Algunas de las beneficiarias del proyecto de la Asociación Hanan, SAMU y la AACID.

Cuidar a quienes cuidan: más de 60 mujeres de Tetuán disfrutan de actividades de ocio gracias al apoyo de Fundación SAMU

En las zonas rurales de Tetuán (Marruecos), la vida de las cuidadoras de personas con discapacidad no conoce descanso. Estas madres, que dedican sus días a cuidar sin cesar, rara vez cuentan con momentos para sí mismas. Sin embargo, gracias a una reciente iniciativa de la Asociación Hanan, con el apoyo técnico y financiero de Fundación SAMU y la Agencia Andaluza de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AACID), un grupo de 61 mujeres pudieron disfrutar de algo tan sencillo como revitalizante: el ocio. Las cuatro actividades organizadas en la montaña Zarka, los bosques Nakata y Kitan, y la granja Dadash ofrecieron una pausa en medio del arduo camino que recorren día a día.

La sobrecarga de los cuidados de personas con discapacidad tiene efectos profundos en la salud física y mental de las cuidadoras. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el 40% de los cuidadores informales, en su mayoría mujeres, experimenta niveles elevados de estrés, lo que puede llevar a problemas de salud como la depresión y la ansiedad. Además, la Agencia Europea para la Seguridad y la Salud en el Trabajo (EU-OSHA) indica que el 60% de las cuidadoras reportan problemas musculoesqueléticos debido al esfuerzo físico que implica su labor. En un estudio realizado en el marco de este proyecto, se ha evidenciado que la carga de los cuidados para el 85% de las cuidadoras es de moderada a severa y 2 de cada 10 personas que sufren una carga grave requieren intervención y apoyo urgentes. El 50% de ellas reconoció tener toda la responsabilidad sobre el cuidado de sus familiares con discapacidad y solamente el 10% ha tenido algún apoyo económico (bono) gubernamental.

Por ello, estos momentos de respiro, aunque breves, tienen un impacto significativo en sus vidas. Durante estas excursiones, estas mujeres lograron desconectar de las preocupaciones diarias y compartir sus experiencias con otras cuidadoras que se enfrentan a la misma realidad que ellas. No solo fue una oportunidad para disfrutar de la naturaleza, sino también para encontrar consuelo en la compañía mutua, donde las risas y el canto reemplazaron, aunque fuera temporalmente, el agotamiento y la carga emocional que conlleva el cuidado constante de un ser querido con discapacidad.

Una de las participantes, emocionada tras la experiencia, expresó: «Estoy agradecida por esta excursión, donde he podido disfrutar con otras madres que sufren lo mismo que yo. Hemos podido olvidar por unas horas las responsabilidades que tenemos y el estrés que vivimos a diario. Nos hemos reído, cantado y bailado juntas. Pedimos a la Asociación que se organicen este tipo de actividades más a menudo». Este testimonio refleja la urgencia de generar más espacios de cuidado para quienes cuidan, ya que las cuidadoras, muchas veces invisibilizadas, también necesitan y merecen recibir apoyo.

Este tipo de iniciativas, desarrolladas en el marco del proyecto Cuidado y Autonomía, no solo son un respiro para las cuidadoras, sino también un reconocimiento a la labor titánica que desempeñan. Crear más oportunidades para que estas mujeres puedan desconectarse, fortalecer sus lazos y revitalizarse debería ser una prioridad, no solo en Marruecos, sino en todo el mundo. Las actividades de ocio no son un lujo, son una necesidad para el bienestar físico y emocional de estas madres, verdaderas heroínas invisibles.

Proyectos de Fundación SAMU en Marruecos

Proyectos de Fundación SAMU en Marruecos

El primer proyecto de cooperación al desarrollo que SAMU puso en marcha en Marruecos comenzó en diciembre de 2023 y finalizará en diciembre de este año, con financiación del Ayuntamiento de Sevilla. En colaboración con la Asociación Hanan, el proyecto, titulado ‘Fortalecimiento de los Actores Territoriales para Mejorar el Ejercicio de los Cuidados y la Autonomía de las Personas con Discapacidad más Vulnerables de los Barrios de Jbel Dersa, Jamaa Mezouak y Sidi Talha, de Tetuán, con Enfoque de Derechos Humanos y Atención a las Necesidades de sus Cuidadoras’, responde a la debilitación de los servicios sociales y sanitarios tras la pandemia de COVID-19, especialmente en lo que respecta al apoyo a las cuidadoras.

El objetivo del proyecto es mejorar la atención y los cuidados que reciben las personas con discapacidad a través del fortalecimiento de las capacidades de los actores locales, como el Ayuntamiento, la Universidad y diversas ONG. Además, se busca visibilizar el rol de las cuidadoras y promover su autocuidado.

El segundo proyecto, financiado por la Agencia Andaluza de Cooperación Internacional al Desarrollo (AACID), trata sobre la misma temática que el proyecto anterior, pero se centra en las zonas rurales de la provincia de Tetuán, que abarcan el 70 por ciento del territorio. A diferencia del entorno urbano, en las áreas rurales los servicios sociales y sanitarios están aún más deteriorados o son inexistentes, lo que deja a las cuidadoras y a las personas con discapacidad en una situación muy precaria.

Este proyecto, que comenzó en febrero de 2024 y finalizará en julio de 2025, tiene objetivos similares a los del proyecto urbano. Se presta atención a visibilizar el rol de las cuidadoras, haciendo énfasis en sus necesidades en el contexto rural, como el manejo de la ansiedad y el fortalecimiento de la autoestima.

El tercer proyecto, que comenzó en septiembre de 2024 y finalizará en julio de 2025, cuenta con financiación del Gobierno de las Islas Canarias y se ejecuta en colaboración con la High Atlas Foundation (HAF). Se centra en la rehabilitación de los sistemas de agua en las localidades de Wizemaran e Ikis, afectados por el terremoto que golpeó la región de Marrakech en 2023. Su objetivo es garantizar el acceso a agua potable, lo que permitirá desarrollar una agricultura sostenible que mejorará las condiciones de las comunidades. La rehabilitación de los sistemas hídricos no solo es esencial para la supervivencia, sino también para impulsar un desarrollo agrícola respetuoso con el medio ambiente y sostenible.

María Inmaculada Tinoco Aldana

Inmaculada Tinoco: «Quiero sentir que el trabajo que hago vale la pena»

María Inmaculada Tinoco Aldana (Badajoz, 1988) es licenciada en Ciencias Ambientales e ingeniera en Agronomía. Desde junio, vive en Marruecos como técnico expatriada en Cooperación Internacional al Desarrollo y Ayuda Humanitaria de Fundación SAMU.

