Proyecto SIAD Cataluña

Fundación SAMU llega a Cataluña con el proyecto SIAD

Fundación SAMU inicia su actividad en Cataluña con un primer proyecto en el municipio de Esparraguera, situado en Barcelona. De la mano del Ayuntamiento de la localidad, la entidad ha puesto en marcha el Proyecto SIAD, un servicio dirigido a mujeres víctimas de violencia de género o violencia doméstica en el que se ofrecerá información, orientación, asesoramiento y acompañamiento en todos aquellos aspectos relacionados con su vida, desde los ámbitos laboral, social, personal y familiar.

Este proyecto contribuirá al empoderamiento de las mujeres y a la sensibilización social, con especial atención a la prevención, detección precoz y primera atención de urgencia de la violencia machista en coordinación con el resto de los servicios e instituciones que actúan en este ámbito. Por violencia machista se entiende aquella que “se ejerce contra las mujeres en el marco de un sistema de relaciones de poder de los hombres sobre las mujeres y que, producida por medios físicos, económicos o psicológicos, incluidas las amenazas, intimidaciones o coacciones, tiene como resultado un daño o sufrimiento físico, sexual o psicológico”.

En el ámbito comunitario, desde el SIAD se desarrollarán actuaciones de sensibilización social y de dinamización de la participación mediante la organización de actividades, cursos y charlas sobre temas de interés para las mujeres.

La iniciativa contribuirá, además, al desarrollo del II Plan local de Igualdad de Género 2015-2019 del Ayuntamiento de Esparraguera dirigido a la ciudadanía, y se coordinarán acciones y actividades con entidades, centros educativos y servicios municipales.

El servicio de atención psicológica llevará a cabo funciones de información, orientación, asesoramiento, apoyo, contención emocional y acompañamiento psicológico para las mujeres no solo en el ámbito de la violencia de género. También lo hará en las siguientes situaciones: malestar emocional; conflictos familiares; rotura de pareja; duelos; dificultades parentales; acosos laborales; despidos; conflictos de pareja; crisis personales; ansiedad; baja autoestima; sentimientos de soledad y procesos de cambio, entre otros.

Los profesionales del nuevo proyecto SIAD de SAMU también podrán orientar y derivar, en su caso, a las usuarias hacia servicios especializados en tratamiento clínico o de larga recuperación.

Convento Santa Paula Sevilla Covid-19

Las monjas de Santa Paula superan la Covid-19

El convento de Santa Paula de Sevilla está libre de Covid-19 gracias a la actuación altruista de SAMU. En septiembre, dos de las 19 religiosas de este convento presentaron síntomas sospechosos de coronavirus. Fue entonces cuando la Archidiócesis de Sevilla, a través del párroco Adrián Ríos, contactó con el presidente de Fundación SAMU, el doctor Carlos Álvarez Leiva.

Tras una primera valoración por parte de SAMU, 14 de las 19 monjas dieron positivo en coronavirus, aunque sólo dos presentaban síntomas. La edad media de las religiosas afectadas era de 66 años y el 71,4% tenía patologías crónicas. Un equipo de enfermeros y técnicos en emergencias sanitarias de SAMU y SAMU Wellness fue el encargado de asistir a estas mujeres bajo la dirección del doctor Álvarez Leiva y la coordinación de la enfermera Maribel Álvarez. El dispositivo se activó el 18 de septiembre y finalizó el 27 de octubre, cuando las 16 religiosas que contrajeron el virus fueron dadas de alta y concluyeron los trabajos de desinfección (museo, claustro , zonas comunes…).

La priora del convento de clausura, Tiyama Irimpan, reconoce que ha sido “una cosa leve”. Lo que más anhelaban las jerónimas de este convento era “retomar la vida comunitaria” ya que, hasta que no fueron dadas de alta, “cada una permanecía en su celda confinada”. La priora agradece “profundamente” las muestras de cariño recibidas. “A cada instante, nos llamaban para saber cómo estábamos o qué necesitábamos. Ha sido un consuelo para nosotros que todos los sevillanos hayan seguido de cerca nuestra evolución”.

Además de prestar asistencia sanitaria, SAMU ha formado a las religiosas en materia de bioseguridad (uso correcto de la mascarilla, distancia de seguridad, cómo realizar turnos en el comedor…), así como en el manejo del pulsioxímetro para que pudieran informar telemáticamente al doctor Alvarez Leiva de la evolución diaria de la temperatura, saturación de oxígeno y empeoramiento de síntomas de las afectadas. También se le ha proporcionado material para el control de las constantes vitales y una bombona de oxígeno que requería una de las hermanas afectadas.

interpretación de lengua de signos Madrid

SAMU visibiliza la figura del intérprete en Madrid

El área de servicios educativos de SAMU está en pleno proceso de expansión en la Comunidad de Madrid. Aunque acumula experiencia y prestigio en Andalucía, hasta ahora no había cruzado Despeñaperros. Eso ha cambiado, lo que supone una oportunidad y un reto. “Es un salto importante. Me gusta decir que hemos salido de nuestra zona de confort”, comenta Conchi Pérez, jefa del área.

Los primeros proyectos, que ya están en marcha, se centran en satisfacer las necesidades de personas sordas y con discapacidad auditiva de la Comunidad de Madrid en ámbitos muy diversos: los trámites administrativos, la universidad y los centros de infantil y primaria. Además, SAMU trabaja en el ayuntamiento de Móstoles para ofrecer el servicio de interpretación de lengua de signos.

En la Comunidad de Madrid hay 24.333 personas con discapacidad auditiva y 144 con sordoceguera, según los últimos datos oficiales, publicados en 2018 por la Consejería de Asuntos Sociales. Son personas para las que realizar cualquier gestión administrativa se convierte en una odisea. Para ellas, concertar una cita por teléfono es imposible. Tampoco es sencillo comunicarse por escrito: sus dificultades para contextualizar afectan a los procesos de decodificación o al acceso al léxico, por lo que el aprendizaje es más costoso y puede acabar afectando a la motivación y a la capacidad de lectura.

Pérez apunta que la Comunidad de Madrid está siendo pionera en ofrecer servicios para las personas con discapacidad auditiva y en visibilizar la figura del intérprete. Y es aquí donde se enmarca el trabajo de SAMU.

