Dionibel Rodríguez

Dionibel Rodríguez, deportista paralímpico: “Mi sueño es ganar una medalla en unos Juegos”

Dionibel Rodríguez (República Dominicana, 1991), 11 veces campeón de España de 400 metros lisos y campeón del Mundo en 2013, ha sido el encargado de inaugurar el primer congreso sobre discapacidad intelectual y deporte de la Fundación SAMU

—¿Qué es más difícil, participar en un campeonato o dar una conferencia?
—Esto ha sido todo un reto para mí. He ido a muchos campeonatos y olimpiadas pero nunca me había enfrentado a hablar en público ante tanta gente. Yo tengo una discapacidad intelectual, me cuesta mucho expresarme.

—¿Cuándo empezó a hacer deporte?
—Cuando llegué a España con ocho años y fui al colegio, prácticamente no sabía leer y me costaba mucho seguir a la profesora, era muy difícil para mí. Entonces me derivaron a un centro especial. Mis profesores Juanjo, Miguel y Sandra me ayudaron mucho y a través de ellos conocí la Asociación A la Par y me apunté al club deportivo.

—Antes de ser velocista participó en un campeonato de campo a través
—Sí, me gustaba el atletismo pero no tenía muy claro qué disciplina hacer. Entrené también para los 5.000 metros, pero no me gustaba mucho esa prueba. Al final me enganché a la velocidad, aunque antes también probé el baloncesto.

—En los Juegos Olímpico de Río quedó cuarto en la prueba de 400 metros lisos. ¿Cómo fue la experiencia?
—Muy buena. El problema fue que yo iba en la calle ocho y no tenía referencias, no veía a nadie a mi lado y no sabía como iban los demás corredores, así que arriesgué y lo di todo desde el primer momento. Había mucha tensión. Son cuatro años esperando y todo te lo juegas en pocos segundos. Sé que la gente que me conocía paró de trabajar para ver la prueba.

—En esa carrera compitió también contra su hermano, que iba cuarto, y en el último momento, prácticamente en la línea de meta, usted le metió la cabeza. ¿Cómo se lo tomó?
—Se quejó un poco al principio (risas), pero bueno, luego se alegró mucho por mí.

—¿Cuál ha sido la prueba más difícil?
—Quizás el campeonato del mundo de 2013. Dos meses antes salí con mi hermano y mi mejor amigo a celebrar un cumpleaños y nos acusaron de robar un móvil y cinco euros. Nos detuvieron y nos llevaron a prisión. Yo al principio estaba tranquilo porque sabía que no había hecho nada pero pasaban los días y seguíamos encerrados.

—¿Cuánto tiempo estuvo en la cárcel?
—21 días. Mi preocupación era el mundial, así que pedí permiso y me dejaron entrenar en el patio de la cárcel una hora al día. Al final, en la rueda de reconocimiento, el que nos acusó dijo que no podía identificar a los autores del robo porque estaba borracho y nos dejaron libres sin más. Poco después fui al campeonato y gané el título de campeón del mundo. Lloré mucho.

—En el campeonato de Qatar también tuvo otro percance y no pudo terminar la carrera
—Sí, me lesioné 50 metros antes de llegar a la meta. Pensé en dejarlo, pero tuve la suerte de competir con mi hermano, que consiguió el título de subcampeón del mundo. Me alegré mucho por él y el también me apoyó mucho para que siguiera adelante. Cuando te ocurren cosas malas, como las lesiones, es muy importante tener la cabeza en su sitio.

—¿Qué le dice su familia de todos sus éxitos?
—Mi madre está encantada de que entrene. He viajado por muchos países, he conocido mundo, y mi madre siempre estaba tranquila porque sabía dónde estaba y que no estaba por ahí llevando una mala vida, con algún pandillero o algo similar.

—¿Qué le ha ofrecido el deporte?
—El deporte me ha hecho muy feliz porque me ha cambiado como persona, me ha ayudado a relacionarme con otras personas. Gracias al deporte he conocido a gente importante como al Rey y a la Reina y he tenido la gran oportunidad de conversar con ella.

—¿Cuál es su sueño?
—Conseguir una medalla en unos Juegos Paralímpicos. Me da igual cuál, oro, plata o bronce, pero una. Ahora mismo mi objetivo es entrenar mucho para poder ir a los Juegos de Tokio en 2020 y traerme para España una medalla.