Entradas

40 años de ambulancias en SAMU: la evolución de una especie

La primera UVI-Móvil que realizó servicios de emergencias en España llevaba el sello de SAMU. Fue el doctor Carlos Álvarez Leiva, fundador de esta organización, quien introdujo este vehículo en el país en 1981, año en el que nació SAMU. A partir de esta fecha, la entidad fue la encargada de la cobertura sanitaria de grandes eventos como la Feria o el Rocío, además de realizar en Sevilla traslados de pacientes críticos y atender los servicios de emergencias que ocurrían en la calle, trabajo que diez años después comenzó a realizar la Empresa Pública de Emergencias Sanitarias (EPES-061).

SAMU es hoy una entidad especializada en los ámbitos de la salud y la acción social con casi cuarenta años de existencia y una plantilla de más de 1.700 profesionales cuyos principales ámbitos de actuación son la salud y las emergencias, la formación, la atención a la diversidad funcional y la gestión de menores, pero su origen siempre estará en las ambulancias y el traslado de pacientes.

Uno de los primeros acontecimientos en los que estuvo presente una ambulancia de SAMU fue durante los preparativos y la celebración de la Exposición Universal de Sevilla 92.

“Detrás de la primer grúa que entró en ese erial que era entonces la isla de la Cartuja, que acogió la Expo’92, iba una ambulancia de SAMU. Fuimos los primeros en entrar, y aquí seguimos casi 40 años”, recordaba Carlos Álvarez Leiva en una entrevista con motivo del 25 aniversario de la Expo’92. “Los operarios trabajaban en tres turnos y tenía que haber un dispositivo sanitario siempre con ellos. Durante dos meses estuvimos durmiendo en la ambulancia, pasando muchísimo frío por las noches, porque ahí no había nada construido”.

Más de 60 personas formaron el equipo sanitario de SAMU en turnos de 24 horas. Su labor principal era el traslado a los hospitales de pacientes críticos y la asistencia de las distintas personalidades internacionales que acudieron al evento, como jefes de estado y presidentes de Gobierno, y la de los más de 40 millones de visitantes que acudieron a la Expo.

“Principalmente, atendimos lipotimias, intolerancias digestivas, pequeñas erosiones en la piel, frecuentes en personas que llevan mucho tiempo andando, alergias severas, crisis diabéticas y crisis epilépticas”, explicaba el doctor Álvarez Leiva. “Fue todo un éxito. De las más de 30.000 asistencias, sólo hubo una queja. Todo el mundo conocía cuál era su función. Existía una jerarquía asistencial muy bien estructurada y contábamos con una red de apoyo de especialistas, además de intérpretes permanentes de inglés, francés y alemán”.

Siete años más tarde, en 1999, SAMU empezó a prestar el servicio de emergencias en Málaga. En 2011, se activó en Huelva; y en 2017, SAMU abrió una base de emergencias en Tánger (Marruecos).

Actualmente, la entidad cuenta con dos servicios de ambulancias. Por un lado está el traslado de pacientes críticos, servicio para el que se utilizan las llamadas “ambulancias blancas”, una UVI móvil completa en la que viajan un Técnico en Emergencias Sanitarias, un médico y un enfermero.

El segundo producto que ofrece SAMU son servicios privados y dispositivos de riesgo previsible (DRP). Aquí se utilizan las conocidas por la plantilla de SAMU como “ambulancias amarillas”, que son las que acuden a las coberturas sanitarias de eventos deportivos como la tradicional Carrera Nocturna del Guadalquivir, la Maratón de Sevilla, la Titán Desert en Arabia Saudí o los partidos de fútbol disputados en el Estadio Sánchez-Pizjuán, donde juega el Sevilla FC.

“SAMU cuenta con una plantilla de más de 90 personas en el servicio de ambulancias, todas ellas formadas en Escuela SAMU”, detalla Juan González de Escalada, director del área de Emergencias de SAMU. “Aquí todos hacemos de todo e intentamos tocar todos los palos. Todos tenemos una ocupación principal pero también participamos en otros servicios. Sólo un pequeño grupo se dedica exclusivamente al traslado de críticos, pero por lo general, los instructores de la Escuela también participan en los DRP o en el traslado de pacientes críticos, por ejemplo”.

Hoy, SAMU cuenta con una flota de 18 ambulancias distribuidas en las bases de Sevilla (isla de la Cartuja), Málaga, Huelva, Madrid y Tánger (Marruecos).

Además, a finales de 2019, SAMU puso en marcha una nueva plataforma para la reserva de sus servicios de ambulancia de forma fácil, rápida y cómoda, a través de una página web, y con todas las garantías de una de las organizaciones líderes del sector. El objetivo de esta iniciativa es dar respuesta rápida a los usuarios de este tipo de servicios, cada vez más demandados.

A través de la página web ambulanciassamu.es, cualquier persona puede contratar en solo unos minutos una ambulancia para diferentes tipos de servicios, como traslado de pacientes, competiciones deportivas, actividades culturales, bodas, exposiciones y congresos, fiestas populares o cualquier tipo de evento.