De las citas médicas al SEPE: una ayuda para las gestiones

Desde el 13 de julio, SAMU está ayudando a las personas sordas y con discapacidad auditiva de la Comunidad de Madrid a relacionarse con la administración. Ofrece a todas las personas, gratuitamente, un servicio de acompañamiento para hacer cualquier gestión: desde una cita médica a una cita con el SEPE, pasando por las tutorías de los hijos. “Cualquier gestión que precisen los usuarios con discapacidad auditiva”, resalta Conchi Pérez.

Tan solo deben indicar el tipo de gestión y el día y la hora en que deben realizarla. En los tres primeros meses de trabajo, diez intérpretes prestaron cerca de un millar de asistencias. En muchos casos, se trata de gestiones que quedaron paralizadas con el estado de alarma.

La pandemia sirve para entender el grado de implicación de los intérpretes, que son imprescindibles para transmitir a los médicos las sensaciones de un paciente sordo cuando se le somete a una anestesia. “Hemos tenido usuarios que tenían que hacerse pruebas médicas para las que se exigía pasar una PCR. En esos casos también el intérprete también ha pasado esa prueba”.

Vinculado a los trámites administrativos, pero con un enfoque más amplio que abarca también los actos políticos, está el proyecto en Móstoles. SAMU acaba de empezar a prestar un servicio en el Ayuntamiento de esta localidad para que los actos públicos (plenos, comparecencias de concejales, charlas) siempre cuenten con servicio de interpretación de lengua de signos. De esta forma, se garantiza que las personas sordas disfruten de sus derechos políticos en igualdad de condiciones.

Este proyecto implica la presencia continuada en el Consistorio de un intérprete, que prestará asistencia a cualquier persona con discapacidad auditiva que lo requiera.

SAMU, de las escuelas infantiles a la Universidad

SAMU, como entidad especializada en el ámbito educativo, presta otros dos servicios a la comunidad universitaria e infantil de la Comunidad de Madrid. El primero de ellos es un servicio de interpretación en lengua de signos que se ofrecerá a partir de este otoño en la Universidad Rey Juan Carlos. Estará disponible tanto para los diez alumnos con discapacidad auditiva actualmente matriculados como para cualquier profesor que lo solicite.

Con frecuencia se olvida que para realizar esta tarea se requiere un trabajo previo, que implica, por ejemplo, conocer el tema para poder transmitirlo adecuadamente de forma simultánea al profesor. Por eso, el 20% de la jornada se dedican a preparar la clase y los materiales. “El intérprete tiene que saber cómo se va a enfocar la clase para que el alumno pueda recibir la información igual que el resto de sus compañeros”, añade Pérez.

Este será un curso atípico. Aún no es posible saber cuántas clases serán presenciales, pero Pérez apunta que este servicio se adapta perfectamente a las necesidades de la enseñanza no presencial: “Lo podemos prestar de manera telemática sin perder calidad porque es muy visual. Cada uno puede estar en su casa”.
Además, SAMU está ya trabajando en el otro extremo de la educación, la infantil. Se trata de un proyecto con “asesores sordos”, que trabajan con niños de Infantil y Primaria integrados en aulas ordinarias para que aprendan la lengua de signos desde etapas tempranas. La Comunidad de Madrid, pionera en ofrecer este servicio en aulas de Infantil y Primaria, ha asignado a SAMU diez centros. La función del asesor es realizar la adaptación curricular del proyecto académico, para que los niños y niñas sordas puedan llevar el ritmo de sus compañeros.

En muchas comunidades solo se asignan intérpretes a partir de Secundaria, cuando se supone que los alumnos ya dominan perfectamente la lengua de signos. Sin embargo, no siempre es así. “Nos encontramos alumnos que a esas edades no se encuentran cómodos usándola”, lamenta Pérez.

El reconocimiento legal de la lengua de signos tiene tan sólo trece años, y muchas personas adultas siguen sin dominarla. Ofrecer este servicio a edades tempranas puede contribuir a incrementar y mejorar el uso de la lengua de signos.

Por último, SAMU presta también servicios de auxiliares infantiles en Mejorada del Campo. Una labor importante en las aulas de los más pequeños que este año se ha convertido en esencial para garantizar el control de los desplazamientos, el distanciamiento o las medidas de higiene.

Cinco proyectos que el área espera que pronto sean más y se extiendan a otras comunidades autónomas, como Aragón y Cataluña.

Escuela de Oficios visita IAJ

La Escuela de Oficios de SAMU inaugura sus nuevas instalaciones

La Escuela de Oficios (EOF) de SAMU estrena instalaciones. Ya han concluido los trabajos de ampliación que permitirán acoger nuevos talleres profesionales. En concreto, la EOF ha acondicionado una nave en desuso situada en el Parque Tecnológico Citec, muy cerca de las instalaciones de Escuela SAMU, en Gelves (Sevilla). El objetivo es que este espacio acoja los talleres prácticos de los cursos que ofrece la escuela, como por ejemplo los talleres de carpintería metálica, albañilería, electricidad, pintura y fontanería.

Las previsiones se han cumplido y este nuevo espacio ya está listo, justo a tiempo para el inicio de la actividad académica, previsto para noviembre.

El 30 de octubre, el director general del Instituto Andaluz de la Juventud (IAJ), David Morales Zamora, que sigue de cerca la evolución de la EOF, visitó las nuevas instalaciones situadas en Gelves. En esta visita institucional también estuvieron presentes el director general de SAMU, Carlos González de Escalada, y la directora de la Escuela de Oficios, Lourdes Vázquez.

SAMU alcanzó a principios de 2020 un acuerdo de colaboración con el Instituto Andaluz de la Juventud (IAJ) en virtud del cual este organismo de la Junta de Andalucía colabora en la difusión y en el desarrollo de los programas de la Escuela de Oficios SAMU.

El proyecto Escuela de Oficios SAMU nació en enero de este año de la preocupación de la organización por dotar a los menores extranjeros no acompañados y, en general, a los jóvenes andaluces desempleados, de conocimientos, habilidades y herramientas para favorecer su autonomía y ayudarles a incorporarse con éxito al mercado laboral.

Tras la suspensión de las clases durante el primer estado de alarma a causa del coronavirus y las vacaciones de Navidad, la EOF tiene previsto ofrecer a partir de noviembre nuevos cursos de oficios. Entre ellos destaca el curso de albañilería, que contará con prácticas en empresas, al igual que el resto de cursos de EOF.

