ISL SAMU Alcalá

La búsqueda de Walid para encontrarse a sí mismo

La historia de Walid es la de un menor de 16 años, procedente de Marruecos y con una vida totalmente desestructurada, que se plantea iniciar un proyecto migratorio con el objetivo y esperanza de tener un futuro mejor que aquel que le podría ofrecer su país. Con apenas 14 años empleaba su tiempo libre en formarse como peluquero. Los domingos se ofrecía a visitar a los abuelos de una residencia para cortarle el pelo de forma gratuita.

De pequeño, Walid ha conocido el maltrato, el consumo, el rechazo, la calle, y otras muchas realidades que, como bien dice Walid, “dan mucho miedo”.

A su llegada a ISL Alcalá, el equipo educativo era capaz de palpar su miedo, rechazo y su mirada desafiante en todo momento, la cual ha traído consecuencias graves para su día a día. Mencionaba que se encontraba perdido y sin saber qué hacer, dado que tampoco era capaz de confiar en nadie y dejarse ayudar.

Gracias a la persistencia e implicación de todo el equipo, Walid empezó a escuchar con el corazón, a dejar miedos atrás e intentar conseguir lo que tanto deseaba: una vida llena de paz y tranquilidad para poder tener un futuro en España.

Hoy es un niño lleno de amor, que reclama cariño constante y que se hace querer por lo especial que es. Ahora, es capaz de valorar las palabras de un referente, y de hacer las cosas con afecto y dedicación. Es capaz de sentir y hacer sentir, por eso, ahora Walid se ha encontrado a él mismo.

Como consecuencia positiva de su progreso personal, el joven Walid está realizando unas prácticas laborales, y en septiembre empezará una FPB de peluquería, su apreciado sueño: ser peluquero.

Autora: Rocío Murga Fariña
Educadora de ISL Alcalá

Visita de Violeta Assiego al ISL Polanco

Reprensentantes de la Junta de Andalucía y el Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030 visitan el centro ISL Polanco de SAMU

Los menores del recurso de Inserción Socio-Laboral (ISL) Polanco de SAMU, en Sevilla capital, recibieron el 14 de julio la visita de la directora general de Infancia y Adolescencia del Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030, Violeta Assiego. La abogada y activista de derechos humanos pudo conocer de primera mano la labor que Fundación SAMU realiza en la atención a menores extranjeros no acompañados a su cargo. La visita a Polanco formaba parte de un itinerario a través del cual Assiego pretendía conocer cómo funciona el Sistema de Protección de Menores en Andalucía, así como cuáles son los recursos disponibles en la comunidad autónoma ante una posible llegada masiva de inmigrantes de manera irregular.

Durante la visita, Violeta Assiego estuvo acompañada por Antonia Rubio González, directora general de Infancia, perteneciente a la Consejería de Igualdad, Políticas Sociales y Conciliación de la Junta de Andalucía; y Alicia Núñez Castillo, jefa del Servicio de Centros de Protección de Menores de la Junta. Por otro lado, en representación de SAMU estaban Juan Manuel Aveledo, subdirector del área de Infancia y Familia; Alejandro Cala, director de la Zona Andalucía Centro; y José Manuel Román, director del ISL Polanco.

Assiego saludó a los menores del centro, conversó con ellos y se interesó por sus proyectos migratorios. “Se mostró bastante cercana y empática con los jóvenes”, reconoce el director del ISL Polanco, recurso que cuenta con 16 plazas para menores de 18 años, aunque actualmente sólo hay ocupadas 10, todas ellas por menores procedentes de los centros de SAMU de El Castillo de las Guardas y Alcalá de Guadaíra.

La prioridad del ISL Polanco, al igual que el resto de los centros de Inserción Socio-Laboral de SAMU, radica en la incorporación al mercado laboral de los menores a su cargo, fomentando su autonomía mediante procesos de formación y de acompañamiento personalizado y de estructuras adaptadas a sus necesidades individuales.

