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Menas COISL Motril SAMU Alhambra

Sueños en la Alhambra

Washington Irving escribió: “Estoy pisando una tierra encantada y me encuentro rodeado de románticos recuerdos. […] Fue siempre esta ciudad objeto que despertó mis sueños; mi fantasía recorrió con frecuencia las románticas estancias de la Alhambra. Y he aquí, por vez primera, realizado un sueño. Sin embargo, no doy crédito a mis sentidos y hasta dudo que habite el palacio de Boabdil o que contemple la hermosa Granada desde sus balcones”.

Con la misma fascinación del escritor estadounidense del Romanticismo, los menores de RB Motril de SAMU tuvieron la oportunidad de visitar este lugar mágico: la Alhambra, el Castillo Rojo, Fortaleza del Reino de Granada y corazón de la misma.

Algunos de ellos no conocían su historia, y quedaron asombrados al conocer las batallas, logros y sucesos que tuvieron lugar en esas paredes rojizas. Se sintieron muy cerca de sus orígenes en cada escritura árabe que adornaba sus rincones, compartiendo su significado con los compañeros que desconocían el idioma. Y a su vez, orgullosos, cuando escuchaban a los guías hacer hincapié en la riqueza que la civilización musulmana, en su paso por España, nos había dejado. Gracias a su pasión y culto por el agua, a la vegetación y a sus conocimientos arquitectónicos llenos de gran talento, minimalismo y perfección, podemos disfrutar hoy en día de lugares como la Alhambra, el Generalife, la Mezquita de Córdoba, la Giralda de Sevilla y la Alcazaba de Málaga, entre otros.

En Fundación SAMU intentamos dar respuesta a las necesidades de estos jóvenes. No sólo a las más básicas, sino también a las que intentan fomentar su diversión y aprendizaje, las cuales puedan recordar cuando sean mayores y les hagan crecer como personas.

Estos jóvenes llegan a nuestro país solos, con dudas, asustados. Y aunque desde nuestra fundación trabajemos a diario la integración, vivimos en una sociedad que, en ocasiones, no lo pone fácil. De ahí la importancia de que ocupen un lugar en ella.

Allí se sintieron parte de nuestra historia, parte de un todo que desemboca en el mismo lugar, las personas. Sin importar raza u origen, todos estaban allí, contemplando el arte, llenando su curiosidad con cuentos e historias de la Alhambra, y pudieron contemplar que hay mil motivos para seguir aprendiendo, para seguir confiando y obtener todo aquello por lo que un día arriesgaron, una nueva vida, llena de posibilidades.

Es fascinante cómo un detalle marca la diferencia. Cómo se puede cambiar ciertos pensamientos en un solo día de convivencia y de nuevas experiencias. Ellos comprendieron todo el esfuerzo que se realizó desde dirección para conseguir las entradas, de cuantas personas intentaban acceder ese día sin poder hacerlo, de la planificación y el cariño que pusimos para poder llevar a cabo este viaje tan especial.
En el residencial no somos conscientes de las habilidades sociales que les transmitimos hasta que no llevamos a cabo actividades como éstas, donde te sientes orgullosa de ellos y de todo el equipo.

Alhambra: Gracias por adornar un día de su vida; gracias por pintar en ellos una sonrisa de esperanza.

 

Autora: Rebeca Sánchez García. RB Motril SAMU

Familia de acogida Motril SAMU

Lucía y José Luis, familia de acogida: “Nos encanta pasar nuestro tiempo con ellos”

Desde el recurso RB Motril SAMU queremos contar la historia de dos de nuestros niños más pequeños. Gracias a todo el equipo, hemos logrado que puedan estar juntos en una familia de acogida, la familia de Lucía, José Luis y su hijo Sergio. Llenos de cariño e ilusión, comenzaron este viaje para poder ofrecer lo mejor que tenían. Y no, no era una cuestión de dar, sino de recibir, y mucho, porque, tras esta breve conversación con Lucía, nos hemos dado cuenta de lo feliz que se sienten, de cuánto les ha aportado esta experiencia, y de lo maravilloso que es dar sin esperar nada a cambio.

—¿Conocían la posibilidad de ser familia de acogida para menores en protección?
—No, no tenía ni idea de que existía esta posibilidad. Siempre hemos querido ser una familia numerosa, nos hemos criado con hermanos, y sabíamos de la importancia de una infancia con hermanos. Sin embargo, tras tener a nuestro hijo, tuvimos problemas y no pudimos tener más. Así que al ver que un familiar tenía a un niño en acogida permanente, me informé y descubrí que existía la posibilidad de disfrutar los fines de semana con alguno de estos niños en protección, así que no dudamos en dar un paso adelante.

—Ante la decisión de querer ser familia de acogida, ¿han sentido miedo?
—Nunca hemos tenido miedo, aunque a veces sí hemos sentido incertidumbre. Escuchábamos que se daban casos de robo y amenazas en los barrios cercanos a un centro de menores aquí al lado, pero quitando eso, estábamos muy ilusionados.

—¿Cómo son Sadja e Ismail? ¿Por qué dos niños en acogida?
—Nuestro primer menor en acogida estuvo muy poco tiempo con nosotros y le costaba relacionarse con la familia. Cuando conocimos a Sadja e Ismail, nos dimos cuenta de que eran dos niños muy cariñosos y bromistas. Son educados y respetan a todo el mundo. Sé que están muy unidos por su situación, y en ningún momento quisimos separarles. Así que aquí estamos, con estos dos peques formando parte de nuestra familia de una forma muy especial.

—¿Qué suelen hacer con ellos?
—Nos encanta pasar nuestro tiempo con ellos. Me acompañan cuando salgo a correr, hacen deporte conmigo, hablamos mucho en casa, paseando… Hacemos excursiones en familia, vamos al cine, hacemos deberes… Me hacen formar parte de su vida y eso es muy bonito, disfruto mucho de su compañía.

—¿Cómo han reaccionado las personas de su entorno?
—Tanto nuestra familia como nuestros amigos nos apoyaron en esta decisión. Están integrados con ellos, incluso con el resto de vecinos. No sentimos ninguna muestra de racismo por parte de nadie, al revés, todos quieren conocerlos.

—¿Qué palabra usarías para definir esta experiencia?
—Gratificante. Para mí ha sido un aprendizaje y además una ayuda para mi hijo. Está aprendiendo a compartir, a ayudar. Le encanta estar con ellos, jugar, conocer su cultura. Está siendo consciente de lo afortunado que somos al estar juntos, que hay muchas familias que por circunstancias no pueden. Todos estos valores tan humanos y tan necesarios son gracias a la experiencia de ser familia colaboradora, y con eso me quedo.

Autoras: Rebeca Sánchez y Miriam Núñez. RB Motril SAMU