Beatriz Estrada, jefa de Estudios de Escuela SAMU

Beatriz Estrada, jefa de Estudios de Escuela SAMU: “Con el Covid-19, hay más aspirantes a ser sanitarios”

Beatriz Estrada (Terrassa, Barcelona, 1984) es jefa de Estudios y del departamento de Orientación de Escuela SAMU. Licenciada en Pedagogía y Técnico Superior en Educación Infantil, Estrada suele estar implicada en múltiples proyectos de SAMU en general, como el departamento de Sostenibilidad.

 

—¿Cuándo comenzó a trabajar en SAMU?
—La primera vez que trabajé en SAMU fue en 2011 como educadora. Cubrí la baja de maternidad de la directora de la Residencia Santa Ana, Desireé Calasanz. Yo ya había trabajado previamente como voluntaria en esta residencia, por lo que conocía el trabajo que aquí se llevaba a cabo y el perfil de los usuarios. A los pocos meses de formar parte del equipo, otra empresa me ofreció un puesto de trabajo que no pude rechazar y, aunque me sentía muy a gusto en Santa Ana, lo dejé. Siete años después, SAMU me ofreció incorporarme como jefa de estudios y coordinadora del departamento de Orientación de Escuela SAMU, un proyecto al que me apetecía mucho sumarme y con un equipo al que cualquier persona desearía pertenecer.

—¿Cuáles son sus funciones principales en Escuela SAMU?
—La lista es larga. Coordinación del equipo docente, gestión de horarios y sustituciones del profesorado, elaboración del calendario anual de los ciclos de Formación Profesional… También he impartido clases en el ciclo superior de Técnico en Integración Social, llevo a cabo la orientación de todo el alumnado de la escuela de forma individual y grupal, así como la evaluación a los docentes, llevo la gestión de los nuevos ciclos, formo parte de la comisión Covid-19 de Escuela SAMU, apoyo todo lo relacionado con el marketing y las campañas publicitarias del centro y, en general cualquier función relacionada con el ámbito pedagógico ya sea del alumnado o del equipo docente y otras que, aunque no tienen relación directa con mi puesto, suponen un reto y un aprendizaje, como la dirección del área de Sostenibilidad o el voluntariado en misiones humanitarias.

—¿Cómo se presenta el curso 2021-2022?
—El curso se presenta como todos, cargado de acción y con un alto grado de motivación. Ningún curso es igual al anterior y todos tienen alguna peculiaridad. Este año sumamos cuatro docentes más al equipo y hemos incorporado nuevos escenarios para que los alumnos disfruten mientras aprenden. Hemos volcado una ambulancia como nuevo escenario de accidente de tráfico que nos permitirá trabajar, entre otras cosas, la sensibilización en la conducción. También tenemos previsto inaugurar en noviembre un nuevo aulario de 765 metros cuadrados. Y, por supuesto, hemos incorporado mejoras a nivel pedagógico que permitirán al alumnado sacarle el máximo partido a cada uno de nuestros docentes e instructores.

—Una de las novedades en el catálogo de cursos de este año es la apertura de una nueva línea del ciclo de Técnico en Emergencias Sanitarias (TES). Es decir, este año, habrá dos cursos en modalidad presencial y uno semipresencial. ¿Qué os ha motivado a ofertar más plazas de TES?
—La alta demanda de alumnos que quieren estudiar con nosotros el ciclo de TES nos ha llevado a tomar la decisión de abrir un segundo grupo, aunque no es la primera vez que se hace. Ésta es una profesión que nunca ha perdido atractivo pero, con el Covid-19, el número de personas que desean orientar su futuro laboral hacia el sector sanitario ha aumentado, hay más aspirantes a sanitarios.

—¿Por qué cree que muchos jóvenes prefieren estudiar el ciclo de TES en un centro privado como Escuela SAMU y no en un centro público?
—Nuestros recursos e instalaciones son un claro atractivo para los alumnos que deciden elegirnos a la hora de apostar por su futuro profesional. Somos una empresa que lleva 40 años formando profesionales del mundo sanitario y esto supone un grado de experiencia y confianza. Escuela SAMU se distingue de otros centros educativos porque trabajamos con una metodología multisensorial y vivencial que se basa en la inmersión del alumno en situaciones complejas recreadas mediante ejercicios integrados, simulacros…

—Ha comentado antes que tienen previsto inaugurar un nuevo aulario en noviembre.
—La escuela demanda desde hace años expandirse. Es un hecho que nuestras aulas se han quedado pequeñas, por lo que el nuevo aulario, con ocho aulas, nos va a permitir ampliar nuestra oferta formativa y seguir creciendo sin que el espacio sea un límite.