Polanco abrió sus puertas hace dos años. Tras un primer brote xenófobo de oposición a la apertura del centro, contrarrestado por una concentración solidaria de respaldo a los menas a la que acudieron unas 300 personas, la situación se ha normalizado por completo. Los jóvenes están perfectamente integrados en el barrio. No ha vuelto a haber protestas en contra. Los responsables del centro aseguran que no se ha registrado ninguna incidencia. Ninguna queja vecinal.

Los menores inmigrantes que viven en este centro del barrio sevillano de la Macarena, como en otros recursos, no están en situación irregular, puesto que el sistema de protección de menores de la Junta de Andalucía no discrimina entre personas españolas y extranjeras: todos ellos son menores. Estos jóvenes están bajo tutela y amparo del Gobierno andaluz hasta los 18 años, aunque su situación al cumplir esa edad se complica. Muchos de ellos aún no tienen documentación de sus países debido a que las dificultades burocráticas con los países de origen cada vez son mayores.

ISL SAMU Dúrcal: Reaprender los roles de género

ISL SAMU Dúrcal: Reaprender los roles de género

En junio, el recurso ISL SAMU Dúrcal contó con la participación externa del Centro de la Mujer, a través del cual se llevó a cabo un taller formativo bajo el título Las nuevas masculinidades, que busca romper con los estereotipos de género causantes de las desigualdades entre hombres y mujeres.

Como bien es sabido, la familia es el primer agente de socialización, es decir, es el ámbito en el que las personas comenzamos a construir nuestra forma de sentir, pensar y actuar en base a las vivencias que se dan en nuestro entorno más cercano. Un fiel reflejo de ello son los estereotipos de género, los cuales, generalmente, son heredados a través de generaciones y determinan el tipo de relaciones que se establecen entre hombres y mujeres.

En muchos países del mundo, como por ejemplo en los países árabes, de donde de provienen muchos de nuestros menores, predomina la creencia de que las mujeres, por el simple hecho de serlo, se encuentran en un estatus inferior respecto a los hombres, lo cual provoca una supeditación y anulación de su propia voluntad que vulnera los derechos humanos.

Por todo ello, y con el objetivo de que nuestros menores construyan nuevos esquemas de pensamientos más progresistas y ajustados a la realidad del siglo veintiuno, se ha llevado a cabo el taller formativo Las nuevas masculinidades, el cual ofrece una nueva visión mucho más amplia de lo que significa ser hombre en nuestra sociedad. Dicho taller, tal y como esperábamos, ha sido bien recibido por nuestros menores, los cuales se han mostrado participativos y dialogantes durante las diversas sesiones llevadas a cabo.

Para concluir, nos gustaría mostrar nuestro inmenso agradecimiento a todas aquellas entidades que nos tienden la mano colaborando con nosotros y enriqueciendo nuestra labor educativa para promover así una mayor inclusión de nuestros menores en la sociedad.

Autora: María Jesús Padial Pérez /
ISL SAMU Dúrcal

Programa de Autonomía Horizonte Sevilla

Horizonte Sevilla: la riqueza de la diversidad

Uno de los objetivos principales que Fundación SAMU persigue tanto con menores tutelados como con mayores extutelados es su inclusión total en la sociedad, tanto en el ámbito social como el laboral. En su mayoría, los menores y jóvenes atendidos por SAMU son migrantes. Sin embargo, la atención que ofrece actualmente el Programa de Autonomía Horizonte Sevilla, dirigido exclusivamente a chicas mayores de edad que provienen de centros de menores, se basa en la diversidad, ya que de este recurso se benefician tanto mujeres nacionales como extranjeras.

Normalmente, los jóvenes deben aprender a relacionarse con el entorno para conseguir su inclusión social. En el caso del Programa de Autonomía Horizonte Sevilla esta inclusión se trabaja día a día desde el propio recurso, para que, posteriormente, puedan llevarlo a cabo en la sociedad.

Aunque el choque cultural puede parecer, en un comienzo, un hándicap para la convivencia, poco a poco se le ha ido dando un enfoque positivo a este factor, que hace posible un feedback de valores y una retroalimentación entre las culturas que conviven en el centro. Un ejemplo de ello ha sido en la época de Ramadán, cuando se han producido variaciones de horarios respecto a las comidas y el sueño. En todo este tránsito las jóvenes han sabido adaptarse perfectamente a las circunstancias.

