Los drones en SAMU: un compañero en las alturas

Fundación SAMU, responsable de la gestión del dispositivo de atención a las personas sin hogar instalado en el Centro Deportivo Rochelambert, uno de los recursos habilitados por el Ayuntamiento de Sevilla para la atención de colectivos desfavorecidos durante la etapa de confinamiento por el Covid-19, ha llevado a cabo una desinfección interna y externa del centro a través de una innovadora tecnología basada en el uso de drones, gracias a la colaboración de la empresa onubense Agridronsur.

Con el empleo de drones, mediante la pulverización en altura, se favorece una limpieza más completa de la atmósfera y se minimiza la posible presencia de partículas víricas en el aire.

La empresa Agridronsur, de reciente creación, emplea este sistema para la fumigación de precisión de terrenos agrícolas, y su experimentación en el ámbito biosanitario resulta muy novedosa. En este tipo de proyectos se emplean drones de alta capacidad, entre los que se encuentra el de mayor tamaño de España y uno de los tres más grandes de Europa, según explica Adán Carmelo Torres Caballero, director de operaciones de Agridronsur.

“Es la última tecnología en agricultura de precisión y destaca por su autonomía, por su seguridad, por su capacidad de carga, por su sistema de bombas, con cuatro brazos y ocho boquillas, y su extraordinaria capacidad de localización y movimiento, gracias a un posicionamiento vía satélites GPS y también RPK que le permiten mantenerse suspendido en el aire como si estuviese colgado”, detalla Torres Caballero.

El centro de Rochelambert no es el único recurso en el que SAMU ha utilizado drones para realizar labores de desinfección. Recientemente se han llevado a cabo tareas de limpieza en las instalaciones de Escuela SAMU, en Gelves (Sevilla).

“La desinfección de objetos o instalaciones a través de drones es muy útil porque permite hacer tareas de descontaminación en altura y llegar a puntos donde una persona no llegaría fácilmente, como por ejemplo el techo de las ambulancias”, explica Juan González de Escalada, director del área de emergencias. “Además, es una desinfección mucho más eficaz que la que realiza una persona. El movimiento de las hélices hace que se cree una nube envolvente de hipoclorito sódico, el producto que utilizamos para las desinfecciones. Esta nube envuelve aquello que queremos desinfectar llevando el producto a todos lados y no a un único punto, como ocurriría con un chorro directo”, continúa González de Escalada.

El objetivo de SAMU es continuar investigando sobre las posibilidades del uso de drones en labores de prevención y también de emergencias, en los más diversos contextos. “Un dron de esta clase podría auxiliar a una persona que se está ahogando en una playa”, apunta el director de operaciones de Agridronsur.

“En Escuela SAMU estamos convencidos del uso potencial de los drones ante situaciones de urgencias y emergencias. Estos drones o vehículos aéreos no tripulados pueden llegar a proporcionar información crucial, de forma remota, a través de cámaras y otros sensores para detectar gases, temperaturas corporales o de otra índole, y agentes radiactivos, biológicos y químicos (NBQ), incluso antes de que comience la actuación de los intervinientes en un incidente”, apuntan desde el centro.

SAMU utiliza habitualmente drones durante los ejercicios de entrenamiento y simulacros. Escuela SAMU, de hecho, ofrece un curso de formación de Piloto Avanzado de Drones dirigido, especialmente a Técnicos de Emergencias Sanitarias, Bomberos, Personal de Protección Civil y Personal Militar del campo de las Emergencias.

Este curso es un diseño adaptado a la formación de profesionales del campo de las Emergencias, con o sin experiencia sanitaria, con conocimientos y capacidad de apoyar a los equipos intervinientes en Emergencias para la visualización remota de espacios afectados, transporte de material ligero y otras acciones de apoyo aéreo.