—Tras más de diez años viviendo en Francia, en junio se mudó a Marruecos tras incorporarse a la plantilla del área de Cooperación Internacional y Acción Humanitaria de Fundación SAMU. ¿Cómo han sido estos primeros meses de trabajo?
—Intensos. En el área de Cooperación Internacional y Acción Humanitaria de SAMU no hay tiempo para aburrirse entre la formulación de proyectos, correcciones, seguimiento de iniciativas y la realización de actividades. Estoy adquiriendo y consolidando conocimientos en este sector, que era justo lo que buscaba al unirme a Fundación SAMU.

—¿Qué le motivó a trabajar en el ámbito de la cooperación internacional al desarrollo y la ayuda humanitaria?
—Desde muy joven me han conmovido profundamente las desigualdades e injusticias en el mundo, así como la forma en que tratamos al planeta. Como persona, sentí el deseo de contribuir a construir un mundo más equitativo, por eso siempre tuve claro que, tarde o temprano, quería trabajar en este ámbito.

—¿Qué es lo que más le gusta de su trabajo?
—De lo que más disfruto es de poder trabajar en proyectos tan diversos como salud, agricultura, educación y discapacidad, y ver cómo cada uno de ellos tiene el potencial de generar cambios positivos en las comunidades. Es increíblemente motivador recibir mensajes de nuestros socios locales compartiendo historias de beneficiarios que, con lágrimas en los ojos, agradecen el material recibido, sabiendo que les permitirá mejorar su calidad de vida. Es en esos momentos cuando te dices que tu trabajo realmente vale la pena.

—¿Qué proyectos tiene en marcha actualmente SAMU en Marruecos?
—Actualmente, todos los proyectos que Fundación SAMU tiene en Marruecos se centran en la cooperación al desarrollo. Dos de ellos se desarrollan en la ciudad de Tetuán y su área rural y se enfocan en el ámbito de la discapacidad. Se llevan a cabo en colaboración con la Asociación Hanan y están financiados por el Ayuntamiento de Sevilla y la Agencia Andaluza de Cooperación Internacional al Desarrollo (AACID). El tercer proyecto, en el Alto Atlas, en la región de Marrakech, se ha iniciado recientemente junto a High Atlas Foundation. Su objetivo es mejorar el acceso al agua e impulsar la agricultura en la zona. Está financiado por el Gobierno de las Islas Canarias.

—¿De cuál de estos proyectos se siente más orgullosa?
—Estoy orgullosa de cada uno de los proyectos que estamos llevando a cabo, ya que todos responden a necesidades muy específicas de las comunidades locales y, poco a poco, se están logrando importantes avances. No tengo un proyecto preferido, ya que cada uno aborda distintos desafíos y, sin duda, tendrán un impacto valioso tanto en las zonas urbanas como rurales de Marruecos. Los dos proyectos en Tetuán, por ejemplo, están siendo fundamentales para mejorar la calidad de vida de las personas con discapacidad y sus cuidadoras. Estos proyectos también están ayudando a visibilizar el rol esencial que desempeñan las cuidadoras, lo cual es crucial para el bienestar de toda la comunidad.

—¿Qué papel juegan las mujeres en estos proyectos?
—En los dos proyectos que estamos desarrollando en Tetuán, las mujeres juegan un papel fundamental en el bienestar de las personas con discapacidad. Son ellas quienes asumen la responsabilidad del cuidado, lo que implica una gran carga emocional, económica y de tiempo. A través de estos proyectos, buscamos no solo que las cuidadoras sean beneficiarias, sino también agentes de cambio dentro de sus familias y comunidades. Por otro lado, en las zonas rurales de Marruecos, las mujeres son las principales encargadas de suministrar agua a sus hogares y de cultivar los alimentos para sus familias. Son ellas quienes se desplazan continuamente a la fuente para buscar agua. Lograr que el agua llegue directamente a sus hogares y campos no solo mejora las condiciones de vida de toda la comunidad, sino que especialmente beneficia a las mujeres. Al integrarlas en la gestión de los recursos hídricos, el proyecto mejora el bienestar y seguridad de las mujeres, y también promueve la igualdad de género.

—¿Cuáles son las necesidades más urgentes que ha identificado en las comunidades con las que trabaja?
—Trabajamos con algunas de las poblaciones más vulnerables, por lo que las necesidades son muchas y muy variadas. Desde el acceso a recursos esenciales como el agua, hasta el acompañamiento de personas migrantes y la capacitación de profesionales de los servicios de salud y apoyo social. Cada comunidad tiene sus propias prioridades y desafíos, pero si tuviera que señalar una necesidad particularmente urgente hoy en día, sería la rehabilitación de infraestructuras sanitarias y viviendas tras el terremoto de septiembre de 2023. Un año después de sufrir los devastadores efectos del seísmo, esta región se ha enfrentado a fuertes inundaciones que han acentuado su vulnerabilidad. Las necesidades son muchas y el proceso de reconstrucción será largo y complejo. Por otro lado, las necesidades de la población no se suplen únicamente poniendo a su disposición recursos económicos para comprar materiales o equipos, sino mejorando las capacidades de los profesionales locales. Por ello, en nuestras intervenciones, apostamos por la formación y la sensibilización como pilar fundamental en el fortalecimiento de las competencias de los profesionales locales y de la población.

—¿Con qué otras organizaciones colabora Fundación SAMU en sus proyectos?
—En Tetuán, trabajamos con la Asociación Hanan, que se centra en la protección de niños con discapacidad, y con ATIL, cuya labor es prevenir la exclusión social de menores y jóvenes a través de la educación, la formación profesional y la inserción sociolaboral. En Marrakech, colaboramos con la High Atlas Foundation, cuyos proyectos abarcan la agricultura, el acceso a agua potable, saneamiento y educación. También trabajamos con Alkaram, que se dedica a ayudar a menores en situación vulnerable, especialmente aquellos que viven en la calle o que han sido víctimas de maltrato. Y en Tánger, colaboramos con Tadamon, que se centra en la protección infantil, especialmente de menores migrantes y refugiados, a través de la inserción socio-profesional, la educación y la formación.