Según la Unesco, la inclusión es un enfoque que responde a la diversidad de las personas y a las diferencias individuales, entendiendo que la diversidad no es un problema, sino una oportunidad para el enriquecimiento de la sociedad a través de la activa participación en la vida familiar, en la educación, en el trabajo y, en general, en todos los procesos sociales, culturales y en las comunidades.

Este programa constituye el último paso antes de la emancipación. Por ello es tan importante que las jóvenes se nutran de buenos valores que pondrán reflejar en el futuro en su entorno. Desde el Programa de Autonomía Horizontes se trabaja con las jóvenes de manera transversal el respeto mutuo y la empatía, haciéndolas sentir como un equipo, cada una con sus virtudes y sus defectos; formando un grupo diverso pero unido; haciendo partícipes a todas de los logros de cada una de ellas para sentirse fortalecidas y apoyadas por cada una de sus compañeras; y atendiendo y reconociendo cada una de las adversidades que pueda tener cada joven para aprender a hacerles frente.

Ceuta 2021 SAMU

Ceuta 2021: Una operación de SAMU sin precedentes

Los grandes problemas requieren soluciones a la altura. La crisis provocada en Ceuta del 17 al 19 de mayo, tras la llegada de unos 8.500 migrantes, entre ellos alrededor de 1.500 menores, ha dado un lugar a un despliegue sin precedentes por parte de Fundación SAMU. Se trata de “la mayor operación llevada a cabo hasta ahora por SAMU”, según Carlos González de Escalada, director general de SAMU.

Un esfuerzo descomunal y a contrarreloj para atender las necesidades urgentes de más de 800 niños y niñas que permanecen en Ceuta y necesitan un techo, cama, ropa, comida y un entorno adecuado a su edad. Este esfuerzo llega apenas seis meses después de que SAMU desplegara en las Islas Canarias un dispositivo extraordinario para atender a los menores no acompañados que llegaron de forma masiva.

Javier Olier dirige el dispositivo de Ceuta, y destaca la adaptabilidad que ha demostrado SAMU en esta crisis, en la que las expectativas se han visto reiteradamente superadas por la realidad. “Desembarcamos seis personas a las ocho y media de la tarde del 19 de mayo para ayudar a Cruz Roja a repartir bocadillos, y nada más bajar del barco nos hicimos cargo de un centro para 250 menores, de los cuales veinte eran positivos en Covid”, relata.

Piniers I fue el primero de los recursos de emergencia que gestiona Fundación SAMU en Ceuta. El 21 de mayo, SAMU abrió Santa Amalia, con capacidad para otros 250 menores, y el 24 hizo lo propio con dos nuevos recursos en el polígono de El Tarajal: uno con capacidad para 300 menores y otro para ingresos en aislamiento preventivo por posible contagio de coronavirus. Por último, abrieron un tercer recurso en El Tarajal, destinado exclusivamente a alojar positivos: “Hemos llegado a tener 250 menores en la nave verde de El Tarajal, 160 en aislamiento y 80 positivos”.

Posteriormente, SAMU ha abierto Piniers II, donde ha colocado diez iglús, contenedores ablatorios, una oficina, un almacén y una carpa de 600 metros. “Todo eso lo hemos hecho en cinco días”, comenta Olier con satisfacción. Mientras explica su trabajo, atiende media docena de llamadas, da instrucciones a operarios, gestiona la llegada de nuevos contenedores y módulos, señala dónde deben colocarse. Este trabajo no ha terminado. Al contrario. A finales de junio SAMU sigue atendiendo a alrededor de 800 niños y niñas llegados sin nada a Ceuta. En la calle sigue habiendo varios centenares, y SAMU registra nuevos ingresos cada día.

