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Estudiantes americanos visitan Escuela SAMU: De los libros a la realidad en Gelves

En Estados Unidos, un estudiante de Medicina no puede tocar a un paciente hasta que no obtiene el título de médico. Hasta entonces, su relación con los pacientes se reduce a ser un mero “fantasma”, la sombra de un profesional al que sigue y del que aprende la profesión, pero sin tocar ni hablar con el enfermo.

Desde hace cuatro años, la empresa Global Education and Career Development Abroad (Globaled), que dirige Steven Davis, colabora con Escuela SAMU para que estudiantes de 18 a 23 años de la Universidad de Texas (Dallas, EEUU) que quieren ser médicos se formen durante cinco días en las instalaciones del centro sevillano y conozcan de primera mano el sector de las emergencias.

“En EEUU son ‘fantasmas’, las prácticas no son participativas, mientras que aquí se tienen que remangar, se ensucian. Aquí pueden llevarse hasta 14 horas trabajando sin parar y acaban exhaustos, pero les encanta porque participan y están en contacto con las víctimas”, explica Steven Davis mientras sus alumnos participan en un simulacro de accidente con múltiples víctimas en las instalaciones de la Escuela.

Este programa de estudios en el extranjero incluye tres semanas de formación en hospitales de Sevilla, donde realizan rotaciones por las diferentes especialidades médicas, y otra semana de ejercicios prácticos en Escuela SAMU, especializada en el sector de las emergencias, además de clases de español.

“Para muchos, ésta es la primera vez que viajan solos. Es una auténtica experiencia, tanto a nivel académico como personal”, indica el responsable de GlobalEd. “Aquí toman conciencia de todos los servicios prehospitalarios, atienden por primera vez a un paciente y aprenden a trabajar en equipo y a coordinarse entre ellos. Luego, realizan un examen práctico y otro teórico de todo lo aprendido”, continúa Steven Davis. “Este programa va más allá de un simple programa de estudios en el extranjero, es mucho más, es una experiencia”.

“Este programa les ayuda a confirmar que quieren ser médicos, pero, sobre todo, les aporta un gran crecimiento personal, ya que para muchos es la primera vez que están lejos de casa, sin su familia, deben defenderse en un idioma que no es el propio, moverse en transporte público y convivir con familias que no son las suyas”, comenta Cristina González, profesora de la Universidad de Texas. “Y a nivel profesional, cuando vuelven a Estados Unidos, como ya han tratado algunos casos médicos, les resulta más fácil seguir a los médicos, ya que se acuerdan de su experiencia en España y saben cuáles son los pasos que éstos van a realizar. También aprenden a perder la vergüenza y a hablar con los médicos, sus mentores, con total naturalidad”.

Suvaddna Tvehan, de 19 años, es una de los más de 30 estudiantes que este año participan en el programa GlobalEd, fundado hace una década. “Mi padre es médico y la medicina siempre ha formado parte de mi vida, me gusta ayudar a los demás”, reconoce la joven, que quiere ser ginecóloga. “Este programa es increíble, nunca he aprendido tanta medicina en mi vida. Esta está siendo la mayor experiencia de mi vida. Se lo recomiendo a todos los jóvenes que quieran estudiar Medicina”.

Victoria Koshevarova, de 21 años, es otra de las estudiantes de la Universidad de Texas que participan este año en este programa de estudios. En su caso, ya había realizado anteriormente prácticas en ambulancias en EEUU y ayudó a crear el primer equipo de primeros auxilios que hubo en su Universidad. “Es muy interesante ver las diferencias que existen entre Estados Unidos y España a la hora de tratar a un paciente y aprender de ambos modelos”, señala la joven que, tras cursar cuatro años de Universidad, accederá el próximo curso a la Escuela de Médicos. “Me gusta la cirugía, pero también las emergencias y trauma”, reconoce.

Benjamin Cassels, de 20 años, pretende convertirse en el primer médico de su familia, aunque aún no sabe si decantarse por la Pediatría o la Cirugía. “Me encanta todo lo que estoy aprendiendo en Escuela SAMU, aunque por momentos esté cansado y sea muy difícil atender a tantas víctimas y coordinarme con mis compañeros. A veces todo resulta caótico y estresante”, añade el joven, que ha mejorado su nivel de español durante estas cuatro semanas. “Este programa de estudios ha cumplido todas mis expectativas”.

Steven Davis, director de GlobalEd, reconoce que cada año intentan superarse a sí mismos para que los estudiantes vivan una experiencia sólida y única. El agradecimiento de ellos es la mejor señal de que están en el camino adecuado.