Juan González de Escalada, en la frontera entre EEUU y México

La operación New Comfort USA coge fuerza: una expedición de SAMU viaja a Estados Unidos

La frontera con México sigue siendo el talón de Aquiles para la Administración Biden. Estados Unidos ha registrado 1,2 millones de arrestos de inmigrantes ilegales desde octubre de 2020 (inicio del año fiscal 2021) hasta junio de 2021, según datos publicados recientemente por El País. En junio, a tres meses para el cierre del periodo, el año ya había batido la barrera del millón, que no se había superado en 15 años.

SAMU, a través de su filial SAMU Foundation, con sede en Washington DC, trabaja desde hace varios meses con el objetivo de ofrecer sus recursos para hacer frente a la crisis migratoria que vive el país norteamericano, especialmente, en la atención de menores extranjeros no acompañados y sus familias a través de la operación New Comfort USA. El objetivo de SAMU Foundation es crear diferentes proyectos educativos residenciales. Para reforzar el trabajo que se está realizando desde España y la sede de SAMU en Washington DC, el director general de SAMU, Carlos González de Escalada, y el director del área de Emergencias de SAMU, Juan González de Escalada, viajaron a Estados Unidos del 23 de agosto al 6 de septiembre. En concreto, visitaron Washington DC, Maryland, El Paso (Texas) y Las Cruces (Nuevo México).

Hemos ido para reforzar nuestro proyecto y para conocer en primera persona el entorno y los espacios que contemplamos para nuestros recursos dirigidos a menores, además de para reunirnos con distintas instituciones, posibles colaboradores y con los equipos técnicos que otorgan las licencias oportunas”, explica Juan González de Escalada tras el viaje.

A lo largo de estos 14 días, ambos directivos han mantenido reuniones con instituciones y redes de apoyo, como la entidad Aware, que se plantea ceder edificios propios en alquiler y actualmente vacíos para el proyecto de SAMU en EEUU. Según comenta el director del área de Emergencias de SAMU, también han celebrado reuniones con empresarios españoles en Washington DC y han visitado las instalaciones de un campamento para niños en Maryland que podrían ser utilizadas para la atención de menores, entre otras acciones.

No nos ponemos límites en el número de centros o recursos que podríamos abrir en Estados Unidos. En cuanto a su ubicación, barajamos tres puntos: Washington DC, Maryland y Nuevo México”, señala Juan González de Escalada. “Tenemos la convicción de que vamos a ayudar a niños que están en situación de desamparo allí de aquí a un año como mucho”.

Durante varios días, los directivos de SAMU, junto al colaborador de la entidad en Estados Unidos, visitaron también el muro fronterizo de Estados Unidos y México, una valla de seguridad de más de 1.100 kilómetros construida por el país norteamericano. Su objetivo es impedir la inmigración ilegal y el contrabando a los Estados Unidos. Su construcción se inició en 1994, en el gobierno de Bill Clinton, pero fue con el presidente Donald Trump, en 2017, cuando tomó más entidad y se convirtió en una auténtica realidad y, para muchos, en una gran vergüenza.

La victoria de Joe Biden en las elecciones presidenciales del año 2020 ha provocado un cambio en la política migratoria estadounidense, puesto que una de sus primeras decisiones como presidente fue ordenar el fin de la construcción del muro e, incluso, se planteó su demolición, aunque esto no ha sucedido aún.

“Ha sido muy ilustrativo ver esta obra tan impactante, nos ha dado una clara perspectiva de lo que viven los inmigrantes. Durante dos días, hemos recorrido esta valla, tanto al este como al oeste de El Paso. Fue impactante verla, por su magnitud. Tenemos fotos en las que no se ve el fin de la valla. Ésta es una valla que ha logrado domar a la propia naturaleza, ya que sube y baja colinas y montañas. Es impresionante.​ Nuestro colaborador en EEUU decía que no sabía si era ‘impressive o depressive’ (impresionante o depresivo)”, destaca González de Escalada. “La valla mide 16 metros de altura, pero hemos visto vídeos en los que chicos menores de edad logran saltar el muro a través de escaleras humanas, unos encima de otros, y saltan, como si de auténticos trapecistas se tratase. Nuestro compañero Alejandro Lerín lo llama el Circo del Sol de la vergüenza”.