—¿Cómo se financian los proyectos de Fundación SAMU en Marruecos?
—Los tres proyectos que estamos ejecutando en Marruecos cuentan con el respaldo de diversas subvenciones públicas que cubren entre el 85% y el 90% de los costes del proyecto. Gracias al Ayuntamiento de Sevilla, a la Agencia Andaluza de Cooperación Internacional al Desarrollo y al gobierno de las Islas Canarias se garantiza que los proyectos aborden necesidades claves en el país, como el fortalecimiento de los servicios de atención a personas con discapacidad y la rehabilitación de sistemas de agua tras el terremoto de 2023. Además de estos tres proyectos, estamos trabajando en la gestión de al menos dos iniciativas más con potenciales financiadores como la Comunidad Autónoma de Madrid y el Gobierno de Aragón. Cada uno de estos proyectos nos permitirá ampliar aún más nuestro impacto en las comunidades vulnerables de Marruecos, tanto en las áreas urbanas como en las zonas rurales, donde la necesidad de intervención es evidente.

—¿Qué valoración hace del impacto de los proyectos que implementa SAMU en la zona?
—Todos nuestros proyectos en Marruecos están en fase de ejecución, por lo que el impacto real se podrá evaluar una vez hayan finalizado. Sin embargo, en lo que va de año, hemos logrado que alrededor de 120 cuidadoras participen en actividades recreativas que les permiten descansar y reducir la carga del cuidado de personas con discapacidad, ofreciéndoles alternativas para su propio bienestar. Además, 60 de ellas han asistido a sesiones de capacitación con enfoque de género, proporcionándoles herramientas para abordar el cuidado desde la perspectiva del autocuidado. También hemos capacitado a 60 profesionales del área urbana de Tetuán (en un proyecto financiado por el Ayuntamiento de Sevilla), mejorando su capacidad para ofrecer atención a personas con discapacidad. En noviembre, en el marco del proyecto financiado por la AACID, capacitaremos a otros 60 profesionales en la zona rural de Tetuán para mejorar la atención en esas comunidades.

—Y a nivel personal, ¿qué espera lograr en un futuro en su carrera profesional?
—Lo que realmente me importa es sentir que el trabajo que hago vale la pena. Aunque llevo años soñando con trabajar algún día en la FAO, no es algo que me quite el sueño. Mi verdadera satisfacción es saber que estoy ayudando a las personas, que estoy aportando algo a la sociedad y que el trabajo que realizo me motiva lo suficiente como para dedicarle al menos ocho horas todos los días sin que me pesen. Para mí, es fundamental que mi trabajo esté alineado con mis valores y, además de apasionarme, me inspire cada día.

Respuesta urgente de SAMU al paso del huracán Milton en Florida

Respuesta urgente de SAMU al paso del huracán Milton en Florida

El estado de Florida, en Estados Unidos, sigue convertido en el patio de recreo de los más temibles huracanes del mundo. Tras el paso de Helene en septiembre, que dejó a su paso 227 personas muertas y dos millones de personas sin electricidad, el huracán Milton se convirtió a principios de octubre en una nueva amenaza letal para una población que ya estaba extenuada. Mientras los partes meteorológicos alertaban del nuevo desastre en ciernes, Fundación SAMU envió un equipo de cinco voluntarios, liderados por Juan González de Escalada, para sumarse a un contingente de profesionales de SAMU First Response y Project HOPE cuya misión era la de auxiliar a las comunidades afectadas por el desastre.

El 10 de octubre, el equipo formado por profesionales de las tres organizaciones ya estaba operativo en Estados Unidos y un día después ya habían alcanzado las zonas de impacto. Tres días antes, las autoridades de Florida habían declarado el estado de emergencia y habían ordenado la evacuación de miles de residentes de núcleos urbanos de la costa, con imágenes de carreteras atestadas de vehículos que daban la vuelta al mundo. “Nos preparamos para afrontar lo peor”, apuntaba Juan González de Escalada.

El equipo enviado desde España estaba formado por cuatro voluntarios, además del propio González de Escalada, entre Técnicos en Emergencias Sanitarias y técnicos en Emergencias y Protección Civil. Algunos de ellos, alumnos de Escuela SAMU, se enfrentaban a su primera misión. Estos voluntarios se unieron a tres profesionales estadounidenses de SAMU First Response, y tres más de Project HOPE, organización con la que SAMU colabora de forma habitual en misiones internacionales. Dos proyectos recientes son las misiones de Marruecos y de Turquía en 2023, ambas tras terribles terremotos.

El grupo desplazado hasta Florida estaba equipado con un puesto de mando avanzado, una zodiac, un Quad (ATV), dos vehículos 4×4 de alto tonelaje y una furgoneta equipada con material logístico y de ayuda humanitaria (además de material de comunicaciones, motosierras y equipamiento de corte para la poda y tala de árboles caídos por el huracán). Milton dejó el suelo de Florida lleno de árboles caídos y accesos inhabilitados, por lo que el equipo de SAMU se dedicó a labores de limpieza con motosierras y herramientas de poda para despejar las vías de zonas residenciales.

La misión recordó, en muchos aspectos, a intervenciones anteriores de SAMU tras crisis derivadas de desastres metereológicos, como en el temporal Filomena en Madrid o la ciclogénesis en Sevilla, donde también emplearon equipos de corte y poda para liberar zonas afectadas.
“Nuestra misión no es solo brindar apoyo logístico y operativo, sino también asegurarnos de que nuestras acciones fortalezcan el trabajo de quienes ya están sobre el terreno”, explica González de Escalada.

La unión con Project HOPE y la extensión estadounidense de SAMU, SAMU First Response, facilitó una respuesta eficaz y coordinada, y, sobre todo, un rapidísimo despliegue del equipo. SAMU First Response ya está inscrita en el National Voluntary Organizations Active in Disaster (VOAD) y trabaja en constante coordinación con la Agencia Federal de Gestión de Emergencias (FEMA) en Estados Unidos.

La experiencia de SAMU en misiones internacionales garantiza que sus equipos están siempre preparados para operar de manera autónoma, sin convertirse en una carga adicional para las comunidades afectadas. Para esta misión, los voluntarios llevaron consigo 400 litros de combustible, comida, literas y hasta un generador de energía, conscientes de que la capacidad de abastecimiento sería limitada en los primeros días.

La misión finalizó el 17 de octubre, después de una semana de trabajo y más de 4.000 kilómetros recorridos. Según las autoridades de Florida, el paso del ciclón dejó al menos 16 muertos y unos 2,4 millones de hogares y negocios sin electricidad. Unas 80.000 personas tuvieron que pasar la noche en refugios. Sin embargo, también señalaron que los peores escenarios que se preveían por el paso del huracán no se cumplieron.