Los servicios son de gran versatilidad y capacidad de individualización. Van desde la activación de una ambulancia convencional con Técnico en Emergencias Sanitarias y su dotación de material electromédico, y el refuerzo de esta cobertura con enfermero para una mayor capacidad asistencial e incluso con un médico para una gestión completa de cualquier incidencia sanitaria, hasta la inclusión de varios recursos de distintas categorías (ambulancias colectivas, convencionales y UVI-móviles). El servicio puede incluso contemplar el diseño personalizado de un plan de autoprotección y su ejecución, para una actividad de gran aforo.

En estos casi 40 años no sólo ha evolucionado la idiosincrasia de SAMU y el servicio por el cual nació, sino también el diseño de sus ambulancias. Atrás quedó aquel vehículo de intervención inmediata blanco, sencillo y sin comodidades que se utilizó durante la Expo’92 y cuyo único diseño eran dos franjas rojas, una arriba y otra abajo, entre las cuales se podía leer ‘Sanidad’.

Recientemente, SAMU ha presentado su nueva ambulancia con un diseño revolucionario. Entre las características de esta nueva UVI-Móvil destacan un serigrafiado integral en material reflectante y un puente de luces integrado de última generación. SAMU ha contado con la colaboración de las empresas Rodríguez López, JPP Electrónica y Avery para su desarrollo.

“Según explica el proveedor, ésta es la primera UVI Móvil que cuenta con un rotulado integral reflectante. Por lo general, las ambulancias más vanguardistas sólo tienen una parte del rótulo reflectante, por lo que la nueva UVI de SAMU es un proyecto pionero”, explica Thomas Couyotopoulo. “El objetivo principal es conseguir una mayor visibilidad en todas las condiciones posibles y, por tanto, lograr una mayor seguridad pasiva para el vehículo, sus ocupantes y los demás usuarios”.

Una de las primeras salidas de esta nueva ambulancia ha sido durante la reanudación de la Liga española de fútbol, durante el partido del Sevilla FC y el Real Betis, derbi sevillano que se jugó en el Estadio Sánchez-Pizjuán el 11 de junio. Desde ahora, será un elemento común del paisaje de las carreteras de Andalucía y de todo el país.

20 aniversario SAMU Málaga

SAMU en Malaga: Veinte años de guardia

Los compañeros de críticos de Base Málaga están de celebración. Este verano se cumplen 20 años de la llegada de SAMU a la provincia malagueña, un proyecto que impulsaron Carlos Álvarez Leiva y Carlos González de Escalada a raíz de la adjudicación por parte de EPES (Empresa Pública de Emergencias Sanitarias) a SAMU del servicio de Traslado de Pacientes Críticos en Málaga, según relata Juan González de Escalada, director de Operaciones de SAMU. Su objetivo principal era, y sigue siendo, atender las demandas de las asistencias y traslados interhospitalarios de pacientes críticos encomendadas por el Centro Coordinador.

Antonio, Rafael, Eduardo, José Enrique, Jaime, Ángel, Leticia, Luisa, Mónica, Isabel, José Ángel y Enrique fueron algunos de los 18 profesionales (seis médicos, seis enfermeros y seis conductores técnicos) que formaron la primera plantilla de Base Málaga.

“El ambiente al principio era bueno. No nos conocíamos, puesto que todos llegábamos de distintos lugares. Yo, por ejemplo, venía de Sevilla. Quizás al principio la relación era un poco distante, pero pronto el equipo se unió y formamos una piña”, recuerda Antonio Sánchez, TES (Técnico de Emergencias Sanitarias) que trabajó en la base de Málaga durante dos años (1999-2001). “Los inicios fueron un poco duros. No conocíamos la ciudad, los hospitales, las rutas… pero pronto se convirtió en algo muy sencillo y cotidiano”.

Actualmente, en Base Málaga trabajan 21 personas distribuidas en equipos de tres en turnos de 12 ó 24 horas. “Esta base presta un servicio de 24 horas. Dispone de una ambulancia y quizás sea uno de los destinos más duros por la gran dispersión geográfica de la provincia de Málaga. No es raro que un equipo salga de la base al inicio de su turno y no regrese hasta que finaliza la jornada”, comenta Juan González de Escalada. “Estos compañeros pueden recorrer hasta mil kilómetros al día durante sus guardias. Este servicio se caracteriza por muchos traslados de larga distancia de pacientes de alto nivel de soporte asistencial”.

“Estamos muy lejos de Sevilla, por lo que, para lo bueno y para lo malo, estamos solos. No obstante, una gran virtud que tiene esta base es que se respira mucho compañerismo. Somos una gran familia y, en los momentos de tensión, nos unimos más. A veces, con sólo mirarnos sabemos lo que pensamos, no nos hace falta hablar”, asegura Francisco Javier Guerrero, técnico de SAMU desde hace seis años.