Estos programas están dirigidos a jóvenes mayores de 16 años. No es necesario disponer de ningún título previo para acceder a ellos, lo cual se convierte en uno de sus principales atractivos.

Con la EOF, SAMU pretende recuperar la filosofía y objetivos de las antiguas Escuelas de Artes y Oficios de España, promovidas en el siglo XIX, y responder a la preocupación como entidad por dotar a estos menores, y en general a los jóvenes andaluces desempleados, de herramientas para favorecer su autonomía y ayudarles a incorporarse con éxito al mercado laboral con un enfoque práctico. Los programas de la Escuela de Oficios favorecen la mejora de sus competencias y habilidades sociales, y les guían hacia el mercado laboral a través de contrataciones de empresas colaboradoras.

Siham Khalifa El Abdi

Siham Khalifa: «Guiamos a los jóvenes hacia su vida adulta»

Siham Khalifa El Abdi (Tetuán, Marruecos, 1978) es desde enero la responsable de los programas de Mayoría de Edad de SAMU en Motril (Granada), además de psicóloga y orientadora del programa de Alta Intensidad de Motril cofinanciado por la Junta de Andalucía y el Fondo Social Europeo.

—Algunas voces critican la falta de recursos para jóvenes inmigrantes que llegaron a España siendo menores y cumplen la mayoría de edad. Usted que trabaja con este colectivo, cuál es su opinión?
—Rotundamente es así. Desde el sector, siempre hemos demandado más plazas para la atención de los jóvenes que provienen del Sistema de Protección de Menores (SPM) y que han alcanzado la mayoría de edad. En la provincia de Granada, actualmente, sólo hay 80 plazas para estos chicos. Algo insuficiente si tenemos en cuenta el elevado número de menores bajo guarda, tutela o atención inmediata de la Junta de Andalucía.

—¿Qué ocurre cuando un menor inmigrante no acompañado (mena) cumple la mayoría de edad?
—Cuando un joven cumple los 18 años, el SPM de la Junta de Andalucía activa un protocolo de actuación del procedimiento de acceso al Programa de Adquisición de Competencias Socio-laborales (PACs). Previamente, el equipo técnico de cada centro de protección valora a los menores que están próximos de alcanzar la mayoría de edad y estudia cuáles son sus opciones más adecuadas. A continuación, emite un informe de Mayoría de Edad a la delegación territorial, que finalmente resuelve teniendo en cuenta el compromiso que mantiene cada joven con su proyecto educativo y laboral, la ausencia de apoyos familiares, su situación administrativa. La Junta es la que decide si se le deriva o no a un programa de mayoría de edad. La pertenencia a estos programas es voluntaria, pero exige un alto compromiso e implicación por parte de las personas beneficiarias.

—¿Por qué es tan necesario que existan recursos y programas dirigidos a estos jóvenes mayores de edad?
—Los jóvenes que salen del SPM, por lo general, se encuentran en una situación de vulnerabilidad y alto riesgo de exclusión social debido a las dificultades para acceder al mercado laboral y la falta de redes de apoyo. Cuando un centro de protección de menores acoge a un chico, extranjero o no, estamos ante una persona que necesita una especial protección debido a las circunstancias que han motivado su ingreso. Son personas que han vivido situaciones vitales de desprotección y desamparo. Esto implica una atención integral que requiere tiempo.

—Supongo que la situación se complica aún más cuando se trata de jóvenes extranjeros.
—En el caso de los jóvenes migrantes, el desconocimiento del idioma y del sistema educativo agrava estas circunstancias, afectando a su percepción de autoeficacia y a su motivación de logro. Son personas que suelen carecer de hábitos de estudio y de un recorrido académico estable y exitoso, probablemente porque no han recibido una adecuada instrucción, apoyo y acompañamiento en este sentido. A esto hay que sumar las dificultades que encuentran en la Administración para regularizar su situación. Y esta es la norma, no la excepción, por lo que, a mi criterio, la mayoría de los menores necesitaría de un tiempo de transición y acceder a un programa de Alta Intensidad.

—¿Cuáles son las principales necesidades que tienen estos chicos?
—Apoyo, asesoramiento, orientación, acompañamiento. Son jóvenes que no cuentan con formación previa ni experiencia laboral. No han podido acceder a un primer empleo que garantice un mínimo de ingresos para su manutención. Y sin medios económicos ni apoyo social y/o familiar, no se pueden emancipar. Les exigimos una plena emancipación a los 18 años cuando el Instituto Nacional de Estadística (INE) sitúa la emancipación de los españoles cerca de los 29 años. De ahí que el acceso al empleo sea el motor de su inclusión.

—Antes ha mencionado el Programa de Adquisición de Competencias Socio-laborales (PACs). ¿Qué es exactamente esto?
—El PACs es un Programa de Alta Intensidad enmarcado en la contratación del servicio de atención en Inserción Social y Laboral de Jóvenes con Necesidades Específicas procedentes del Sistema de Protección de Menores. Está cofinanciado por el Fondo Social Europeo en el marco operativo 2014-2020.

—¿Cuál son sus objetivos?
—La inclusión social y laboral, garantizando la emancipación en igualdad de oportunidades. En el programa del Fondo Social Europeo se realiza una intervención por áreas que van desde la personal, atención psicológica, social y de convivencia, formativa, laboral y de emancipación. En la fase inicial de este programa se trabaja en el proyecto educativo y laboral del chico hasta conseguir los objetivos diseñados con el joven en su Plan Personal de Vida. Una vez alcanzados, pasan a fase de seguimiento. En este punto, oficialmente, ya no están de alta en el programa pero siguen recibiendo atención y asesoramiento para garantizar que los objetivos alcanzados se mantengan e incluso se puedan mejorar. En definitiva, se trata de acompañar y guiar a los jóvenes en su transición a la vida adulta.

—Durante su participación en este programa, ¿dónde residen estos chicos?
—En los llamados ‘pisos de autonomía’, donde se les proporciona una atención integral cubriendo sus necesidades de alojamiento, manutención, formación, de manera que puedan alcanzar su primera experiencia laboral en un entorno formal y estable.

—¿Durante cuánto tiempo pueden beneficiarse de este programa?
—Pueden permanecer en el programa un año y, solo en circunstancias excepcionales, se podrá prorrogar su estancia, previa solicitud de la delegación territorial y la aprobación de la Dirección General de Infancia y Familia. En ningún caso puede superar los dos años.