Prioridad: salir de las naves

Lo más urgente ahora es dar a esos niños un propósito, algo que hacer y un espacio adecuado para ello. Una nave industrial es un techo de emergencia, no un recurso sostenible a medio plazo. “Tienen talleres de manualidades y educativos, se practica algún deporte dentro de la nave, pero no es al aire libre”, explica Olier. Este tipo de espacios facilita la aparición de conflictos entre los menores.

Por eso, la hoja de ruta tiene como prioridad sacar los niños de las naves a módulos prefabricados instalados en espacios abiertos y posteriormente, a casas style framing. “Nuestro esfuerzo se dirige a sacarlos a espacios donde tengan la posibilidad de ejercitarse y recrearse en exteriores”, señala Juan González de Escalada, director del área de Emergencias de SAMU. SAMU está inmersa en una obra de 14 habitaciones con capacidad para 120 niños, en un espacio de cuatro mil metros. Actualmente, un equipo de diez personas trabaja en la fabricación de módulos propios para reforzar la capacidad de dar alojamiento y aseo a los menores atendidos.
Un despliegue logístico de veinte toneladas.

Desde Sevilla, González de Escalada está al frente de un gabinete de crisis para identificar las necesidades del operativo y cuidar de que a Ceuta llegue todo lo necesario para atender a los menores. SAMU ha diseñado un sistema para sistematizar la realización de un par de envíos semanales a Ceuta, que presenta una dificultad añadida: no forma parte del territorio aduanero de la Unión Europeo.

Hasta el cierre de esta edición de Revista SAMU, se habían enviado a la ciudad autónoma más de veinte toneladas de material sanitario, ropa, módulos… “El esfuerzo logístico que se hace en Sevilla es crucial para que este proyecto salga adelante. Es de una dimensión difícil de abarcar”, admite Olier.

SAMU ha puesto toda su capacidad para atender una necesidad excepcional: atender a cerca de un millar de niños y niñas solos en una ciudad española. “Haz el bien y no mires a quién”; “el genio es un 1% de talento y 99% de trabajo duro”; “al final todo irá bien, si no está bien es que no es el final”. Son frases que se leen, en español, francés, inglés y árabe, en los módulos que estos días cobijan a cientos de niños y niñas solos en Ceuta.

Hay que tener en cuenta que el servicio de Fundación SAMU tiene un carácter integral, que persigue no sólo la atención asistencial de los menores extranjeros no acompañados, sino también su desarrollo social, psicológico y laboral en un entorno de máxima profesionalización y capacidades.

Educadores, operarios, técnicos y personal administrativo de Fundación SAMU trabajan con un objetivo común, aun en situaciones de emergencias como la que atraviesa Ceuta: garantizar un presente digno a estos menores, para que puedan aspirar a un futuro mejor.

SAMU

Un espacio seguro para víctimas de violencia machista de la mano de SAMU en la Comunidad de Madrid

SAMU incorpora un nuevo programa a los servicios que presta en la Comunidad de Madrid. Se trata de un servicio de alojamiento y manutención para víctimas de violencia de género y sus hijos, con el que se presta una ayuda indispensable a mujeres y niños en situación de emergencia por haber sufrido una situación de violencia de género en su domicilio. SAMU gestiona la asignación de una plaza en un hotel, como último recurso para alejar a las víctimas del agresor.

El recurso que ofrece SAMU en varios alojamientos hoteleros es, en realidad, la última solución, pero constituye un recurso indispensable en situaciones de máxima urgencia. “Son casos muy recientes de violencia de género, que han tenido que salir prácticamente corriendo. A veces llegan con estrés postraumático”, señala Nadia García, responsable del programa.

En ocasiones, la Comunidad de Madrid dispone de inmediato de pisos de emergencia para mujeres y niños víctimas de violencia de género, pero en ocasiones estos recursos habitacionales están ocupados, o los que hay disponibles no permiten cumplir con el necesario alejamiento del agresor. En esos casos, SAMU ofrece a las víctimas una habitación en un hotel. “Son alojamientos reservados y discretos”, apuntan desde la entidad.

