Jornada de puertas abiertas de Escuela SAMU

Una jornada para compartir

POR REYES GONZÁLEZ

La Escuela de Emergencias y Formación Profesional Sanitaria SAMU volvió a abrir sus puertas a la sociedad el 9 de mayo en unas jornadas de enorme aceptación en las que visitantes, escolares y medios de comunicación pudieron conocer de primera mano el mayor centro europeo en simulación de catástrofes. En estas V Jornadas, el público interesado pudo visitar las instalaciones y conocer la completa oferta educativa de nuestra escuela, así como el funcionamiento y el papel decisivo que la actividad sanitaria desempeña en la comunidad.

La jornada contó con visitas guiadas a cargo de los alumnos de los cursos de formación de grado medio de Técnico en Emergencias Sanitarias y de Técnico en Cuidados Auxiliares de Enfermería, además de los alumnos del Máster Propio en Atención Prehospitalaria, Catástrofe y Ayuda Humanitaria de la Universidad de Sevilla. El alumnado, con la tutela de los docentes, mostró a los asistentes las capacidades adquiridas durante el curso en el desarrollo de las numerosas actividades programadas.

Más de 300 niños de 6 a 16 años visitaron las instalaciones de la Escuela SAMU y participaron en los juegos y talleres programados sobre primeros auxilios, vendaje, la toma de constantes vitales, el funcionamiento y equipamiento de una UVI móvil, la realización de transmisiones, el equipamiento de un quirófano de campaña y un taller de soporte vital básico. Los menores del Centro ARB Miguel de Mañara también tuvieron la suerte de experimentar diversas sensaciones, entre ellas, la prueba de escalada, los jeep de rescate y el trabajo en la cabina de un avión. Las actividades estuvieron abiertas a todos los públicos de 17:00 a 19:00.

El centro de Gelves es pionero en España. Cuenta con 17.000 metros cuadrados construidos con 13 aulas, biblioteca, talleres de entrenamiento, pista americana, piscina, pista de conducción 4×4, un área de simulación de accidente aéreo y de ferrocarril, áreas confinadas, inundables, derruidas, un rocódromo, una helisuperficie y una pista de conducción de ambulancias.

Cadena SER desplazó a su equipo de Hoy por hoy Sevilla a Escuela SAMU y realizó un programa en directo en el que participaron compañeros y visitantes

Nacho Ávila, jefe de operaciones de SAMU

“Yo no he hecho la mili, he hecho el máster de SAMU”

El enfermero Nacho Ávila Guerra (La Palma del Condado, Huelva, 1982) es desde febrero el nuevo jefe de operaciones de SAMU, cargo que compagina con guardias en ambulancias en Sevilla y Huelva.

—¿Cómo conoció SAMU?
—Tras terminar Enfermería en 2005, empecé a trabajar en un centro de salud haciendo guardias sueltas. En el verano de 2006, en Matalascañas, tuve una guardia muy mala, con muchos accidentes de tráfico. El conductor de la ambulancia me sacó las castañas del fuego y al verme sobrepasado por los avisos me dijo que había una empresa en Sevilla que se dedicaba a la formación en emergencias y que creía oportuno que hiciera el curso.

—¿Qué recuerda del máster de SAMU?
—Yo siempre digo: no he hecho la mili, he hecho el máster de SAMU. Es muy intenso, absorbente, con formación paramilitar. Hacemos muchos simulacros junto con fuerzas especiales y trabajamos en equipo con diferentes dispositivos. Es un ambiente de entrenamiento severo. Pero al que le gusta este mundo, cuando lo prueba, le pica el gusanillo y no para.

—¿Por qué estudió Enfermería?
—Cuando tenía 15 años saqué a un niño de una piscina que se estaba ahogando. Todo el mundo me dijo que tenía que ser socorrista o sanitario, lo típico. Además, yo tengo un tío que es enfermero y me contaba cosas de este mundo, y me entró el gusanillo. Ya cuando entras en contacto con la profesión te das cuenta de si esto es realmente tu vocación.

—¿Qué significa ser jefe de operaciones?
—Todo. Control de personal, de cuadrantes, de vacaciones, sustituciones. A la primera persona a la que acuden los profesionales de guardia cuando se produce cualquier incidente en los servicios de Sevilla, Huelva y Málaga es a mí.

—¿Por qué decidió asumir este reto?
—A nivel profesional y personal, creo que era el momento. Yo ya había sido, de forma accidental, director de la unidad de día San Lucas, por lo que tenía experiencia en el ámbito de la dirección de SAMU. Además, la plaza de jefe de operaciones no sale todos los años. La anterior compañera, Victoria Galiani, se ha llevado más de 12 años en el cargo. Hubiera sido más fácil quedarme en mi puesto de enfermero normal, pero me gustan los retos, asumir nuevos proyectos e ir creciendo.