«Había muchísimo trabajo por hacer, y volver a la normalidad va a requerir meses. Lo primero fue restablecer los suministros de electricidad y combustible. Era espectacular ver a los camiones cisterna saltándose semáforos y cruces escoltados por la policía. Después el trabajo se centró en espacios públicos como parques y playas. Las casas particulares serán las que más tarden en recuperarse. Quizás algunas nunca lo hagan. Pero es de destacar el espíritu de resiliencia del pueblo americano y sus capacidades en cuanto a trabajar en sus casas y su comunidad. El conocido «Do It Yourself». Vimos infinidad de ancianos retirando ramas caídas de sus casas y jardines», relata Juan González de Escalada.

Las intervenciones de SAMU, respaldadas por una experiencia internacional que abarca misiones en Turquía, Ucrania, Marruecos, Chile y Haití, entre otros países, son testimonio del compromiso de la fundación con la ayuda humanitaria. Cada misión deja una marca en la comunidad y en los propios voluntarios, que regresan a casa con la satisfacción de haber contribuido a aliviar el sufrimiento en momentos críticos.

Para los jóvenes de Escuela SAMU, esta misión ha sido una lección vivencial que va mucho más allá de los conocimientos adquiridos en el aula. Cada desafío enfrentado, cada obstáculo superado, contribuyó a formar en ellos la resiliencia y el compromiso que caracteriza a un auténtico profesional en emergencias.

Alliance for Migration Research

Un ágora para la investigación sobre migraciones

Sevilla acogió el 16 de octubre la reunión fundacional de la Alianza para la Investigación sobre Migración (Alliance for Migration Research), un proyecto del Instituto SAMU de Investigación Científica (ISIC) y SAMU First Response, con la participación de varias universidades internacionales, para crear un entorno de colaboración que promueva investigaciones sobre la migración. La jornada fue todo un éxito por su espíritu colaborativo e innovador con el objetivo de avanzar hacia una mejor calidad y una mayor calidez en la atención a la población migrante.

«Alliance for Migration Research es una iniciativa que lleva planificándose más de dos años y que tiene hoy su sesión constitutiva. Nacemos», destacó Carlos González de Escalada, presidente de SAMU, durante la inauguración de la jornada, que se celebró en el Salón de Grados de la Universidad CEU Fernando III, en Bormujos (Sevilla). En el evento participaron cerca de 70 personas de manera presencial, a las que se sumó una treintena más de participantes online.

«SAMU está hoy apoyando la migración en seis zonas calientes del mundo: Estrecho de Gibraltar, archipiélago balear, archipiélago canario, en la capital de Estados Unidos y en la frontera de Arizona con México. Eso, por no mencionar los más de 60 centros para niños migrantes no acompañados que Fundación SAMU gestiona por toda España», continuó González de Escalada.

«Somos más de 3.000 profesionales a ambos lados del Atlántico. Tenemos una experiencia técnica muy arraigada como prestadores de servicios sociales esenciales. En un año cualquiera, SAMU apoya a más de 15.000 migrantes, incluyendo familias, mujeres y niños no acompañados. Hoy, gracias al afán loable de nuestro Instituto SAMU de Investigación Científica y al apoyo financiero de Fundación SAMU, generamos un espacio de transferencia gratuito, completamente abierto a la participación internacional».

La apertura del encuentro corrió a cargo del presidente de SAMU, Carlos González de Escalada; Myriam Navarro, coordinadora de postgrado de la CEU San Pablo; y el director general de Políticas Migratorias de la Junta de Andalucía, Francisco Jesús Toronjo.

La conferencia inaugural, titulada Corrigiendo mitos sobre la migración, la pronunció Ernesto Catañeda Tinoco, director del Laboratorio de Inmigración de la American University USA. Castañeda compartió evidencias científicas para desmentir mitos sobre la migración. En su exposición, Castañeda destacó que los inmigrantes representan solo el 3,5% de la población mundial y que su impacto negativo es exagerado. Argumentó que la migración es crucial para contrarrestar el descenso de la población y mantener el crecimiento económico y cultural, especialmente en países como Estados Unidos.

A lo largo de la jornada, se desarrollaron diversas mesas de debate y ponencias. Estas se dividieron en dos grandes temáticas: Teoría y praxis en el abordaje de la migración. Proyectos y protocolos Fundación SAMU; y Teoría y praxis en el abordaje de la migración desde la Universidad.

En estas mesas y ponencias se trataron temas como los cambios más significativos en los últimos 20 años del fenómeno migratorio; la convención sobre los derechos del niño; jóvenes y migración desde la perspectiva de género; cómo mejorar la resiliencia de las poblaciones desplazadas; retos geopolíticos, económicos y sociales; el proyecto VRIME en Andalucía; el proyecto Immerse (Integration Mapping of Refugee and Migrant Children in Schools and Other Experiential Environments); el proyecto MadreUP; o el Programa Legalízate en EE.UU.; entre otros temas y asuntos.

«Como institución a la vez científica y técnica, SAMU estaba obligada a ejercer el liderazgo en investigación en migraciones. Lo hacemos con humildad y convicción con el único objetivo de ser útiles a los presentes. Somos una alianza de buena voluntad», expresó durante la jornada Carlos González de Escalada, que, a su vez, indicó como principales objetivos del evento «atraer a la comunidad científica internacional a un foro de intercambio abierto y bien intencionado; fomentar líneas de investigación colaborativas entre universidades e instituciones de todo el mundo; y crear oportunidades de transferencia tecnológica entre profesionales de los servicios sociales e investigadores del universo académico».

La conferencia de clausura estuvo a cargo de Carlos Álvarez Leiva, presidente de honor de SAMU, que trabaja en la europeización de los centros de acogida para menores migrantes no acompañados. Su enfoque se centra en adaptar y mejorar los procedimientos y servicios de estos centros para alinearlos con los estándares europeos, asegurando una atención integral y de calidad para estos menores.

La mesa de clausura estuvo formada por José Antonio Trujillo, director general de SAMU; Carlos Álvarez Leiva, presidente de honor de SAMU; y Miguel Antonio Guevara Quintanilla, cónsul general de El Salvador en Sevilla, que comunicó las dos candidaturas para los próximos encuentros de la Alliance For Migration Research: el primero en Washington DC (EEUU) y, el siguiente, en El Salvador.

Políticas de integración

En este encuentro de expertos en migraciones celebrado en Sevilla se expusieron evidencias sobre los retos y oportunidades que suponen los movimientos migratorios para la sociedades de acogidas siempre y cuando se fomente políticas de integración en temas de vivienda, educación, salud, formación y desempeño laboral y especialmente la integración sociocultural basada en la empatía y el respeto.