—¿Cuántas personas disfrutan actualmente de este recurso en Motril?
—El programa dispone de cuatro plazas que en la actualidad están ocupadas.

—¿Qué personas pueden disfrutar de este programa de SAMU?
—Nuestro programa está dirigido a personas jóvenes refugiadas no acompañadas que llegaron a Andalucía siendo menores de edad y que proceden de países en conflictos bélicos, así como, aquellos jóvenes procedentes del Sistema de Protección Solicitantes de Asilo; jóvenes procedentes del SPM sobre los que se tengan fundadas sospechas de ser posibles víctimas de trata de seres humanos o vulnerables de serlo; y jóvenes con circunstancias personales y/o sociales especiales, que dificultan y condicionan su integración social y laboral.

—¿Cuántos programas de estas características gestiona SAMU?
—En la actualidad contamos con tres Programas de Alta Intensidad. Uno de cuatro plazas en Motril, otro con doce plazas en Jaén y un tercero con seis plazas en Almería.

—¿Cuáles son las principales dificultades con las que se encuentra en su día a día?
—El principal escollo con el que nos encontramos es la regulación administrativa de la situación de estos chicos. Esto retrasa en exceso el inicio de acciones eficaces de cara a la inserción social y laboral de los jóvenes.

—¿Cuál es la actitud de los jóvenes beneficiarios de estos programas?
—En la inmensa mayoría de los casos, excelente. Participan activamente en su proyecto de inserción, con voluntariedad, motivación y compromiso.

—¿Qué aspectos cree la Administración y la sociedad en general debería mejorar para poder ayudar de manera más eficaz a estos chicos?
—Es fundamental visibilizar a este colectivo dándole valor a la diversidad. Hoy esto es más necesario que nunca debido a la criminalización injusta que han sufrido en los últimos meses.

Deporte Fundación SAMU

Deporte para transformar la realidad

El deporte y la actividad física en general provocan un cambio en la salud y la calidad de vida de las personas que lo practican, pero sus beneficios van mucho más allá para generar grandes cambios relacionados con el ámbito social y valores como la responsabilidad personal y colectiva, la inclusión, el compañerismo o la capacidad de superación, entre otros muchos. Por esta razón, el deporte, en sus múltiples y muy variadas manifestaciones, se ha convertido para Fundación SAMU en una herramienta clave de trabajo y en una de sus actividades con mayor arraigo y capacidad de movilización social.

Desde 2013, Fundación SAMU, a través del departamento SAMU Idilio, ha puesto en marcha numerosos proyectos y programas deportivos inclusivos, algunos de ellos pioneros a nivel nacional. Gracias a estas iniciativas, personas con y sin discapacidad y otros colectivos en riesgo de exclusión social practican deporte de manera simultánea persiguiendo con ilusión la misma meta: la normalización de sus vidas.

El deporte es un factor corrector de desequilibrios sociales que contribuye al desarrollo de la igualdad entre las personas y crea hábitos favorecedores de la inserción social. El deporte moviliza y despierta a la sociedad”, manifiesta Francis Ruiz, responsable del departamento SAMU Idilio, impulsor de estas iniciativas.

Entre los proyectos y programas deportivos inclusivos más destacados llevados a cabo en los últimos años figuran el proyecto Disfrutamar, el programa Cuatro Estaciones por la Integración, los programas de rugby dirigidos a menores y a personas con discapacidad, la Carrera Popular Inclusiva Aljarafe Integra, las Jornadas Deportivas Inclusivas y dos proyectos de I+D+i llevados a cabo junto con la Universidad de Sevilla.

Proyecto Disfrutamar

Este proyecto pionero en el ámbito de la discapacidad intelectual, la náutica y las actividades acuáticas inclusivas nació en 2017 con el objetivo de mejorar la calidad de vida de los colectivos más vulnerables en riesgo de exclusión social con los que Fundación SAMU trabaja de diariamente.

Desde su puesta en marcha, se han realizado un total de 53 salidas terapéuticas, tanto fluviales como marítimas, de las cuales se han beneficiado más de 280 personas (personas con discapacidad intelectual, con daño cerebral sobrevenido, menores extranjeros no acompañados y pacientes de la clínica de salud mental SAMU Wellness). Este proyecto se desarrolla en colaboración con la Obra Social “la Caixa”.

Además, Fundación SAMU ha financiado la formación de más de 20 patrones náuticos (Patrón de Embarcaciones de Recreo PER), todos ellos trabajadores de la organización. Para 2021, ya hay previstas 21 salidas más a bordo de Bantayán, el velero que hace posible esta actividad.

Cuatro Estaciones por la Integración

Este proyecto pionero a nivel nacional en los ámbitos de la discapacidad, educación e inclusión social se puso en marcha en marzo de 2015. Desde entonces, se han desarrollado 13 eventos y jornadas deportivas inclusivas de diferente naturaleza bajo el sello de Cuatro Estaciones. Los beneficiarios de estas actividades ascienden a más de 4.550 personas.

El proyecto, como su propio nombre indica, se divide en cuatro estaciones: Primavera, dedicada a jornadas multideportivas; Verano, con jornadas acuáticas inclusivas; Otoño, que se basa en jornadas multiaventura en el medio natural; e Invierno, estación dedicada a jornadas científicas y el desarrollo de congresos.

RugbyES

La Fundación SAMU inició en 2019 en colaboración con el Club de Rugby San Jerónimo el proyecto RugbyEs, que cuenta con dos partes diferenciadas: una dirigida a los Menores Extranjeros No Acompañados (menas) que residen en los centros de protección gestionados por Fundación SAMU, y una segunda dedicada a otros colectivos vulnerables, principalmente discapacidad.

Ambos programas están enfocados a mejorar la calidad de vida de estas personas a través del rugby como deporte inclusivo.

El primero de los programas de RugbyEs cuenta con un equipo compuesto por jugadores residentes en diversos centros de menores gestionados por la Fundación SAMU y que compite en la liga de Desarrollo Sub 18 de la Federación Andaluza de Rugby.

“El magnífico y extenso grupo de profesionales del Club de Rugby San Jerónimo de Sevilla se encarga de la preparación técnico, táctica y física de este equipo de rugby, así como de los aspectos psicomotrices de la iniciación y perfeccionamiento del deporte”, explica Francis Ruiz.

El trabajo específico terapéutico y educativo del proyecto, por otro lado, está diseñado por profesionales de la Fundación SAMU, constituido por el equipo interdisciplinar formado por psicólogos, psicoterapeutas, trabajadores sociales, pedagogos y educadores.

