, que han sido claves en mi desarrollo personal”.

“Quiero agradecer a todas aquellas personas que me han apoyado en los momentos difíciles y que han sido fuente de inspiración. No me puedo olvidar de Sonia, Silvia y María, profesoras del Ceper Siete Villas del Bosque, mis primeras instructoras; de Isabel Aguilar, antigua directora del mismo Ceper, quien me ayudó a creer en mí mismo y en mis posibilidades; así como del profesorado del IES Remedios de Ubrique, encargados de la plataforma virtual para la ESA”, mencionaba el joven. “Finalmente quiero ante todo agradecer a todos aquellos organismos oficiales que me han dado la posibilidad de crecer como persona, estudiante y trabajador, especialmente a la Consejería de Desarrollo Educativo y Formación Profesional de la Junta de Andalucía, por haber reconocido la excelencia en mi rendimiento académico y mi interés por el aprendizaje, otorgándome el premio al esfuerzo y la superación personal.

El equipo de profesionales de ISL El Castillejo se siente muy orgulloso de las palabras de Monkam, de su buen trabajo y esfuerzo realizado y le anima a seguir imponiéndose nuevas metas y retos que le lleven a la consecución de nuevos logros que le impulsen y le ayuden en su total crecimiento laboral y en su desarrollo personal.

Equipo de ISL El Castillejo

Menores de ISL Dúrcal

Una emancipación óptima desde los centros de menores de Fundación SAMU

La emancipación por mayoría de edad dentro de los centros de menores es un proceso complejo por el que deben pasar todos los menores que son acogidos en los diferentes recursos que habilitan las administraciones una vez que llegan a España desde sus países de origen. Este proceso se convierte, en la mayoría de los casos, en una situación de estrés y de incertidumbre para los jóvenes, por lo que desde los centros de menores se trabaja desde prácticamente su llegada al recurso para ir preparándolos y dotándoles de las herramientas que faciliten este gran paso.

Desde que los menores ingresan en el recurso, todo lo que se trabaja en los centros está enfocado al proceso de emancipación, toda la formación que reciben y los aprendizajes que adquieren en el recurso se realizan con la intención de favorecer su integración en la sociedad y de finalizar con éxito el proceso de emancipación.

El proceso de emancipación se considera un éxito cuando el menor es capaz de valerse por sí mismo sin necesidad de ayuda externa ni económica, ni administrativa ni de agentes sociales. En la mayoría de los casos, esta emancipación no se realiza de manera completa una vez que abandonan el centro de menores por mayoría de edad, ya que, en muchos casos los menores son derivados a pisos de mayoría de edad donde continúan recibiendo la ayuda de la administración y de las distintas entidades. Pero se dan situaciones en las que el menor lleva tiempo trabajando, por lo que tiene un contrato de trabajo y ahorros suficientes para pagar un alquiler o se pueden trasladar con algún familiar.

Aunque no sepamos con exactitud si el proceso de emancipación se va a completar o no, el trabajo que se realiza en los centros de menores está enfocado a que los jóvenes cuenten con todas las herramientas que necesitan para dar el paso a la autosuficiencia.

El trabajo que se realiza, aunque siguiendo unas directrices más o menos establecidas, se va llevando a cabo teniendo en cuenta que existen diferencias significativas entre los menores, lo que nos obliga a ir buscando alternativas y elaborando diferentes caminos que puedan favorecer cada uno de los procesos de emancipación. Uno de los puntos principales en los que focalizamos el aprendizaje es la adquisición del idioma, el cual es lo que abre todas las puertas de cara a la mayoría de edad.

Desde su llegada, los menores son escolarizados y se comienza a visualizar cuáles son las expectativas del joven y sus capacidades, y se les insta a conseguir el graduado escolar, lo cual es muy beneficiosos a la hora de su inserción laboral. Una vez que el chico o la chica pasa el proceso de observación, en el cual evaluamos cuáles son sus preferencias formativas y laborales, se va trabajando sobre su desarrollo dentro del centro.