Los hoteles, que han sido seleccionados por su sensibilidad social, están ubicados en todas la zonas de la ciudad y aplican unos protocolos muy específicos. “Las personas que intervienen, desde el comedor hasta la recepción, intentan tratarlos como unos huéspedes más, si acaso un poco especiales”, señala Nadia García. Se trata de mantener la discreción, siendo conscientes de que esos huéspedes están atravesando una situación de gran estrés emocional. García pone un ejemplo: “Hace poco se alojó una mujer con su hija, y no querían ni bajar al comedor. Pero haciendo un gran esfuerzo, consiguieron que bajara y les atendieron de manera privada”.

Con todo, el objetivo es que pasen el menor tiempo posible en el hotel. La estancia suele rondar los siete o diez días. “En cuanto pueden salir salen, porque se trata de normalizar lo más posible la vida de estas mujeres”. El objetivo es que en el menor tiempo posible dispongan de una vivienda en la que poder continuar con su vida alejadas de una situación de violencia machista.

Esta es una nueva muestra del interés de la empresa por consolidar su expansión en la Comunidad de Madrid. A finales de 2019, se inauguró en la capital una nueva sede institucional, con Alberto San Juan al frente, y desde la que se están coordinando diversos proyectos.

San Juan detalla que la delegación acaba de poner en funcionamiento dos nuevos proyectos. El primero de ellos comprende la gestión del servicio de psicología en los centros juveniles del Ayuntamiento de Madrid. “Este servicio consiste en dar apoyo psicológico a personas entre 14 y 30 años de los centros juveniles”, explica San Juan. También acaba de echar andar un proyecto para el apoyo auxiliar y la mediación intercultural en residencias públicas de protección de menores de la Comunidad de Madrid.

Este último recurso está en la línea de varios proyectos de atención a menores extranjeros que funcionan desde hace meses en la Comunidad. SAMU gestiona tres viviendas compartidas en los municipios de Colmenar Viejo, Rivas y Madrid, con capacidad para 40 chicos de entre 12 y 17 años. Además, en 2021 se han puesto en marcha nuevos recursos. Es el caso de un servicio de acogida residencial de chicas menores de edad procedentes del sistema de protección de Melilla y otro servicio de acogida residencial de menores extranjeros con dificultades de adaptación, con 26 plazas para chicos y chicas de 12 a 17 años.

Otra área de trabajo está centrada en la satisfacción de las necesidades de personas sordas o con discapacidad auditiva. SAMU está ayudando a estas personas de la Comunidad de Madrid a relacionarse con la administración, ofreciendo gratuitamente un servicio de acompañamiento para hacer cualquier gestión. Además, en Móstoles presta un servicio municipal para que cualquier acto público cuente siempre con un intérprete de lengua de signos.

Este curso también ha prestado servicios de interpretación en lengua de signos a alumnos de la Universidad Rey Juan Carlos. El proyecto “asesores sordos” ha permitido trabajar el aprendizaje de la lengua de signos a edades tempranas. Por último, SAMU presta servicios de auxiliares infantiles en Mejorada del Campo, algo esencial en el curso lectivo que ahora acaba, marcado por la pandemia y las medidas de prevención de los contagios.

Escuela de Oficios SAMU

Alianza entre la Escuela de Oficios de SAMU y el Ayuntamiento de Coria del Río

El Ayuntamiento de Coria del Río y la Fundación SAMU han suscrito un convenio de colaboración que permitirá a los alumnos de su Escuela de Oficios (EOF) que cursan estudios relacionados con jardinería recibir formación práctica por parte del Consistorio coriano. Esta formación se impartirá en los centros de trabajo del Ayuntamiento de Coria del Río, y los alumnos estarán en todo momento tutorizados por personal de Fundación SAMU, quienes evaluarán sus progresos.

El convenio ha sido suscrito por el alcalde de Coria del Río, Modesto González, y por la gerente de administración de Fundación SAMU, Emilia García, y tendrá una vigencia de cuatro años.

La Escuela de Oficios SAMU surgió en 2019 para atender las necesidades con las que se encuentran los jóvenes que residen en los centros de Fundación SAMU, menores no acompañados. Una vez cumplidos los 18 años, estos jóvenes deben aprender a desenvolverse por sí mismos laboralmente, algo muy complicado debido a su falta de recursos y habilidades profesionales.