«La migración es un fenómeno global que presenta tanto oportunidades como retos. Los migrantes, al integrarse en nuevas sociedades, contribuyen significativamente a la economía local. Quieren trabajar y emprender negocios, demostrando una resiliencia notable, especialmente las madres migrantes, quienes a menudo se enfrentan a desafíos adicionales», apuntan desde SAMU. Además, «la inserción laboral de los migrantes ofrece múltiples oportunidades. Sin embargo, también supone retos significativos, como la necesidad de legalización para acceder a vivienda, trabajo y actividades socioeducativas». La legalización es crucial para garantizar que los migrantes puedan contribuir plenamente a la sociedad y beneficiarse de sus derechos.

I Jornada Aeronáutica Adaptada de SAMU

La I Jornada Aeronáutica Adaptada de SAMU vuela alto

El Aeródromo La Juliana de Sevilla fue escenario el 8 de octubre de la I Jornada Aeronáutica Adaptada, un evento organizado por SAMU y por el Real Aeroclub de Sevilla que tuvo como objetivo acercar a las personas con discapacidad física, psíquica o sensorial al mundo aeronáutico en su camino hacia la inclusión y la normalización social. Uno de los talleres fue un bautismo de vuelo que dio a más de 20 personas la oportunidad de experimentar, por primera vez, la emoción de volar. El evento fue todo un éxito de organización y de asistencia, con más de 200 personas participantes. «Ha superado nuestras expectativas», señaló Estela Garrido, responsable de SAMU Idilio.

La jornada se desarrolló por la mañana y contó con dos grupos de actividades, de tierra y de aire, por los que fueron rotando los participantes. Entre otras actividades, los asistentes tuvieron la oportunidad de acercarse a diferentes aeronaves y visitar su interior; de ponerse a los mandos de un simulador de vuelo; de conocer los preparativos y recursos materiales necesarios de un paracaidista; de recorrer los hangares y disfrutar del despegue de un avión; y de experimentar un bautismo de vuelo.

En la jornada participaron usuarios de las residencias Santa Ana y San Sebastián y del centro de estancia diurna San Lucas, todos ellos ubicados en la provincia de Sevilla y gestionados por Fundación SAMU. También participaron alumnos con discapacidad física, psíquica y sensorial de diferentes colegios de educación infantil y primaria de Sevilla. Además, un grupo de diez menores extranjeros no acompañados, usuarios de los servicios de Fundación SAMU, realizaron funciones de voluntarios como recurso de apoyo a las personas con discapacidad.

El evento contó con un amplio respaldo institucional. Participaron Pedro Calbó, director general de Personas con Discapacidad de la Consejería de Inclusión Social, Juventud, Familias e Igualdad de la Junta de Andalucía; María Nieves Valenzuela, directora general de Fomento de la Innovación de la Consejería de Universidad, Investigación e Innovación de la Junta de Andalucía; Clara Monrob, alcaldesa del Ayuntamiento de Bollullos de la Mitación; Manuel Varilla, concejal-delegado de Deportes del Ayuntamiento de Bollullos de la Mitación; Lucía González, concejala-delegada de Inclusión del Ayuntamiento de Bollullos de la Mitación; Juan José Arbolí, coronel jefe del ACAR Tablada y comandante militar aéreo del Aeropuerto de Sevilla; José Antonio Pereira, coronel jefe del Grupo Móvil de Control Aéreo (GRUMOCA); y Manuel Pérez, teniente coronel jefe del batallón de Helicópteros de maniobra nº IV.

La jornada aeronáutica fue posible gracias a la colaboración de la Junta de Andalucía y de la Policía Nacional, la Guardia Civil, el Ejército del Aire, el Ejército de Tierra y la Unidad Militar de Emergencias (UME), que trasladaron recursos y efectivos al Aeródromo La Juliana.

Con esta iniciativa se busca promover la igualdad de oportunidades y el acceso a actividades aeronáuticas a personas que, en términos generales, viven muy alejadas de este mundo. Estas personas tuvieron la oportunidad de experimentar las emociones que suscita volar, rompiendo barreras y desafiando estereotipos. «Es una novedad para todos, especialmente para ellos. Hacer cosas que salen de la rutina es algo emocionante para ellos, mucho más si es una actividad como ésta. Y, por supuesto, poder acceder. La palabra accesibilidad es muy importante en el mundo de la discapacidad», explicó María José Tinoco, directora de Acción Social de SAMU.

Promover la accesibilidad

“Estas jornadas contribuyen a la responsabilidad social de eliminar el asistencialismo en la atención a las personas con discapacidad. Queremos mejorar la adaptación de los entornos para que sean accesibles en el desarrollo de las actividades de la vida diaria, y promover la accesibilidad para todos en el ámbito de las actividades de ocio. Si las actividades aeronáuticas son más restringidas para la mayoría de la población, lo es en mayor medida para las personas con discapacidad. Este es el reto”, explican desde el área de Dependencia e Inclusión Social de SAMU.

José Luis de Augusto Gil, presidente del Real Aeroclub de Sevilla, ha sido una persona clave en la organización de estas jornadas. Este piloto e ingeniero aeronáutico era uno de los especialistas de ensayos en vuelo del avión A400M de Airbus que se estrelló en Sevilla el 9 de mayo de 2015. Sobrevivió al desastre y su vida cambió. Tras recuperar su licencia de vuelo, fundó Newwings, que promueve la inclusión de personas con discapacidad en las actividades aeronáuticas del Aeroclub y se centra en el vuelo de aviones a motor adaptados para el uso por personas con movilidad reducida.

 

 I Jornada Aeronáutica Adaptada de SAMU

I Jornada Aeronáutica Adaptada de SAMU

SAMU ya ha atendido a más de 370 menores en Ceuta en lo que va de año

Fundación SAMU tiene la misión institucional de gestionar la emergencia que implica la llegada de menores migrantes no acompañados por un referente adulto a través de la frontera con Marruecos. La organización puso en marcha en febrero la Operación Ceuta 2024 con el objetivo de reactivar infraestructuras de acogida y reforzar el dispositivo de atención a menores existentes en la ciudad autónoma. Este verano, especialmente en agosto, la actividad se intensificó ante el incremento de la llegada de menores extranjeros no acompañados y se activó un dispositivo de emergencia.