El 3 de diciembre, Día Internacional de las Personas con Discapacidad, está prevista la celebración (virtual) de las Jornadas Nacionales sobre Rugby Inclusivo donde se analizarán los trabajos que se han desarrollado sobre esta materia en el ámbito nacional y se dará a conocer las conclusiones de la primera temporada del Proyecto RugbyES.

Carrera Popular Inclusiva Aljarafe Integra

Hasta la fecha se han desarrollado dos ediciones de la Carrera Inclusiva Aljarafe Integra, en 2016 y 2018, y la tercera está programada en octubre de 2021. En ellas han participado un total de 2.580 personas, entre las cuales había personas con con discapacidad física, intelectual y/o orgánica, hombres y mujeres pertenecientes a asociaciones en riesgo de exclusión social, personas sin hogar y alumnos de institutos de Mairena del Aljarafe, entre otros colectivos.

Esta propuesta deportiva-inclusiva, impulsada y diseñada por SAMU Idilio-Fundación SAMU, cuenta con la colaboración del Ayuntamiento de Mairena del Aljarafe, la Universidad Pablo de Olavide, la Facultad de Ciencias de la Educación de la Universidad de Sevilla, la Fundación San Pablo Andalucía CEU y Special Olympics España.

Jornadas Deportivas Inclusivas

El programa Jornadas Deportivas y Talleres Inclusivos es una herramienta práctica de trabajo y de formación, actualización y acercamiento al deporte de las personas con discapacidad, sirviendo como medio para trabajar la sensibilización hacia la misma, los deportes adaptados e inclusivos y el fomento de la participación activa de personas con discapacidad, en la iniciación deportiva.

Sus objetivos son visibilizar y practicar deportes adaptados, concienciar sobre la discapacidad, sensibilizar y reconocer, desde las experiencias de deportistas, los logros conseguidos y las dificultades que han tenido que superar.

En 2021, año olímpico, SAMU Idilio tiene previsto organizar 21 nuevos eventos y jornadas deportivas inclusivas y llegar al menos a las 2.021 personas beneficiarias.

SAMU Dis-Fit

La Fundación SAMU ha colaborado junto con la investigadora Ruth Cabeza, profesora del departamento de Motricidad Humana y Rendimiento Deportivo de la Facultad de Ciencias de la Educación de la Universidad de Sevilla, en dos proyectos de investigación en los que se profundiza en la condición física de las personas con discapacidad intelectual.

Estas investigaciones dieron como resultado la tabla de ejercicios SAMU Dis-Fit, compuesta por ocho ejercicios diferentes, que permite evaluar de forma eficaz, fiable y viable la condición física de las personas con discapacidad. Para ello, el equipo de investigadores de Ruth Cabeza evaluó a más de 500 personas.

Proyecto ExpreSamUS

Con el fin de profundizar en los campos de la investigación e inclusión, en 2019, Fundación SAMU puso en marcha el proyecto ExpreSamUS junto a la Facultad Ciencias de la Educación de la Universidad de Sevilla (US). Se trata de un programa para la mejora de la percepción de la discapacidad intelectual en la asignatura de Expresión Corporal en el Grado de Primaria junto a la doctora Nuria Castro Lemus.

Bajo este marco, en octubre de 2019 se firmó un convenio de colaboración académica, científica y cultural entre la Universidad de Sevilla y la Fundación SAMU. En este convenio, ambas instituciones se comprometen a desarrollar de forma conjunta proyectos de investigación.

“Creamos momentos de encuentros entre usuarios de la Fundación SAMU y alumnos de la Universidad de Sevilla, los cuales incidirán en la mejora de la percepción de la discapacidad intelectual y conseguir una educación de calidad”, detalla Francis Ruiz.

Este proyecto persigue dos claros objetivos: sensibilizar sobre la inclusión de personas con discapacidad intelectual en el ámbito educativo; y dotar de herramientas prácticas al futuro profesorado para el diseño de prácticas de Expresión Corporal Inclusivas.

En esta misma línea de investigación, destaca también la organización de cuatro eventos deportivos/científicos: I Jornadas Deportivas de Motivación y Superación para Personas con Discapacidad (2013); II Jornadas Científicas de Discapacidad, Salud y Actividad Física (2014), I Jornadas Nacionales sobre Discapacidad Intelectual y Deporte (2015); y el II Congreso Internacional de Discapacidad Intelectual, Actividad Física y Salud (2017).

Cheikh T. Ndour ficha por el Coria CF

Cheikh T Ndour: un centrocampista con futuro

El Coria CF ha fichado al joven senegalés Cheikh T. Ndour, de 17 años, que jugará este año con el equipo juvenil ribereño que milita en Liga Nacional, aunque es cuestión de tiempo que acabe debutando en el primer equipo que juega en el Grupo X de Tercera división, según aseguran desde el área deportiva del club.

Cheikh T. dejó su país natal en 2018, con apenas 15 años, con el propósito de encontrar un futuro mejor. Recorrió unos 2.500 kilómetros hasta llegar a Marruecos, donde estuvo trabajando durante seis meses hasta que logró ahorrar el dinero necesario para subirse a una patera que lo llevara hasta España, en concreto a La Línea de la Concepción, donde arribó. Una vez en Andalucía, estuvo en varios centros. Escapó de algunos de ellos hasta que llegó al centro ARB Miguel de Mañara de la Fundación SAMU, en Montequinto (Dos Hermanas, Sevilla).

El joven estudia un curso de FP de Electricidad y Electrónica en Dos Hermanas, pero él siempre ha querido ser futbolista. Estuvo jugando en el CD Los Caminantes y en el Ibarburu, ambos equipos de Dos Hermanas, hasta que un día el director deportivo del Coria, Francisco Muñoz, le vio jugar y decidió llamarle. Por aquel entonces, tenía una oferta para ir a hacer una prueba con el Rayo Vallecano. El joven decidió rechazar esta propuesta, ya que en muy poco tiempo se habían producido muchos cambios en su vida y quería terminar sus estudios. Necesitaba un periodo de sosiego.

El club sevillano le ha ofrecido la oportunidad de vivir en un piso junto a otros chicos futbolistas como él que proceden de otras ciudades, y así poder concentrarse en sus estudios y en los entrenamientos.