En el marco de la estrategia de gestión de los centros de menores por parte de Fundación SAMU, que busca proporcionar a estos jóvenes las herramientas necesarias para que puedan llegar a ser adultos responsables y autónomos, la Escuela de Oficios dota a sus alumnos de habilidades y herramientas profesionales, en colaboración estrecha con empresas que los acogen en régimen de prácticas.

La Escuela de Oficios se centra en sectores donde existe una alta demanda laboral, tales como la construcción, la agricultura, la hostelería, los servicios sociales u otros muchos, y siempre con un enfoque muy práctico dinámico y participativo, orientado a la inserción.

Aunque inicialmente esta escuela se centró en los menores no acompañados asistidos por Fundación SAMU, este centro de formación ha abierto también su oferta a otros jóvenes que no pertenecen a los programas de la entidad pero que pertenecen a colectivos en riesgo de exclusión social, formando durante su primer año a un total de 595 personas.

Con este proyecto, SAMU pretende recuperar la filosofía y objetivos de las antiguas Escuelas de Artes y Oficios de España, promovidas en el siglo XIX, y responder a la preocupación como entidad por dotar a estos menores, y en general a los jóvenes andaluces desempleados, de herramientas para favorecer su autonomía y ayudarlos a incorporarse con éxito al mercado laboral para que, en definitiva, puedan llegar a ser personas adultas y responsables; incrementar las competencias y habilidades sociales de los destinatarios del programa; y apoyar la contratación a través de empresas colaboradoras.

Área de Discapacidad de SAMU

Un acercamiento a la neuropsicología

Cuando cursaba la carrera de Psicología, siempre me llamó la atención la parte biológica que explicaba cómo los circuitos neuronales se terminaban traduciendo en una conducta u otra. Existe un caso clínico de daño cerebral sobrevenido muy conocido en la literatura neuropsicológica, el llamado Caso de Phineas Cage. Éste fue un obrero estadounidense de ferrocarriles que, debido a un accidente, sufrió daños severos en el cerebro, concretamente en la parte del lóbulo frontal. Cage sufrió cambios notorios en su personalidad y temperamento, lo que se consideró una prueba de que los lóbulos frontales son los encargados de los procesos relacionados con las emociones, la personalidad y las funciones ejecutivas en general.

Ante esta clase de estudios tan relevantes, uno se queda con ganas de formarse en neuropsicología y profundizar más sobre cómo ciertas modificaciones en los circuitos neuronales puede desembocar en cambios en la personalidad de una persona. De esto se hace cargo la neuropsicología.

Si buscamos una definición general de neuropsicología, ésta podría ser la siguiente: “Es una rama de la Neurociencia que estudia las relaciones entre el cerebro y la conducta tanto en sujetos sanos como en los que han sufrido un tipo de daño cerebral. Su objetivo de estudio es el conocimiento de las bases neuronales de los procesos mentales complejos”.

Cuando hablamos de los procesos mentales superiores, nos referimos al lenguaje, atención, memoria, percepción, praxias, funciones ejecutivas y emoción, dominios que nos hace ser quienes somos y cómo nos enfrentamos al mundo. La neuropsicología clínica tiene como objetivo identificar los déficits cognitivos y sus efectos en la vida diaria de los pacientes que tienen daño cerebral.

¿Cuál es la labor del neuropsicólogo en una residencia de daño cerebral?

La intervención neuropsicológica en un centro de daño cerebral se centra en un perfil de usuario específico: traumatismos craneoencefálicos, accidentes cerebrovasculares isquémicos o hemorrágicos, tumores cerebrales, anoxia e hipoxia y encefalitis de diversa etiología, entre otros. Además, estos usuarios padecen alteraciones en el funcionamiento cognitivo: lenguaje, memoria, praxias, atención, cognición social u orientación visoespacial, así como en la capacidad para regular la conducta, emociones, y los aspectos funcionales en la vida diaria.
Voy a describir cada uno de estos ámbitos, para entender mejor la intervención del neuropsicólogo.