Para este técnico de emergencias sanitarias, los momentos más duros de este trabajo son cuando se tienen que enfrentar a un accidente de tráfico o cuando los pacientes son niños. “Recuerdo mi primer gran prematuro. Pesaba sólo 500 gramos, 500 gramos de vida. Algo así siempre te impresiona, pero resulta muy gratificante cuando salen adelante y te das cuenta de que tu intervención en su asistencia ha servido para algo”, explica Francisco Javier Guerrero.

El técnico también destaca como hito dentro de la historia de Base Málaga el traslado en junio de 2017 de una pequeña desde el Hospital Materno de Málaga hasta el Hospital Reina Sofía de Córdoba en una situación crítica, que requirió la máxima coordinación de diferentes equipos y un despliegue logístico con muy pocos precedentes en el traslado de críticos. La pequeña estaba ingresada en Málaga pendiente de un trasplante cardíaco, pero su situación empeoró y pasó a la UCI. Allí tuvo que ser conectada a un complejo sistema capaz de mantenerla con vida sustituyendo sus funciones vitales (ECMO, oxigenación por membrana extracorpórea), pero este equipo sólo podía ser útil por la joven paciente durante unos días.

La niña debía ser trasladada de urgencias al hospital cordobés y para ello el ECMO debía instalarse en una UVI móvil, un procedimiento para el que no existía manual y que sólo se había realizado una o dos veces antes en España. Además, este traslado debía realizarse sin ningún parón, frenazo o contratiempo durante los 155 kilómetros del trayecto.

“Fue una auténtica odisea, pero lo logramos. Nunca lo olvidaré. Ha sido mi mayor reto profesional y una responsabilidad enorme”, destaca Francisco Javier Guerrero, que fue la persona encargada de coordinar este traslado. “Desde entonces, ya hemos realizado cuatro o cinco traslados más de este tipo. Estamos muy orgullosos de nuestro trabajo”.

En estos 20 años, las anécdotas vividas por la plantilla de esta base son innumerables. Antonio Sánchez recuerda especialmente la guardia de la Nochevieja de 2000. “Teníamos en la base preparada la cena de Nochevieja, con todos sus avíos. Nos disponíamos a cenar cuando sonó el teléfono. Traslado y… sorpresa, Ronda-Málaga, uno de los trayectos más temidos por el tipo de carretera que es. Cogimos las latas de uvas y salimos zumbando”, narra el técnico. “A mitad de camino, a las 23:57, paramos en una gasolinera ya cerrada por la hora que era y, con la radio puesta de la ambulancia, nos dispusimos a escuchar las campanadas y tomarnos las uvas. Pero ¡sorpresa de nuevo! Las latas no eran de apertura fácil y no teníamos abridor de latas. ¡Cómo lloraba uno del equipo, que no voy a decir su nombre! No había consuelo para él”.

Cada guardia es una aventura. Tienes que saber manejar y controlar mucho la frustración y los imprevistos”, apunta Johanna Pinales, médico de la base de Málaga desde 2008.

“En los últimos años se ha incrementado la demanda asistencial, especialmente de pacientes con patologías no demorables neurológicas y de origen coronario, como los ictus”, comenta la médico. “En este tipo de traslado, el tiempo juega en contra. A veces, de la rapidez del traslado depende la eficacia de la cirugía”.

Johanna Pinales destaca la tensión de su trabajo. “Siempre estás en alerta y, a veces, debes actuar sin pensar, de forma automática. Debes tener los procedimientos muy interiorizados para ser lo más rápido posible. No pensamos, actuamos”, anota. “Pero también tienes que tener en cuenta que la realidad sigue su curso y, a pesar de nuestros esfuerzos, a veces, no podemos sacar adelante un paciente o tienes que reanimarlo hasta diez veces”, señala la médico. “Nuestra misión es salvar vidas a granel”.

Además del traslado de pacientes críticos, otra de las funciones de este equipo es organizar jornadas de Soporte Vital Básico (SVB) y Reanimación Cardiopulmonar (RCP) en colegios e institutos. “El mensaje clave que queremos trasmitir a estos niños es que sepan reconocer a una persona inconsciente y pedir ayuda”, explica Francisco Javier Guerrero, que como él mismo reconoce está “metido en todos los ajos”. “Para los niños eres lo más cercano a un superhéroe y esto te llena de satisfacción, pero también es bastante duro transmitir nuestro mensaje a niños de 3 ó 5 años”.

Todos los entrevistados coinciden al afirmar que la evolución de esta base ha sido “bastante positiva”. “Además de adquirir mucha fluidez en la gestión de casos, SAMU es una empresa que te forma mucho, lo que te permite reciclarte”, destaca Johanna Pinales.

Para celebrar este 20 aniversario, todo el equipo de SAMU Málaga disfrutó de un almuerzo junto a la dirección de SAMU, en el que se entregó una placa conmemorativa a Leticia Ranea, la profesional más antigua del equipo y miembro de la plantilla inicial.