«Ceuta es un enclave geográfico singularmente situado muy favorable al movimiento migratorio ininterrumpido entre África y Europa y especialmente favorable a la población marroquí por las circunstancias socioculturales que han determinado un mestizaje progresivo transfronterizo estable. Es obvio que las circunstancias demográficas son determinantes. Nada ni nadie puede parar los flujos migratorios globales cuando responden a desequilibrios de vida», explica Carlos Álvarez Leiva, presidente de honor de SAMU y responsable del dispositivo de emergencia de Ceuta.

«La gestión de un centro de menores es apasionante y solo se concibe así si eres capaz de asumir la enorme trascendentalidad del resultado esperado. Se trata de transformar una palpitante materia prima en elementos cruciales de alta demanda para una sociedad envejecida y con niveles de dependencia progresiva, en todos los servicios, ayudamos a ayudarnos. Esta visión más que romántica, es natural, está fundamentada en la consolidada experiencia que tiene Fundación SAMU en su trayectoria de acompañamiento y atención a más de 3.000 menores».

Durante el mes de septiembre, el dispositivo de emergencias de SAMU en Ceuta ha recibido la visita de la ministra de Juventud e Infancia de España, Sira Rego; y del nuevo director general de SAMU, José Antonio Trujillo.

Más atenciones que en 2023

En 2023, Fundación SAMU atendió a un total de 342 menores en la Unidad de Acogida Temporal de Emergencia La Esperanza, cuya capacidad inicial era de 60 plazas. «A principios de 2024, el escenario migratorio en Ceuta experimentó un cambio drástico. La afluencia de menores migrantes aumentó significativamente, provocando una sobreocupación en el centro La Esperanza, que duplicó su capacidad. El número de menores acogidos en el primer semestre del año 2024 ya supera el total de menores atendidos durante el año 2023», explica Siham Khalifa, directora adjunta del área de Infancia y Familia de Fundación SAMU.

A fecha de 19 de septiembre de 2024, Fundación SAMU había acogido en Ceuta en lo que va de año a 371 menores, 30 más que en todo 2023 y aún quedan tres meses para que finalice el año.

«La sobreocupación en el centro La Esperanza llevó a Fundación SAMU a habilitar nuevas instalaciones para gestionar la emergencia migratoria que vive la ciudad autónoma de Ceuta. El primer paso fue la apertura del Centro de Inserción Sociolaboral (ISL) Triana, en marzo de 2024, con una capacidad para atender a 36 menores. Este centro tiene como objetivo principal la formación y capacitación de los jóvenes para prepararlos para una vida independiente, diseñando itinerarios personalizados de inserción sociolaboral», continúa Siham Khalifa.

Ante el aumento continúo del número de menores que llegaban a Ceuta, el 10 de mayo de 2024 se habilitó el Centro Aljarafe, con capacidad para 60 jóvenes. Este centro ayudó a descongestionar La Esperanza, trasladando 60 menores desde el centro inicial.

Además, el 11 de julio de 2024, se habilitó el Centro Nueva Esperanza, en el Tarajal, diseñado para la primera acogida de menores sin acompañante adulto, con capacidad para 60 menores. La apertura de este centro permitió cerrar definitivamente la Unidad de Acogida Temporal La Esperanza.
«En agosto de 2024, una nueva entrada masiva de menores intensificó la crisis, llevando a Fundación SAMU a habilitar más espacios. Se realizaron ajustes significativos en los recursos, como la ampliación del Centro Triana para acoger a 159 menores, incorporando 15 nuevos módulos. El Centro Aljarafe también aumentó su capacidad para 110 menores. Asimismo, Nueva Esperanza amplió su capacidad inicial para albergar a 108 menores, gracias a la habilitación de nuevos espacios», explica Siham Khalifa.

Tras estos cambios, en la actualidad, Fundación SAMU gestiona tres centros especializados en Ceuta para la atención de menores migrantes no acompañados: Centro Nueva Esperanza (Tarajal), con una capacidad de 108 plazas; Centro Aljarafe, con 110 plazas; y Centro de Inserción Sociolaboral (ISL) Triana, con una capacidad para 159 menores.

«Estos centros brindan una atención integral adaptada a las necesidades de los menores en distintas fases de su proceso migratorio, desde la recepción inicial hasta la preparación para la vida independiente», comenta Siham Khalifa. «Uno de los pilares fundamentales en la atención a los menores migrantes es asegurar su acceso a la educación, tanto formal como informal. Fundación SAMU implementa programas educativos que incluyen clases de idioma y actividades de integración cultural y social, promoviendo la inclusión de los menores en la comunidad local».

En este sentido, Carlos Álvarez Leiva añade: «En la Fundación SAMU, trabajamos para identificar y desarrollar los talentos individuales de cada menor, fomentando en ellos una cultura de compromiso y responsabilidad. A través de una estructura organizada por niveles, se les instruye en competencias específicas que les preparan para contribuir activamente al funcionamiento del centro, al mismo tiempo que adquieren habilidades útiles para su integración social».

Todos los centros gestionados por Fundación SAMU operan en estrecha colaboración con instituciones y organizaciones gubernamentales y no gubernamentales. Esta coordinación garantiza una atención integral que abarca desde la protección básica hasta el desarrollo personal y la integración social de los menores.

La respuesta de Fundación SAMU ante la crisis migratoria de menores no acompañados ha sido clave para gestionar el creciente número de niños y adolescentes que llegan a Ceuta.

La ampliación de los centros y la implementación de programas de educación y formación han permitido ofrecer un entorno más seguro y preparado para afrontar las demandas de esta emergencia humanitaria.

«El trabajo coordinado entre diferentes actores y la constante adaptación de los recursos han sido esenciales para asegurar una atención eficaz y digna a los menores migrantes, contribuyendo a su desarrollo integral y futura integración social», concluye la directora adjunta del área de Infancia y Familia de SAMU. El trabajo no cesa en Ceuta.

Recuerdos y vino: un taller inolvidable para mayores en el Centro de Día Ciudad de Alfaro

En el corazón de La Rioja, donde el vino es mucho más que una bebida, el Centro de Día para Personas Mayores Dependientes Ciudad de Alfaro de Fundación SAMU ha llevado a cabo una experiencia inolvidable para sus usuarios: un taller de vendimia que no solo recupera una tradición local, sino que también ofrece a los mayores una conexión profunda con su pasado. Este evento no solo celebra la importancia de la vendimia en la región, sino que también subraya los beneficios significativos que tales actividades tienen para la población mayor.