“Cheikh tiene dentro algo especial, así que, con un poco de suerte, y cuidándole bastante, podría encontrar una vía de solución con el fútbol en el futuro”, explica el director deportivo del Coria CF, Francisco Muñoz en un reportaje para ABC, al mismo tiempo que relata cómo conoció al joven senegalés. “Un día salí a correr por Montequinto y le vi jugando con otro chico. En una de ésas, le pregunté qué tal estaba. Me dijo que jugaba al fútbol, era muy tímido. Así que un día me acerqué a verle jugar en Los Caminantes. Y le vi cosas. Le vi tres ratillos. Así que en cuanto me nombraron director deportivo del Coria, se lo ofrecí al club. Dije que teníamos al mejor jugador que podíamos ver esta temporada. Tras hacer las pruebas con el Liga Nacional, poco a poco ha ido cogiendo más confianza en su juego”.

Quienes conocen a este joven dicen que es un chico responsable, un trabajador infatigable, un muchacho educado y formidable.

Para el responsable del área deportiva del club coriano, Cheikh, con una altura de 1,96 metros , es un chico “muy atlético, con la fisonomía de un futbolista espigado y además no es nada descoordinado”. “Juega de centrocampista. Yo lo considero un jugador de ida y vuelta, de área a área. Es muy versátil. También puede jugar de pivote defensivo o de delantero, pero para no volverlo loco, creo que su sitio es el carril del ocho. Quizá podría ser un Sergio Busquets”, manifiesta Francisco Muñoz.

Cheikh estaba en la prelista de canteranos que harían la pretemporada con el primer equipo, pero por el protocolo de la Federación Española, que limita la cantidad de jugadores, aún habrá que esperar para verlo debutar en Tercera División.

Todomoto Sevilla

Sidiki, el aplicado compañero del taller de BMW

En el taller de Todomoto Sevilla, el joven Sidiki C. pone a punto una de las motos BMW que han llegado desde fábrica para su venta en este prestigioso concesionario. Sobre una plataforma, Sidiki coloca algunos de los accesorios, como los espejos retrovisores y el cofre. A su alrededor hay otras 20 motos de gran cilindrada, todas de la marca BMW, aunque también se ven algunas clásicas Harley-Davidson.

Sidiki C. realiza prácticas profesionales en esta casa de motos de Sevilla capital desde el 11 de agosto gracias a un acuerdo de colaboración entre Fundación SAMU y Todomoto Sevilla. Natural de Guinea Conakry, Sidiki llegó a las costas andaluzas de manera irregular hace dos años. Desde entonces ha pasado por varios centros de acogida de Granada, Cádiz y Sevilla, hasta llegar al ISL de Alcalá de Guadaíra (centro de inserción sociolaboral) gestionado por Fundación SAMU.

“Pasar por tantos centros por un lado es bueno, pero por otro, no. Cuando consigues hacer amigos y te cambias de centro, tienes que empezar de nuevo”, cuenta el joven, de 17 años. “Los primeros meses fueron difíciles, no sabía nada de español. No entendía nada. Pero tenía muchas ganas de aprender y gracias a que hablo francés, no me resultó muy difícil”.

Durante su estancia en el centro de Fundación SAMU, Sidiki ha realizado un curso profesional de jardinería pero actualmente está realizando prácticas profesionales en este taller de motos. Por la tarde, estudia para sacarse el título de Educación Secundaria Obligatoria (ESO).

La jardinería no me gustaba mucho pero tenía que estudiar algo, necesitaba un oficio. Lo que estoy haciendo ahora me gusta mucho más, he tenido mucha suerte”, admite el joven. “Me encantan las motos y la mecánica en general. Mi padre era chófer y en casa teníamos una moto pequeña”.

Sidiki trabaja seis horas diarias en el taller. Cada mañana, Jordi Luque Sánchez, jefe de Postventa del Grupo Todomoto, le recoge en coche en el ISL Alcalá para que el joven no tenga que ir hasta Sevilla en autobús. Estos viajes en coche le han permitido a Jordi ganarse la confianza de Sidiki y ser alguien más que su tutor de prácticas. “Sidiki es un 10. Es un chico maravilloso, es especial”, asegura Jordi Luque. “Tiene muy buena actitud en el trabajo. Sabe lo que quiere en la vida y es muy aplicado. Estamos muy contentos con él, sobre todo teniendo en cuenta que cuando llegó no tenía ninguna experiencia en mecánica”.

El trabajo de Sidiki en Todomoto Sevilla consiste en mover las motos dentro del taller, lavarlas, subirlas a las plataformas y montarlas para su pre-entrega. “Sidiki lava las motos como nadie”, manifiesta su tutor de prácticas. “Estamos muy contentos con la experiencia y, si todo va bien, la idea es que se quede con nosotros trabajando. Chicos como él necesitan una oportunidad, y si podemos dársela, se la daremos”.

“Sidiki es muy buen chaval. Lo mejor que tiene es que es muy constante. Tiene mucha hambre de aprender”, comenta Fernando, uno de los compañeros del joven en el taller, mientras trabaja en otra moto. “Yo le enseño todo lo que sé. Entre los compañeros hay muy buen clima. Se ha adaptado bien y le hacemos bromas”, continúa el trabajador. “Temo que alguien le coja y le lleve por el mal camino, me daría mucha pena porque es buen chaval y se merece una oportunidad”.

Jordi Luque no descarta, una vez que termine Sidiki sus prácticas, acoger a otro menor en su taller. “Quizás no inmediatamente, pero la experiencia ha sido muy buena y no descartamos repetir si dentro de unos meses necesitamos a alguien más. Así también le ayudamos a formarse en esta profesión”.

Para Sidiki, contar con un contrato de trabajo sería una gran oportunidad. El 5 de febrero cumplirá 18 años, una edad que muchos menores inmigrantes temen. Es el momento en el que, por ley, deben abandonar los centros de acogida y cuando su proceso migratorio se ve más comprometido.

Llegada Misión El Salvador 2020 SAMU

La llegada del equipo de SAMU a El Salvador: Un recibimiento fraternal

SAMU ha completado con éxito durante agosto la Misión El Salvador 2020, que establece un hito para la entidad por el contexto histórico en el que se ha llevado a cabo, en plena pandemia mundial por la Covid-19, y por haber servido para establecer sólidos lazos de cooperación y fraternidad con el país centroamericano.