—Durante tres años trabajó en Málaga, ¿cómo fue la experiencia?
—Hubo un periodo de reestructuración de la plantilla de Huelva y me mandaron para Málaga, pero no cambié de residencia, seguí viviendo en La Palma del Condado. Eso suponía salir de casa a las cuatro y media de la mañana para entrar a trabajar a las ocho. Al día siguiente, sales a las ocho de la mañana y sobre las once y media o doce llegas al pueblo. Te pegas una ducha y te vas a por tu hija a la guardería y disfrutas de ella durante la tarde. Era mi forma de verlo. Cuando estaba en Málaga tenía más tiempo para estar con mi hija que ahora que estoy en Sevilla.

—Participó en la misión de SAMU en Haití en 2010. ¿Cuál fue su función allí?
—SAMU envió cinco expediciones. Yo fui como jefe del último contingente y con la misión de hacer un repliegue lo más ordenado posible. El periodo de emergencias ya había pasado.

—¿Qué vio en Haití?
—Cuando llegué se suponía que lo peor ya había pasado pero lo cierto es que Haití no podía estar peor. No tenían agua potable en las casas, los escombros estaban sin recoger y la gente vivía en campamentos de refugiados. Siete años después, esto sigue igual. Estructuras como el Parlamento, la comisaría central, la escuela de policía o facultades como Medicina o Enfermería se habían derrumbado, matando promociones enteras de profesionales. No tenían policías ni sanitarios porque habían muerto en el terremoto.

—¿Qué significa SAMU para usted?
—SAMU es mi segunda familia. Es un gran conglomerado de distintos profesionales que nos apasiona lo que hacemos. Es una filosofía de vida, una forma de entender el trabajo y las responsabilidades, una religión. Es algo más grande que una empresa en sí.

“Todo nos aburre y buscamos innovar con las drogas”

Mª Nieves Báez (Los Palacios y Villafranca, 1987) trabaja desde octubre como psiquiatra en las residencias de Santa Ana, San Lucas y, próximamente, en la nueva clínica de salud mental Wellness.
—¿Por qué eligió la psiquiatría?
—Durante las prácticas de Medicina tenía claro que la Cirugía no me interesaba. No sabía muy bien qué hacer pero sí tenía claro que me gustaba mucho observar el comportamiento de los pacientes y tener un mayor trato con ellos.
—¿Cuáles son sus funciones en SAMU?
—Acudo dos días en semana a la residencia Santa Ana y otros dos días a San Lucas. En la primera, los usuarios padecen daño cerebral sobrevenido. Aquí realizo un apoyo más farmacológico, mientras que en la unidad de día San Lucas, con pacientes con discapacidad intelectual con trastorno de conducta, llevo a cabo una atención más psicoterapéutica.
—También forma parte de la plantilla de la clínica de salud mental Wellness. ¿Qué funciones desempeñará en este centro?
—Wellness es una clínica global que incluye consultas externas, terapias grupales, hospitalización de día o hospitalizaciones de larga estancia para quien lo necesite. Mi papel como psiquiatra será pasar consulta y realizar un seguimiento de los pacientes hospitalizados.
—Una de las especialidades del centro Wellness es la atención a personas con trastorno de conducta alimentaria (TCA). ¿Cuáles es el perfil de las personas que padecen esta patología?
—Cuando hablamos de TCA, nos solemos imaginar una chica joven, de unos 16 años, perfeccionista y preocupada por su imagen. Pero lo cierto es que cada vez el TCA es más frecuente entre los varones, aunque pasa más desapercibido.
—¿A qué edad suelen aparecer los primeros síntomas?
—Cada vez empiezan antes. A los 12 ó 14 años, ya se pueden dar los primeros síntomas, pero no se perciben. Por otro lado, el TCA se puede mantener en edades más tardías. Hay personas de 50 años que sufren bulimia. Por lo general, suele haber problemas de base, como una baja autoestima, problemas familiares, una alta autoexigencia, que, si no se tratan también, hacen que el problema persista.
—¿Percibe una mayor obsesión de los hombres por su imagen?
—Son comunes los casos de vigorexia, una obsesión por estar fuertes y realizar una actividad física extrema. También están apareciendo casos de ortorexia, la obsesión por comer sano.
—¿Qué perfil tienen las personas que sufren ortorexia?
—Suelen ser personas jóvenes, cultas y con un nivel socioeconómico medio alto. También deportistas. Se obsesionan con las calorías, mirar siempre los ingredientes de los paquetes, y se sienten culpables si comen algo considerado no saludable.
—Otra especialidad de Wellness son las adiciones. ¿Cómo ha evolucionado el perfil de los consumidores de tóxicos?
—Es habitual ver a estudiantes y trabajadores, gente con un nivel de vida medio alto que consume cocaína. Hoy en día buscamos nuevos estímulos, nuevas sensaciones. Todo nos aburre y buscamos innovar con las drogas, pero no somos conscientes de sus efectos.
Dispositivo sanitario SAMU en circuito #Sevilla10

