Abdessadek Mounir

ABDESSADEK MOUNIR

Nació Kelaa des Srghna una ciudad de Marruecos cerca de Marrakech, de donde, además, es toda su familia.

Su padre ha sido mecánico, vendedor ambulante y temporero en la aceituna durante toda la vida, pero ahora ya no trabaja porque está muy mayor.

Abdessadek solo estudió hasta la primera pues el colegio estaba a 7 km de su domicilio y tenía que ir andando por un camino muy dificultoso soportando tanto calor como frío, lo cual ere muy duro para él sobre todo cuando sentía mucha sed por el calor.

De los mejores recuerdos que tiene en su tierra natal son jugar al fútbol con sus amigos y asistir a las bodas familiares, pues estos eran los únicos eventos a los que asistían.

A los diez años ya comenzó a trabajar para ayudar en la economía familiar y al ver la precariedad que sufrían decidió viajar a España para contribuir a mejorar la calidad de vida de su familia.

El impulso vino dado porque tenía la experiencia de su hermano que estaba en Italia y pensaba que en España conseguiría dinero para que su madre viviera mejor.

Su primer intento para migrar fue en 2021 cuando intentó llegar a Almería pero no lo consiguió porque le robaron el dinero que tenía para pagar la embarcación patera. A finales de ese año volvió a intentarlo a través de Islas Canarias atravesando en desierto del Sahara a lo largo de 127km, pero le faltaba dinero para poder pagar la embarcación y de nuevo tuvo que regresar. Llegó a pedirle a su hermano ese poco de dinero que le faltaba para este se negó y eso supuso para él una gran decepción.

De nuevo en 2022 volvió a conseguir el dinero para cruzar la frontera y camino a lo largo de 35km para poder montarse en una embarcación patera que le llevara a las Islas Canarias. Salió un domingo a las 12 de la noche y entró en Canarias un miércoles por la mañana estando ese tiempo en el mar, pero es que además, previo a eso había pasado tres días enteros en el desierto del Sahara.

Tiene una gran preocupación por la regularización de su situación en España, pues después de enfrentarse al peligro tantas veces, no tiene muchos miedos en la vida.

Actualmente se está formando como cocinero en la Fundación Cruzcampo y después de conseguir el título le gustaría regresar a Islas Canarias para trabajar como cocinero, un empleo que le gusta mucho y se le da bien. Le gusta más la vida pausada de las islas y cree que allí tiene más posibilidades como cocinero para prosperar y poder tener mejor calidad de vida y ayudar a su familia.