Fundación SAMU promueve la lectura fácil
A largo de la historia, el ser humano ha ido creando diversos códigos de comunicación. Según Óscar García Muñoz en su libro Lectura fácil: métodos de redacción y evaluación, hace 8.000 mil años el ser humano desarrolló un código a través del cual eran viables los mensajes escritos en piedra, que eran descifrados gracias a la capacidad del ser humano para la lectura, que a su vez dispone de tres competencias claves: la lingüística, la cognoscitiva y la comunicativa.
Siguiendo la línea de este autor, el proceso de lectura comprensiva es una actividad compleja que implica percepción a través de los ojos y memoria icónica para retener la información más importante en unión a un proceso léxico, sintáctico y semántico, que nos permite obtener el significado del texto leído y adquirir ciertos conocimientos.
La lectura fácil nació en Suecia hace 50 años y llegó a España en 2002 con la Asociación de Lectura Fácil en Barcelona.
El concepto de lectura fácil ha tenido una evolución a lo largo de la historia. Según recoge García Muñoz (2012), existen distintas definiciones de lectura fácil. Por un lado, la International Federation of Library Associations and Institutions en 1997, dice que la lectura fácil consiste en la adaptación lingüística de un texto con el fin de hacerlo más fácil de leer, pero no más fácil de comprender. Por otro lado, el Grupo Educación y Diversidad (EDI) nos lanza otra definición más general: “Es un planteamiento general sobre la accesibilidad a la información y a la comprensión de los mensajes escritos de las personas con diversidades intelectuales y de aprendizaje”.
Lenguaje sencillo y claro
Actualmente nos apoyamos en conceptos más completos, como el dado en 2022 por Discapnet, que llama lectura fácil a “aquellos contenidos resumidos y realizados con lenguaje sencillo y claro, de forma que puedan ser entendidos por personas con discapacidad cognitiva o discapacidad intelectual, personas con baja formación cultural o problemas de tipo social”.
Y según la Fundación Adecco, podemos hablar de lectura fácil como “un método de redacción o adaptación que permite una lectura y comprensión más sencilla de un contenido”. Es una herramienta fundamental en la búsqueda de la accesibilidad universal, ya que permite que todas las personas, independientemente de su nivel de educación o capacidad cognitiva, puedan acceder a la información de forma clara y comprensible, y la entienda.
En definitiva, con el Programa de Accesibilidad Universal pretendemos hacer posible una lectura adaptada a cada persona usuaria de los centros de Fundación SAMU en el que lo llevamos a cabo, como son la Residencia Santa Ana (Sevilla), la Residencia San Sebastián (Cantillana, Sevilla) y la Unidad de Día San Lucas (Sevilla).
Además, queremos hacer este programa extensivo a las familias de nuestros usuarios con el fin de buscar un beneficio mayor y fomentar en todo momento el cumplimiento de la Declaración Universal de los Derechos Humanos en lo que respecta a los derechos al acceso a la información y la comunicación (artículo 5) y a estar plenamente informados de todo lo que forma parte de sus vidas (artículo 27.5).
Fases del programa
El Programa de Accesibilidad Universal tiene como objetivo que cada persona que reside en los recursos de Fundación SAMU y sus familias accedan a la información, comprendan y tomen parte de su propio proceso vital conociendo sus derechos y deberes.
Para implantarlo, este programa se organiza en distintas fases. En una primera fase, se visita cada centro y se identifican y seleccionan aquellos documentos que deben ser adaptados a lectura fácil. Estos documentos son los contratos de ingreso, el reglamento de régimen interno y los menús, entre otros.
En una segunda fase, se procede a realizar los cambios en estos documentos, usando un lenguaje más simple, imágenes o pictogramas y eliminando palabras técnicas, frases extensas o abreviaturas, por ejemplo. Para ello, el técnico responsable cuenta con un plazo de 10 meses.
Tras el trabajo de adaptación de cada documento y de una parte de la cartelería de cada centro (pictogramas que señalen cada sala, despachos, talleres, menús…), se lleva a cabo una última fase de validación con reuniones con profesionales (dinamizadores) y validadores (personas usuarias) para comprobar si, una vez leídos los documentos adaptados, los usuarios captan la información y la entienden.
Para finalizar, queremos resaltar que todos los profesionales de Fundación SAMU buscan vías de acceso adaptadas a las necesidades de cada persona usuaria.
Contamos con profesionales formados en la materia que acompañan a cada persona usuaria en este proceso de inclusión social a través de este Programa de Accesibilidad Universal para todos.
Mediante una lectura fácil construimos una sociedad más solidaria, comprensiva y abierta a una plena inclusión para cualquier persona con algún tipo de dificultad en comprensión lectora.
Hay que tener en cuenta que de la lectura fácil no sólo se benefician las personas con algún tipo de diversidad funcional, sino toda persona que necesite algún tipo de apoyo para acceder a la información que debe o desea conocer como sus familiares o su entorno más cercano.
De esta forma, aumentarán las relaciones sociales y la autosatisfacción personal, adquiriendo autonomía en todo lo que respecta a sus vidas y actividades del día a día.
ROCÍO GARCÍA GÓMEZ Y ELENA DUQUE RECIO.
Área de Dependencia e Inclusión Social de Fundación SAMU