Samir Baidan. ISL Cortijo SAMU

ISL Cortijo: Samir Baidan, un referente de constancia y resiliencia

Dice un proverbio árabe: “La paciencia es un árbol de raíz amarga, pero de frutos muy dulces”. Dicha frase le viene como anillo al dedo a la historia de Samir Baidan. El joven llegó a España a finales de 2019 aquejado de una coxartrosis, una artrosis de cadera. Según su relato, un médico en Marruecos le aconsejó trasladarse a España ya que, por motivos económicos y técnicos, en su país era imposible su operación.

A esta cuestión se unía la necesidad imperiosa de lograr un futuro mejor. Durante su estancia en ISL Cortijo (Jimena de la Frontera, Cádiz) de Fundación SAMU, y a través de la Escuela de Oficios SAMU, Samir superó el curso de mantenimiento de jardines y zonas verdes, con una duración de 200 horas lectivas y metodología práctica realizada en Cortijo Román de Jimena.

Tras la realización de dicho curso, algunos de sus compañeros tuvieron mejor suerte que el joven Samir obteniendo un trabajo acorde a la formación recibida. Él, sin embargo, no obtuvo recompensa al esfuerzo realizado. Tras esta primera desilusión, y como resultado del Programa Camino a la Autonomía y Emancipación de nuestra entidad, el joven realizó sus primeras prácticas formativas como auxiliar de mecánica en una conocida empresa multinacional. Tras la finalización de estas prácticas, tras tres meses de predisposición, voluntariedad y buena actitud, no consiguió de nuevo la tan ansiada contratación.

El menor, lejos de maldecir su suerte, ya en ISL Ruiz Tagle (Algeciras) de Fundación SAMU, mantuvo una buena actitud y no desistió en seguir empleando todas sus ganas para alcanzar sus objetivos. Realizó diversos cursos que complementaron su formación, manteniendo siempre una actitud ejemplar en el recurso y no cerrando puertas a cualquier ocasión que pudiera presentarse.

Así, volvió a realizar unas nuevas prácticas en una lavandería industrial siguiendo los pasos de otro compañero de su recurso que las había realizado en la misma empresa y había logrado un contrato de trabajo. Samir y la suerte, sin embargo, volvían a no encontrarse: la pandemia y otras circunstancias volvieron a convertirse en una barrera a pesar de haber vuelto a mostrar una gran actitud en su cometido.

Con su mayoría de edad a un mes vista y, tras sufrir una operación de apendicitis, la paciencia y el esfuerzo por fin tuvieron sus frutos dulces. Nos informaron de que había una plaza vacante de mantenimiento en un famoso gimnasio de Algeciras y… ¡contratado! Samir consiguió por fin su primer contrato de trabajo en España y así logró lo que más deseaba desde su llegada el país. Para el equipo de ISL Cortijo y para todos sus compañeros se ha convertido en un ejemplo y un referente de constancia, resiliencia y sacrificio.