La expedición formada por 28 profesionales entre médicos, enfermeros, técnicos en emergencias sanitarias y técnicos en cuidados auxiliares de enfermería partió el 29 de julio hacia El Salvador como respuesta de SAMU al llamamiento internacional formulado por el propio gobierno salvadoreño para hacer frente a la pandemia en el país. El objetivo de esta misión de cooperación era triple: adiestrar y formar al personal sanitario local, ayudar en la organización y logística, y ofrecer apoyo asistencial en el recién inaugurado Hospital Nacional El Salvador.

Numerosas autoridades despidieron a este equipo de intervención de catástrofes tanto en Gelves (Sevilla), de donde partieron los sanitarios en autobús hasta Madrid, como en la capital de España, tal y como se adelantó en la edición de agosto de esta Revista SAMU. Entre las autoridades que desearon suerte a los sanitarios destacaron el embajador de El Salvador en España, Mauricio Peñate Guzmán; la responsable de Acción Humanitaria de la Agencia Andaluza de Cooperación Internacional, Carma Tápies; el cónsul honorario de El Salvador en Sevilla, Ignacio de Cossío Pérez de Mendoza; el presidente del Colegio Médicos de Sevilla, Alfonso Carmona Martínez; y la vicepresidenta del Colegio de Enfermería de Sevilla, Pilar Cordero Ramos.

Después del vuelo transoceánico, la acogida al equipo fue sobresaliente desde el primer minuto. La ministra de Relaciones Exteriores de la República de El Salvador, Alejandra Hill Tinoco; el vicepresidente de la República, Félix Ulloa; y el ministro de Salud, Francisco Alabí, acudieron al Aeropuerto Internacional San Óscar Arnulfo Romero de El Salvador junto a otros altos cargos del Gobierno salvadoreño para recibir al contingente de 28 profesionales que han permanecido en este país durante un mes.

“No nos esperábamos en absoluto aquel recibimiento. Fue extraordinario”, reconoce Andrés Rodríguez Holst, team manager de la misión El Salvador. “Tras aterrizar, a pie de pista, nos recibió un nutrido grupo de personas en representación del Gobierno del país que, manteniendo la distancia de seguridad, nos saludaron y nos dieron las gracias por acudir para ayudarles a hacer frente a la Covid-19. Nunca, en ninguna de las misiones en las que he participado, me han recibido así”, continúa el enfermero. “Recuerdo que por unos segundos pensé: ¿qué expectativas tienen estas personas de nosotros? Luego supe que, fuesen cuales fuesen, íbamos a dar la talla porque llevábamos un equipo humano y profesional muy potente”.

En las mismas instalaciones aeroportuarias, la ministra de Relaciones Exteriores de El Salvador, Alejandra Hill, señaló: “Pocas veces en mi vida he sentido el nivel de emoción y de gozo que he experimentado al verles a cada uno de ustedes bajar de ese avión. La calidad y la solidaridad es palpable”.

“En nombre de nuestro presidente, Nayib Bukele, sean bienvenidos a su patria, a una patria que ahora compartimos, que los abraza y que los acoge, y a una patria que los considera nuestros. Bienvenidos a su casa, gracias en nombre de nuestros médicos, que están agotados, pero que sacan fortaleza de su voluntad para curar a nuestros ciudadanos; gracias en nombre de los pacientes que están sufriendo; y gracias en nombre del pueblo salvadoreño”, insistió Hill Tinoco.

Juan González de Escalada, director de esta misión, fue el encargado de tomar la palabra: “Todos y cada uno de nosotros venimos como voluntarios a darlo todo para hacerle frente a esta pandemia”.

La Misión El Salvador, como SAMU ha denominado a la operación, se puso en marcha después de que el Ministerio de Salud de El Salvador emitiera una solicitud de asistencia para dar apoyo a un nuevo hospital, el Hospital Nacional El Salvador, localizado en San Salvador, que abrió sus puertas el 21 de junio con 105 camas de UCI y 100 camas hospitalarias, y que está siendo adecuado de forma paulatina para poder ofrecer hasta 1.000 camas de UCI.

En El Salvador, hay un médico por cada 5.964 habitantes y una enfermera por cada 1.223 habitantes, con un importante déficit en especialistas (médicos o enfermeros) capacitados en unidades de cuidados intensivos (UCI).

Desde que arrancó esta misión de cooperación internacional, SAMU ha recibido a través de diversos canales numerosas muestras de apoyo, solidaridad y agradecimiento, especialmente del pueblo salvadoreño. El propio presidente del país, Nayib Bukele, publicó en sus redes sociales una emotiva carta dirigida a la expedición de SAMU.

“Ellos no son salvadoreños, no son hijos de migrantes, no tienen lazos con nuestro país, no están cobrando salario extra y no ganan nada material. Sin embargo, vienen a nuestro país a salvar vidas, a arriesgar la suya propia. Dejan a sus familias en España, a quienes no verán durante un mes. Lo hacen, por una sola razón: quieren salvar vidas. Y vienen a salvar las nuestras”, señaló Bukele en sus redes sociales en referencia al equipo e SAMU. “Nos dan una gran lección de humanidad a todos”.

Misión El Salvador 2020 SAMU

Misión El Salvador 2020 de SAMU: la formación como legado

El equipo de intervención de catástrofes enviado por SAMU a El Salvador no ha dejado de trabajar desde que pisó tierras centroamericanas el 30 de julio. Durante un mes, los sanitarios han estado operativos de manera voluntaria en jornadas de 12 horas en primera línea para hacer frente a la pandemia de la Covid-19 en el Hospital Nacional El Salvador.

Entre los objetivos principales de SAMU figuraban tres. En primer lugar, responder a las necesidades de asistencia médica de todos los casos hospitalizados de Covid-19 que les fueron asignados. En segundo lugar, proporcionar capacitación a todo el personal de salud clínica local en el Hospital Nacional El Salvador. Y en tercer término, reforzar el diseño y despliegue logístico para los procesos de vestido y desvestido de intervinientes, así como para la descontaminación de pacientes e intervinientes de las instalaciones que les fueran solicitadas.

Una vez sobre el terreno, en los primeros días de la misión, los profesionales de SAMU participaron en una visita guiada por el hospital, a través de la cual pudieron realizar un reconocimiento de su estructura y valorar las capacidades logísticas y organizativas de este nuevo centro sanitario, un gigante con capacidad para albergar hasta 2.000 camas, la mitad de ellas de UCI. A continuación, realizaron un diagnóstico sobre la situación y desarrollaron un plan de actuación para su ejecución durante el mes de duración de este proyecto.

