“Todo nos aburre y buscamos innovar con las drogas”

Mª Nieves Báez (Los Palacios y Villafranca, 1987) trabaja desde octubre como psiquiatra en las residencias de Santa Ana, San Lucas y, próximamente, en la nueva clínica de salud mental Wellness.
—¿Por qué eligió la psiquiatría?
—Durante las prácticas de Medicina tenía claro que la Cirugía no me interesaba. No sabía muy bien qué hacer pero sí tenía claro que me gustaba mucho observar el comportamiento de los pacientes y tener un mayor trato con ellos.
—¿Cuáles son sus funciones en SAMU?
—Acudo dos días en semana a la residencia Santa Ana y otros dos días a San Lucas. En la primera, los usuarios padecen daño cerebral sobrevenido. Aquí realizo un apoyo más farmacológico, mientras que en la unidad de día San Lucas, con pacientes con discapacidad intelectual con trastorno de conducta, llevo a cabo una atención más psicoterapéutica.
—También forma parte de la plantilla de la clínica de salud mental Wellness. ¿Qué funciones desempeñará en este centro?
—Wellness es una clínica global que incluye consultas externas, terapias grupales, hospitalización de día o hospitalizaciones de larga estancia para quien lo necesite. Mi papel como psiquiatra será pasar consulta y realizar un seguimiento de los pacientes hospitalizados.
—Una de las especialidades del centro Wellness es la atención a personas con trastorno de conducta alimentaria (TCA). ¿Cuáles es el perfil de las personas que padecen esta patología?
—Cuando hablamos de TCA, nos solemos imaginar una chica joven, de unos 16 años, perfeccionista y preocupada por su imagen. Pero lo cierto es que cada vez el TCA es más frecuente entre los varones, aunque pasa más desapercibido.
—¿A qué edad suelen aparecer los primeros síntomas?
—Cada vez empiezan antes. A los 12 ó 14 años, ya se pueden dar los primeros síntomas, pero no se perciben. Por otro lado, el TCA se puede mantener en edades más tardías. Hay personas de 50 años que sufren bulimia. Por lo general, suele haber problemas de base, como una baja autoestima, problemas familiares, una alta autoexigencia, que, si no se tratan también, hacen que el problema persista.
—¿Percibe una mayor obsesión de los hombres por su imagen?
—Son comunes los casos de vigorexia, una obsesión por estar fuertes y realizar una actividad física extrema. También están apareciendo casos de ortorexia, la obsesión por comer sano.
—¿Qué perfil tienen las personas que sufren ortorexia?
—Suelen ser personas jóvenes, cultas y con un nivel socioeconómico medio alto. También deportistas. Se obsesionan con las calorías, mirar siempre los ingredientes de los paquetes, y se sienten culpables si comen algo considerado no saludable.
—Otra especialidad de Wellness son las adiciones. ¿Cómo ha evolucionado el perfil de los consumidores de tóxicos?
—Es habitual ver a estudiantes y trabajadores, gente con un nivel de vida medio alto que consume cocaína. Hoy en día buscamos nuevos estímulos, nuevas sensaciones. Todo nos aburre y buscamos innovar con las drogas, pero no somos conscientes de sus efectos.