SAMU se encarga del dispositivo sanitario del circuito de carreras populares #Sevilla10

Más de treinta profesionales de SAMU participaron en el dispositivo sanitario desplegado con motivo de la carrera popular Nervión – San Pablo (Sevilla), que contó con más de 10.000 corredores, 3.000 de ellos, mujeres.

Es la primera prueba del circuito #Sevilla10, que organiza el Ayuntamiento de Sevilla a través del Instituto Municipal de Deportes (IMD), y que cuenta con la cobertura sanitaria de SAMU.

El puesto médico instalado junto al Centro Deportivo San Pablo, que incluía un box de críticos para casos de emergencia, estaba formado por fisioterapeutas, podólogos, médicos, enfermeros, técnicos en emergencias sanitarias y técnicos en cuidados auxiliares en enfermería. Además, el dispositivo contaba con una ambulancia de Soporte Vital Avanzado (SVA) y otra de Soporte Vital Básico (SVB). A este despliegue se sumaba otra ambulancia en el circuito de la carrera de 5 kilómetros y dos vehículos más en la cola de carrera de los 5 y 10 kilómetros.

En total se realizaron 120 asistencias. Las principales patologías fueron musculoesqueléticas, especialmente entre los participantes de la carrera de 10 kilómetros, y se trasladó a dos corredores al hospital. En las pruebas infantiles, sin embargo, destacaron las erosiones en miembros inferiores por caídas. Este dispositivo sanitario estuvo coordinado por el enfermero Javier Carrera y la médico Elena García.

“Es muy importante que los corredores lleguen descansados a la prueba. Un sobreentrenamiento predispone el cuerpo a lesiones graves”, explicó Elena García antes de que llegaran los primeros pacientes al hospital de campaña. Según la médico responsable del dispositivo, entre los corredores, sobre todo los maratonianos, es muy frecuente la rabdomiolisis (la rotura de las fibras musculares, liberándose diversas sustancias) como consecuencia de un exceso de ejercicio al que no se está acostumbrado. “Esto puede derivar en arritmias cardiacas y la disfunción de órganos diana y provocar, por ejemplo, un fallo renal”, aclaró García.

“Hay tres parámetros que el deportista no puede modificar al mismo tiempo. Son la duración del entrenamiento, la frecuencia, cuántas veces se entrena en una semana, y la velocidad. Si se aumentan más de dos parámetros a la vez, se produce una sobrecarga y las posibilidades de lesiones musculares son más altas”, señaló.

La carrera de San Pablo fue un récord de participación y se convirtió en la cuarta prueba deportiva de la ciudad en superar el umbral de los 10.000 corredores, tras la Nocturna del Guadalquivir, la Zúrich Maratón y la popular Casco Antiguo.

El circuito continúa el 23 de abril con la carrera popular Parque de María Luisa; el 21 de mayo se disputa la de Triana y el 4 de junio, la carrera Parque de Miraflores. La última cita es el 22 de octubre con la carrera popular Casco Antiguo. Todas ellas contarán con un dispositivo sanitario a cargo de SAMU.

“La parroquia es una oportunidad para que los niños se integren en el barrio”

Adrián Ríos (Sevilla, 1972) llegó hace dos años a la parroquia de Juan Pablo II, en Olivar de Quintos (Dos Hermanas), que colabora con centros sociales como el de Miguel de Mañara.

—¿Cuándo fue ordenado sacerdote?
—En octubre de 2004. Entré en el seminario con 26 años. Estudié Derecho en la Universidad de Sevilla y trabajé cinco años en el Banco Santander antes de entrar en el seminario.

—¿Qué le motivó a dar ese giro a su vida?
—Tuve una trayectoria de fe progresiva. Tenía pareja, trabajo, lo tenía todo, pero veía que mi vida no estaba ahí, la veía en la Iglesia como sacerdote. Siempre he estado metido en movimientos católicos que me han dejado huella, pero quizás lo que me dio el empujón final fue los años que estuve de voluntario dando café a la gente de la calle. Fue una experiencia que transformó mi escala de valores.