“Uno de los principales problemas que nos encontramos al llegar es que, a pesar de que el hospital cuenta con equipos de primer nivel, existían ciertas deficiencias organizativas, además de que los recursos humanos eran limitados. Había pocos médicos especialistas y gran parte del personal carecía de experiencia en situaciones de crisis como la que estamos viviendo en la actualidad y en el manejo de pacientes críticos en un hospital con tanta capacidad como éste”, relata Andrés Rodríguez Holst, team manager de esta misión.

Juan González de Escalada, director de la misión El Salvador, añade sus impresiones: “Los medios del hospital, en mi opinión, son aceptables. Era sorprendente ver cómo había alas enteras del hospital que aún estaban desocupadas pero que sí estaban dotadas. Los medios están muy bien. Lo que había que pulir es las formas de trabajar del personal. Algunos profesionales son junior, otros no. También vimos profesionales a los que se les está promocionando y potenciando para que aceleren su crecimiento y su desarrollo, y puedan pasar de un nivel más básico a una mejor labor de gestión. En ese sentido, creo que hemos podido sacar mucho partido de ellos”.

SAMU ha llevado a cabo durante su estancia en El Salvador un plan de formación asistencial, bioseguridad y para la mejor organización de los profesionales sanitarios. De hecho, la formación se ha convertido en el mayor legado de la expedición al hospital salvadoreño.

SAMU ha establecido un organigrama junto a los directivos del hospital que les ayude a trabajar de manera más organizada y efectiva, y ha asesorado a los profesionales locales a la hora de esclarecer las funciones de cada uno de ellos, especialmente de los puestos intermedios. También se ha realizado una labor de apoyo en el propio hospital y se han desarrollado talleres formativos con contenido asistencial.

“Hemos llevado a cabo una colaboración de acompañamiento a los profesionales del hospital tanto a nivel de mandos intermedios como a nivel del sanitario a pie de cama. A las 6:30 de la mañana llegábamos al hospital, nos cambiábamos de ropa, al igual que todos los sanitarios del centro, y empezábamos las guardias y turnos en el hospital. Hemos acompañado y trabajado con los sanitarios locales codo con codo para ayudarles a reforzar sus competencias en la organización de gestión hospitalaria y, a su vez, hemos estado con los mandos intermedios acompañando en la toma de decisiones y haciendo recomendaciones”, explica Juan González de Escalada.

El equipo de SAMU ha ofrecido entrenamiento clínico específico en distintos ámbitos como el triaje; la implementación inmediata de medidas apropiadas de prevención y control de infecciones (IPC); el abordaje al paciente crítico de forma precoz y su correspondiente monitorización; la prevención de complicaciones y tratamientos específicos anti-nCoV y manejo de los efectos secundarios, entre otros.
El contingente desplazado desde Sevilla ha prestado apoyo operativo para la supervisión y establecimiento de un centro de tratamiento Covid-19 de campaña, ha reforzado el diseño de zonas y protocolos de descontaminación de pacientes, control de flujos de intervinientes, zonificación, sectorización y análisis de vulnerabilidad e idoneidad de instalaciones Covid-19. Además, los profesionales de SAMU se han puesto a disposición de los sanitarios locales para la realización de cursos de bioseguridad.

Juan González de Escalada destaca la actitud abierta de los sanitarios salvadoreños a la hora de recibir asesoramiento y nuevos conocimientos por parte del equipo de SAMU. “La generosidad de todos ellos ha sido enorme por permitirnos escudriñar todos los rincones de este magnífico hospital, y también por permitirnos estar junto a ellos, todo el día, intentando hacer recomendaciones para que quizás su trabajo pueda ser aún mejor. Es una experiencia muy gratificante. Hemos podido compartir con estos profesionales todo lo que aprendimos en el pico de la pandemia en España”.

En cuanto a los pacientes atendidos, el director de la misión reconoce no haber detectado grandes diferencias entre los pacientes de España y El Salvador. “Es cierto que, en España, durante el pico de la pandemia nosotros atendidos principalmente a personas mayores provenientes de residencias de ancianos. La edad media de los pacientes es diferente pero su fisiopatología es similar”, explica Juan González de Escalada. “En El Salvador los pacientes son más jóvenes. Una de las primeras altas que dimos en España fue a un paciente de 94 años que estaba fantástico de cabeza y de físico. En El Salvador, por el contrario, el otro día vimos a una chica que a mis ojos tenía ocho o nueve años, y resultó que tenía 17 porque sufría bajo peso. Ese ha sido uno de los casos más impactantes para mí, ya que yo soy padre de dos menores”.

En cuanto al estado de ánimo del equipo, el enfermero Andrés Rodríguez asegura que los efectivos se han mantenido a pleno rendimiento. “Es cierto que en los últimos días, el equipo ya acusaba el cansancio. Trabajábamos en turnos de doce horas, seis días a la semana. Han sido muchos días de duro trabajo y muchas horas con el Equipo de Protección Individual (EPI) puesto, pero los ánimos y, sobre todo, la dedicación y eficacia en el trabajo no han decaído”, señala Andrés Rodríguez. “Ha sido muy importante el trabajo humano y de reflexión que hacíamos con cada uno de los chicos desde el equipo de mando para que mentalmente estuvieran al 100%”.

El enfermero Andrés Rodríguez agradece el apoyo recibido por parte de la población salvadoreña y de los propios profesionales del hospital. “Durante nuestra estancia en El Salvador, recibimos continuas muestras de cariño y de apoyo, incluso veíamos pancartas con nuestras fotografías y palabras de agradecimiento en la calle. La atención mediática también ha sido muy grande. Nunca en mis misiones anteriores había vivido algo así”.

Rodríguez también se muestra muy satisfecho con los miembros del equipo seleccionado para esta misión. “Estoy muy contento con el equipo. A muchos de ellos ya los conocía y había trabajado con ellos con anterioridad, pero a otros no, y me han sorprendido mucho para bien. Todos han dado la talla de manera sobresaliente. Es un equipo muy potente y difícil de igualar”.

Los 28 participantes de esta misión internacional han dado todo lo que estaba en sus manos, robándole incluso horas al sueño y al descanso en beneficio de los pacientes. Ahora regresan a España con la satisfacción del trabajo bien hecho y de que su acción ha salvado numerosas vidas.