Operación Supernova: todo lo aprendido en un año
El curso 2022-2023 de Escuela SAMU está llegando a su fin. Tras un intenso año con acampadas de supervivencias en Sierra Nevada, simulacros de incendios en colegios y una nueva edición de Crisis Task Force de máxima exigencia donde nada era lo que parecía, los alumnos del Máster de Enfermería en Urgencias, Emergencias, Catástrofes y Acción Humanitaria de Escuela SAMU participaron el 12 de mayo en el último simulacro del año de intervención con múltiples víctimas y que llevaba por título Operación supernova.
“Este ejercicio de simulación brinda la oportunidad de poner en práctica las habilidades y conocimientos adquiridos durante todo el curso en las diferentes titulaciones que se imparten en la escuela, tanto de formación profesional como de posgrado, y prepara a los estudiantes para situaciones de emergencia y desastres reales. Durante el simulacro, se presentan distintos escenarios que ponen a prueba a los concurrentes en cuanto a la toma de decisiones, trabajo en equipo, comunicación efectiva y habilidades técnicas en la atención de pacientes en situaciones críticas”, explican desde Escuela SAMU.
“Un simulacro es un ejercicio práctico que busca recrear una situación de emergencia o desastre, con el objetivo de evaluar y mejorar la capacidad de respuesta de las personas involucradas en caso de una situación real”.
En esta ocasión, la temática del ejercicio eran las consecuencias de un atentado en una autovía, donde había implicados numerosos vehículos, entre ellos, un tren y un autobús. Durante el ejercicio, los participantes tuvieron que realizar una evaluación de daños y riesgos, organizar a las víctimas, agruparlas, clasificarlas y evacuarlas con el menor número de muertes posibles. También era necesario que la coordinación y comunicación entre los diferentes equipos multidisciplinares fuese eficaz, ya que son dos puntos fundamentales en el buen desarrollo de los Incidentes de Múltiples Víctimas (IMV).
“El objetivo principal de los simulacros de estas características es adquirir conocimientos y aptitudes que permitan desarrollar las competencias profesionales para el despliegue, mantenimiento de estructuras y rescate en condiciones de austeridad y terreno hostil. Otros objetivos más específicos son reconocer los principales riesgos y emergencias vitales en un accidente de múltiples víctimas consiguiendo evitar que aumente su peligrosidad, desplegar y replegar un campamento asistencial, desarrollar habilidades para la gestión del caos, desarrollar y conocer los distintos roles dentro de la organización de un IMV, organizar y gestionar recursos materiales y humanos en situaciones de estrés, adquirir competencias profesionales que permitan la ejecución adecuada de rescate en zona hostil, y adquirir habilidades de comunicación y coordinación entre los diferentes grupos de asistencia”, detallan desde el equipo docente del centro formativo.
La enfermera María Soto, instructora de Escuela SAMU, fue la responsable de la actividad bajo el liderazgo de Andrés Rodríguez Holst, docente y coordinador del Máster de Enfermería en Urgencias, Emergencias, Catástrofes y Acción Humanitaria de Escuela SAMU.
El ejercicio se desarrolló entre las 9:30 y las 13:00 en las instalaciones de Escuela SAMU, en el municipio sevillano de Gelves. En concreto, el lugar elegido fue una zona específica donde se localizan varios vehículos de transporte en desuso y que son utilizado para el aprendizaje: un tren, un autobús y un camión. Además, también se colocaron dos coches extras en dicha zona para dificultar la extracción de víctimas.
Durante los primeros minutos del simulacro, la persona al mando se personó en el lugar del atentado, ya que debía conocer la situación. Había varios focos, por lo que el mando tuvo que repartir los recursos y el personal. Una vez analizado el lugar, se procedió a llamar al CCU (Centro Coordinador de Urgencias) para informarles y solicitar recursos. Los primeros en llegar fueron los equipos de protección civil para asegurar la zona y los rescatistas, que eran enfermeros y técnicos.
Tras el recuento de víctimas, el mando volvió a llamar al Centro Coordinador y solicitó recursos asistenciales. Minutos después llegaron los equipos de enfermeros y técnicos en Cuidados Auxiliares de Enfermería para montar los puestos de triaje y el puesto sanitario avanzado.
El traslado de heridos de una zona a otra se realizó mediante un sistema en noria, en el cual hubo equipos específicos para el traslado de éstos. Una vez atendidas las víctimas, éstas eran trasladadas a los respectivos hospitales en ambulancias, dependiendo de su prioridad de evacuación y su clasificación.
Frente a lo inesperado
“Con este ejercicio se busca en los participantes el desarrollo de destrezas logísticas, operativas y organizativas en emergencias que se puedan dar de manera inesperada, así como la capacidad de gestión del estrés, de coordinación con equipos externos y de entrenamiento de habilidades como el liderazgo y la toma de decisiones”, explican desde Escuela SAMU. “Un simulacro es una acción que se realiza imitando un suceso real para tomar medidas necesarias de seguridad en caso de que ocurra realmente. Gracias a estos, los profesionales de la salud, como nosotros, se ven en mayor medida capacitados para actuar en caso de que ocurra un hecho poco común pero que requiere de rapidez, organización y eficacia en la actuación que realicen”.
Escuela SAMU, bajo su lema Aprende haciéndolo, consigue cada año llevar a la práctica mediante simulaciones escenarios de catástrofe. Esto ayuda a los alumnos y profesionales de las emergencias a comprender y conocer sus posibilidades y las limitaciones que encontrarán en una asistencia real. Durante esta actividad, el alumnado experimenta situaciones límites, adquiriendo de esta forma los conocimientos y habilidades necesarias para gestionar diferentes situaciones y coordinar recursos ante las mismas. Por otra parte, el trabajo interdisciplinar en equipo es fundamental para realizar cualquier tipo de trabajo, estando más presente en condiciones adversas.