Trabajamos con ellos en su día a día buscando que sean autosuficientes en todos los aspectos, desde el cuidado de su espacio personal y su salud hasta el cuidado del entorno en el que viven. Los menores deben aprender todo tipo de cosas hasta ser capaces de valerse por sí mismos. Deben saber usar una lavadora, útiles de cocina para preparar su comida, buscar horarios de autobuses y realizar distintas combinaciones, asistir a citas médicas y solicitarlas, hacer la compra, conocer y usar de forma eficiente las distintas administraciones como SAS, SAE, SEPE, entidades de búsqueda de empleo, Extranjería, Consulados…. en definitiva, deben estar preparados para realizar cualquier trámite o tarea por sí solos, sin la ayuda de nadie.

Esto se consigue con diferentes niveles de éxito. Hay menores que son completamente independientes cuando salen del recurso y otros, sin embargo, requieren, aun siendo mayores, la ayuda de agentes sociales que les facilitan la superación de algunas dificultades.

Cumplir objetivos

Desde el ISL SAMU Dúrcal hemos ido trabajando en esta línea con todos los menores que han sido acogidos en nuestro recurso con unos resultados muy positivos. Un gran número de nuestros chicos han cumplido su mayoría de edad con un contrato de trabajo, lo cual proyecta de manera muy beneficiosa para el joven su nueva etapa de mayoría de edad. Uno de los casos más exitosos en los últimos meses es el de A.K. Este joven se emancipó de nuestro recurso por mayoría de edad, con un contrato laboral de formación vigente hasta septiembre de 2023 en el restaurante El Koso, en Granada, como ayudante de cocinero, con un título de FPB y su graduado en ESO, y una cantidad de ahorros suficientes para iniciar su vida autónoma. A.K. ha sido el ejemplo de la constancia y de la fortaleza que requiere haber llegado a España con menos de 15 años.

Tras más de tres años acogido en el ISL SAMU Dúrcal, el joven ha conseguido muchos de sus objetivos planteados en su proyecto migratorio. A.K. es un joven dinámico, abierto, con un excelente nivel idiomático, el cual dispone de una red social estable en la que es su provincia de residencia, independencia económica para comenzar su nuevo camino, y una familia que lo apoya, no sólo en su país natal, sino la que se ha creado en nuestro recurso.

Conseguir estos objetivos en un proyecto migratorio no suele darse con mucha frecuencia ya que deben darse muchos factores para alcanzarlos, pero aun así contamos actualmente con perfiles que pueden alcanzar un éxito similar. Desde el ISL SAMU Dúrcal estamos trabajando para conseguir estos objetivos que tanto ayudan a los menores a tener un proceso de emancipación más encaminado y con más proyección de futuro.

Esto es, en definitiva, un trabajo diario y muy personal con cada uno de los jóvenes que son acogidos en nuestros centros, a los que, a través del trabajo, el cariño y la empatía se les van ofreciendo las herramientas y los conocimientos necesarios para ser parte de la sociedad y puedan ir construyéndose su propio futuro.

Por JAVIER BOSQUET / ISL SAMU Dúrcal

La enfermera María Soto, instructora en Escuela SAMU.

8M: La transformación del futuro

Mujer no se nace, se hace. Ya lo decía la legendaria filósofa francesa, escritora y activista feminista Simone de Beavoir en su libro El segundo sexo, publicado en 1949. “No se nace mujer, se llega a serlo”, escribió De Beavoir, unas palabras claves que iniciaron el movimiento feminista del siglo XX. Su reflexión, que se convirtió en el lema del feminismo, apunta que tanto mujeres como hombres son moldeados por la sociedad para cumplir determinados roles, mandatos y exclusiones. Como ella, numerosas mujeres a lo largo de la historia han alzado sus voces reivindicando la igualdad de género. Algo que muchas mujeres y hombres seguimos haciendo hoy reivindicando año tras año la importancia del 8M.

Hace dos años, cuando me nombraron directora del área de Intervención Socioeducativa y de la Mujer, no sólo cumplí una de mis metas profesionales sino que también se abrió ante mí la oportunidad de liderar un proyecto personal en el que creía y con el que me identificaba. Tenía la necesidad de poder contribuir a hacer posible ese cambio social que durante toda mi vida había soñado; primero, como niña, y, luego, como mujer y madre. No siempre una persona tiene la oportunidad de crear y trabajar con libertad, y de contar con la confianza y el respaldo de tu empresa y tu equipo. Yo lo he logrado.

SAMU apostó por mí desde un primer momento y eso me hace sentir, profesionalmente, que soy una mujer afortunada, aunque esto no hace que me olvide de todos los obstáculos que me he encontrado por el camino.

