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Escuela SAMU Módulo IMV

Formación en Escuela SAMU: más necesario que nunca

A pleno rendimiento. Así se encuentra estos días Escuela SAMU. Ningún virus frena su actividad. Todo lo contrario. La crítica situación sanitaria que atraviesa el planeta por la pandemia de Covid-19 hace que su labor formativa sea ahora más necesaria que nunca.

Todos los alumnos han iniciado ya las clases. A los 160 estudiantes de los ciclos de primer y segundo año de Técnico en Emergencias Sanitarias, Técnico en Cuidados Auxiliares de Enfermería y Técnico en Integración Social, se unieron a mediados de septiembre los 24 alumnos del Máster de Enfermería en Urgencias, Emergencias, Catástrofes y Acción Humanitaria (UECAH) y los 12 estudiantes del Máster en Urgencias Médicas que no pudieron terminar su formación el curso pasado a causa del coronavirus, además de otros 24 médicos del curso intensivo de Medicina.

También en octubre iniciaron sus clases los estudiantes de la nueva edición del Máster de Enfermería (2020-2021). En total, más de 200 alumnos.

Para dar cabida a todos estos estudiantes y poder ofrecer el mismo nivel de calidad que caracteriza la formación de este centro educativo, Escuela SAMU ha instalado varios iglúes prefabricados en los que se imparten clases garantizando las medidas de seguridad vigentes contra el Covid-19.

“Ofrecemos la calidad de siempre. Nuestra formación no se ha visto resentida en ningún momento a causa de la crisis. Seguimos desarrollando simulacros y ejercicios de alta calidad. Es más, estamos convencidos de que ahora nuestra formación es más necesaria que nunca. Debemos preparar a nuestros alumnos lo mejor posible para que estén preparados para actuar en situaciones extremas como la que estamos viviendo”, explican desde Escuela SAMU.

Los alumnos del Máster de Enfermería 2019-2020 han recibido formación específica por parte del Segundo Escuadrón de Apoyo Al Despliegue Aéreo del Ejército del Aire dentro del Módulo de Atención en Incidentes con Múltiples Víctimas (IMV).

La asistencia sanitaria en situaciones de múltiples víctimas o catástrofe es un proceso complejo en el que una correcta actuación y atención sanitaria se presenta como un verdadero reto. Los profesionales involucrados en un IMV se ven inmersos en situaciones especiales, no solo para la asistencia in situ de los accidentados, sino por la necesidad de una coordinación y organización que permitan controlar el escenario y realizar una evacuación ordenada de los heridos. La comunicación se convierte en un pilar importante en este tipo de situaciones.

Los enfermeros han de estar formados para poder ofrecer una respuesta rápida, segura, organizada y coordinada con otros profesionales de los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado, con el fin de neutralizar rápidamente la amenaza evitando así la generación de más víctimas y asegurando una eficaz y rápida asistencia sanitaria en un entorno complejo.

Para hacerlo posible, es imprescindible que el personal sanitario conozca conceptos y procedimientos elementales de medicina táctica y cómo se aplican en el marco de la asistencia sanitaria en entornos hostiles. Dichos conocimientos y procedimientos han probado su eficacia en entornos militares y en entornos tácticos policiales, aumentando la supervivencia de las víctimas.

La formación en este campo es una demanda cada vez más creciente en nuestro entorno profesional debido al riesgo de la amenaza latente en la sociedad actual.

El objetivo general de este módulo es entrenar a profesionales en conocimientos, habilidades y competencias necesarias para brindar asistencia sanitaria a las víctimas de un IMV en ambiente prehospitalario.

Otros de los objetivos específicos son gestionar la autoridad; introducir medidas de seguridad a adoptar por el interviniente sanitario; sectorizar la zona según el incidente; movilizar e inmovilizar a las víctimas; realizar acarreos y arrastres para evacuaciones rápidas; realizar triaje adaptado a las circunstancias; conocer los protocolos y materiales de control de hemorragias en IMV; manejar torniquete; actualizar la asistencia y trazabilidad del paciente en IMV y conocer la dinámica de trabajo de los distintos profesionales intervinientes.

En este módulo celebrado en Escuela SAMU han participado como conferenciantes invitados Carlos Álvarez Leiva, coronel médico del Cuerpo Militar de Sanidad, profesor de Emergencias Médicas de la Universidad de Sevilla y presidente del Grupo SAMU; y Jaime Gil Abarca, ex director de los servicios especiales del Servicio de Emergencias Médicas de Barcelona (SEM) y ex director de la unidad ORCA.
Este módulo de atención en incidentes con múltiples víctimas finalizó con un ejercicio a modo de gran simulacro de unas cuatro horas de duración en el que participaron todos los alumnos del Máster de Enfermería 2019-2020 con la colaboración de voluntarios que hicieron el papel de víctimas, tal como se muestra en imágenes de este reportaje.

Otro de los módulos que se han llevado a cabo en las últimas semanas ha sido el de NBQ (Defensa Nuclear, Biológica y Química). En él los alumnos aprenden, entre otros aspectos, los procedimientos generales para la gestión de un incidente NBQ y cómo actuar desde el punto de vista de la asistencia sanitaria.