“Durante el viaje, leímos un libro magnífico de la escritora, Jenny Torres Sánchez titulado We are not from here (No somos de aquí). La autora hace una descripción muy impactante de cómo cruzan los niños la frontera y de las vicisitudes y peligros que viven hasta llegar a EEUU. Es un libro muy ilustrativo que nos ha ayudado mucho a entender la situación que se vive allí”, continúa el director del área de Emergencias.

Procesos migratorios diferentes

SAMU cuenta con una larga trayectoria en la atención de menores inmigrantes no acompañados. La entidad tuvo su primer contacto con menores inmigrantes en 2007, cuando activó su primer dispositivo por petición de la Junta de Andalucía. Hoy, SAMU es una referencia en el sector con cerca de 40 recursos con unas mil plazas tanto para menores como para extutelados que acaban de cumplir la mayoría de edad en varias autonomías. No obstante, Juan González de Escalada ve importantes diferencias entre el proceso migratorio de los menores que llegan a España procedentes de África, y el de los chicos sudamericanos que intentar cruzar la frontera de EEUU.

“La gran diferencia entre los dos procesos es que los menores que nos llegan desde África vienen apoyados por sus familias, como una inversión familiar, para generar ingresos y enviar dinero a sus familiares. Esto se une al hecho de que el modelo europeo de gestión de estos niños se basa en una inserción sociolaboral”, explica González de Escalada. “En el caso de EEUU, son niños procedentes de países de Centroamérica y Sudamérica que huyen de situaciones de peligro y de carestía también. Además, el modelo de gestión allí se basa en la reunificación familiar. Nuestro empeño en España es que, cuando esos niños cumplan los 18, les hayamos dotado de herramientas para ser capaces de subsistir, que sean autosuficientes y sean ciudadanos de bien. La manera de cuantificar nuestro éxito es el número de niños que consiguen trabajo. Mientras que, en EEUU, el éxito de los recursos especializados en la atención de menores se mide por el número de días que pasan desde que el niño llega a las instituciones americanas hasta que localiza y se reúne con algún familiar que ya viva en EEUU y que lo acoge o lo adopta”. El 95% de los menores inmigrantes que llegan a EEUU logran esa reunificación familiar, pero hay un 5% que no. En julio, llegaron a EEUU 19.000 menores.

“Ambos modelos son distintos, pero los dos tienen cosas buenas. Creo que nuestro modelo se puede implantar allí, es totalmente compatible, ya que suma, no resta. A todas las organizaciones con las que hemos hablado les ha sorprendido nuestro modelo de inserción sociolaboral y les ha gustado. No queremos imponer nada. Nosotros somos capaces de adaptarnos al modelo de allí, pero estaremos encantados de abogar por nuestro modelo y enseñárselo al que quiera”, destaca el director del área de Emergencias de SAMU.

Éste asegura que el viaje a Estados Unidos ha sido “muy fructífero” y que las expectativas del proyecto New Comfort USA de SAMU son buenas. “Estoy convencido de que de aquí a un año vamos a atender a niños en EEUU. Avanzamos”, exclama Juan González de Escalada.

Mientras se resuelven los problemas administrativos con EEUU, SAMU continúa trabajando para que su proyecto sea una realidad, y ya ha seleccionado a un equipo de profesionales del área de Infancia y Familia al que está formando y preparando para que viaje a América lo antes posible. “Estamos trabajando en múltiples frentes”, destaca González de Escalada. “SAMU tiene futuro en EEUU”.