Desde hace varios años, SAMU y su fundación realizan proyectos relacionados con la igualdad y el empoderamiento de la mujer, y, desde 2021, cuenta con un área que engloba e impulsa todas estas acciones.

Este compromiso por parte de SAMU nace en la propia organización y en el propósito de que sus trabajadoras y directivas estén reconocidas profesionalmente y no se topen con el denominado techo de cristal. Actualmente, el 74% de la plantilla de SAMU y su fundación son mujeres ,y el 48,6% de los cargos directivos están ocupados por féminas. Además, el 50% de los miembros de la comisión ejecutiva (máximo órgano de la dirección) son mujeres.

Desde el área de la Mujer de SAMU atendemos a mujeres víctimas de violencia de género ofreciéndoles alojamientos de urgencia para protegerlas de sus agresores. También, servicios de apoyo psicológico para ayudarles a gestionar y superar esa terrible experiencia. Además realizamos talleres formativos de alfabetización, empoderamiento femenino y formaciones en nuevas masculinidades, entre otros proyectos.

Pero si hay una iniciativa de la que me siento especialmente orgullosa es de la creación de las Guías Coeducativas para los alumnos de Infantil, Primaria y Secundaria, dentro del proyecto El desafío de convivir en igualdad, que cuenta con el respaldo del Ministerio de Igualdad.

Creo firmemente que es clave promover la igualdad en base al respeto a la diversidad, la valoración y la visibilización de lo femenino, y el impulso a la libertad de elección. Conocernos, desaprender y aprender para identificar nuestros propios sesgos, reflexionar sobre los modelos sociales que tenemos y cuestionar los valores que transmitimos son acciones decisivas para alcanzar la igualdad. Todos y todas tenemos la responsabilidad y el compromiso de educar a los niños y niñas de nuestra sociedad en igualdad para lograr que, en un futuro, vivan en una ciudadanía plena en derechos y libertades.
Trabajemos en el presente para lograr la transformación del futuro.

Por Concepción Pérez. Directora del área de Intervención Socioeducativa y de la Mujer de SAMU

Misión SAMU Turquía 2023.

Turquía 2023: La vida y la muerte bajo los escombros

Alas cuatro horas y diecisiete minutos del 6 de febrero, cuando casi toda la población estaba sumida en el sueño profundo de la madrugada, dos terremotos consecutivos sacudieron las provincias del sureste de Turquía y el norte de Siria, una de las zonas sísmicas más activas del mundo. Los seísmos, de magnitud 7,8 y 7,5 en la escala de Richter, tumbaron ciudades enteras en lo que el presidente turco, Recep Tayyip Erdoğan, definió como la mayor tragedia sufrida en el país desde el terremoto de Erzincan, sucedido en 1939. La devastación fue similar en Siria, país que además cuenta con el agravante de estar sumido en una guerra civil desde hace más de diez años. Poco después del amanecer del mismo 6 de febrero, cuando ya se contabilizaban por miles los muertos y desaparecidos en ambos países, SAMU, en España, activó un gabinete de crisis para valorar su intervención inmediata en la catástrofe.

En la misma mañana se establecieron contactos con los financiadores habituales de la Fundación y con diversas instituciones para recabar apoyos para la puesta en marcha de la misión. SAMU también ofreció su estatus de “disponibilidad” a los equipos Emergency Medical Teams (EMT) de la Organización Mundial de la Salud. La iniciativa EMT tiene como objetivo priorizar y mejorar la capacidad de los equipos locales para responder a las emergencias y fortalecer la red para brindar apoyo en emergencias cuando sea preciso en contextos como el desatado por los terremotos.

Las primeras gestiones dieron como resultado el envío de un equipo cinológico a Turquía formado por tres personas: Juan Gutiérrez Zazo, como responsable del dispositivo, Juan Hidalgo Martínez, como jefe de rescate, y el guía canino Antonio Miranda Escudero. Junto a ellos, un elemento clave en la expedición: Homero, un pastor belga de seis años entrenado para labores de rescate desde que era un cachorro de dos meses. Partieron en dirección a Turquía desde Escuela SAMU (Gelves, Sevilla) en la mañana del 8 de febrero.