Entre los objetivos de este módulo destacan identificar los principales riesgos biológicos; conocer los principales efectos de los agentes químicos y radiológicos; el buen uso de los equipos de protección individual, conocer y trabajar con equipos de protección individual encapsulados, conocer y realizar procedimientos de descontaminación en víctimas válidas, no válidas e intervinientes y conocer procedimiento de descontaminación, entre otros.

Simulacro NBQ Escuela SAMU

Simulacro de incidente NBQ en Gelves: Nuclear, biológico y químico

La madrugada del 30 de mayo, sobre las cuatro de la mañana, un gran temblor azota la localidad de Gelves (Sevilla). Un vagón de un tren de carga que trasladaba azufre, gasoil, y fertilizantes descarrila en la estación del pueblo provocando un incendio y una explosión que deja múltiples víctimas con heridas diversas, como quemaduras químicas e intoxicaciones. Tras el accidente, se da aviso al Centro Coordinador de Urgencia (CCU) y, debido a la índole del incidente, se decide poner en marcha el protocolo de NBQ.

No se asusten. Éste no es un accidente real. Se trata de un simulacro puesto en marcha en las instalaciones de la Escuela SAMU, el primero del año de incidente NBQ y bautizado con el nombre de Operación Moussel.

La importancia de este ejercicio es su complejidad y la poco familiarización de los profesionales con los incidentes de este tipo, ya que pocos servicios de emergencias son capaces de aportar el material y las capacidades necesarias para ello, según explican desde la Escuela.
Hasta el lugar del accidente acude un primer equipo de sanitarios. No saben a qué se enfrentan, sólo que dentro del vagón hay material radiactivo. Deben acordonar la zona y apagar un pequeño incendio que se ha producido en las inmediaciones del tren antes de acceder a él y atender a las víctimas.

Escuela SAMU lleva varios años formando a sus alumnos en incidentes NBQ (Nuclear, Biológico y Químico). En este ejercicio participan unos 60 alumnos de los ciclos de FP de Técnico en Emergencias Sanitarias (TES) y Técnico en Cuidados Auxiliares de Enfermería (TCAE), además de los alumnos del XXIV Máster de Enfermería de Atención Prehospitalaria, Catástrofes y Acción Humanitaria de la Universidad de Sevilla y SAMU. En el ejercicio también participan familiares de los alumnos, que se han ofrecido como voluntarios para interpretar el papel de víctima.

Simulacro NBQ en Escuela SAMU

Simulacro NBQ en Escuela SAMU

“Se ha caído un objeto contaminado fuera del tren, ¿qué hacemos? ¡Eso es material radiactivo!”, indica Miguel Ruiz del Pozo, uno de los profesores del centro, a uno de los alumnos que participan en el ejercicio y que intenta comunicarse por radio con sus compañeros sin éxito.
Dentro del tren, el caos es el gran protagonista. Hay muchos heridos, humo y estallidos. De fondo se escuchan las sirenas de las ambulancias. Los vagones son muy estrechos y el calor y la falta de práctica con los Equipos de Protección Individual (EPI) dificultan la tarea a los sanitarios.

“Es muy importante que los alumnos aprendan a trabajar con los EPI puestos. Pueden llegar a ser un poco agobiantes, puedes sentir que te falta el aire y tus movimientos también se pueden ver limitados. No es fácil trabajar con los guantes de estos equipos de protección puestos. Por ejemplo, deben acostumbrarse a ellos antes de que realmente necesiten usarlos”, explica Saray Toro, instructora de la Escuela. “También es muy importante que aprendan a descontaminarse y a quitarse el equipo sin sufrir daños”.

Los alumnos están divididos en varios equipos, cada uno con un EPI diferente, según la intensidad de la contaminación. El solar también está divido en varias zonas en las que trabajan los alumnos: zona de accidente, recepción de victimas, zona de descontaminación y área de atención a víctimas.

“Cristina, se te amontonan los heridos”, le grita Saray Toro a la alumna encargada de coordinar la zona de recepción de víctimas.
El viento dificulta la actividad. La carpa en la que se encuentran las víctimas no resulta muy estable. “Si hace viento, llueve o hay temperaturas muy altas durante el simulacro, no es malo, todo lo contrario, les ayuda a prepararse ante cualquier imprevisto. En una situación real no podemos controlar el tiempo”, señala uno de los profesores del centro.

Simulacro NBQ Escuela SAMU 2

Simulacro NBQ Escuela SAMU

En esta actividad también participa Aero2mil Escuela de Pilotos, que aporta un dron al ejercicio. En Escuela SAMU están convencidos del uso potencial de los drones ante situaciones de emergencias. Estos drones o vehículos aéreos no tripulados pueden llegar a proporcionar información a través de cámaras y otros sensores para detectar gases, temperatura y agentes radiactivos, biológicos y químicos (NBQ) de forma remota, incluso antes de la actuación de los intervinientes en un incidente.

Para Juan González de Escalada, director de la Escuela, “estos drones son sin duda una gran herramienta para prevenir la contaminación de equipos de rescate ante un agente desconocido”.

Las alrededor de cuatro horas de duración de este simulacro en condiciones de extremo realismo se convertirán en una lección inolvidable para el casi centenar de participantes del ejercicio. El adiestramiento en NBQ responde a la filosofía y compromiso de Escuela SAMU con sus alumnos: “Aprende haciéndolo”.