La vendimia en La Rioja es una tradición que ha acompañado a la comunidad desde tiempos inmemoriales. Esta labor, esencial para la producción del vino, tiene un impacto cultural y económico considerable en la región. El proceso de cosecha de la uva, que antes se realizaba manualmente, ha evolucionado con los avances tecnológicos, como las modernas cosechadoras mecánicas que ahora facilitan esta ardua tarea. Sin embargo, para muchos residentes de Alfaro, la vendimia sigue siendo un símbolo de identidad y un momento de conexión comunitaria.

Durante el mes de septiembre, época en la que se realiza la recogida de la uva, el Centro de Día para Mayores Ciudad de Alfaro se sumergió en el mundo de la vendimia a través de un taller de reminiscencia. Esta actividad es una ventana al pasado, donde los mayores pueden revivir y compartir sus experiencias personales relacionadas con la vendimia.

Profesionales del Centro de Día destacan que, a pesar de la modernización del proceso, los mayores mantienen un profundo cariño por las épocas en que la recolección se realizaba manualmente. Para ellos, la vendimia era una oportunidad para socializar con vecinos, familiares y amigos, un aspecto que sigue siendo vital para la cohesión comunitaria.

Este taller en el Centro de Día se convierte en un espacio de encuentro y aprendizaje, donde los participantes rememoran cómo se realizaba la recolección con herramientas tradicionales como el «gabinete» o el «corquete», y cómo se almacenaban las uvas en cestos llamados «cunachos».
Los relatos sobre el cuidado meticuloso con el que se trataba la uva para evitar que se estrujase demasiado y la preparación del vino en las bodegas locales son narrados con gran detalle por los mayores del centro. Estos cuentan cómo se transportaba el vino a las bodegas, donde se pisaba con «garbo» y cómo se realizaba el proceso de fermentación y conservación en cubas de madera.

«Los racimos de uva eran cortados con un gabinete o corquete, herramientas que ayudaban en la recolección del preciado fruto. Se cortaban y depositaban en cestos o cunachos, pero eso sí sin estrujarlos mucho, ya que sino caía el caldo a la tierra y no valía. Era y es un producto muy valioso y delicado que se trataba con mucho mimo y esmero. Cuando se llenaba el cunacho, se cargaba al hombro y se vaciaba en un comportillo, una especie de cubo grande de madera, siempre cerca del carro o galera», explica los mayores del centro.

«Posteriormente, el vino se transporta a las bodegas, en las cuales era pisada con garbo, como decimos aquí. Cuando iban pasando los días, el caldo adquiría color e iba fermentando. Entonces se sacaba la raspa a la prensa y se juntaba todo en el tino. Tras un tiempo, se comprobaba con una vela que no había tufo. Finalmente, se trasegaba a las cubas para seguir su proceso. Luego, las bodegas del municipio entregaban unos vales a cada familia para luego coger el vino cuando estuviese preparado. La mayoría de las casas alfareñas disponían de bodega particular, para almacenar los garrafones en un lugar fresquito, ayudando así a su conservación. Y cuando necesitaban beber para comer, se bajaba a rellenar el porrón”.

Este tipo de actividad no solo revive la memoria colectiva, sino que también proporciona beneficios significativos para los mayores. La participación en talleres que evocan experiencias pasadas puede mejorar la salud mental y emocional de estas personas, ayudándoles a mantener una actitud positiva y un sentido de propósito. Además, las actividades grupales como éstas fomentan la interacción social y fortalecen los lazos entre los participantes, contribuyendo a su bienestar general.

La vendimia también tiene un papel importante en la economía de La Rioja. El vino es uno de los productos más emblemáticos de la región, y su producción genera empleo y fomenta el turismo. El Centro de Día para Mayores Ciudad de Alfaro reconoce esta conexión al involucrar a los usuarios en una actividad tan representativa de la identidad local, al tiempo que apoya la cultura vitivinícola de la región.

La experiencia de este año fue especialmente significativa. A pesar de las inclemencias meteorológicas que preocuparon a los mayores, el taller pudo llevarse a cabo con éxito. Gracias a la generosa colaboración de una familia alfareña (Charo, Bayo y Alfonso), los usuarios del centro tuvieron la oportunidad de participar en la recolección de la uva de la variedad tempranillo, realizando la actividad tal como se hacía hace décadas. La uva recogida fue llevada al centro para extraer el mosto, que luego fue degustado en un taller de cocina, proporcionando una experiencia sensorial completa.

La emoción y el entusiasmo de los mayores durante el taller fueron palpables. Sus relatos y recuerdos sobre la vendimia y la producción de vino reflejan un profundo apego a sus tradiciones y una celebración de su legado cultural.

«El éxito del taller no hubiera sido posible sin la colaboración desinteresada de Charo, Bayo y Alfonso», apuntan los profesionales del centro, que expresan su gratitud especial a esta familia, cuyo amor y dedicación hicieron posible que el taller se convirtiera en una experiencia memorable para todos los involucrados.

El taller de vendimia del Centro de Día para Personas Mayores Dependientes Ciudad de Alfaro fue mucho más que una simple actividad recreativa. Fue una celebración de la cultura vitivinícola de La Rioja, un medio para preservar y transmitir tradiciones y, sobre todo, una oportunidad para mejorar la calidad de vida de las personas mayores a través de la nostalgia y la socialización. Este tipo de iniciativas no solo honran el pasado, sino que también fortalecen el presente, ofreciendo a los mayores una manera de reconectar con sus raíces y disfrutar de la riqueza cultural de su tierra.

Fundación SAMU y el Real Aeroclub de Sevilla organizan la I Jornada de Aeronáutica Adaptada dirigida a personas con discapacidad

El Aeródromo La Juliana de Sevilla será escenario el 8 de octubre de el la I Jornada Aeronáutica Adaptada, un evento organizado por SAMU con el objetivo de brindar una experiencia adaptada y enriquecedora en el ámbito de la aviación para personas con discapacidad, incluyendo aquellas con algún tipo de dificultad tanto física, psíquica o sensorial. A través de esta iniciativa, se busca promover la igualdad de oportunidades para todos, independientemente de sus capacidades, y el acceso a actividades aeronáuticas adaptadas. Estas personas tendrán la oportunidad de experimentar las emociones y sensaciones que suscita volar, rompiendo barreras y desafiando estereotipos.

«La idea es contribuir a la responsabilidad social de eliminar el asistencialismo en la atención a las personas con discapacidad, superar la adaptación de los entornos para que sean accesibles en el desarrollo de las actividades de la vida diaria, y aspirar a la accesibilidad para todos en el ámbito de las actividades de ocio. Si las actividades aeronáuticas son más restringidas para la mayoría de la población, lo es en mayor medida para las personas con discapacidad. Este es el reto. Podemos hacer partícipes a diferentes órganos civiles y militares, como una operación extraordinaria», explican desde el área de Dependencia e Inclusión Social de SAMU, organizador del evento.