Intervención de las alteraciones emocionales y de conducta

Los problemas más frecuentes que presentan las personas con daño cerebral se pueden clasificar por el criterio de excesivo (ocurre con demasiada frecuencia), deficitario (no se da con la frecuencia deseada) o inadecuado (no ocurre en el contexto apropiado).

— Excesivo: verborrea, desinhibición, agresividad, impulsividad, acumulación de objetos, hipersexualidad, perseveración, conductas antisociales.
— Deficitario: autocontrol, habilidades sociales, motivación, autonomía personal, autonomía social, dependencia, iniciativa.
— Inadecuado: comunicación y conducta social inapropiada.

La conducta agresiva de tipo verbal o física se da con una alta prevalencia en el daño cerebral. El neuropsicólogo tiene un papel relevante en discernir la agresividad de carácter orgánica de la funcional, ya que el modelo de intervención terapéutico es diferente. Uno está encaminado a un tratamiento más psicofarmacológico y/o manipulación de variables del entorno (enfoque más ecológico) y el otro está más centrado en la intervención cognitivo-conductual.

Hay que tener en cuenta que, con frecuencia, en la etiología de la conducta agresiva secundaria en personas con daño cerebral coexisten factores orgánicos y funcionales, resultando difícil delimitar la distinción entre ambos tipos.

Este tipo de alteraciones conductuales generan un gran malestar psicoemocional entre el personal de atención directa. Es por ello que el neuropsicólogo debe proporcionar apoyo continuo, reuniones formativas para esclarecer dudas y un espacio de escucha donde se validen las emociones del usuario.

Autonomía y cognición

Promover la autonomía de los usuarios en las actividades de la vida diaria, tanto básicas como instrumentales, es una labor importante para el neuropsicólogo. La valoración de los procesos cognitivos (funciones ejecutivas, lenguaje, memoria…) son claves para entender la pérdida de la funcionalidad y nos ayudará a conocer cómo debemos intervenir.

La intervención neuropsicológica en este campo implica una serie de estrategias y herramientas terapéuticas que tienen como objetivo favorecer tanto la recuperación de estas funciones como la adaptación funcional del individuo en su entorno.

Las estrategias básicas de esta intervención implican la restauración de la función deficitaria o perdida, la compensación con otras funciones cognitivas preservadas y/o la sustitución o el empleo de ayudas o mecanismos externos para el desarrollo eficaz de las tareas.

Las intervenciones están dirigidas a que el usuario sea lo más independiente funcionalmente hablando para disminuir la sobrecarga de los cuidadores y familiares, con el fin de mejorar la calidad de vida del usuario y su entorno familiar.

La atención a los familiares de personas con daño cerebral

M. Lezak en 1988 escribió un artículo titulado El daño cerebral es un asunto de familia. Efectivamente, el impacto emocional que el daño cerebral supone para los miembros de la familia puede desequilibrar la estructura familiar.

Por esta razón, los enfoques actuales de intervención neuropsicológica prestan cada vez mayor atención a las necesidades de atención, educación, orientación y ayuda a las familias. El daño cerebral no solo afecta al propio usuario, sino también a la propia familia, que también sufre un cambio radical en su vida.

Autora: MAYTE PAREDES MATA.
Psicóloga de la Residencia Santa Ana (Sevilla)

ISL Las Cabezas

ISL Las Cabezas: El alegre, responsable y mecánico Zakaria El Haimer

Cualquier persona, al llegar a la edad adulta, sueña con la posibilidad de encontrar un buen trabajo y poder realizarse profesional y personalmente, pero no todas las personas tienen el privilegio de conseguirlo. Lograr este sueño depende, en gran parte, del lugar en el que te encuentres, de las personas que te rodean, de la formación que recibas, y, por supuesto, de coincidir o no con el momento apropiado.

Zakaria El Haimer llegó a España como muchos otros chicos inmigrantes: en patera y en busca de un futuro mejor, una mejor calidad de vida y un trabajo digno que le diera la oportunidad de desarrollarse profesionalmente. Si es cierto que “quien la sigue, la consigue”, Zakaria va por el buen camino para conseguir este sueño.