—Otra de las grandes novedades de este curso 2021-2022 que acaba de comenzar es el cambio en la dirección del centro. ¿Qué espera del nuevo director, Thomas Couyotopoulo?
—Thomas y yo comenzamos juntos nuestra andadura en Escuela SAMU como compañeros y, durante todos estos años, ha demostrado su capacidad de gestión, su profesionalidad, su implicación con el equipo y con la escuela en general. En su nueva etapa como director de Escuela SAMU confío en que continuará fortaleciendo al equipo de trabajo, sumando fuerzas para sacar adelante nuevos proyectos y sacando de cada uno de nosotros lo mejor.

—El pasado curso estuvo marcado por las medidas anticovid. ¿Cómo ha afectado la pandemia a la escuela y a su metodología de aprendizaje?
—Cuando se declaró el estado de alarma y se suspendieron las clases presenciales, tuvimos que adaptar la dinámica de la escuela para cubrir las necesidades de nuestros alumnos, por lo que se crearon nuevas herramientas para adaptar lo máximo posible nuestra metodología a un sistema telemático. Los docentes sanitarios que se encontraban en activo se volcaron en este proceso de adaptación y realizaron múltiples recursos audiovisuales para acercar a los alumnos los contenidos académicos, basándose en su trabajo del día a día.

—¿Se vieron afectados los alumnos de algún modo?
—Los alumnos no se vieron afectados gracias a que los profesores compaginaron su labor docente con la sanitaria implicándose al 200% en ambas. Nadie estaba preparado para afrontar una situación como la que vivimos. Desde la dirección del centro hicimos un gran esfuerzo para coordinar al equipo de docentes e instructores, y estos, a su vez, se esforzaron en modificar las programaciones del aula en un tiempo récord. Dos días después de que se suspendieran las clases presenciales por el estado de alarma, nuestros alumnos ya habían recuperado la normalidad en cuanto a horario y clases se refiere.

—¿Las medidas anticovid se mantendrán este año?
—El curso pasado creamos el Plan Escuela Covid-19, donde se recogían todas las medidas de prevención, protección, vigilancia y promoción de la salud frente al Covid-19. Estas medidas se fueron adaptando a las distintas fases por las que fuimos pasando. Hoy partimos de una realidad muy diferente, con un porcentaje casi total de vacunados, tanto de docentes como de alumnos, y con una baja incidencia en hospitales y recursos sanitarios. Por esta razón, comenzamos este nuevo curso con medidas preventivas, pero hemos bajado las restricciones recogidas en nuestro Plan.

—¿Cuántas personas trabajan en Escuela SAMU?
—Escuela SAMU cuenta con un equipo de 16 docentes. A esto se suman cinco personas más, encargadas del mantenimiento y la limpieza, y el equipo directivo, formado por otras cuatro personas.

—¿Qué destacaría del equipo docente?
—De mis compañeros destaco su capacidad de adaptación a las necesidades de los alumnos, del equipo en general y de la escuela. Su profesionalidad, implicación en todo lo que hacen, compañerismo, respeto y colaboración son otras de sus cualidades. El cariño con el que hacen su trabajo se nota también en el ambiente y, a su vez, en el buen hacer, consiguiendo que los peores días de trabajo se conviertan en días menos malos o, incluso, buenos gracias a ellos.

—¿Qué mensaje les enviaría a los nuevos alumnos?
—Tras pasar una pandemia que no ha dejado indiferente a nadie, donde las profesiones que atienden emergencias y urgencias han cobrado un gran protagonismo, nuestros alumnos tienen una gran responsabilidad para con la sociedad del futuro. Así que yo les pediría que aprovechen cada minuto que pasan con nosotros, aprendan de los mejores, disfruten de lo que hacen y nos permitan acompañarlos en la superación de sus límites y dificultades. Queremos formar parte del proceso que los convertirá en grandes profesionales de la sanidad.