—Cuando entró en el seminario tenía 26 años ¿Fue una decisión tomada desde la madurez?
—Bueno, me dio mucho vértigo. Dejaba muchas cosas atrás, y si Dios me hacía ver que ese no era mi camino, tendría que volver atrás y emprender nuevos trabajos y nuevas relaciones. Todo era un riesgo, pero todo ese vértigo desapareció en el tercer año de seminario.

—¿Cuándo llegó a Juan Pablo II?
-Hace dos años y medio. Es una zona residencial con más de 20.000 habitantes. Creo que es una parroquia de futuro.

—¿Es cierto que celebra la misa en una caseta de obra?
-Aquello es un solar de 2.800 metros cuadrados. En la mitad de este espacio van los salones parroquiales, que ya están construidos y se inaugurarán en junio. En la otra parte hay un templo provisional, una caseta de obra, donde se construirá el templo. Pero la caseta engaña. Entras y parece que estás en una iglesia. Fuera es horrorosa (ríe).

—¿Cómo comenzó su relación con SAMU?
—Creo que la parroquia tiene que estar presente en todas las realidades sociales donde le dejen entrar. Así que, del mismo modo que me presenté a las asociaciones que tienen su sede en mi feligresía, como Aspace, dirigida a personas con parálisis cerebral, o ASAS, de discapacitados psíquicos, me presenté en el complejo de Miguel de Mañara que dirige SAMU cuando vi obras allí.

—¿Conocía los proyectos de SAMU en Miguel de Mañara?
—No, yo me presenté en Navidad allí como párroco de la zona para poner la parroquia al servicio del centro de acogida de menores, que ya estaba abierto cuando fui, y del futuro centro de salud mental. Veía la necesidad de integración de los niños del centro en el barrio y en la parroquia través de los campamentos, los talleres de tiempo libre, las catequesis y otras actividades.

—¿Tiene la parroquia presencia en el centro de menores?
—Estamos a la espera de que la Junta de Andalucía nos autorice para ofrecer clases de apoyo en el centro. La idea es que la parroquia actúe de puente para que estos niños conozcan a sus vecinos del barrio. Es una oportunidad para que los niños se integren en el barrio.

—¿Cómo han reaccionado los voluntarios de la parroquia?
—Los voluntarios de la parroquia están acostumbrados a que el cura los líe (ríe). Hay muchos voluntarios. Es más, hay más voluntarios para visitar enfermos que enfermos que visitar. Hay más voluntarios en Cáritas que familias atendidas este año. Lo que queremos es que todos los voluntarios reciban formación.

—Los dos proyectos de SAMU son aconfesionales ¿Cómo es la convivencia?
—No vamos a ir a convencer a nadie, vamos a atender a quien nos llame. En un centro de salud mental suele haber muchas personas que demandan la relación con Dios. Y si un centro que no es religioso ofrece atención espiritual, le hace un buen servicio a la persona, no a la Iglesia. Yo siempre digo que voy a donde me llaman, no me meto a contramano en ningún sitio.

El CAM “La Foia de Bunyol” ultima el cierre de un acuerdo con el Levante U.D.

Desde el CAM “La Foia de Bunyol” se han mantenido varias reuniones con los responsables de la residencia del Levante U.D., para comenzar a sumar esfuerzos y llevar a cabo una nueva iniciativa inclusiva donde compartir diversas actividades tanto deportivas como psico-sociales, y donde participen los menores de ambas residencias.

Para empezar, desde el club de fútbol del Levante les están invitando a ver los partidos de su equipo y los menores estaban realmente contentos con la experiencia, esperando que esta iniciativa se repita en próximos encuentros.

Santa Ana disfrutó de la visita de los alumnos del colegio Ribamar de Sevilla

Desde el área educativa de la Residencia están llevando a cabo un programa de inclusión social que pretende crear contextos integradores para facilitar la inclusión de las personas residentes en la vida social.

Para ello colaboran con diferentes centros educativos, organizando jornadas de convivencia con el alumnado que cursa estudios de Formación Profesional (integradores sociales, animadores de actividades físicas y deportivas, animadores socioculturales, etc.)

Este mes han recibido la visita de las estudiantes del colegio Ribamar, que participan mensualmente diseñando diversas actividades: bailes, karaokes, mini-conciertos, dinámicas de grupo, actividades lúdicas…, y apoyo en las salidas.