Zakaria es un chico alegre, educado, responsable, optimista y comprometido que pertenece a una familia humilde y trabajadora. Su padre se dedica a la recogida de basura en Marruecos. Él es el mediano de cinco hermanos. La situación económica de su familia sólo le permitió estudiar hasta los 16 años. Además, desde que cumplió edad para trabajar, tuvo que compaginar su educación con diferentes empleos, como el de pescador o dependiente en una tienda de comestibles, para poder ayudar a su familia.

Con el claro propósito de buscar un futuro mejor, Zakaria decidió emigrar y emprender su viaje hacia España a los 17 años. El joven tenía la creencia de que “todo sería maravilloso”, pero esta falsa ilusión se desvaneció nada más empezar su aventura y tras experimentar un viaje en patera bastante duro. Su llegada al centro ISL Las Cabezas ha sido muy positiva. Su persistencia, su alegría y compromiso con el centro y sus compañeros han dado como resultado que Zakaria pueda cumplir su sueño más preciado: un contrato de trabajo como mecánico en la ciudad de Dos Hermanas.

Antes de este contrato laboral, el joven realizó prácticas formativas en un taller de mecánica del municipio de Las Cabezas. Estas prácticas le dieron la oportunidad de aprender un oficio y de adquirir experiencia en un sector profesional que le entusiasma y en el que se siente cómodo.

Gracias al contrato de trabajo que ha firmado, Zakaria está más cerca de alcanzar el sueño que le motivó a marcharse de su país. Ahora empieza un nuevo viaje. Desde el ISL Las Cabezas estamos convencidos de que todo sueño se puede cumplir con perseverancia, actitud y trabajo y Zakaria es un ejemplo de ello.

Doumbouya Fode Ansoumane

Doumbouya Fode Ansoumane: «Nunca olvidé el camino recorrido para estar aquí»

Dicen que quién siembra recoge sus frutos. En los centros de menores de Fundación SAMU trabajamos para convertirnos en el agua que hará posible que los chicos que con esfuerzo siembran se vean recompensados con un futuro sólido y provechoso. Esa agua sabe a convivencia, formación, educación.

En ISL Alcalá de Guadaira, en Sevilla, se encuentra un experto en sembrar, Doumbouya Fode Ansoumane. Fode, como cariñosamente le llamamos en el centro, se ha ganado poco a poco todos los privilegios y premios que con esfuerzo y persistencia ha alcanzado. Un contrato laboral, el conocimiento de un idioma fluido que no para de abrirle puertas o la confianza y el apego de un amplio círculo social.

Preguntado por la clave para lograr todos estos éxitos, Fode nos responde: “Yo nunca olvidé de dónde vine, nunca olvidé el camino que tuve que recorrer solo para estar aquí’’. Y es que la persistencia no es su única virtud destacada, también lo es la resiliencia. Ha tenido que superar los numerosos reveses que la vida le ha ido deparando. Por ejemplo, con el reciente fallecimiento de su padre: “Estoy en un momento de mi vida en el que me juego tanto que no puedo pararme a llorar por mi padre, solo puedo cumplir con lo que le prometí: cuidar de mi madre y hacer que se sienta orgulloso de mí’’.

Fode aún no ha llegado a su meta. Su mentalidad es tremendamente ambiciosa y se ha marcado un nuevo objetivo a largo plazo, un sueño: formar parte del equipo educativo de SAMU. Para ello tiene claro cuál es el camino a seguir: “Intento coger lo mejor de cada uno de mis educadores. Ellos son un referente para mí aunque también espero poder acceder a una formación que me capacite para esta labor”.
Mientras llega ese momento, Fode sigue trabajando sin descanso y siendo un ejemplo de superación para, el día que llegue la oportunidad, agarrarla con la fuerza que le ha dado cada piedra que ha quitado de su camino, haciendo su sueño posible.

Autor: J. M. CHACÓN. ISL Alcalá de Guadaíra