Unas horas antes, de forma paralela, Borja González de Escalada, vicepresidente de Fundación SAMU, acompañado de efectivos de la ONG estadounidense Project Hope, colaboradora habitual de SAMU, había partido desde España con dirección a Turquía para valorar sobre el terreno la oportunidad de despliegue de una misión sanitaria de la entidad. El objetivo de ambas organizaciones era enviar con la mayor celeridad posible un equipo médico de primera intervención, en coordinación con las autoridades de emergencias locales e internacionales.

El escenario tras el desastre

Con la colaboración de Project Hope y Médicos del Mundo, el equipo cinológico se desplegó en Adiyaman, ciudad al sureste de Turquía con una población de alrededor de 330.00 personas que estaba completamente devastada tras los temblores de la tierra. El escenario, según relató desde allí Juan Gutiérrez Zazo, estaba formado por edificios convertidos en escombros; personas durmiendo en la calle o deambulando sin tener dónde ir después de haberlo perdido todo; hogueras en las calles para aliviar el frío extremo; desabastecimiento de agua corriente y electricidad; puestos callejeros improvisados repartiendo comida o botellas de agua potable, y equipos de rescate intentando mantener la esperanza de encontrar supervivientes en el desastre. “He visto unos niveles de solidaridad muy importantes”, subrayaría Gutiérrez Zazo.

Desde su llegada, la misión del equipo era “encontrar vidas”. “Íbamos allí a rescatar a personas. Nos iban dando avisos de dónde se escuchaban voces, lugares en los que podía haber supervivientes bajo los escombros. Dábamos orden al perro para que buscara dentro del edificio derruido, si es que era posible”, recuerda Zazo.

En medio de la devastación total, el equipo de SAMU solo pudo encontrar cadáveres. “Que no pudiéramos rescatar a personas con vida era una probabilidad que teníamos en mente. El tiempo allí juega en contra del rescate por la magnitud del seísmo y por las condiciones meteorológicas que nos hemos encontrado, que no eran nada favorables”, señala. “Son muchas las imágenes que se quedarán con nosotros, como el cuerpo sin vida de una mujer embarazada que encontramos en su cama junto a otra hija encima, el de una señora muy mayor… Son momentos que serán difíciles de olvidar”.

Tras el rescate, excavadoras

El equipo cinológico dividió sus cinco días de trabajo entre las ciudades de Adiyaman y Antioquía, gracias al soporte de Médicos del Mundo y Project Hope, y también “gracias al pueblo turco, que a pesar de que lo está pasando muy mal, se desvivía por agradecer todo lo que se está haciendo por ellos”, observa Gutiérrez Zazo. La misión finalizó el 13 de febrero, ya sin ninguna esperanza de encontrar supervivientes entre los escombros, y cuando los equipos de rescate eran sustituidos sobre el terreno por las excavadoras y los camiones.

En paralelo al trabajo de este dispositivo, Borja González de Escalada, vicepresidente de SAMU, realizaba tareas de inteligencia a fin de detectar oportunidades para el despliegue de un equipo de sanitarios, en mitad de una ola de ayuda humanitaria. Recorrió zonas afectadas, ciudades “semifantasmas”, como Adiyaman y Antioquía, hasta reunirse con el dispositivo cinológico y unirse a las labores de búsqueda.

Pendientes de autorización

Borja González de Escalada, en contacto permanente con las autoridades locales y con el gabinete de crisis operativo en España, alargó su estancia unos días más en Gaziantep a fin de obtener la autorización para llevar un hospital de campaña con sanitarios españoles a las zonas más afectadas por el terremoto. Esa autorización, sin embargo, sigue pendiente, y todo apunta a que se postergará hasta marzo, aunque las necesidades de ayuda en el ámbito sanitario en el país se prolongarán durante meses.

Al cierre de esta edición de Revista SAMU, el número de víctimas del terremoto en Turquía superaba las 43.500 personas. El ministro del Interior, Süleyman Soylu, precisó que, en la provincia de Hatay, la más afectada por el seísmo, todavía había algunos edificios con personas bajo los escombros. En Siria el número de fallecidos supera los 6.000, pero la cifra está abierta.

Fundación SAMU, entidad especializada en emergencias sanitarias y acción social, ha desarrollado en las dos últimas décadas misiones humanitarias en países como Irán, Marruecos, Indonesia, Sri Lanka, Haití, Perú, Sudán, Costa de Marfil, Sierra Leona, Nepal, Filipinas, Francia, El Salvador, Costa Rica, Honduras y República Dominicana.