Además cada vez van conociendo mejor a los residentes, favoreciendo la creación de lazos afectivos y las conversaciones y diálogos, siendo muy enriquecedores para todos. Un grupo de residentes visitó la Glorieta de Bécquer que es un monumento vivo que tiene planta circular y en su centro se encuentra un gran árbol, un ciprés de los pantanos. Alrededor del árbol se sitúa un monumento en mármol blanco dedicado al poeta romántico Gustavo Adolfo Bécquer.

Coincidieron en esta actividad con otra asociación de discapacidad de Galicia que estaba de excursión pasando unos días a Sevilla. Los residentes estuvieron interesados en la explicación de la representación de las tres esculturas: “del amor ilusionado, el amor poseído, y el amor perdido”, lo que propició un diálogo entre ellos.

Gracias a la restauración que hicieron de esta estatua, pudieron disfrutar de su particular belleza y composición, y esta visita la finalizaron leyendo varios poemas de amor.

La Residencia Santa Teresa vive las fiestas de Carnaval

Los residentes de la Residencia Santa Teresa de Villafranca de los Caballeros han disfrutado intensamente de todas las actividades que se han programado con motivo de las fiestas de Carnaval.

Y es que en La Mancha, y concretamente en Villafranca de los Caballeros esta festividad se vive con entusiasmo y alegría. Durante este mes, los residentes realizaron diferentes talleres en los que ellos mismos se confeccionaron sus disfraces de Carnaval, con el que se presentaron a los concursos que el ayuntamiento había programado, con la grata sorpresa de que una de las residentes se alzó con eltercer premio en la categoría de disfraces individuales.

Otros residentes participaron como miembros de una comparsa local, y desfilaron en el desfile local de comparsas y carrozas, con la temática “La Civilización Egipcia”, con la que consiguieron el tercer premio.

También, recibieron la visita de los residentes del Centro “Maestro Joaquín Rodrigo” de la vecina localidad de Alcázar de San Juan, a los que se les invitó a merendar y se organizó una pequeña fiesta de la que todos disfrutaron mucho.

Los menores del COISL SAMU Motril participan en el Día del Deporte

El pasado Día de Andalucía los menores del COISL SAMU Motril participaron en la carrera organizada por el Ayuntamiento de Motril con la idea de celebrar el Día del Deporte.

Este año se ha introducido en esta actividad una novedad en la tradicional carrera por Motril llamada The Color Run, que consistió en que a los participantes se les bañó de un polvo inocuo de muchos colores que por su vistosidad aportó mucha alegría a la actividad.

El área de Deportes quiere poner el broche de oro a los actos del Día del Deporte con la celebración de una exhibición de gimnasia rítmica por parte de las alumnas de la Escuela Municipal.

La UED San Lucas recibe la visita de los TCAE

La unidad ha realizado un concurso de disfraces con motivo de las fiestas de Carnaval.

Para ello, los usuarios que quisieron participar se disfrazaron en sus casas o en la misma unidad con ayuda de los monitores, para que, en el horario de taller, concursasen desfilando para sus compañeros y así poder optar a alguno de los premios que se dieron en diversas categorías, como al mejor disfraz o al más original. Al final, todo el mundo se divirtió y pasó un buen rato, que era el objetivo más importante.

Como todos los años, estudiantes universitarios realizan sus prácticas en la UED San Lucas, en su mayoría de Magisterio o Pedagogía.Tanto para ellos como los trabajadores resulta muy enriquecedor, porque si “ellos aprenden de nuestra experiencia, nosotros nos nutrimos de sus ideas y entusiasmo”, aseguran desde la unidad.

Cabe recalcar este año como novedad, que están recibiendo celadores que están formándose para la apertura del nuevo centro SAMU WELLNESS en Miguel de Mañara, a los que les enseñan su trabajo y las funciones que los celadores realizan en la unidad.Recibieron la visita de los TCAE (Técnicos de Cuidados Auxiliares de Enfermería) que están realizando el curso en la escuela que SAMU tiene en Gelves.

Los estudiantes dentro de su programación tienen propuesta la visita de diversos centros de la “casa”, siendo en el segundo trimestre este centro el que tenían previsto visitar.

Los alumnos recorrieron las instalaciones del centro y luego tuvieron la oportunidad de relacionarse con los usuarios, así como ver como trabajan los cuidadores de la unidad.

Por otro lado, este mes se le ha entregado a la Asociación AYUDA AL PUEBLO SIRIO, material escolar, comida y ropa de bebé.

Estos materiales eran los últimos que quedaban por donar de la recolecta que se realizó por trabajadores de San Lucas entre otras personas para un proyecto de ayuda a los refugiados que al final no se pudo realizar.

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