En la jornada participarán usuarios de las residencias Santa Ana y San Sebastián, así como del centro de estancia diurna San Lucas, todos ellos ubicados en la provincia de Sevilla y gestionados por Fundación SAMU; y alumnos con discapacidad física, psíquica y sensorial de diferentes Colegios de Educación Infantil y Primaria de Sevilla. Además, un grupo de 10 menores extranjeros no acompañados, usuarios de los servicios de Fundación SAMU, realizarán funciones de voluntarios como recurso de apoyo a las personas con discapacidad. Estos tendrán un espacio para experimentar un bautizo de vuelo como refuerzo a su labor altruista.

La I Jornada Aeronáutica Adaptada, que se desarrollará por la mañana, cuenta con dos grupos de actividades, de tierra y de aire, que se desarrollarán en una estructura rotatoria temporal y espacial adecuada como para garantizar la participación de todos los asistentes al evento. En uno de los talleres, los participantes tendrán la oportunidad de visitar el interior de una aeronave y tomarse una foto a los mandos. En el taller titulado SkyDive: experiencias paracaidistas, los participantes tendrán la experiencia de conocer todo los recursos necesarios y preparativos previos de un paracaidista. Visitarán sus hangares y podrán disfrutar in situ del despegue de su aeronave y del aterrizaje de los paracaidistas en diferentes modalidades.

También habrá un simulador de vuelo, un taller en el que se brindarán detalles sobre el exterior de un avión, sus partes y funciones y un bautismo de vuelo que dará a los participantes la oportunidad de experimentar la emoción de volar y conectarse con el mundo de la aviación.

José Luis de Augusto Gil, presidente del Real Aeroclub de Sevilla y pionero en la aviación adaptada, compartirá en una charla inspiradora sus experiencias, hablará de cómo se ha enfrentado a los obstáculos, sobre su adaptación a una nueva vida tras un accidente aéreo y cómo logró alcanzar sus sueños a pesar de las limitaciones físicas.

Entre los colaboradores y patrocinadores de este evento destacan el Real Aeroclub Sevilla, el Aeródromo La Juliana, Fundación La Caixa, Escuela SAMU, Policía Nacional, Guardia Civil, Ejército del Aire, Ejército de Tierra, la Unidad Militar de Emergencias (UME), Protección Civil (Bollullos de la Mitación), el Ayuntamiento de Villamanrique de la Condesa (Sevilla), la Junta de Andalucía, Skydive Spain y Skylife.

Recursos contra la adversidad para jóvenes de Puerto Rico

La entidad continúa avanzando en su proceso de internacionalización con la puesta en marcha en septiembre de un programa integral de apoyo emocional, social y académico dirigido a preadolescentes y adolescentes en Puerto Rico: Smile. Este proyecto está orientado a mejorar la salud mental, el rendimiento académico y la inclusión social de los estudiantes y se realiza aunando esfuerzos con la Fundación Atención-Atención.
Se trata de una iniciativa de SAMU First Response para complementar las labores ya prestadas por el proyecto C.A.S.A. del departamento de Educación y el Gobierno de Puerto Rico, dirigido a atender las necesidades de la población en alto riesgo de abandono escolar. Smile, originalmente planteado como un proyecto de intervención itinerante, busca abordar las necesidades críticas de salud mental, neurodesarrollo y bienestar emocional de los jóvenes y adolescentes en Puerto Rico.

«La situación socioeconómica y demográfica de la isla, exacerbada por recientes desastres naturales, ha creado un entorno en el que los menores enfrentan desafíos significativos que requieren intervenciones efectivas y sostenibles en el ámbito educativo y extraescolar. De este modo, Smile se presenta como una oportunidad para, de la mano de la Fundación Atender-Atender, prestar servicio en colegios, con los que esta formación ya presenta acuerdos firmados. De este modo, Atención-Atención centra sus esfuerzos en atender a menores en etapa escolar de atención temprana o Primaria (3-10 años), mientras que Fundación SAMU hace lo mismo con menores en etapa preadolescente y adolescente (de 10 a 18 años)», explican desde Fundación SAMU.

El programa Smile está diseñado para combatir la pobreza infantil, abordar el trauma causado por desastres naturales, así como por la negligencia, la pobreza familiar y comunitaria en la infancia; mejorar el rendimiento académico y promover el bienestar emocional y social de los jóvenes en el entorno escolar. La intervención integral propuesta incluye evaluaciones psicológicas, talleres de apoyo emocional y académico, actividades de inclusión social a través del juego, y el apoyo o asesoramiento externo al personal de las escuelas que tienen convenio con la Fundación Atención- Atención. Todas estas acciones están dirigidas a proporcionar a estos niños y adolescentes las herramientas necesarias para superar sus circunstancias adversas y construir un futuro mejor.

Las intervenciones están dirigidas por un psicólogo y un terapeuta ocupacional, con sesiones grupales de 60 minutos de duración. Si se requiere, se asigna tiempo específico para el trabajo individual, lo que permite evaluar y abordar casos concretos de manera personalizada.

Fundación SAMU ha puesto en marcha ya este programa, de un mes de duración, en tres centros educativos de Puerto Rico: las escuelas Angélica Gómez y Luis Muñoz Marín, en el municipio de Arecibo, y en la escuela Juanita Ramírez, en Florida.

Como formación adicional, se ofrecen dos webinars diseñados para brindar apoyo tanto a padres como a profesionales. Estos webinars proporcionan un espacio para alinear objetivos educativos y de crianza, creando un entorno de apoyo mutuo. Esto beneficia también al desarrollo integral de los niños y jóvenes, tanto en casa como en la escuela.

A través de este programa se pretende lograr una reducción de la deserción escolar mediante apoyo emocional y motivación académica; una mejora del rendimiento académico al abordar problemas emocionales y sociales; y el desarrollo de habilidades sociales y de comunicación a través de talleres grupales.

El proyecto Smile fue una de las seis iniciativas presentadas en el I Concurso de Grant Writting, el primer concurso interno de SAMU para la elaboración de proyectos técnicos innovadores y su implementación internacional, concretamente en Estados Unidos. El objetivo de este concurso es promover el talento interno y acercar la elaboración de proyectos a toda la red de trabajadores de la empresa.